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NOTICIAS DE REVISTAS EXTRANJERAS

Sugestión y sonambulismo

No recuerdo quién emitió há poco la idea de descubrir los autores de un crímen que absorbe la atención pública, empleando la sugestión. Fundábase el que tal proposición hacía, en la aptitud que para ser sugestionada parecía presentar una de las complicadas en el crímen, y á la que no quiero nombrar para no contribuir en poco ni en mucho á la obra ridícula de su nombradía, en la que tantos trabajan hoy.

Todo esto da carácter de actualidad á una extensa reseña bibliográfica que respecto al libro de Jules Liegeois titulado: De la sugestion et du somnambulisme dans leurs rapports avec la jurisprudence et la médecine légal.

El asunto es del mayor interés. El hipnotismo, que no ha mucho asustaba á las gentes timoratas y que algunos consideraban como cosa del demonio, empieza ya á ser mirado como un conjunto de fenómenos casi vulgares.

Mr. Liegeois menciona en su libro varios casos de sugestión en estado de vigilia, entre otros el de una señorita que disparó un tiro contra su madre, por imposición del sugestionador, y sostiene que el sonámbulo, como el loco, es irresponsable.

Mr. Tarde, autor del artículo bibliográfico, cree, como Mr. Liegeois, que el sonambulismo es una fuente preciosa de información para la justicia y que se han exagerado mucho los peligros del hipnotismo.

Alimentación de los náufragos en el mar

Los aficionados á la lectura de libros de viajes, tal vez hayan encontrado exageradas y poco verosímiles las historias de náufragos que abandonados en una barquilla han obtenido del mar todos los elementos necesarios para su alimentación. No hay tal exageración, ni tal inverosimilitud. En efecto, puede el mar suministrar á los náufragos, por muchos que sean, cuantos recursos necesiten para no ser víctimas del hambre.

Una reciente noticia enviada á la Academia de Ciencias de París por el Príncipe Alberto de Mónaco, arroja gran luz acerca de este importante tema. El Príncipe Alberto, que tiene el buen gusto, raro en Francia y rarísimo en España, de huir de la monotonía de la vida sedentaria y de los placeres vulgares á que por lo general se entregan las gentes aristocráticas en nuestro país, ha prestado en sus continuos viajes verdaderos servicios á la ciencia.

Según la nota en cuestión, durante la noche, la superficie del mar es visitada por una fauna minúscula, cuyos elementos viven á diversas profundidades durante el día.

Después de oscurecer, con una red de mallas de seda que tenga 2'50 metros de abertura, dice, arrastrada á la superficie durante media hora, he cogido siempre bastantes peces (Scopelidae) y 70 centésimas de materia orgánico-animal utilizable (principalmente Mysideas y Amphipodas). También de noche, otra red de 0'30 metros, arrojada á un banco de medusas (Pelopie noctiluca) visto hacia el 49o de lat. N. y el 20 de long. O., suministró 15 centésimos de crustáceos (Hyperio Litrella), que viven en la sombra de dichas medusas. Durante el día encuéntranse algunos de estos organismos á 30 metros de profundidad. En la región de los sargazos, esto es, al O. de las Azores, entre el límite de la corriente polar y del Ecuador, vése medio oculta entre las ramas de aquellos vegetales errantes una fauna (Crustáceos y Peces) mucho más substancial que la precedente, pero poco visible.

Durante los meses de Julio y de Agosto últimos, la Hirondelle ha realizado investigaciones en los mares del O. y S. O. de Europa acerca de los atunes. Dos anzuelos con cebo artificial colocados á popa cuando el buque marchaba á razón de cuatro millas, cogieron 53 atunes (Thynnus alalonga) que pesaban en total 908 libras.

Las materias flotantes, bastante antiguas para estar cubiertas de ana tifes, van siempre seguidas de peces de gran tamaño. Tal es la masa de éstos, que la Hirondelle recogió muchos de ellos, hasta el peso total de 300 libras, sin que se notara merma alguna en su número. Otras veces se ve á aquellos restos seguidos de tiburones y peces lunas en gran, cantidad.

Deduce de aquí el Príncipe de Mónaco, que el personal de una embarcación abandonada sin víveres en el Atlántico, no perecería de hambre con sólo poseer muy reducidos aparatos de pesca.

El Europeo y el Americano

Nada iguala la actividad del americano. Ningún europeo puede comparársele en iniciativa, en inventiva, en despreocupación y en espíritu político. El hombre del Nuevo Mundo es joven, como las sociedades en que vive; el del Antiguo es viejo, como esas sociedades decrépitas á que pertenece. Por mucho vigor que le reste, la hora del descanso se aproxima para él; la hegemonia industrial, científica y comercial pasa á manos del americano.

Tal es la opinión general. Muy pocos se atreverán á combatirla, y esos no serán escuchados. Y no por falta de datos en pro de su pensamiento, sino porque tal es la fuerza del lugar común, que una vez nacido suele declararse inmortal. En esto de que voy á ocuparme se observa sobra de pasión y falta de conocimiento de la cuestión.

