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provoca diversas afecciones simpáticas, con o convulsiones, varias inflamaciones de las membranas mucosas, en particular de la conjuntiva, de la laringe, de la tráquea, del estómago é intestinos, diversas erupciones cutáneas, etc.

pedículo vascular y nervioso, y por su estremo | diez y ocho meses y dos años; los incisivos y superficial á la encia. Al principio la cavidad segundos molares á los dos años y medio. El de este folículo está llena de un liquido sin co-tejido de las encías está poco abultado, poco lor y trasparente; pero en breve se desarrolla distendido; pero se adelgaza y entreabre en una especie de papilla vascular y nerviosa que tantos puntos, probablemente preesistentes, empezando por el estremo profundo del folículo, cuantas son las cúspides del diente: entonces invade su parte superior y lo ocupa todo, al aparece la corona y sale hasta su cuello. La paso que disminuye proporcionalmente el liqui- causa probable de su salida es el crecimiento do interior. Al desarrollarse esta papilla ha le- del diente. Solo despues de esta erupcion acaba vantado una de las dos membranas que rodean de formarse la raiz. No hay duda en que esta al folículo, y se ha puesto en contacto con la primera denticion no es una enfermedad, como membrana interna que es vascular. Estas dos no lo es en cualquiera otra edad, y es una verdapartes (el foliculo y la papilla) engruesan hasta dera exageracion el atribuirle la mayor parte de el momento de la osificacion, que comienza al las enfermedades de la infancia, no obstante de fin del tercer mes de la vida fetal, y un poco que su comp'emento es algo borrascoso y difí. antes en la mandibula inferior que en la supe-cil como el de cualquier otro desarrollo, por tior. Esta osificacion consiste al principio en cuanto al menos predispone à algunas euferuna exsudacion de materia ebúrnea en la sumedades. El gran trabajo que se efectúa en la perficie de la pulpa, que comienza por el vér-boca, aumenta la tendencia de la sangre hacia tice de la papilla dentaria; eu este punto se la cabeza, y el dolor que á menudo le acompaña deja ver bajo la forma de un pequeño gorro escita la susceptibilidad nerviosa propia de los cubierta laminar de marfil; único para los niños. Aun cuando la perforacion de la encía incisivos y caninos, múltiple para los mola- no sea una cosa mecánica (puesto que en el res, y que aumentando de estension suce- órden mas natural esta encía no debe ser com sivamente, acaba por cubrir toda la papilla. primida ni distendida) no obstante, muy á Esta lámina aumenta al propio tiempo de gro-menudo se hincha, se inflama, da calentura y sor á espensas de la papilla, de suerte que esta disminuye proporcionalmente de volúmen. Luego en la superficie de este marfil se forma el esmalte, que al principio consiste en una capa delgada resultado de la reunion de pequeñas particulas semejantes á gotitas cuajadas y muy Al propio tiempo que se presentan los dien duras, pero que se unen y aumentan sucesiva- tes adquieren fuerza los músculos masticatorios mente de grosor. Segun unos, es una exsuda-y se desarrollan los órganos salivares y el páncion de la pulpa dentaria como lo fué antes el marfil; segun otros, es un depósito del humor que baña la corona del diente, y no falta quien opina que lo exhala la membrana interna de la cápsula. En la época del nacimiento, los incisivos tienen ya formada su corona; la de los caninos no está concluida aun; los molares solo la tienen en sus tubérculos. Por último, se for-ya del mismo alimento que el adulto: pide de ma la raiz cuando ya está concluida la corona; comer con frecuencia porque necesita atender, para ello se prolonga el pediculo vascular y no solo á su nutricion, sino tambien á su crecinervioso interior, y en la union de estas dos miento, que siempre es considerable. Nada de partes aparece el folículo como estrangulado: | particular hay que decir acerca de las demas el marfil que la constituye difiere, segun Le-funciones nutritivas, sino que el tejido celular maire, del de la corona. La salida de los dien sigue predominando, lo cual indica una grande tes no se verifica hasta tanto que su raiz está actividad en las absorciones, y que los sistebastante adelantada, lo que generalmente aconmas ósco y nervioso son el centro á que partitece del sétimo al octavo mes despues del na-cularmente se encaminan los esfuerzos nutriticimiento, en cuya época principia el período vos: de aqui la frecuencia del raquitismo en que describimos. Primero aparecen los incisivos esta edad si la constitucion es un poco débil. medios de la mandíbula inferior, luego los de Por lo demas, persisten las diferencias anunciala superior; despues los incisivos laterales in-das en la época precedente, tales como el estaferiores y los laterales superiores; siguen á es- do acidulo de la traspiracion, la falta de uréa tos las primeras muelas inferiores, tras de las en la orina, etc. cuales se presentan las superiores; mas adelan- En esta segunda época de la infancia, conte se dejan ver los colmillos ó caninos inferio- tinúa el crecimiento, aunque muy distante de res y superiores; y finalmente, termina la pri- llegar á su término: todas las funciones de remeradenticion con los segundos molares. Siem-lacion se hallan en pleno ejercicio; la salida de pre principia la evolucion por la mandíbula in- | los dientes nos ha conducido al destete: como ferior: los incisivos salen entre el octavo y duo- los mayores esfuerzos de la nutricion se diridécimo mes; los primeros molares entre los gen â los sistemas nervioso y óseo, es de aqui

