Imágenes de páginas
PDF
EPUB

astrónomo de la Academia de las Ciencias de

Que se degüelle á los reyes'
O se rompan los altares,
Culpa será de algun astro,
Pero no de los mortales.

CRUP. (Véase esta palabra.) Nada ofrece de notable, y que no se haya San Petersburgo. El arte cabalistico de los dicho ya en otros articulos, la inflamacion de orientales trasmitió hasta nosotros ese hermolas demas partes del pecho que dejan de men- so sistema, segun el cual somos gobernados cionarse. En la cabeza encontramos la encefa-por los astros: litis y la meningitis, la neuritis y neuralgia, la raquialgitis y la raquialgia que, por la gravedad del daño y por la importancia de sus funciones, merecen ser estudiadas con alguna detencion, y por lo tanto, objeto de articulos especiales. En las inflamaciones del sistema fibroso, el reumatismo y la artritis ó gota, Ahora, no se consulta al almanaque sino tampoco son afecciones para examinadas muy para saber cuando hay luna y cuando no la por encima, razon por la cual pueden versehay; pero antes los cometas presidian á las reestas voces en sus artículos respectivos de esta voluciones y á las muertes de los personages Enciclopedia. poderosos:

.....Et terris mutantem regna cometen,

INFLUENCIA. Derivado de fluere in (correr dentro.) Tambien se emplea algunas veces la palabra influjo. Estos términos espresan la accion que por su naturaleza ejercen algunos «El cometa me hace mucho honor» decia cuerpos sobre otros, bien sea en contacto con el cardenal Mazarino al morir, á quien preellos, bien colocados á la distancia convenien-decían su cura á pesar de la aparicion de uno te, ó el poder que una cosa, ya fisica, ya mo- de esos astros. Seguramente, si es permitido ral, tiene sobre otra, produciendo en ella algun dudar de las influencias de los planetas, no efecto. Hay varios géneros de influencia, como era esta la opinion de Ricardo Mead, sabio la de los astros, que derraman sobre la tierra amigo de Newton, de Halley, ni el parecer de la luz y el calor, ó tal vez diversos fluidos ca- Federico Hoffmann, de Stahl, Sauvages, Lind, paces de obrar, como la atraccion, sobre las Balfour y otros médicos ilustres, que buscacriaturas animadas. Llámanse tambien influen-ron muchas de nuestras alianzas con el cielo, cias las trasmisiones de los fluidos magnético, eléctrico y galvánico á los diferentes cuerpos, ya sean vivos ó inanimados. De estos últimos hablamos en los artículos ELECTRICIDAD, GALVANISMO Y MAGNETISMO (mineral y animal.) 2. I. De las influencias atribuídas á los astros.

y no nos consideraron abandonados de los astros en nuestros períodos de salud y de enfermedades sobre la tierra. ¿No se precipitan sobre nuestra tierra acrólitos, exhalaciones, cuyo origen, todavía problemático, puede remontarse á mayor altura que nuestra atmósfera? ¿Cuáles son esas auroras boreales, esas estrellas errantes numerosas observadas hacia El lector nos hará la justicia de creer que la constelacion del Leon á mediados de nono tratamos aqui de la doctrina caldea de los viembre de cada año? ¿Las inmensas colas ó horóscopos, ni de los temas genetliacos de los cabelleras de los cometas no pueden derramar planetas ó de las constelaciones. Diserte Tolo-sus influencias sobre los planetas por junto meo enhorabuena sobre los doce domicilios del de los cuales pasan? Nadie disputará la insol; disputen Aben Ezra, Hali-Rodoan y Regio fluencia de los rayos solares, que tuestan al montanus sobre la estension de esas monome-labrador en medio de sus campos, y al criollo rías y los grados de la ecliptica; establezcan el bajo los fuegos de la zona tórrida. La cirárabe Acabit ó los caldeos, segun Sexto Empi-culacion diurna y anual del astro sobre el rico, la influencia de cada constelacion del Zo-cual rodamos, produce sin cesar una nueva díaco sobre las partes del cuerpo humano, y serie de cambios operados por esas influenque estas verdades hayan sido repetidas anual-cias. A decir verdad, vivimos en medio del mente en los almanaques populares para instruccion de la Europa culta, à fin de que los labriegos sepan si se han de roer las uñas ó purgarse; nosotros confesamos humildemente nuestra ignorancia sobre este particular, é invitamos á los curiosos á que consulten, si lo desean, las pruebas que suministra Gaffarel ó la doctrina de los años climatéricos, la de los dias nefastos, segun Lucas Gaurico ó Pic de la Mirandola; Gerónimo Cardan dará los aspectos directos, ú oblicuos y trinos, y el decanato de los planetas; Berenger de Carpi enseñará cuanpo es necesario flebotomisarse. Hasta 1741 se formaba la tabla genctliaca en Rusia, y no sin trabajo pudo Euler libertarse de este deber de

