base la forma la faja de color rojo. Estos triángulos están constituidos también por tres líneas paralelas entre sí, circunstancia que hace el que cada uno resulte compuesto de tres triángulos concéntricos, idea que indudablemente fué la que se propuso representar el dibujante, supuesto que la faja roja de la base es igual en anchura al espacio comprendido entre las líneas que forman los otros lados. De eslas tres líneas, la de enmedio, color ocre, es la más ancha. Correspondiendo á la base, y en oposición al ángulo del vértice, se encuentra una al parecer alegoría, consistente en un semicirculo rojo, de extremos ranversados, y de cuya parte media o superior sale una luz ó llama. Contenido en el cuadrado primero ó más exterior se halla un segundo, cuyos lados presentan un ligero encurvamiento hacia adentro, siendo mayor la curvatura en la parte media, esto es, en el punto correspondiente al vértice de los triángulos ya descritos. Los lados de este cuadrado están formados por una guirnalda, compuesta de hojas y frutos redondos y rosados. ¿La sabina? En los ángulos hay un pequeño triángulo constituido por lineas de color rosa, luciendo en el centro una florecilla de cinco pétalos. Dos de los lados del triángulo los forman los lados del cuadrado. Descritos los cuadrados primero y segundo, queda el tercero ó más interno. Los ángulos de éste corresponden á la parte media de los lados del anterior, resultando, en consecuencia, cuatro espacios triangulares, ocupados por otros tantos pájaros, que llevan en el pico y las patas ramillas de una planta muy común en el campo de los sepulcros y conocida vulgarmente con el nombre de Amores. Este cuadrado cubre á un círculo rojo, del cual se ven únicamente cuatro arcos pequeños, cuyas cuerdas son los lados del cuadrado. En los ángulos, y sobre una al parecer maceta, se descubren un pístilo y dos estambres, símbolo de la generación, y frente á ellos un delfin que sujeta con la boca la misma ramita de Amores. Ésta termina por sus dos extremos en un último círculo central, compuesto de tres curvas concéntricas á tres círculos de la misma clase. Como sucede siempre que aparecen las tres líneas curvas, la de enmedio es la más ancha, si bien aquí están cambiados los colores: la del centro es roja, y azules las otras dos. Finalmente, en el círculo más externo, y en el mismo sitio en que terminan las dos ramitas que parten de la boca y región abdominal de los delfines, se observa un adorno igual ó muy parecido á la guirnalda que forma el segundo cuadrado.» Que la tumba de Postumio es una de las más importantes de la necrópolis, pruébanlo lo espacioso de sus dependencias, la riqueza y el buen gusto de su decorado y el gran número de sepulcros familiares que la rodean, como dándole guardia de honor. Debió estar defendida de las miradas de los curiosos por una muralla de sillares, los Canal para las libaciones Seccion Vertical A-B. del plano Camara funeraria NECRÓPOLIS ROMANA DE CARMONA. Tumba de Postumio. Geo. Donsor Sch. cuales fueron arrojadas al patio cuando la destrucción del monu mento. De la familia Postumia poco habremos de decir: era del orden patricio, muy conocida en Roma y las colonias, y abundante en hornbres eminentes de todas clases. El primero que vino á España fué Lucio Postumio Albino, nombrado pretor de la Ulterior por el cónsul Aulo Postumio. Los descendientes de Lucio Postumio Albino se extendieron por la Ulterior la Ulterior y la Citerior, en las que muchos desempeñaron el cargo de duumviros. Un detalle y concluimos. Entre los miembros de la familia Postumia, para alguno de los cuales fué construida la tumba, hay uno llamado Panza, cuya cara es la de un verdadero perro de presa por lo grande de la boca, lo abultado de los labios, lo saliente de los ojos, lo aplastado de la frente y lo prominente de los pómulos (1). Pues bien; el maxilar inferior encontrado en la tumba de Postumio, por lo abierto de sus ramas y lo grueso y ancho de su ángulo de unión nos dice que allí debió ser enterrado, si no Panza en persona, cuando menos alguno de los de su linaje. COLUMBARIO.-TRICLINIO.