creas. La formacion de estas diversas partes indica bastantemente el cambio que debe verificarse en la alimentacion del niño: á los poers meses ya no le bastó la leche de su madre, y fué necesario añadirta alguna papilla; en la época á que hemos llegado, reclama una alimentacion mas sustancial, y comienza a usar

que persisten la predisposicion á las convulsio- | siete y los quince años, marcándola con indenes, á las enfermedades encefá icas y la apari- leble sello la segunda denticion y las primeras cion del raquitismo. La denticion espone á nu- escitaciones de los órganos genitales. Sobre el merosos peligros, no de un modo mecánico, sétimo año á corta diferencia, se observa que sino por una ley orgánica comun á todos los los dientes que hemos visto nacer en la edad demas desarrollos. La digestion manifiesta una precedente, parece que se separan unos de grande actividad, é importa mucho evitar los otros, se cimbrean y caen. El apartarse depenescesos de la comida, ya para conjurar las en de de que el arco alveolar en que están implan fermedades de los órganos digestivos, ya para tados sigue creciendo, mientras que ellos no que se le proporcione á la economía, cuyos ci- varían de volúmen. Su caida es debida al desmientos se echan entonces, materiales escogi-gaste de sus raices, y sobre todo, à que indos. El aparato absorbente quilifero tiene en- vaden sus alveolos los nuevos dientes. Los gér tonces una susceptibilidad bastante notable, y menes de estos, en número de treinta y dos, si se le irrita demasiado, sobreviene facilmente son ya visibles en el feto. Consistentes tambien lo que se llama tabes mésentérica. Va á esta en foliculos membranosos, ovóideos, están blecerse ya el equilibrio entre las dos mitades situados en una fila de alveolos abiertos en los superior é inferior del cuerpo, pero no se lo-maxilares detrás de los que contienen los gra por completo. Siguen las articulaciones dientes de leche. Su osificacion sigue los mispronunciadas, y abunda la gordura debajo de mos trámites; comienza del tercero ó cuarto la piel. Esta membrana conserva toda su sus- mes despues del nacimiento para los incisivos, ceptibilidad morbosa, y esta edad es la de las y el primer molar, al noveno mes para el canienfermedades eruptivas. La misma susceptibi-no, á los tres años para el segundo molar, á lidad tienen las membranas mucosas, como lo los tres y medio para el cuarto, y á los dies prueba la frecuencia del crup, de la coquelu- años para el quinto. La salida se verifica cuanche y de los catarros, en este período de lado está concluida la corona, y la raiz formada vida. en su mayor parte; va precedida de la caida de Tercera época de la primera infancia. Po-los dientes de leche, cuya raiz es en gran parcos detalles podemos añadir que no sean con- te, ó en su totalidad, reabsorbida. Los incisivos tinuacion de los antes espuestos. Del segundo salen los primeros, entre los siete y diez años; al sétimo año, continúa el desarrollo intelec- luego los primeros molares; en tercer lugar tual y moral, y en este intérvalo, repeti-los caninos; de los diez à doce años el cuarto mos, es cuando el niño adquiere mayor suma de conocimientos. La locomocion está en pleno ejercicio; los huesos van completando su osificacion, y los músculos se perfeccionan. Revélase la mayoractividad en la doble funcion de las sensaciones y de los movimientos, y de las espresiones: el niño es locuaz á mas no poder. El sueño está en razon de vigilia tan activa y faligosa; no obstante, como el sistema nervioso está mas desarrollado y tiene mas fuerza, este fenómeno no se presenta mas que una vez en las veinte y cuatro horas; pero es profundo, y dura de diez a doce horas. En cuanto á la vida orgánica, tiene en actividad todas sus funciones, y con las mismas condiciones que el adulto, solo que adquiere cada dia mayor fuerza y consistencia. Esta época termina con la aparicion de un tercer molar, comple·· mento de lo que se llama primera denticion, y que tal vez seria mejor referir á la segunda, puesto que no caerá como los demas primeros dientes. Aunque el crecimiento continúa, no llegará à terminarse. Los grandes rasgos que caracterizan principalmente esta época son: gran actividad sensorial, intelectual, moral, muscular, y grande apelito: de donde es fácil deducir las enfermedades á que esta edad se hallará mas predispuesta, y que son todavía las de las dos épocas precedentes, á saber, afecciones cefálicas, cutáneas, raquitismo, crup, etc.

