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no solamente del terreno, sino de la autoridad, medida que el hombre obliga á la naturaleza de la fnerza pública, de la administracion def á prestarle un concurso mas eficaz ; de modo justicia y del influjo. Cuando las clases medias que puede decirse sin paradoja que la humaempezaron á trabajar en las ciudades, y á for-nidad tiene tanta mas riqueza, cuanto menos mar corporaciones de fabricantes y comer- es el valor que se emplea en producirla. ¿Qué ciantes, formidables algunas de ellas, como caudal bastaria á remunerar el trabajo que se fué la liga anseática, se alzó un poder que pudo emplea en las fábricas de Manchester, si todo rivalizar con la aristocracia y apoderarse del él se hiciera á brazo de brazos? mando civil en las municipalidades. La emancipacion de los comunes se debió esclusivamente al trabajo fabril.

sumo, porque nadic cambia sino para consumir, resulta que la seguridad del consumo es la primera y mas vital condicion de la industria. Tan cierto es esto, que bien puede asegu rarse que cuando una necesidad se produce en una sociedad humana, inmediatamente acude el trabajo á satisfacerla, y este trabajo dura en tanto que dura la posibilidad de la remuneracion, ó lo que es lo mismo, en tanto que dura el consumo. La segunda condicion es la facili

Dadas estas nociones generales sobre la naturaleza de la industria, entremos en el exámen de sus condiciones vitales, que es una de Una de las consecuencias que pueden de las grandes cuestiones de la economía política, ducirse de lo que llevamos dicho es que, sien y de cuya discusion han resultado escuelas que do correlativas las necesidades con los medios pelean con teson, y que sostienen doctrinas de satisfacerlas, si aquellas son indefinidas, incompatibles cntre si. Despues de lo que he→ estas deben igualmente serlo; y en efecto, la mos dicho en nuestro articulo IMPORTACION, elasticidad de la industria no tiene limites, ora no puede ponerse en duda que el cambio es el se considere su poder de trasformar un solo ob- único principio de la riqueza; que la riqueza jeto, ora la diversidad de objetos á que puede no existiria si el trabajo y la industria se limiaplicarse. Bajo el primer punto de vista, ¿quién tasen á la satisfaccion de las necesidades del puede calcular el valor que la industria es ca- individuo, y que todo lo que trabaja fuera de paz de dar á una libra de algodon ó á una ar- este circulo no tiene mas objeto que el camroba de hierro? Compárese el valor de un col-bio. Ahora bien, como el cambio supone conmillo de elefante en lo interior del Asia, con el de un pedazo de marfil esculpido por Benvenuto Cellini. Bajo el punto de vista de la variedad de sus objetos, apenas hay una produccion de la naturaleza, por vil y despreciable que nos parezca, de que no pueda sacar algun partido la industria humana. Las cortezas de los árboles, los huesos de las frutas, el estiércol de los animales, las piedrecillas que el Inar arroja á la playa, las flores secas, todas las formas que puede tomar la materia, tras-dad de la adquisición de las primeras materias: formadas por el arte, son adaptables á nuestros usos, á nuestra comodidad y á nuestros goces. Claro es que el objeto de la industria en todos estos esfuerzos es producir la utilidad: nadie trabaja en una produccion inúti!. Mas para llegar á este resultado, la industria no se contenta con apoderarse de las producciones de la naturaleza, se apodera tambien de sus fuerzas, de la gravitacion, de la elasticidad, del poder de los vientos, de las leyes del equilibrio, de los gases, del maguetismo, de la electricidad, del galvanismo y del vapor. La tendencia invencible de la naturaleza humana, estimulada por el interés, y ayudada por los descubrimientos, es sustituir el concurso gratuito de las fuerzas naturales, al concurso humano y oneroso, de tal modo que, dada una cantidad cualquiera de utilidad, aunque sea la misma en cuanto á su resultado y en cuanto á la satisfaccion que proporciona, corresponda, sin embargo, á un trabajo cada vez mas reducido. Es imposible desconocer el inmenso influjo de este maravilloso fenómeno con respecto al valor. Porque, ¿cuál es el resultado? Que en todo producto, la parte gratuita propende á reemplazar la parte onerosa; que siendo el valor el producto de dos colaboraciones, una de las cuales se remunera y no la otra, el valor que se refiere á la primera de estas colabora ciones disminuye por una utilidad idéntica á