mundo y por sus influencias; nada nos pertenece en propiedad mas que nuestra alma, nuestro yo interno. Sacamos todos los dias esta existencia del aire, del calor de los alimentos; subsistimos, por decirlo asi, de las limosnas que nos dan los elementos. Todas las criaturas, incorporadas en nuestro mundo, sacando de él sus fuerzas y sometidas á todas sus revoluciones, no pueden sostenerse sino por el mismo poder que le hace mover. Ellas, pues, se acomodan á la accion general que los grandes cuerpos celestes ejercen sobre nuestra esfera. De aqui proceden esos efectos generales de vigilia y de sueño para los animales y vegales; aqui etde esas repeticiones de las ne

1

cesidades diarias de reparacion alimenticia y humano? Porque todos los fluidos que circulan de excreciones, de aqui, esos períodos re-en los tubos de los órganos de las plantas y nacientes que miden el círculo de los años y de la vida en todos los seres animados. Asi es como la marcha de las estaciones trae las épocas de floracion, de madurez y de muerte para los vegetales, del mismo modo que solicitan las generaciones y las destrucciones en el reino animal.

como lo han observado muchos médicos, Francis Balfour, Lind, Guillespie, Dazille, etc.

Dejanos para otros artículos el examen de la influencia lunar sobre el flujo catamenial de las mugeres, sobre los lunáticos, sobre el crecimiento ó descrecimiento de los vegetales; las creencias populares, las preocupaciones de los agricultores y de los pescadores, sobre los efectos de la luna, se han conservado desde la mas remota antigüedad, porque descansan sobre algunas observaciones ó sobre coincidencias manifiestas.

de los animales, sufren movimientos en relacion con esas altas influencias dominadoras sobre nuestro globo. Asi los movimientos de las crisis en las enfermedades se determinan mejor bajo los climas intertropicales, lugares de accion mas inmediata y uniforme de la luna y del sol, que entre nuestras regiones Sometiendo nuestros órganos á esa revo-boreales, cuya constitucion es mas variable, lucion perpétua y necesaria, las influencias cósmicas hacen oscilar de diverso modo la sangre y los demas fluidos; agitan nuestras partes sólidas, producen las tensiones, las fluctuaciones, las moliendas particulares en las visceras, el tejido celular, el aparato nervioso, y hacen rodar asi las edades, desarroIlan los organismos, y despues los gastan y los consumen. De aqui resultan tantos sacudimientos internos y tantas causas desconocidas, como la reproduccion de los reumatismos, de las jaquecas, de los dolores de antiguas lujaciones, heridas, etc., como otros tantos fieles barómetros. ¿No es porque las fibras de tantos tejidos, muscular, aponeurótico, etc, y las membranas diversamente dilatadas ó flojas, como los higrómetros, ejercen tracciones y diducciones, ó modifican el equilibrio orgánico, la contractilidad y la sensibilidad propias de cada sistema? Las revoluciones tan constantes de los paroxismos de multitud de enfermedades no tienen causa mas cierta. Obsérvase un ejemplo manifiesto en la exacerbacion general de la tarde y en la remision matutina de gran número de afecciones: Levato sole, levatur morbus.