SEGUNDA INFANCIA. Segun Halle, esta segunda edad de la vida se comprende entre los

molar, y por fin, hacia los veinte años el quinto molar. Ya hemos dicho que el tercer molar aparecia durante el curso de la primera deuti cion. Al aparecer estos dientes no están anu acabados, trascurriendo tres ó cuatro años an tes que se completen sus raices, que solo están como en embrion, al paso que aumentan interiormente de espesor. Los arcos alveolares si. guen creciendo hasta los veinte años, ya para proporcionar sitio á las nuevas muelas que se presentan de mas, ya porque los nuevos dien⚫ tes son mas anchos que los de leche. La cara, por consiguiente, adquiere mayor anchura y longitud, y ofrece distinta fisonomía. Esta segunda denticion es por lo comun menos borrascosa que la primera: no obstante, la salida de la muela del juicio es à menudo dolorosa.

Al propio tiempo que se efectúa esta revo lucion, las demas partes del cuerpo siguen caminando à su perfeccion. Continúa el creci-. miento en altura, pero sin terminar aun; las partes superiores, bien que menos considerables ya respecto de las inferiores, conservan, no obstante, a'guna supremacía: lo mismo acontece con los sistemas nervioso y celular. Los sentidos están en completa actividad; el órgano del olfato, cuyo desarrollo habia sido mas tardio que el de los demas sentidos, tiene ya toda su perfeccion; se han ahuecado los senos interiores, y esteriormente la nariz ha adquirido mayor volúmen. Las facultades fatelectuales y morales manifiestan mas y mas su actividad y estension; y con justo motivo

