Imágenes de páginas
PDF
EPUB

el descubrimiento del asesino, cuyo último deseo se cumplió con la ayuda del mismo azor que señaló al fratricida.

(4) Ante Alfonso VI de Leon, y I de Castilla, per batallam ó judicialmente, fue retado el fratricida por Ramon Folch, vizconde de Cardona, quedando convencido y comprobado Berenguer Ramon de traicion y alevosía. El cuidado del Infante huérfano y la venganza de su padre Ramon Berenguer ya habia jurado sostenerla Folch en cierta coligacion secreta que tuvo con otros esforzados caballeros luego de la muerte del Conde, y para lo que, tuvo que disputar y reñir por espacio de quince años « guerrejare et rancurare mortem Raymundi Berengari comitis interfecti, etc. >>

(5) El escudo de los vizcondes de Cardona consta de los siguientes cuarteles: 1. y 4. de oro, cuatro palos de gules, 2. de gules, tres cardos tallados de tres espigas de oro, y tres de azur, sembrado de lises de oro, brisado de un lambel de tres pendientes de gules. Adarga Catalana, tom. II. pág. 303.

Leyenda 9.

(1) La noticia de este hecho ó recuerdo, solamente está sacada de apuntes de varios curiosos que han visitado el castillo y en especial de una pequeña memoria que escribió un amigo del Autor. El castiIlo se conserva aun, la creencia del salto de la Reina Mora sigue viva tambien y la marca ó señal del caballo puede verse fácilmente, pues, sin ponderacion, no hay en Ciurana quien ignore su significado y es mas que sumo el respeto con que se mira la piedra.

(2) Amat de Claramunt era vizconde de Tarragona y descendia de los nobles Claramunts de Piera, cuyo escudo era un monte Florlisado de oro en campo azur.

(3) Canagó fue el que entró al castillo, quedándose luego señor de él.

Leyenda 10.

(1) Sobre la verdad de este suceso y el origen y nombre de la casa de los Moncadas. Léase á Zurita y Pujades.

(2) Es bien sabido que los Catalanes y Aragoneses invocaban á su patron y abogado San Jorge en las batallas «San Jordi firam, firam! »

Esto hacia que el Rey fuese mas batallador que cortesano, atrevido en sus conquistas, y desconfiado en los palacios. Además, sentia el Rey tan arraigada esta creencia en su católico corazon, que hasta temia un castigo de Dios si se apartara de ella, ya que por la Fe peleaba, y solo por la Fe era atrevido en la adversidad, y desconfiado en la lisonja y la paz.

[ocr errors]

- Con todo, Barcelona es diferente:- - decia el Rey confiado y despues de haber saludado ya á la ciudad. - Aquí solo pelean por justicia, y yo vengo á hacer justicia á mis vasallos. Decid á esos hombres de remensa que confien en mí: dentro de poco, ya tendrán mayor dicha y mas haciendas (1)....

Y mientras atravesaba engalanado las calles de la ciudad, bajo el vistoso palio que llevaban los provectos conselleres, iba el Monarca recibiendo los saludos del pueblo agradecido que ya gritaba: «¡Viva el Rey de Aragon! ¡Viva Fernando!» ya saludaba á la Reina, ( que presidia en las ventanas del palacio) con el grito de: «¡Qué viva la Reina de Castilla! ó ya, corregido por algun alto personaje, daba voces y vivas « A los reyes Católicos de España. »

Nunca habia ido tan confiado el Rey como entonces, sin pensar en la inseguridad de la paz, ni en la mejor llegada de un gozo conseguido á través de la pena, pues además de avanzar entre una nobleza y un pueblo noble, halagaba su satisfaccion la presencia de la Reina que le contemplaba entre tanta dicha.

En las gradas del palacio estaba aun el Rey saludando á la muchedumbre, cuando de repente sale un arrematado loco con una cuchilla en la mano y, avanzando hácia él, al través del palio y de la nobleza, se la clava furioso en la garganta, diciendo luego en altas voces: -Ladron de mi corona, ese es tu pago.

A la imprevista catástrofe cae la Reina desmayada, saca las espadas la nobleza, la plebe sujeta al loco, y el loco, que tiembla al ver la sangre del Rey, grita á la plebe.

-Dejadme en libertad y haré renuncia de la corona regia que he ganado. El infeliz habia dado en la manía de ser Rey (2).