3. II. De las influencias fisicas que reciprocamente ejercen unos seres vivos sobre otros.

Se pueden distinguir dos opiniones relativas á esta cuestion curiosa. La mas comun hoy es la de los físicos ó mecánicos, que desechan las influencias ocultas, ó las consideran como juegos de la imaginacion, del temor y de algu. na otra emocion moral en la especie humana ó en los animales. Si admiten una accion fisica es la de los efluvios mas o menos perceptibles, como los olores propios á cada sexo y á los órganos sexuales, ó los efectos de las emanaTodo el mundo considera la corresponden-ciones de los animales de rapiña sobre sus viccia entre los movimientos de la luna y el flujo ó el reflujo del Océano como la prueba de la influencia de aquel satélite sobre nuestro planeta. De aqui proviene que el astrónomo calcula y predice casi con tanta certidumbre como para los eclipses las grandes mareas, en los puntos cardinales de los equinoccios y de los solsticios. Si está demostrado que la intumescencia de los mares se debe á la atraccion de la luna, (combinada con la del sol) ¿por qué la masa de la atmósfera no sufrirá proporcionalmente semejantes influencias? ¿Por qué no ha de suceder asi con todos los fluidos relativamente á su masa? Se han observado mareas barométricas sobre la altura del mercurio en los tubos, en diversas épocas del dia y de la noche. Esas perturbaciones horarias que se manifiestan en los vientos regulares cada dia, sobre todo entre los trópicos, denotan por sus ciclos y sus vueltas especies de mareas atmosféricas análogas á las del Océano, segun Ramond, Humboldt, Saussuré, etc. Todas esas oscilaciones del aire, de la electricidad y del magnetismo, dependientes de la influencia del sol y de la luna, ¿no obran insensiblemente sobre las savias de los vegetales, sobre los humores de los animales y sobre el cuerpo

timas (del lobo sobre el cordero, de la liebre y del perro, etc.) ó los resultados del terror, como la vista de una serpiente, ó la exalacion fétida del aliento y de vapores infestados, de miasmas capaces de asombrar y dejar estupefactas á otras especies. De aqui nacen las simpatias del amor y las antipatias repentinas; de aqui el aislamiento mismo de ciertos vegetales que marchitan á varias especies que los rodean por medio de la exudacion de jugos nocivos á estas últimas; asi los coníferos resinosos se aislan, al paso que hay otras yerbas benignas y sociables que se agrupan y aproximan entre sí como los musgos, las gramíneas, los polygo num, etc. Del mismo modo la accion que á cierta distancia ejercen los torpedos, los gim notos y otros pescados eléctricos es un hecho incontestable. Sin embargo, cualesquiera que sean los resultados de los efluvios materiales de unos cuerpos naturales sobre otros, seria imposible esplicar por estos solos principios las admirables influencias que ejercen sobre la sensibilidad y las costumbres del hombre y de multitud de animales.

Las causas llamadas vitales han sido alegadas por otros observadores que suponen en los nervios espiritus sutiles, bien sea de elec