consagra la sociedad esta época de la vida á el estremo inferior y posterior del raquis: solo los trabajos de una educacion liberal. No solo por disposicion hereditaria se observan humorla inteligencia ha adquirido mayor fuerza, sino roides en edad tan tierna. No obstante, las que tambien se revela el sentimiento mucho hemorragias agudas, primitivas & secundarias mas precioso de la moralidad. Hasta aqui han son raras en los primeros tiempos despues del podido guiar al niño las afecciones; ahora pue- nacimiento: las primitivas son mas frecuentes de ya apreciar lo justo y lo injusto, y conocer en la edad de diez à catorce años; al parecer sus deberes. Los movimientos tienen mas se-guardan relacion con la entrada de la pubertad guridad; pero los repite sin cesar porque el y se observan mas particularmente en las niindividuo tiene frecuente necesidad de ejerci-ñas. Las hemorragias caquécticas y crónicas cio. Las espresiones están en relacion de la son mucho mas frecuentes á la edad de uno á sensibilidad, y la estrema locuacidad de esta cinco años. Casí solo esclusivamente en la inépoca denota la grande actividad del espíritu.fancia se observa la forma de hemorragia laCoucíbese fácilmente lo que será el sueño des- mada constitucional y que resulta de vicio pues de semejante vigilia. En una palabra, la hereditario. Las lesiones de secrecion se relavida animal camina con rapidez á su desarro-cionan tambien en el niño con la actividad de llo, conservando, no obstante, mucha parte de la circulacion capilar de los tegumentos y con la movilidad de la edad primera. la turgescencia de las criptas mucíparas del Lo propio acontece con la vida orgánica. tegumento interno y de las criptas sebáceas de La digestion soporta toda clase de alimentos, la piel; de aqui proviene la ictiosis de los rereclama mayor cantidad de ellos, y á intérva- cien nacidos, resultado de una secrecion epilos bastante aproximados. La nutricion con-dérmica anormal que se verifica al mismo serva toda su actividad primera, puesto que tiempo que la descamacion de la primera epidebe contribuir aun al crecimiento del indivi-dermis; de aqui las concreciones de la materia duo. El sistema óseo vuelve á ser el objeto es- pardusca, y como la adipocira que hay que se pecial de sus esfuerzos, y por este motivo á la parar de la frente y sienes del recien nacido; mas pequeña causa predisponente ó accidental de aqui las diarreas mucosas que acompañan á de debilidad, sobreviene un nuevo raquitismo, la primera denticion y que no deben confunraquitis de la segunda edad, que se fija con dirse con las diarreas lientéricas determinamas predileccion en el tronco que en los das, antes de la denticion, por el alimento miembros, á diferencia del primero. Las arti poco proporcionado con el estado de los órgaculaciones se van consolidando. Los músculos, nos digestivos; de aqui el edema de los recien aunque imperfectos, hacen resaltar sus con- nacidos (sclerema), cuyos caractéres se esplitornos, porque ha disminuido la gordura sub can muy bien por la coincidencia de la hiperecutánea que redondeaba las formas. Todas las mia fisiológica de los tejidos y su infiltracion partes conservan aun alguna blandura, algun serosa. La infiltracion serosa del tejido celular, resto gelatinoso de la edad primera; pero al fin de que hacen especial mencion Billiet y Barde este período han disminuido ya considera-thez, es mas comun entre los dos y cinco años blemente estos caractéres específicos de la infancia. En fin, á menudo, al terminar esta edad, comienzan los órganos genitales la série de evoluciones que han de pasar, reclamando por primera vez la necesidad de entrar en accion; pero tales preludios de la revolucion que va á caracterizar la edad siguiente (adolescenciones acerca de la inflamacion tuberculosa de cia) deben ser completamente desatendidos.

Aqui termina ya la infancia; el nuevo período en que va á entrar el individuo corresponde á la pubertad, y por lo tanto no puede ser objeto de este articulo.

que despues de los seis. El hidrocefalo, casi siempre consecutivo, es tambien mas raro despues de los seis años: unido muy a menudo al anasarca, á las flebres eruptivas, á la nefritis, etc., ha perdido mucha parte de su importancia desde que han adelantado las investiga.