-Es único en su clase y fué encontrado en 1876, aunque en rigor de verdad pudiera decirse que su descubrimiento data de la primavera de 1885, supuesto que en 1876 tan sólo se vieron las dos hiladas de nichos del costado Poniente y algo de la escalera principal, sin que fuera posible formar idea exacta de lo que aquello era. Luis Reyes, que á manera de topo llegó hasta la parte inferior del corredor ó ándito, decía que se trataba de la cimentación de un mausoleo, debajo del cual estaría la tumba; pero D. Juan Fernández y López, por cuenta del cual trabajaba entonces Calabazo, no dió oidos al dicho de éste y las excavaciones quedaron en suspenso. En 1885 comenzaron de nuevo los trabajos de exploración. Proseguidos con actividad, al cabo de dos meses dieron el fruto deseado, esto es, dejaron al descubierto el Columbario-Triclinio, uno de los monumentos más importantes que encierra la necrópolis. El Columbario-Triclinio es un gran rectángulo excavado en la roca, de diez metros de largo, seis de ancho y dos metros y ochenta centímetros de profundidad, tomada esta última medida desde el suelo del corredor á la parte superior de la segunda hilada de nichos. Se desciende á él por una escalera de siete peldaños, situada en el costado Sur, cerca de su ángulo de unión con el del Este. La escalera termina en un corredor ó ándito de un metro de anchura, que separa al Columbario del Triclinio. Este triple corredor es el verdadero canal de libaciones del monumento que nos ocupa. El corredor acaba á su vez en una gradilla de piedra, de escalones altos y estrechos, por la que se (1) Riccio, monedas de familia. sube á la cocina ó culina. Ésta se halla situada casi al extremo del costado Poniente, tiene cincuenta centímetros de altura y muestra todavía en su parte media la ranura donde entraba la chapa ó diafragma metálico, sobre cuya parte superior ponían el fuego que había de servir para calentar las viandas colocadas en la inferior. A continuación de la cocina, en el ángulo de unión de los lados Oeste y Sur, se abre el pozo (puteus), de veinticinco metros y sesenta centímetros de profundidad, del cual se extrajeron sillares con restos de hornacinas pertenecientes á la fábrica del Columbario, pedazos de mármol azul con manchas violeta, algunas urnas rotas, huesos de animales, cantidad inmensa de tierra y un fragmento de lápida con la inscripción SEMPR que bien pudiera leerse Sempronius, cognomen de algún individuo perteneciente á la familia Sempronia, una de las más conocidas é ilustres en la antigua Roma. Limpio el pozo, se vió que no llegaba hasta la capa de arcilla, sino que se queda en el grueso del alcor, á través del cual se filtra la excelente agua potable que contiene. Al lado del pozo, y ya en el frente Sur, está el pilón ó labrum, de un metro escaso de ancho y largo por cincuenta centímetros de altura, revestido en su interior con cemento duro é impermeable. Por último, entre el labrum y la escalera de entrada está el ara ó altar, de cincuenta centímetros de alto por setenta y setenta y cinco de base, destinado al sacrificio de las víctimas que habían de ser inmoladas á los dioses. Entre el ara y la pared se encontraron un guttus de elegante forma y grande porción de pedazos de cristal irisado, pertenecientes, sin duda, á los vasos de libaciones. En el centro del rectángulo se alza el Triclinio, perfectamente conservado, revestido de una capa de cemento ó estuco y mostrando los tres lechos de rigor, lectus medius, lectus summus y lectus imus, capaces cada uno para tres personas. Se sube al Triclinio por dos escalones situados á la izquierda; y cerca del centro de la mesa ó mensa se distingue muy bien el canalillo de las libaciones, ceremonia con que empezaban y concluían los banquetes fúnebres. Este canalillo es ciego, es decir, carece de la espita necesaria para dar salida á los líquidos, los cuales serían recogidos con vasijas á propósito, á fin de derramarlos más tarde en el ándito ó verdadero canal. Inmediato al Triclinio está también el pequeño labrum, donde los esclavos lavaban los pies á los convidados antes de principiar el banquete. En la gran explanada que queda entre el Triclinio y el altar, formando triángulo con este último y casi enfrente de la línea media de los lechos summus é imus, hay dos pequeños cubos de cin |