tricidad ó de cualquiera otro fluido, y capaces haciéndose púberos, ó sintiéndose fuertes, se de trasmitirse esteriormente. Tales fueron los separan. Por este medio, sus influencias múantiguos plátonicos, y Aretéo, médico pneuma tuas de asociacion y sensibilidad quedan limitista (ó espiritualista), y despues entre los mo- tadas ó rotas. Ellos participan menos que el dernos, los árabes y Paracelso, Van-Helmont, hombre de ese principio comun de sentimiento Willis, Wirdig, Digby, Roberto Fludd, y hasta que incorpora en la unidad todos los miembros Boerhaave. A esta opinion se adhieren muchos de la sociedad. Asi no engendran en todo vitalistas, que no consideran como material tiempo, como la especie humana, sino solaesa comunicacion ó esas influencias que obran mente cuando su potencia vital está mas acuhasta sobre la moral, sino como una trasfu- mulada y necesita trasmitirse á otros seres. El sion posible del espíritu ó del alma de un cuer- hombre, por el contrario, goza de una sensibili po á otro en el estado de vida. Asi vemos que á dad espansiva que le hace vivir en gran parte escepcion de las razas carnívoras que se abor- fuera de sí. Nuestra alma ligada sobre la tierra recen por rivalidad en sus cazas, la mayor parte à tantos intereses diversos, como por otros de los demas animales se asocian y agrupan, so- tantos cables, puede ser agitada ó sacudida en bretodo en la época de sus amores, y por efec- todos sentidos. Arrancados del mundo, teneto de ese sentimiento imperioso y dulce que da mos que morir tambien en todas las que nos espansion á las afecciones mas tiernas y mul- son queridas; esos despedazamientos del coratiplica los simpatías y las influencias entre los zon, ese hondo pesar de perder todo aquello sexos y las familias. Véanse esos tristes soli- en que se vivia y llevar al sepulcro una parte tarios, están flacos, pálidos, estenuados; se del sentimiento de los que nos aman, todo consumen royendo su corazon. No recibiendo atestigua que poseemos la existencia en cosentimiento alguno de fuera y queriendo sacar-munidad, al paso que los brutos mueren entelo todo de sí mismos, se envejecen antes de ramente de un solo golpe. tiempo, porque de ese modo se agotan; pero la Si fuera necesario probar con el ejemplo de sociedad reparte entre los individuos las fuer-los animales, menos sujetos que nosotros & dezas de la vida. Los ancianos calientan la suya jarse dominar por la imaginacion, la realidad en la intima familiaridad con personas jóvenes de las influencias físicas, podriamos referir y sanas, que se debilitan tambien proporcio-multitud de testimonios. Un animal, en las úlnalmente por esa cohabitacion de los enfermos. timas ansias de su muerte, esperimenta sudoLa juventud amante prodiga la exuberancia de res frios, y su traspiracion contrae ya un olor su vida; la vejez la absorbe. El sexo femenino cadavérico que impregna las manos y la ropa se une al masculino, en quien encuentra ese ca- del carnicero; esta emanacion sútil basta para lor que sostiene su debilidad; todos los seres hacer temblar y enflaquecer de terror á los cordébiles se unen al que es fuerte. Cuanto mas deros que toca este carnicero; no sin razon se dolor cuesta un niño á su madre, mas le ama oponen los campesinos á que toque con la may mas se siente vivir en él; el amor materno no sus ganados. Se ha visto á una piara de aumenta en proporcion de la impotente delica- cerdos mostrar miedo al aspecto de esos verdeza del niño; él se reanima en el seno ó en dugos de animales; los perros adivinan á los el regazo de su madre, y alli recibe los ele- que los matan, y huyen ladrando á los cirujamentos de un nuevo vigor, aparte de su leche. nos que hacen en ellos esperimentos. Los aniLa muger ha recibido la superabundancia de la males ejercen entre si actos que se han califienergía del hombre para derramarla en las en-cado de encantos, como ese estupor que el trañas de su hijo. Débil con respecto al fuerte, llega á hacerse fuerte con respecto al débil; ella atrae el esceso del uno para trasmitirlo al que tiene menos. La piedad restituye al enfermo el elemento sensitivo que le falta, y el amor lo roba al poderoso, en quien rebosa. Agotando el amor al niño el vigor de la madre, esta lo reclama del amor del hombre; asi es que los niños llegan á ser los anillos encanta dores de la cadena que une á los esposos, y la influencia de la muger establece esa comunicacion intermedia que junta los dos polos opuestos de la familia en esa pila galvánica

social.