las meninges. La hidroperitonitis, primitiva y secundaria, ataca con mas especialidad á los niños despues de los seis años que á las niñas; asi la primitiva como la secundaria, aguda, afecta con preferencia á los niños robustos y La edad, cuyas revoluciones acabamos de bien constituidos, al paso que la forma crónica estudiar, tiene sus enfermedades especiales, ó caquéctica es peculiar de los niños débiles. sus tendencias morbosas, que no debe perder El edema del pulmon es una de las hidropede vista el médico higienista, si quiere preve- sías mas frecuentes en la infancia; pero como nirlas con tiempo ó combatirlas con ventaja. casi siempre es terminacion de otra enferme Las hemorragias son en los niños bastante in- dad, y sus síntomas son muy oscuros, se la minentes á causa de la pronunciada vasculari- refiere á la neumonia lobular, á la gangrena zacion de los tejidos membranosos. La de los del pulmon, al crup, á la éntero-colitis, y con intestinos delgados, y hasta de toda la mucosa especialidad á la nefritis albuminosa y á las digestiva, es comun en los recien nacidos: fiebres eruptivas, y aun con preferencia la es solo en los niños se observa la apoplegia me- carlatina: la tuberculizacion es la que mas á Dingea en la que la sangre se estravasa y der-menudo coincide con el edema pulmonar en rama por la superficie del cerebro, ó se infiltra estado crónico. por las mallas de la pia madre, ó se corre hasta 1568 DIBLIOTECA POPULAR.

La incontinencia de orina, tan frecuente en
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la primera edad, proviene de que la vejiga se la formacion de falsas membranas, tales princontrae instintivamente por la impresion esti- cipalmente como el crup. Estas enfermedades mulante del líquido que contiene: mas ade- | son raras en los adultos, y solo como un fenólante esta entraña se somete á la influencia ce- meno singular se observan en los viejos; cual rebral, pero apenas con el sueño se suspende si la plasticidad de los fluidos y la riqueza del la accion del cerebro sobre los órganos con- sistema capilar sanguineo de los niños, fuesen tráctiles, se reproduce la incontinencia, la cual condiciones favorables para su produccion. Se se sostiene en este estado hasta tanto que se observa en los niños acometidos del crup que consolidan bien las relaciones que unen al sis- sus carnes son túpidas y su constitucion rotema nervioso cerebro-espinal con el sistema busta: de los dos á los siete años es cuando se muscular. Las frecuentes emisiones de orina no desarrolla con mas frecuencia esta enfermedad: permiten á esta acumularse en la vejiga y de la estomatitis pelicular entre los cinco y diez terminar á su salida una corriente de bastante años, y mas que idiopática se considera un fuerza para arrastrar las concreciones recien epifenómeno de las fiebres eruptivas, tifóideas, formadas o descendidas de los riñones, á cuya de la entero-colitis, etc.; ataca con preferencia salida se opone tambien el pequeño diámetro á los niños mal cuidados y de constitucion de la uretra: fijadas aquellas en la vejiga, au-deteriorada. Estos satisfacen un fuerte tributo mentan de volúmen por la agregacion de las á las inflamaciones del aparato respiratorio: materias salinas de la orina, cuya deposicion son propensos á las traqueo-bronquitis, que se verifica con tanta mayor facilidad cuanto les son prontamente fatales por la obturacion que, segun la observacion de Prout, desde uno de los bronquios, los cuales no pueden descaró dos años á los siete, la orina tiene suma ten gar la espectoracion. Las neumonias les atadencia á dejar precipitar sus sales. La compo- can con preferencia la region mamaria, siendo sicion de las orinas influye necesariamente en mas peligrosas aun por la diseminacion de la la produccion de los cálculos en las diferentes flógosis, (neumonio lobular) y muy frecuentes edades: asi son raros durante el primer año, en despues de la primera denticion hasta la puberque las orinas son principalmente acuosas. Se-tad. Mr. Valleix cita catorce casos propios de gun Mr. Civiale la edad de la mitad de los calculosos no llega á la pubertad, y la otra mitad pasa de los cuarenta años.