Impávido Fernando, y hasta lamentándose del demente, tapó con su púrpura la herida, aconsejó que soltaran al creido Rey, y mandó á la comitiva que no se conmoviera. ¡Buen presagio!-exclamó al mismo tiempo y como pensando de repente en la verdad de su creencia. —Algun triunfo se me espera, pues tras la tempestad siempre el sol luce.

Y retirándose al palacio, despidió á la comitiva, citándola para el dia siguiente y dejándola confusa por las palabras que él decia.

La mañana siguiente, mientras el pueblo quemaba al loco fuera de las murallas, el Rey estaba recibiendo en palacio á los embajadores de Granada, y á varios comisionados de Castilla, Aragon y Cataluña que entraban con felicitaciones y presentes (3).

- He aquí nuestro presagio ya cumplido.... dijo un Conseller de Barcelona, al ver la comitiva de caballeros españoles y musulmanes que ocupaban el salon.

[ocr errors]

- ¡Sí!.... pero, yo esperaba aun mayor dicha ;

[ocr errors][merged small]

pondió el Rey, fijando la vista en unos nuevos enviados que acababan de entrar.

-Quizá la tendréis presto.... Dios protege....

- añadió el Conseller, y no sabiendo como concluir su frase, iba á inventar palabras de consuelo para el Rey, cuando observó que este, se animaba de repente al oir la voz de los últimos que habian entrado al salon, y á quienes nadie conocia. Dos comisiones eran las que hablaban; la una era de ciudadanos de Tortosa, que venian á anunciar al Rey, como en su ciudad habia un ejército dispuesto para ir al Rosellon; la otra era de personas de varias clases, amigas de un Genovés, que venia allí tambien para ofrecer al Rey el

ensanche de los dominios de España, con un Nuevo mundo (4).

-Esto es lo que anunciaba ayer mi herida. Al través del obstáculo y la fuerza, es como mas feliz se hace la dicha. Marchese al Rosellon, pues, sin demora, y busque el Genovés el Nuevo mundo.

Al grito de Vivan sin fin los reyes de España!» salieron todos del salon dispuestos a seguir las nuevas empresas de aquel Rey ; que, reuniendo en una sola corona la de Aragon y la de Castilla, habia hecho grande á la España é igualado las virtudes de todos sus vasallos.

La grandeza y hazañas de Fernando é Isabel, la conquista del Nuevo mundo, y la prosperidad de España, que se presentaba tan feliz, hizo que los españoles siempre sintieran, además de su amor y gratitud, gran cuidado por los Reyes Católicos, á fin de que la alegría no fuese ya nunca presagio de mayor tristeza. Pero la alegría duró; y Dios mantuvo felíz á tan gran reino, para mostrar asi que el brazo de la celeste justicia, del mismo modo avisa á sus hijos fieles, que recompensa sus virtudes.

NOTAS.

Leyenda 1.

(4) Unos cronistas dicen Barones, otros Varones y algunos hay que usan de tal título ó cualidad indistintamente, pero por lo mismo que todos cuentan, es de creer que los nueve capitanes ó héroes serian Barones.

(2) Marca. Lo mismo que comarca, ó mas bien, territorio. Hay quien supone si de tal palabra se deriva el nombre de marqués ó marquesado.

(3) Pepino y Guyfre, hijos de Cárlos Martel.

(4) Gayfervo Gayfer ó Vayfaro, que es lo mismo, fue hijo de Eudo, duque de Aquitania, de cuya provincia se apoderó Cárlos Martel con la ayuda de Otger Catalon y en la que este quedó despues como gobernador ó adelantado.

(5) Pepino el Breve, antes de ser rey, fue mayordomo de Francia, y goberno solo, despues de entrado á Mongo Cárlos Magno.

(6) Hay mucha divergencia de opiniones, y hasta poco fundamento en algunas, sobre el origen del nombre Catalon: Unos lo forman de goto ó godo y alano; otros como Blancas, buscan el origen en la palabra árabe cate, que significa matar, y para ello se refieren á las victorias de Eudo en los campos Catalaunicos; otros en fin creen ser tomado tal nombre del castillo de Cathalon, del que tambien se supone señor á Otgero.

7. Véase la nota anterior.

(8) Favencia (Cataluña), favorecida por los dioses. Hay quien juzga el origen de esta palabra en otras causas.

(9) Canigó: montaña preciosa que cuasi todo el año está verde. Aun se conserva un canto antiguo popular en dicho país, cuya letra empieza así:

Montanyes regalades

Son las del Canigó,
Que tot istiu floreixen
Primavera é tardor, etc.

« AnteriorContinuar »