En la época de los amores, tiempo en que el espíritu de vida superabunda en los animales, se asocian ellos para celebrar esas augustas alianzas de la naturaleza, por medio de las cuales se distribuye y equilibra en cada especie el calor vital; pero apenas se han consumado las generaciones, cuando los hijuelos,

lobo imprime á su víctima antes de inmolarla. ¿Qué significa ese espanto causado por la culebra de cascabel, lo cual ha dado márgen á la fábula del basilisco? Puede citarse entre otros hechos el del chistoso novelista Pigault Lebrun, que en el último tercio de su vida se empeñó en estudiar el magnetismo animal. Para probar sus fuerzas magnéticas recogió en el campo muchos sapos y los metió en una vasija á fin de hacerlos reventar con la influencia prolongada de una mirada amenazadora: tal es el carácter obligado de un gran magnetizador. Tanto y tan bien miró Pigault Lebrun á aquellos repugnantes reptiles pustulosos, con sus ojos gordos, amarillos y saltones, y el olor pestifero que exhalan, que nuestro atrevido magnetizador sintió oprimirsele el corazon, se puso pálido, le acometió un síncope y vomitó en medio de aquella enorme tropa de sapos saltando pesadamente en el suelo en torno de él. Cuando se levantó decia que habia

geres vivian en comunidad, dice Herodoto, cada niño reconocia á su padre y á su madre por un instinto natural. Se ha visto tambien á hermanos gemelos, tan parecidos en todo que todo el mundo se equivocaba y tomaba frecuentemenle al uno por el otro, sentirse, comprenderse,

estaba en Europa y el otro en América. La semejanza de organizacion engendra la paridad de las sensaciones, de los movimientos y el concensus intelectual, del mismo modo que el fisico; no hay por decirlo asi mas que un yo en dos seres.

sido magnetizado y vencido por aquellos he- en medio de un rebaño numeroso cada cordediondos animales. ro busca y encuentra á su madre sin equivoPero vengamos á los esperimentos fisioló-carse? En un canton de la Libia, donde las mugicos. Muchos sabios anatomistas, Haller, Reil, y Prochaska observan que el poder nervioso es divisible, que subsiste en los nervios, aun separados del cerebro, porque si se corta el nervio, no deja, estando estimulado, de agitar todavía los miembros inferiores; asi, pues, este poder nervioso se gasta ó se disipa, y se repa-presentir todas sus acciones, aunque el uno ra diariamente. Reil atribuye á los nervios una atmósfera de sensibilidad que obra sobre las partes que los rodean; no podemos obrar del mismo modo alrededor de nosotros, como opinan Treviranus y otros fisiologistas? Tissot observa que las personas que abusan de si mismas se estenúan mucho mas solas que con otro sexo, que restituye parte de las fuerzas que se disipan. ¡Cuántos gotosos y reumáticos meten en sus camas perros ó gatos y los arriman á sus miembros enfermos para disipar los dolores! Y estos animales heredan en recompensa las enfermedades que curan. En fin, la irrita cion, el aspecto de las heridas y los males de ojos, causan una especie de trasmision de las mismas enfermedades, porque no pueden ver se sin que se pongan los ojos irritados, las of-los pueblos del Norte: sus pasiones son menos talmias vivas. Entre los antiguos, y hoy toda- ardientes y sus contagios morales menos pronvialentre los pueblos modernos de Oriente, y aun tos que en los climas cálidos. Asi todo lo que de Europa, y muy particularmente en España, calienta, el vino, los licores, los aromas, etc., el mal de ojo, esto es, la mirada envidiosa de exalta esa espansion vital, facilita la trasmision una vieja, vulgarmente llamada bruja, dirigi-| de las influencias, como desplega las epideda á un tierno niño, pasa por causa suficiente mias y las afecciones nerviosas. Estas se puepara obrar un maleficio peligroso en la salud den concentrar por el frio, los baños, los tónidel niño. Para apartar de él esas perniciosas cos y los astringentes, etc. No hay ejemplo mas miradas se cuelga al cuello de los niños algun palpable de esta mútua incorporacion de las juguete grotesco (deus Fascinus vel Mutinus, almas que el que presenta un ejército bien entre los antiguos.) En España es un amuleto co-disciplinado, animado del espíritu general y nocido con el nombre de higa. Los tiernos cor-marchando con paso firme al combate. No soderos enferman si son inquietados por la mirada de un animal enemigo:

Nescio quis teneros oculus mihi fascinat agnos.