regla general, la verdadera, la legitima industria; la que con mas prontitud crea capitales; la que crece por las fuerzas que con su misma virtud va adquiriendo, es la que se alimenta de los productos brutos que la naturaleza ba puesto á su alcance. Este procedimiento es lógico y natural. Las primeras necesidades se satisfacen con lo que está mas cerca de nosotros: el sobrante de fuerzas que nos queda despues de aquella satisfaccion, no puede tener una aplicacion mas cómoda, mas barata ni mas directa que el sobrante de los productos que á la misma satisfaccion han contribuido. No hay un solo ejemplo en la historia económica del mundo que no sea una confirmacion de esta verdad: no citaremos mas que dos; pero que son los elocuentes y persuasivos, por referirse à las dos naciones que desde el siglo XIV están capitaneando el movimiento de la riqueza pú blica y de la circulacion. Holanda, que es el territorio europeo menos favorecido por la naturaleza, territorio en gran parte usurpado al mar, combatido por sus olas, y en estremo pobre é infecundo, empezó su carrera económica por la pesca y la salazon de la sardina. No pensó en minas, ni en fábricas, ni aun siquiera en sacar el partido que ahora saca de sus pastos, para inundar de manteca y queso todos los mercados. No pensó mas que en lo que la naturaleza llevaba, por decirlo asi, á sus puer

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tos, y con este simple producto, que consu-naturaleza á la esportacion de materias prime. mian y siguen consumiendo todos los pueblos, ras, sean productos de sus minas, de sus bosy especialmente los católicos, formó sus pri-ques ó de su agricultura. Este principio que meros capitales, y los aumentó de tal manera, han desconocido nuestros economistas y nuesque pudo atraer á sí, por medio de las opera-tros gobernantes, se funda, sin embargo, en ciones del banco, casi todo el metálico de los los axiomas mas filosóficos y mas incontrover pueblos del continente. Inglaterra era, en la tibles de la economía politica. Hemos visto cóépoca citada, un pais desnudo y pobre. Apenas mo se satisfacen las primeras necesidades del puede decirse que tenia agricultura; no esta-hombre y de la sociedad; cómo se emplea el ban descubiertas sus minas de carbon de tier-trabajo en estas importantes funciones, y ya ra, y eran muy pocas las de hierro, plomo y se deja entender que el trabajo es un esfuerzo, estaño que se esplotaban. No tenia mas que y que por el amor natural á nuestra conser heno, a cuyo crecimiento y propagacion se vacion y á nuestro reposo, el hombre econo. presta admirablemente la humedad del clima. miza sus esfuerzos hasta donde le es posible. La ganadería menor era la única riqueza del Un instinto de que participan los animales, lo pais; los rebaños de carneros cubrian todo el impulsa á buscar la línea mas recta entre la territorio, y su lana, despucs de vestir á sus necesidad y la satisfaccion, entre su persona habitantes, se esportaba al continente prime- y el objeto que desea adquirir. ¿Qué se diria ramente en bruto y despues tejida. Fuese per-lel hombre que teniendo á la puerta de su casa feccionando poco a poco esta manufactura, el pan con que ha de alimentarse, fuera à bushasta hacerse tributarias de ella Francia, Ho-carto á una legua de distancia? Pues esa es la landa, Italia, España y las escalas de Levante. imágen de la nacion, que poseyendo productos Siglos enteros duró esta concentracion de fuer-con cuyo cambio puede adquirir los que le ba zas productivas en un solo ramo. Los retornos cen falta y que no nacen en su suelo, se empeiban acumulando rápidamente los capitales,ña en aclimatar un género de trabajo que no hasta que llegaron á rebosar de aquel recinto, puede iniciarse y mucho menos prosperar, tray á estenderse á todas las aplicaciones de que yendo de afuera todo lo que aquel género de es susceptible el trabajo del hombre. Ni se crea trabajo ha menester para su nutricion y fomen por esto que aquellas dos grandes naciones,to. Si los habitantes de la costa de Málaga se habiéndose dedicado despues à tan variadas especulaciones, han abandonado las que fueron el origen de su engrandecimiento. Las salazones holandesas penetran hoy hasta en las aldeas mas remotas de las comunicaciones ma-enormes, que para remunerarlos, seria forzorítimas, y la esportacion de tejidos de lana de Inglaterra en los seis primeros meses de 1853, han subido á la enorme suma de 494.135,700 reales.