neumonias de recien nacidos; la edad de uno á cinco años predispone mucho á ella; de 245 niños neumónicos 172 no habian cumplido los cinLa delicadeza del tejido tegumentario, su co años, solo 73 pasaban de esta edad. Se ha abundante vascularizacion, la actividad de la querido negar la existencia de la neumonia circulacion sanguinea, y la irritabilidad gene- | idiopática antes de los einco años, pero la prácral, disponen á los niños á inflamaciones in-tica confirma que existe, solo que su termiternas y esternas: los mas tiernos, los mas de- nacion es casi siempre favorable. La bronquilicados, las niñas, son mas propensas á las in- tis es tanto mas rara cuanto mas jóvenes son flamaciones de carácter caquéctico y crónico; los niños: de 115 invadidos de esta afeccion, los mas crecidos, mas robustos, los niños, á las 37 no tenian cinco años, 78 de seis à quince. inflamaciones agudas y francas. Inútil es recor- Se ha creido que la nefritis solo existia en los dar las que se les desarrollan en la piel, ya niños cuando era dependiente del estado calpor efecto de las circunstancias esteriores, ya culoso: pero recientes observaciones han compor la estension de la irritacion de las mucosas probado que es harto frecuente, en especial (eritemas de la cara, del ano, de las nalgas, etc.) bajo la forma albuminosa, resultado de las fieHasta la época de la segunda denticion, las in-bres eruptivas, intermitentes, tifóideas y de la flamaciones de los órganos digestivos son las afeccion tuberculosa. Los órganos génito-urienfermedades mas comunes de la infancia, yanarios tienen poca tendencia á inflamarse; la idiopáticas, ya resultado de alguna complica- vaginitis se presenta alguna vez en las niñas, cion: la inflamacion del esófago, en clase de entre ambas denticiones, y depende al parecer espontánea, parece propia de los niños, y guar- del trabajo que determina la evolucion del úteda relacion con la vascularidad fisiológicamen-ro ó de los órganos foliculares. Acontece en te exagerada de este conducto. La estomatitis, con hinchazon de las encías, la estomatitis aftosa simple, y la coriza, tan frecuente en los recien nacidos, preludian y acompañan la primera denticion, coinciden con la evolucion de los dientes, de los huesos maxilares, de las glándulas salivales y de los conductos nasales, constituyendo otras tantas enfermedades que mas bien deben dirigirse que combatirse, porque son el resultado de la exaltacion pasagera de los actos fisiológicos.

ocasiones que la inflamacion que oblitera la vena umbilical traspasa sus limites y se estiende hasta la vena porta, cual si fuese una flebitis ordinaria; Breschet y Villermé, en sus investigaciones sobre los cadáveres de los recien nacidos, han hallado en varios de ellos, cuyo ombligo no estaba cicatrizado, que la vena umbilical ofrecia evidentes vestigios de inflamacion, con sus túnicas enrojecidas, engrosadas é infiltradas de pus. En cuanto a las meningitis y encefalitis, tan frecuentes en la En la infancia domina cierto grupo especial infancia, dependen de las mismas condiciones de enfermedades, sin que le pertenezcan es- fisiológicas que los hidrocéfalos agudos y las clusivamente: estas son las que dan márgen áaplopegias meningeas, Las inflamaciones exan

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INFANCIA

temáticas, escepto las contagiosas, rara vez setan son: la tumefaccion inflamatoria de los dejan ver antes de la primera denticion.

Edades.

Tuberculosos
por 1,007.

Escrofulosos
por 4,000.