III. De las demas trasmisiones ó influencias en la especie humana; del ascendiente y si existe un fluido animal.

Siendo la exhalacion del principio sensitivo mas activa en verano y en los paises cálidos, todas las comunicaciones nerviosas son en ellos mas espansivas o contagiosas; asi es que las convulsiones y los espasmos se propagan rápidamente, y el amor se trasmite tan fácilmente entre los sexos que hay necesidad de tenerlos separados. Por el contrario, un frio moderado, restringiendo esa exhalacion vital, nos fortifica, y hace sobre todo menos impresionables á

lamente los miembros de los soldados se mueven todos à la misma señal; pero estos no tienen mas que una voluntad, un sentimiento, un corazon. Cada regimiento lleva en sí su espíritu de cuerpo, que se apodera primero del recluta é iguala al quinto con los mas veteranos granaderos sus compañeros de armas. Del mismo modo, que el hierro tocado á la piedra iman llega á hacerse magnético y capaz de trasmiTodo el mundo reconoce el imperio de las tir esta propiedad á otros, nos comunicamos y caricias, y seguramente la mano de un amigo estimulamos reciprocamente hasta el entusias nos inspira muy diferente sentimiento que la mo. El mismo estrangero siente el choque mano de un cadáver que se estrechara de la eléctrico de ese espiritu de vida que se comumisma manera. Hay, pues, alguna cosa que nica irresistiblemente. Si un energúmeno sale puede trasmitirse de un individuo á otro, y con de un conciliábulo de entusiastas inflamado de tanta mas facilidad, cuanto mayores sean la un fanatismo que le domina, es indudable que simpatía y el contacto entre los individuos. le diseminará por todas partes. Asi como una Esa simpatía nos hace amar á otra persona con botella de Leiden cargada de electricidad imla misma intensidad que si fuera carne de nues-prime su conmocion à todo el que la toca, el tra carne y hueso de nuestros huesos; simpa- demonio que inspira á ese energúmeno le hace tia y secreto lazo que une à la humanidad en derramar sobre otros el esceso de espíritu que sus diversos miembros, sobre todo entre parien- le opirme. ¿Creeis que ese patriotismo exaltes. Por esta consanguinidad secreta se ha visto tado en las antiguas repúblicas no creaba, por á hermanos, largo tiempo separados, adivinar-decirlo asi, eu cada pueblo sugenio tutelar, que se y atraerse mútuamente. ¿No es verdad que le inspiraba, que hacia que Mucio Escévola

metiera su mano en un brasero encendido, de- En la época de la pubertad, acrecentadas lante de Porsenna ain sentir dolor alguno? Asi las facultades vitales por medio de una super. los Macabeos entre los judíos y los espartanos abundancia del elemento escitador, dan al homen las Termópilas se dejaban llevar de tras-bre una gran superioridad sobre los demas seportes inauditos. No parecia sino que un dios res; la naturaleza le ha destinado á dominar al los embriagaba con ese ardor prodigioso, co- sexo femenino. ¿Quién recibe mas fácilmente mo lo habia prometido á los hebreos: et effun-el impulso, si no los individuos enervados, vadam spiritum meum super omnem carnem. letudinarios, los niños, los eunucos, y en ge¿Cuál era ese don de curar las enfermedades y neral todos los enfermos de cuerpo y espíritu, de lanzar los demonios que recibieron los após- y con mucha mas razon los brutos, puesto que toles? Calentando sus almas á los rayos del di- hasta los niños gobiernan al caballo ó al buey? vino genio de su maestro, ¿uo infundian en los Asi las personas sencillas y crédulas, los viecuerpos de los enfermos ese vigor celestial de jos de ambos sexos, sufren el yugo del fuerte, que estaban llenos? Esos personages pode del atrevido y del hábil. Asi el temor, el_resrosos que la naturaleza ha dotado de un alma peto, el asombro y la admiracion, se apoderan contagiosa, como los hombres de grandes pa- de las almas débiles, sobre todo delante de un siones. Un orador, un actor, no pueden comu- gran genio. La presencia y las palabras de un nicar ninguna accion sin ese numen inspirador hombre eminente por su carácter obran singuque les trasporta á ellos mismos. En vano abri- | larmente sobre las inteligencias inferiores; asi riamos las entrañas á esos espíritus frios, cuya bastaba antiguamente á los reyes y á los pontififalsa sensibilidad se agota en coutorsiones y ces revestidos de sagrados ornamentos, tocar á en gestos; porque cuanto mas hagan mayor individuos baldados y paraliticos ú otras persorepugnancia y tédio nos inspirarán; pero cuan-nas de sistema nervioso, delicado y espasmódido Talma, ó Maiquez 6 Lekain entran á viva co para obrar ciertos milagros de curaciones fuerza en nuestra alma, nos sublevan y tras- con nociones intelectuales ó morales temibles portan deliciosamente por un poder mágico; en-y crisis saludables. Decíase en otro tiempo que tonces devolviendo al actor sentimiento por el ejemplo de los reyes era omnipotente: sentimiento, nos electrizamos hasta el entusiasmo. Todo el teatro es arrastrado como un solo hombre, y los aplausos universales conmueven á la vez à las masas reunidas. El me- Si esta influencia se ha debilitado hoy mudio de obrar con esta superioridad dominante cho, como otras tantas confianzas y creencias, consiste principalmente en concentrar y acu-hemos perdido la panacea universal que manmular sus fuerzas vitales. Asi es á proporcion tenia en salud á las sociedades humanas y á que el hábito de desparramarlas en la sociedad los imperios. sobre todas las cosas las disminuye y achica,