empeñasen en cultivar el cacao y el café, á fuerza de precauciones y de esmeros, lo couseguirian; pero ¿qué ventajas sacarian de esta especulacion? Los gastos del cultivo serian tan

so exigir precios exorbitantes, y el consumilor preferiria los productos de Cuba, de Guayaquil y de Caracas, por la sencillisima razon de que le costarian mucho menos. ¡Cuánto mas cóA esta observacion puede oponerse el algo- modo y fácil no le es al malagueño cultivar don, que la Gran Bretaña estrae de grandes sus vides y sus almendros, cuyos frutos le distancias, y que trasformado despues por su proporcionan pronta salida y ganancia liquida! maquinaria en tejidos de toda cluse le producen Asi, pues, nacion de suelo fértil, de frutos apeun ingreso anual, calculado en 2,621.135,800|tecidos en otros mercados, de abundantes coreales. Pero obsérvese, en primer lugar, que sechas, de minas ricas, que abandona ó desesta manufactura, en el grado de prosperidad cuida estos preciosos donativos de la naturaleá que ha llegado en el dia, no cuenta un siglo za, por la produccion de otros articulos que de existencia: por consiguiente solo ha podido puede importar con menos trabajo y menos nacer de la superabundancia de capital y de la dispendio de paises estraños, es una nacion escasez de recursos indígenas á que podrianestraviada del verdadero camino de la riqueza; aplicarse. En segundo lugar el algodon no es es una nacion condenada á la penuria, al desel único producto bruto de que se hace uso en aliento, y lo que es peor todavía, à contem el tejido de la hilaza. El hierro, la maquinaria,plar desde lejos los progresos de la civilizay sobre todo el carbon de tierra, son elemen-cion en los pueblos que han tenido el buen tos esenciales de aquella manufactura, y si losjuicio de preservarse de tan funesto error. ingleses no poseyeran en abundancia estos Pero se dirá ¿cómo pueden los hombres harenglones, si tuvieran que importarlos de cer un cálculo tan contrario á sus propios ingrandes distancias, seguramente Manchester teseses? ¿Se concibe que un inglés fabrique no seria hoy mas que un pueblo insignificante un palació de cristal, para plantar dentro una en lugar de ser la primera ciudad manufacturera del mundo.

Estas últimas consideraciones indican la tercera condicion indispensable de la industria fabril, la acumulacion: circunstancia mucho mas imperiosa en las naciones llamadas por la

viña y hacer vino, que le saldrá á cinco ó seis duros la botella, cuando puede beber el de Jerez por la quinta ó sesta parte de aquella cantidad? ¿Quién está tan mal con su dinero, que vaya á emplearlo en una especulacion tan ruinosa? Abandonados á su propio impulso, guia

tratados de física, se halla hoy casi desterrada de ellos. La inercia de la materia ha servido mil veces de tema á largos debates, á ociosas conferencias y á dilucidaciones en las cuales para sentar un principio se fatigaba al entendimiento con juegos de palabras y con argumentaciones que á nada provechoso en último resultado conducian. Todo el fundamento de la teoría de la inercia se reducia à lo siguiente: «Un cuerpo en estado de reposo es incapaz de moverse por sí mismo si una causa, si una fuerza no le obliga á ello; un cuerpo en estado de movimiento, no cesará nunca de moverse si una causa esterna no le obliga á pasar al estavista parecia al profano una paradoja por cuanto diariamente veia pararse cuerpos en movimiento y moverse cuerpos en reposo, sin advertir la causa de estos cambios, se demostra

