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da y mayorazgo los Condes de Lanzarote y la Gomera 1, siguió el apellido de Las Casas en personas que desempeñaron el cargo de Veinticuatros hasta muy entrado el siglo décimosétimo.

De esta familia era Francisco de Casaus, padre de D. Bartolomé, que pasó á las Indias en 1493 acompañando á el Almirante D. Cristóbal Colon en su segundo viaje, y tuvo parte en los repartimientos que hubo en la isla Española, donde juntó alguna hacienda, volviendo luégo á Sevilla en 1497. Contaba entre sus bienes un indiezuelo que dió por paje á su hijo Bartolomé, el cual por entónces cursaba los estudios de Derecho en Salamanca; pero lo retuvo poco tiempo, porque la reina Isabel se indignó de que Colon hubiera dispuesto de los indios, que eran sus vasallos, y mandó á los que los tenian que los entregasen para volverlos á su tierra, bajo pena de la vida á los que no lo hicieran.

El analista Zúñiga, en su obra titulada Discurso de los Ortices 2, conjetura que nuestro Obispo fué hijo de Alonso Casaus jurado por Triana, y de Doña Beatriz Maraver y Cegarra, y añade que se engañan los que le hacen hijo de un Francisco. Casaus de quien él no tenia noticia, pero en los Anales de Sevilla, escritos despues del Discurso, con mejores noticias en esta parte, llama Francisco al padre de D. Bartolomé, y allí está en lo cierto, pues lo confirma el Obispo en varios pasajes de su Historia general; comete el analista además varios errores, entre otros, el de asegurar que fué con el Almirante en su primer viaje de 1492. Es probable que el Francisco Casaus, padre de D. Bartolomé, fuese el mismo que figura en el Catálogo de los caballeros hijodalgos de Sevilla qué tenian lanzas de acostamiento de los Reyes Católicos desde el año de 1490 al 953, el cual no debe confundirse con otro Francisco de las Casas que pasó á México con Hernan-Cortés de quien era muy cercano deudo, y allí pobló la villa de Truxillo, nombre que

1 Argote: Ubi supra.

Fólio 131, pár. 6.°-47.

3 Copia este catálogo Fr. Martin Osuna en la segunda parte de sus Memorias sagradas.

le dió en memoria del pueblo de su nacimiento. El mismo Zúñiga, hablando de Fr. Alberto de las Casas, que se cree generalmente hermano de D. Bartolomé, le da por madre á Doña Beatriz de Fuentes, la cual es probable que lo fuera tambien de éste 2.

Siendo tan dilatada como ilustre la familia de los Casaus, no se ha de extrañar la confusion que reina en todo lo que se refiere á los deudos del obispo de Chiapa, no pudiendo tenerse por cierto sino to que él mismo asegura incidentalmente en esta materia, de la que no se ocupó exprofeso en ninguno de los innumerables escritos suyos que hasta ahora se conocen. Una tradicion muy general afirma que nació en el barrio de Triana, donde sin duda residió largo tiempo parte de su familia, que hizo varias fundaciones piadosas en la iglesia parroquial de aquel barrio, y el Ayuntamiento de Sevilla puso por esta causa á una de sus calles, en el año de 1859, el nombre del Procurador, porque como se sabe, las Casas se firmó alguna vez llamándose procurador de los Indios.

Poco más de lo dicho se sabe de la familia 3 de nuestro Obispo y de su vida desde su nacimiento hasta que emprendió su viaje á América, pero claro es que este período que abarca los primeros veintiocho años de su existencia, le dedicó desde que fué capaz de ello á el estudio de las humanidades y de ambos Derechos, habiendo alcanzado en esta facultad el grado de licenciado, no tan comun entonces como lo fué más tarde y lo es hoy, y que suponia una carrera de largos años empleados en asíduas tareas literarias. Fácil es determinar las materias que serian sucesivamente objeto de la atencion y estudio de D. Bartolomé, que tal vez empezaria el de la gramática bajo la direccion de Nebrixa ó de Palencia, pues ambos residieron largas temporadas en Sevilla cuando

1 Año de 1544.

El Padre Alberto de las Casas fué general de la órden de Santo Domingo, lo cual explica en cierta manera la devocion que D. Bartolomé tuvo á esta Órden, en la que profesó al cabo.

3 Véase el apéndice primero.

Casas tenia la edad en que se suele emprender la árdua tarea de conocer la lengua latina. Habíanla facilitado mucho los métodos que ya por este tiempo se adoptaron en diferentes naciones, singularmente en Italia, y que con atinadas reformas mejoró é introdujo en España Nebrixa, cuyas obras gramaticales han sido durante más de tres siglos los textos en que ha estudiado la juventud española.