Regis ad exemplar totus componitur orbis.

INFORMACION. (Legislacion.) Averiguacion en esa misma nuestra alma y nuestras pasiones jurídica y legal de algun hecho ó delito. Asi cobran vigor en la soledad, porque el aisla-se dice informacion sumaria la investigacion miento nos reconcentra solamente en nosotros que por la naturaleza y calidad del negocio hamismos. Asi Mohammed saliendo á los quince ce el juez brevemente y sin las solemnidades años de un retiro y lleno de ese ascendiente de que se observan regularmente en las demas losgrandes hombres, inspiraba á sus sectarios informaciones jurídicas. los Omar y los Ali ese fanatismo impetuoso que por tanto tiempo habia impreso en su cabeza volcánica. Pudo llenarlos de su genio, y artesano sublime, supo hacer de hombres vulgares héroes y mártires.

La averiguacion ó prueba que se hace judicialmente y á prevencion para que conste en lo sucesivo alguna cosa, se llama informacion ad perpetuam ó ad perpetuam rei memoriam. Se acostumbra hacer esta informacion princiSegun estos hechos y otros muchos que palmente cuando se teme que sobrevenga pleipodriamos añadir es fácil de esplicar multitud to despues de la muerte de las personas que de fenómenos de la medicina de encantamiento pueden declarar sobre el hecho que conviene y de tacto, como las imposiciones de manos, probar, como, por ejemplo, cuando los testilos exorcismos y las influencias magnéticas, gos son ancianos ó tienen que ausentarse. En desde los milagros de Apolonio de Tiana y este caso puede el interesado pedir al juez que otros laumaturgos hasta Mesmer y sus suceso-reciba anticipadamente la declaracion á los tesres en nuestros dias. Constantemente las in-tigos con citacion del sugeto que tiene interés fluencias reflejan del fuerte sobre el débil en contrario en el asunto. Si éste se hallare ausenla sociedad. Entre los semejantes igualando la te se hará la citación al síndico procurador, á reaccion á la accion, todo queda en nivel; pero quien se pasa luego la informacion para que los hombres dotados de un alma enérgica y de dé luego su dictámen, el cual se reduce a masentimientos espansivos se apoderan: nifestar si tiene ó no algo que decir contra los testigos. La ley 2., tit. XVI, Partida 3.*, previene, que si la informacion se hubiese hecho en ausencia de la persona contra quien ha de presentarse, le debe ser notificada ỏ denunciaT. XXIV. 11

Del derecho que un espíritu vasto y firme en sus designios

Tiene sobre el espíritu grosero de los vulgares humanos.

1572 BIBLIOTECA POPULAR.

« AnteriorContinuar »