dos por el solo instinto de la conveniencia y de la ganancia, ni el capital ni el trabajo to- | marian jamás tan viciosa direccion. Para cometer tau inesplicable desacierto, ha sido preciso que se interponga un agente poderoso, de cuya mano pender la mayor parte de los bienes y de los males que affigen ó hermosean las familias humanas: este agente es la legislacion fiscal. Sin temor de engañarnos jamás en uuestro juicio, podemos asegurar que la escasez en la produccion, la mala distribucion de la riqueza pública, la falsa aplicacion de los capitales, la despoblacion, el descrédito, los embarazos de la circulacion y del tráfico, la plétora de productos invendibles y la parálisis de los cam-do de reposo.» Este principio que & primera bios, son todos efectos de la misma causa, y esta causa no es otra que la legislacion. No ha querido ésta hacer el mal por gana de hacerlo: no se ha propuesto empobrecer à las naciones, antes al contrario, ha creido abrirles una àm-ba de mil maneras y con mil argumentos. plia senda de venturas; pero se engañó en la eleccion de los medios, y los que adoptó debian producir efectos diametralmente contra rios á los fines que tenia á la vista. La raiz de este funesto estravío no ha sido mas que la falaz definicion de la palabra riqueza. Concretando el sentido de esta voz únicamente à los metales preciosos, el gran problema que quisieron resolver fué el de retenerlos en los límites de los respectivos territorios, para lo cual el medio mas seguro era abstenerse de comprar, y vender todo lo mas posible, y como para vender es forzoso producir, se trató de ampliar la esfera de la produccion, hasta donde las circunstancias lo permitiesen. Este absurdo sistema que analizamos detenidamente en nuestros articulos COMERCIO, ECONOMIA POLITICA Y PROTECCION DEL COMERCIO, puede considerarse como el verdadero azote de la industria.

Para el circulo estrecho á que el hombre reduce todas sus ideas de relacion, el principio era una verdad, pero desde que la fisica se ha hecho esperimental, la inercia de la materia ha quedado abandonada al campo especulativo de la metafisica, donde conviene hacer distinciones entre lo inerte de las sustancias materiales y lo activo de los espíritus. En efecto, para el estudio de la física en el dia, solo se necesitan descubrir leyes á causas de fenómenos, y claro está que sin necesidad de estudiar la materia, por el lado de su inercia ó de su actividad, demasiado sabemos que un cuerpo en movimiento se parará en tales ó cuales circunstancias, al paso que otro que se halle en reposo se moverá en virtud de tales ó cuales fuerzas, Estas fuerzas, ora estrañas á los cuerpos sobre que obran, ora inherentes á ellos y constituyendo parte de su esencia y hasta de sus condiciones de existencia, es lo que hoy basta es

sabremos cuando y como producirán efectos de traslacion ó de reposo.

Para comenzar sentando como una verdad absoluta el principio de la inercia de la materia, seria preciso que estuviese demostrado que el reposo absoluto es posible, y que puedejar de existir el movimiento absolutamente en ciertos casos.

Otras condiciones de segundo órden re-tudiar. Sometidas á leyes fjas é invariables, quiere esta ramificacion de la riqueza pública, tan obvias y palpables, que no necesitan comentarios. La facilidad de las comunicacio nes, la seguridad de los bienes y personas, la suavidad de las cargas públicas, la solidez del crédito, el establecimiento de un buen sistema de bancos, son los auxiliares imprescinde dibles de las empresas de esta clase. Donde no existen, ó donde existen de un modo imperfecto y precario, ó donde no es probable que existan inmediatamente despues de hacerse sensible su necesidad, las tentativas que se hagan para aclimatar la industria manufacturera no serán mas que abortos deplorables, que solo servirán para desperdiciar capital y trabajo, y para estorbar que estos vayan á fecundar los ramos á que están llamados por la voz imperiosa de la naturaleza.

