Imágenes de páginas
PDF
EPUB

y más claras que las de la realidad, sus líneas aparecen más firmes y sus colores más lucidos y su expresión más intensa, todo lo cual hace, no sólo que impresionen, sino que se graben con firmeza en el alma, sirviendo á veces de punto de comparación y objeto de serio estudio; con frecuencia, de guía en el trato social.

No son ideas. lo que se le debe pedir al teatro, sino figuras; figuras que despertando ideas pueden conducir al origen de una filosofía, pero que no filosofan para imponer sus convicciones; más bien convencen, con la patente realidad de su vida.

Muchas veces un autor inexperto nos hace conocer, por boca de un personaje, la moral que profesa, y de las acciones combinadas deducimos todo lo contrario; y otras veces un dramaturgo de raza inculca en sus héroes las ideas que pretende combatir, y por el movimiento de su obra destruye aquellas afirmaciones, probando lo que se propuso.

No con sermones, con acción se convence al público en el teatro.

Todas las artes propónense igual ob

jeto: infundir en sus obras un aliento de vida.

Para lograrlo, el dibujo y la escultura se valen del perfil y del relieve, la pintura del colorido, la música del concepto armónico, la poesía de la frase cadenciosa. El teatro utiliza todas las artes, y á todas recurre, tomando á cada una lo que más le interesa, lo que se ajusta más á las condiciones particulares del tablado. Así toma la perspectiva del dibujo, la grandiosidad de la escultura, el tono de la pintura, el sentimiento de la música y el expresivo encanto de la poesía. Pone así en juego todas las artes, y á todas marca un lugar secundario en la escena, reservando el principal y más lucido á la interesante acción, medio supremo de que sólo el teatro puede aprovecharse.

Decir acción es decir objeto privativo del teatro: y es necesario hacer observar que no debe confundirse con el movimiento, pues el movimiento escénico es á la interesante acción lo que la línea es al perfil, lo que es al colorido el color, al concepto armónico el sonido y á la cadencia la rima.

Decir acción cuando tratamos del teatro, es decir: medio material en que toma cuerpo la situación, alma de la es

cena.

Para poner más en claro el sentido que debe darse á estas palabras, analizaré algunos conceptos del famoso literato francés Mr. Aubriet, que las confunde lastimosamente, aplicándolas en un sentido falso y vulgar.

El atildado crítico de La Presse y Le Gaulois, dice lo que transcribo:

«El teatro, del que hacen un misterio >>los brakmanes de su explotación, de>>clarando que consiste en el MOVIMIEN— >>TO, consiste, por el contrario, en la IDEA >>desde que la literatura se remonta y »engrandece. Shakespeare, Molière y, >>más cerca de nosotros, Musset, han >>prescindido admirablemente del sacra»mento de la SITUACIÓN. El interés de >>la vida, desde luego podemos afirmar >>que no se halla en las combinaciones >>del kaleidóscopo; si así fuera, cuatro >>cristales de colores, violentamente agi>>tados dentro de un tubo de hoja de la>>ta, nos ofrecerían un espectáculo pre>>ferible á un cuadro de Rubens.»

Si donde dice idea escribiéramos acción, el primer párrafo quedaría intachable, combatiendo á los engreídos explotadores del teatro. No es necesario insistir para que los menos acostumbrados á esta clase de observaciones comprendan que la idea no es aplicable siempre á la forma dramática, y que, para entrar en ésta, necesita valerse del movimiento de las figuras. La idea puesta en juego por el movimiento produce la interesante acción, á la cual me refiero.

El tercer párrafo es, á mi juicio, una verdad absoluta, y corrobora mis anteriores afirmaciones; pero el segundo resulta enteramente falso, por dar en él un sentido impropio á la palabra situación.

Shakespeare, Molière y Musset, lo mismo que Lope, Calderón y Tirso, lejos de prescindir, como Aubriet indica, de la situación, fundaron á conciencia en este recurso las más preciadas creaciones de su genio; el cual pudo acaso despreciar determinados efectismos, hábilmente preparados en el armazón de una obra ó producidos con rebuscamiento por un juego escénico, resorte ó sorpresa, desligados en absoluto de la ló

gica fatal que imponen los caracteres.

La situación queda producida por el choque del personaje con los accidentes que lo rodean, y determina en el teatro el medio moral. Los recursos que á ella conducen, deben estar en constante armonía con el carácter de los personajes y con el medio material; de modo que la SITUACIÓN determina caracteres y lugares en el planeamiento de una obra dramática; pero se somete, cuando ésta se desarrolla naturalmente, á los elementos que para existir eligió.

No de otra manera que las necesidades y conveniencias de un tren proyectado vienen á fijar el sitio donde los rails deben colocarse; pero una vez construida la vía, ella marca los movimientos del tren sujeto á no seguir otras direcciones y obligado á deslizarse constantemente sobre aquel camino, el cual, sólo atendiendo á las condiciones del * vehículo que debía utilizarlo, se trazó.

Un dramaturgo inspirado, y en esto se parece al estudioso novelista, cuando traza una obra atiende á un objeto. Describir por describir y amontonar documentos humanos, analizando primoro

« AnteriorContinuar »