Despues de conocer la lengua de Ciceron y de Virgilio lo bastante para escribirla con facilidad, si no con elegancia como lo vemos por varias de sus obras, Las Casas cursaria la filosofía, y, ya empezara su estudio en Sevilla, ya en Salamanca, puede asegurarse que aprenderia las doctrinas peripatéticas, tales como las comprendian y explicaban los escolásticos, y sin duda como las profesaba la escuela Tomista, tan seguida en España como debia serlo por su mérito, que realzaban con su profundo saber y su gran elocuencia los grandes maestros de la órden de Santo Domingo, quienes, á más de las cátedras que desempeñaban en sus colegios, ocuparon casi siempre las de nuestras más célebres Universidades, y en particular las de Salamanca, modelo y madre de todas las demas del reino. En ellas, á pesar de los esfuerzos que desde la época de Don Alfonso, el último, habian hecho las Córtes del reino, el estudio de la jurisprudencia se cifraba principalmente en el Derecho romano, tal como lo interpretaban los doctores y maestros de la escuela de Bolonia, y en el de los Canones, que si bien obedecia á una tendencia ultramontana, siendo universalmente recibidas las falsas decretales de Isidoro Mercator, no se ha de poner duda en que fué provechosa la concentracion y aumento del poder del Pontificado que con ellas se produjo, porque en materias jurídicas principalmente, el espíritu cristiano y católico, influyó saludablemente en todas las legislaciones de Europa, templando el rigor de las costumbres de los bárbaros tan sangrientas y feroces, ó tan laxas, especialmente en lo que se referia á la represion y castigo de los delitos.

Los estudios del licenciado Casas, si no fueron el motivo

de sus opiniones respecto al derecho de los Reyes y de los conquistadores en los territorios y personas de los indios, determinaron los medios que empleó para defenderlas; y, como la generalidad de los juristas del tiempo, imbuidos en las doctrinas de la jurisprudencia imperial, eran defensores y partidarios de la soberanía absoluta é incondicional de los Reyes, sólo un discípulo de Santo Tomás, como sin duda lo fué el padre Las Casas, era capaz entónces de pensar que el poder monárquico tenia por su naturaleza y objeto determidas limitaciones.

Con tales antecedentes, aunque modificados y quizá de todo punto olvidados por las ideas que dominaban entre los descubridores y conquistadores del Nuevo Mundo, en cuya conversacion y trato debió vivir de contínuo Las Casas desde el año de 1497 en que volvió su padre de la Española, exaltada su imaginacion con las pinturas que aquellos harian de las maravillas de las nuevas tierras, familiar del Almirante viejo y de sus hijos, segun declara en diversos lugares de sus obras, y sin duda para hacerse cargo de la hacienda que su padre habia dejado en la Isla, emprendió á ella su viaje con el comendador Frey Nicolás de Ovando, tercer gobernador de las Indias.

En el año de 1500, por las grandes quejas que dió el Almirante á los Reyes de los agravios que decia haber recibido del comendador Bobadilla, segundo gobernador de las Indias, nombrado contra el derecho que daban á Colon las capitulaciones de Granada, y por otros motivos, determinaron Sus Altezas enviar nuevo Gobernador á la Española, y entonces lo era de todas las Indias el que desempeñaba este cargo; recayó su eleccion, como va dicho, en D. Frey Nicolás de Ovando de la órden de Alcántara, que á la sazon era comendador de Lares, y despues, por vacante y estando de Gobernador, obtuvo la Encomienda mayor, por lo que se le conoce generalmente con este título. Los aprestos de la expedicion y los despachos del nuevo Gobernador tardaron en prepararse, y se ultimaron en Granada, donde estaban entónces los Reyes, concediéndole

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las más amplias facultades para conocer, no sólo en las quejas que se formaban contra Bobadilla, sino en las faltas de que era notado el Almirante, y muy especialmente en los hechos de la rebelion de Roldan, que fué el que abrió la triste historia de los alzamientos, motines y rebeldías que anublaron la gloria y empañaron la fama de los conquistadores de América.

Esta expedicion fué la más numerosa que hasta entonces se habia enviado al Nuevo Mundo; componíase de treinta y dos naos y navíos, y en ellos iban sobre dos mil quinientas personas, muchas de ellas nobles, y algunos caballeros principales; tambien fueron por primera vez entónces, los frailes de la seráfica órden de San Francisco, para establecerla en las Indias, donde tanto hicieron para su evangelizacion y cultura; eran doce, y llevaban por prelado á fray Alonso del Espinal. La flota partió de Sanlúcar de Barrameda el primer Domingo de cuaresma del año 1502, que fué el 13 de Febrero 1, fecha memorable y digna de notarse, porque en ella emprendió Las Casas su primer viaje á las Indias; no fué éste del todo feliz, pues á los ocho dias de navegacion, y cuando faltaba poco para llegar á las Canarias, comenzó á soplar un vendaval tan recio que ninguno de los treinta y dos navíos pensó escapar, y se perdió entonces uno grande con ciento veinte pasajeros llamado la Rábida; los demas se separaron, y teniendo que echar la mayor parte de su carga á la mar, unos fueron á parar al cabo de Aguer en la costa de África y los otros á las diferentes islas Canarias. En aquella tempestad se perdieron tambien dos carabelas que cargadas de azúcar habian salido de las islas, y como llegaron sus despojos y los de la nao la Rabida á las costas de Cádiz, se creyó generalmente que toda la flota se habia perdido; las tristes y por fortuna falsas noticias llegaron á Granada, y los Reyes mostraron tan gran sentimiento que estuvieron ocho dias retraidos sin ver ni hablar á persona alguna.

1 Casas, Historia general, tomo III, pág. 18.

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