ganglios linfáticos, la inflamacion crónica de En los niños son de temer las afecciones las mucosas palpebral, ocular y nasal; artrode origen miasmático á causa de la actividad patias, caries de los huesos cortos, etc. El de su absorcion y de la permeabilidad de sus sistema linfático, succedáneo del sistema cirtejidos; Villarmé consigna la observacion de culatorio, representa por lo menos un papel que mueren en mucha mayor porcion niños particular en la distribucion de los principios menores de diez años en los lugares pantano- escrofulosos que preexisten probablemente en sos, en la época del año en que la evaporacion el organismo: es uno de los sitios predilectos de las aguas está en su máximum de intende los depósitos de varias formas á que dan sidad, que en las demas épocas y lugares. lugar; y como en la niñez tiene una preponEsta induccion fisiológica se confirma ademas derancia tan marcada, se comprende la frepor el gran número de niños atacados de fie-cuencia de las escrófulas en esta edad. De 537 bre tifoidea que recibe ordinariamente el hos- escrofulosos, 210 se hallan comprendidos enpital de niños enfermos de París. La fiebre ti- tre los uno y diez años; bajo este concepto prefóidea, rara en los primeros años de la vida, sentan una gran divergencia las escrofulas y menos rara ya entre los cinco y ocho años, los tubérculos; estos son mucho mas frecuen se ceba con la mayor frecuencia en los niños tes entre los veinte y cuarenta y cinco años de nueve á catorce años. Citase solo alguno que antes de los veinte; aquellas aumentan en que otro caso aislado observado en las prime-frecuencia hasta la edad de quince años; son aun muchos los individuos que las padecen ras edades. Sabemos ya cuán sensible es el niño á las entre quince y veinte años; son ya mas raras impresiones esternas: trasmitidas estas al entre los veinte y treinta años, y desaparecen cerebro, determinan con facilidad una escita-á medida que el hombre avanza hacia la ve cion demasiado viva, que produce movimien-jez. Tomamos del doctor Lebert el siguiente tos convulsivos; y á esta suma susceptibilidad cuadro, cuyo interės higiénico á nadie se oculdel sistema nervioso deben atribuirse los ac- tará. cidentes convulsivos á que da lugar por reflexion el trabajo de la denticion, la presencia de lombrices en el tubo digestivo, el prurigo del eczema, etc. «En la época de denticion se presentan el prurito é irritacion de la encias, Jas fiebres, las convulsiones, las diarreas; con mas especialidad al salir los dientes caninos y en los niños que tienen mucha gordura y una constitucion resistente.» (Hipocr.) La corea, que consiste en la disparidad de accion del sistema nervioso y del sistema muscular, y que está caracterizada por la rapidez estrema, falta de precision y de fijeza en los movimientos, etc., es una enfermedad mas comun en la infancia que en ninguna otra época de la vida: no es rara, pero tampoco muy comun, porque de 32,976 enfermos admitidos Hace mucho tiempo que se observa lo mas en el hospital de niños durante diez años, tan solo 189 se presentaron con corea. La epi- frecuentes que son en los niños que en los lepsia se ha denominado mal de la niñez, y adultos los centros nerviosos, de los ganglios se la ha visto desarrollarse en los primeros brouquiales y de las glándulas mesentéricas dias y en los primeros meses de la vida: Vel (tabes), y con todo es bastante comun la locaprimo mense adgreditur..... vel circa denti-lizacion de esta enfermedad en los bronquios tionis tempus à septimo ud decimum men-y en el mesenterio á los diez y ocho y veinte sem... (Sydenham.) No obstante, la época pre- y dos años. Tambien pertenece á la infancia dilecta para su desarrollo es la pubertad. Es la meningitis tuberculosa, en razon al precomun la presentacion de las convulsiones dominio encefálico tan pronunciado en esta primitivas y simpáticas antes de los siete años, época de la vida. Por último, en esta misma y aunque mas frecuentes en este período de la época se desarrolla con frecuencia la raquitis, vida, no son raras las convulsiones sintomá-bajo la influencia de una alimentacion o demasiado fuerte ó insuficiente, por la direccion ticas entre los seis y los quince años.

1 á

5 á 10.

10 á 15.
15 á 20.

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5.

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25 á 30.

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30 á 35.

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35 á 40.
40 á 45.
45 á 50.
50 á 60.
60 á 70.
70 á 80.

0,039
0,006

0,019
0,019

La caquexia escrufulosa es debida á una viciosa de la plasticidad, etc., etc. Higiene de la infancia. Las dos épocas es. modificacion desconocida de la sangre, origen comun de los depósitos morbosos múlti-tremas de la vida se tocan por su debilidad; ples que ocorren en órganos distantes unos la una nos inspira el interés de la esperanza; de otros, y á los cuales no une la menor sim- el reconocimiento nos une à la otra. El niño patía. Los caractéres locales que la manifies- entra en la carrera que promete embellecer con

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