Fácil seria esplicar los mismos fenómenos que se creen debidos á la inercia de la maleria, suponiendo que todos los cuerpos de la naturaleza están dotados de una actividad propia y de propiedades voluntarias y electivas, en virtud de las cuales, solo el movimiento seria posible; pero existiendo en la naturaeza ciertas fuerzas y ciertos agentes que siempre están en pugna, la materia violentada, por decirlo asi, en sus tendencias, recibiria la Véanse las autoridades que citamos en nues-influencia de dichas fuerzas en términos de tros artículos CAPITAL, COMERCIO Y ECONOMIA

POLITICA.

INERGIA. (Fisica.) Esta palabra que hasta hace muy poco tiempo figuraba mucho en los

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producirse todos los fenómenos que pasan á nuestra vista. Asi por ejemplo, una piedra abantonada á si misma no podria, en virtud de su actividad, mantenerse en reposo absoluto, y

INERVACIÓN. (Fisiologia.) En los animales superiores, y por consiguiente en el hombré, el sistema nervioso no solo rige y gobierna todas las acciones sensoriales y la clase entera de las funciones de relacion, sino que tambien mantiene subordinadas á si todas las funciones orgánicas, todas las acciones que se pro. ducen en la economia irresistiblemente y sia que tengamos conciencia de ellas. Esta influencia, esta accion especial y universal del sis. tema nervioso se llama inervacion.

recorreria el espacio; durante su movimiento, Treccion á cada nueva accion de una fuerza esuna fuerza cualquiera sobrevendria y cambiaria terna, sino que viendo á ese cuerpo solicitado su direccion ó quizá la obligaria à detenerse, por la fuerza A y la fuerza B, estableceremos pero en el estado de reposo ocasionado por una por el cálculo los clementos de estas, buscarefuerza esterna, se hallaria violentada, tenderiamos su resultante y diremos, ese cuerpo al mosiempre à vencer el obstáculo, y ni un instante verse describe tal curva, porque esta es la redejaria de ejercer su actividad para estar en sultante de las dos fuerzas que pugnan entre lucha con la fuerza opuesta y equilibrarla ó sí. Dejemos, pues, la inercia de la materia redestruirla. En esta teoría, pues, el reposo mis-legada entre las sofisticas elucubraciones de mo seria un ejercicio constante de la activi-los fisicos especulativos, y estudiemos esperidad, una reaccion pugnando con una accion, mentalmente esa multitud de fenómenos que una fuerza opuesta á otra fuerza. sin cesar se reproducen á impulso de fuerzas Aun en lo que comunmente llamamos repo- sin cesar obrando, sin cesar luchando, y sin so, y que no es otra cosa que un estado relativo cesar revelando con el movimiento y la actipara el cual se necesitan términos de compa-vidad la vida del universo y no la quietud de racion, no podemos desconocer la actividad.las tinieblas y del caos. Un libro, por ejemplo, que está sobre una mesa, no deja por eso de estar tendiendo á la caida, está pesando sobre su sustentáculo, y ejerciendo una accion à la cual sigue inmediatamente el efecto si se corta de repente el trozo sobre que se halla el libro; lo mismo decimos de un cuerpo suspendido de un hilo, y si de este hecho pasamos á otro y á otros y los recorremos todos, no hallaremos por todas partes mas que acciones ejerciéndose en todos sentidos, equilibrándose unas veces, y venciéndose reciprocamente otras. Los que sostie- La inervacion ha sido localizada por los nen la inercia de la materia hablan muchas ve- fisiólogos en una de las porciones del sistema ces de la resistencia que esta opone en ciertos nervioso llamada nervio gran simpático, y en casos al cambio repentino de estado y citau otra denominada nervio nago ó pneumo-gaspara ello el movimiento involuntario que ha-trico. Haremos gracia al lector de la descripcemos hácia adelante cuando se detiene el cion anatómica de estos nervios, y nos ceñirccarruage que nos lleva, y otros ejemplos ó fe- mos á dar una idea general de los límites y de nómenos parecidos; luego hay lucha, y no la esencia de la inervacion, fij indonos tan sopuede lucharse ni resistirse sin actividad. Un lo en los hechos mas curiosos é importantes. cuerpo será vencido por las fuerzas que lo so- Limites de la inervacion. Los autores anlicitan, pero no sin haber opuesto reaccion, y dan divididos en dos opiniones, por lo que atatan cierto es esto que del principio de la iner-ue á este concepto. Los anos pretenden que el cia se deducia como corolario este otro: la reaccion es siempre igual ó contraria á la accion, principio que no acertamos á comprender como se ha ingerido en medio de la teoría de la indiferencia de la materia, y no asi como quiera, sino ocupando el lugar principal.

