| Modesto Lafuente - 1852 - 594 páginas
...social, debida á la influencia prodigiosa de una mager р), se vieron fenómenos estraordinarios. Los hijos de los grandes , que antes no aprendían...llegaron á obtener cátedras en las universidades : en Salamanca y Alcalá enseñaron ciencias y lenguas los hijos del duque de Alba y de los condes... | |
| Modesto Lafuente - 1852 - 590 páginas
...social, debida á la influencia prodigiosa de una muger (í) , se vieron fenómenos estraordinaríos. Los hijos de los grandes, que antes no aprendían...llegaron á obtener cátedras en las universidades: en Salamanca y Alcalá enseñaron ciencias y lenguas los hijos del duque de Alba y de los condes de... | |
| Modesto Lafuente - 1861 - 1058 páginas
...soc ial, debida á la influencia prodigiosa de una mugir (2), se vieron fenómenos estraordinario.s. Los hijos de los grandes, que antes no aprendían sino á guerrear, llegaron á obtener cátedras en lat universidades: en Salamanca y Alcalá enseñaron ciencias y lenguas los bijos del duque de Alba... | |
| Modesto Lafuente - 1888 - 430 páginas
...social, debida á la influencia prodigiosa de una mujer (2), se vieron fenómenos extraordinarios. Los hijos de los grandes, que antes no aprendían sino á guerrear, llegaron á obtener cátedras cu las universidades: en Salamanca y Alcalá enseñaron ciencias y lenguas los hijos del duque de Albay,... | |
| Juan Agustín García - 1899 - 370 páginas
...primeros puestos á individuos del estado llano, que se distinguían por sus estudios y ciencia. « La reina Isabel, amante de las letras y de todo cuanto...los hijos de los grandes, que antes no aprendían sinoá guerrear, llegaron á obtener cátedras en las universidades... En el discurso de pocos años,... | |
| Juan Agustín García - 1907 - 376 páginas
...primeros puestos á individuos del estado llano, que se distinguían por sus estudios y ciencia. « La reina Isabel, amante de las letras y de todo cuanto...llegaron á obtener cátedras en las universidades... En el discurso de pocos años, se elevaron los estudios clásicos á tan floreciente altura, que no... | |
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