En la naturaleza no hay mas que movimiento y fuerza tan inseparables de la materia que desde luego no existirian sin esta, ó por mejor decir, son propiedades de ella. Sentado esto y conocidas las leyes de dichas fuerzas, para nada necesitará averiguar el físico si la materia es inerte ó activa; él la estudiará trabajando constantemente, mudando de estado, de forma, en virtud de tales ó cuales fuerzas ó de tales ó cuales principios. Esto unido al conocimiento de las propiedades que distinguen á esos agentes poderosos llamados electricidad, calor, luz, magnetismo, bastará para concebir una idea mas o menos acertada del modo de efectuarse la mayor parte de los fenómenos de la naturaleza. Asi es que no diremos, por ejemplo, ese cuerpo lanzado al espacio oblicuamente describe una curva, porque inerte é indiferente á todo, va mudando de di

influjo nerveo no alcanza à todas las funciones orgánicas, y que solo es real y positivo en las primeras de estas funciones. Dicen que es tanto mayor en ellas cuanto mas elevada es su animalizacion, debilitándose sucesivamente en las inferiores para venir á ser nula en los últimos actos, es decir, en los que son el complemento inmediato de la nutricion y de la reproduccion. Los argumentos en que se apoyan son: 1.' que existen estos últimos actos en la generalidad de seres vivos, asi vegetales como animales, sin que por esto ni los animales de las últimas clases ni los vegetales teugan un sistema nervioso: 2." que en los animales superiores y en el hombre mismo hay muchas partes que al parecer carecen de nervios: 3." que à medida que se penetra en el parén quima de los órganos, en la trama profunda de las partes, el número de nervios va disminuyendo, si se esceptúan los órganos encargados de las funciones sensitivas: 4." que si bien es cierto que el huracan de las pasiones y los grandes trastornos nerviosos dejan scutir sus efectos en las funciones nutritivas mas profuudas, no es de un modo directo, sino por el in

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apéndices medulares que se distribuyen por todas las partes del vegetal, y que son mas abundantes en las encargadas de funciones muy activas, como la flor. Lineo y Haller, sin asimilar la médula de los vegetales al sistema nervioso de

termedio de las funciones orgánicas primeras: tricio, el principio motor de la vida de que solo 5. en fin, considerando el sistema nervioso el sistema nervioso puede ser el agente procomo sobrepuesto á los seres vivos cuando es- ductor ó conductor en los seres vivos mas comtos no solo han debido vivir, nutrirse y repro- plicados. 2. En que si bien se asegura que los ducirse, sino sentir, moverse, aparecer anima- vegetales carecen de sistema nervioso, ¿quién dos, creen que se han prolongado hasta los está cierto de ello? Hay en estos seres un sisórganos encargados de funciones nutritivas ó tema que parece ejercer sobre todas sus partes interiores algunas ramificaciones de este sis- un influjo necesario á su vida, y que por contema, á fin de ligarlos á los órganos encarga- siguiente es el análogo del sistema nervioso dos de las funciones sensoriales ó esteriores, de los animales; tal es el de la médula. Esta y que solo en esta trabazon consiste la inerva- es, al menos, la opinion de gran número de bocion. Asi, pues, la influencia nerviosa no estánicos. De la médula de los vegetales nacen para ellos mas que la necesidad de mantener la dependencia mútua de los órganos, y solo en los animales superiores es indirectamente una condicion de la vida. Los partidarios de esta opinion deducen como conclusion las dos leyes siguientes: 1. que esta influencia ner-los animales, habian manifestado ya la imporviosa, tanto mayor en las funciones orgánicas, tancia de este órgano en la economía de las cuanto mas es su animalizacion, llega á ser plantas; y posteriormente, un fisiólogo, Mr. Branula en las últimas y solo existe en los anima- chet, confesó sin rodeos esta analogía, apoyánles superiores en razon de la siguiente ley: dose en que las nudosidades de la médula se 2. el imperio de esta influencia es tanto ma- parecen á los ganglios del sistema nervioso, yor, y sobre todo se estiende á un número mas y en que la destruccion de la médula, y soconsiderable de funciones, cuanto mas predo- bre todo de estas nudosidades, determinaba la minio tiene la vida esterior, y por consiguien- muerte de las partes que recibian sus ramifite cuanto mas desarrollado está el sistema ner- caciones. En una obra sobre la estructura invioso. Asi que segun la primera de estas leyes, tima de los vegetales y de los animales, publila inervacion seria muy poderosa en la diges- cada por Dutrochet, reconoce este sabio, en la tion, respiracion y circulacion, que entre las médula de los vegetales, la existencia de corfunciones orgánicas son las que gozan de mas púsculos nérveos, que constituyen los elemenvida, puesto que son esclusivas de los anima-tos de un sistema nervioso: tan solo, que en les y aun solo de los superiores, y se iria debi- estos seres, el tal sistema estaria desparramalitando gradualmente à medida que desciende do en vez de hallarse unido en masa. 3." ¿Es al mecanismo de la nutricion y de la reproduc-indudable que algunas partes del cuerpo anicion en los actos mas profundos. Segun la segunda ley, esta inervacion se estenderia en el hombre (que es el primero de los animales en cuauto á funciones sensoriales, y que por consiguiente tiene mas desarrollado el sistema nervioso), al mayor número posible de funcio nes, y tal vez hasta las mas infimas funciones orgánicas, como las secreciones, la calorificacion y la nutricion propiamente dicha.

mal carecen absolutamente de nervios? Los filetes del gran simpático que acompañan á las arterias, se hallan al parecer tan universalmente distribuidos como estos vasos, y probablemente concurren con ellos á la composicion de los mas profundos parénquimas. Si se considera que no hay parte alguna del cuerpo animal que no pueda aquejar dolores, nos inclinaremos á creer que los nervios existen en toOtros fisiólogos, por el contrario, preten- das partes; porque sin nervios que terminen den que esta inervacion regulariza todas las en un órgano de percepcion, ó sea en el cerefunciones orgánicas sin escepcion, constitu- bro, no hay sensacion. Si en ciertos casos veyendo la condición vital por escelencia; aña- mos que los efectos perturbadores de las padiendo tan solo que estos agentes ó conducto- siones se estienden hasta las funciones desemres, distribuidos por los diversos órganos, de- peñadas por los parénquimas mas profundos, penden tanto menos de los centros nerviosos, ¿no nos probarán que el sistema nervioso tiene cuando existen, cuanto que las funciones à ramificaciones hasta estos parénquimas? 4.′′ En que se refieren gozan de menos animalizacion fin, ¿no estamos autorizados para considerar al y es mas inferior la clase á que corresponde sistema nervioso como el motor principal de el animal. La consideran comun á todos los la economía, como el verdadero dispensador seres vivos y á todas las partes del cuerpo hu- del impulso vital, cuando vemos que es el primano, fundándose: 1." En que suponiendo que mero que aparece en el embrion de los aniexistan seres vivos sin sistema nervioso ó sin males? Si no tuviese que ejercer una influencia un equivalente de este sistema, no es posible primitivamente necesaria à la vida, ¿para qué que en seres tan sencillos, en los que la vida existiria en aquella edad en que no está en queda reducida á dos actos (absorcion compo- ejercicio ninguna funcion sensorial? ¿Cuánto nente y exhalacion de lo descompuesto), el te-no es el valor que adquiere este argumento en jido mismo de este cuerpo tenga aptitud para favor de la universalidad de la inervacion, si son estraer del medio que le rodee ó del fluido nu- ciertos los últimos trabajos de Dumas sobre la

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