En América se realizan grandes cosas, más que grandes, asombrosas. De aquí el entusiasmo que despierta en el mundo y el número infinito de sus admiradores. Pero de todas esas grandes y admirables cosas que se hacen en América ¿cuáles son obra de los americanos y cuáles de los europeos recien inmigrados?

Hé aquí lo que debiera estudiarse y no se estudia.

El europeo que va á América, es, por regla general, un soldado de valor probado en la lucha por la existencia. Antes de abandonar el terre

no natal, ha luchado contra todos los obstáculos que una sociedad mal organizada oponía á sus esfuerzos, ha sufrido la miseria y el hambre. En una palabra, está habituado á toda suerte de trabajos y fatigas. Adquirido el hábito de la lucha contra una naturaleza y una sociedad contrarías-la última sobre todo,-transporta allende los mares, contra una naturaleza y uaa sociedad favorables, la misma energía, igual actividad. El éxito corona sus esfuerzos y pronto su miseria se convierte en bienestar, y á veces el bienestar en riqueza. El que en Europa era un factor social inútil, conviértese en América en agente de producción y de riqueza, y parte de una y de otra suelen venir, vienen casi siempre, á Europa. Por eso la emigración no es mal, y los que declaman contra ella harían bien en dedicarse á algo más útil.

Pero no nos alejemos del asunto de esta nota.

Bibliothèque Universelle et Revue suisse, inserta en su número de Abril un artículo titulado Par mi les herous et les obligators, cuyo autor, Mr. Henry Gaullieur, sostiene incidentalmente, pero con gran lucidez, que la mayor parte de las energías que en América adquieren tan prodigioso desarrollo son europeos.

Da cuenta en dicho trabajo de un viaje á la Florida, y después de hablar de un yankee habitante de una zona casi abandonada de aquel pais y que rodeado de todos los explendores de la naturaleza vivía en la mayor miseria, dice:

«Ejemplos de indolencia como este género son muy frecuentes entre los americanos de pura raza que pueblan los Estados del Sur, y cuando se alaba la energía de las gentes del Nuevo Mundo, debía tenerse presente que esta cualidad pertenece especialmente á las poblaciones del Oeste, que se reclutan únicamente en la emigración europea. En cuanto la emigración deja de dirigirse á un punto, piérdese allí el gusto al trabajo y la raza parece perder cl arranque y el entusiasmo que caracterizan al europeo. Los 20 millones de americanos de pura raza, que habitan los Estados del Sur de la Unión, y aun algunos del Norte, de los que no reciben inmigración europea, son una prueba evidente de que la raza anglo-sajona degenera en cierto modo en América cuando no recibe infusión de sangre europea. Durante mi viaje ocurrióme pedir noticias del pais á uno de los colonos, cuya cabaña había visto desde lejos. Ante su puerta crecían una docena de plátanos; en lo que él llamaba jardín veíanse varios ñames y tomates. El propietario de todo aquéllo estaba delgado como un alambre, y sentado á la puerta de su cabaña se entretenía en cortar con su navaja un pedazo de madera y mascar tabaco. Dió algunas explicaciones acerca del camino que debían seguir; pero como le pidiesen que les acompañara, ofreciéndole dos duros por sus servicios, respondió, que hacía mucho calor para remar. Aquel indivíduo vivía, sin embargo, muy estrechamente, casi en la miseria.>>

Mr. Gaullieur asegura que ningún europeo se resignaría á vivir tan miserablemente como los americanos de los bosques de la Florida. El pueblo americano profesa verdadera aversión al trabajo manual. Los yankees más bien que trabajadores son especuladores. En las familias pobres las muchachas prefieren la miseria al trabajo. Si el americano inventa tantas máquinas, es porque huye de todo esfuereo físico. «De

suerte que en todo aquéllo que como condiciones sine qua non de éxito requiere orden, economía y trabajo, el americano de la clase baja no puede en manera alguna competir con el emigrante europeo, acostumbrado á desplegar desde su infancia mayor energía individual.»

El desprecio hacia todo trabajo que no da un resultado pecuniario, es un rasgo característico del pueblo americano, y explica que muchas personas é instruídas vivan en los Estados Unidos más miserablemente que los más pobres campesinos de Europa. Compréndese, al visitar el desorden interior que reina en los casuchos de los pequeños agricultores americanos, que la paciente industria, la habilidad y la energía de los emigrantes europeos encuentren en las ricas tierras del Nuevo Mundo su recompensa.

Hartman y Hegel.

La Philosophische Monatshefte, dirigida ahora por el Dr. Pablo Natorp, muy conocido por sus estudios sobre Galileo, publica en uno de sus últimos números un notable trabajo de Hartman, titulado Mis relaciones con Hegel.

El célebre filósofo desea definir con toda claridad la significación de su sistema en la historia del pensamiento filosófico de este siglo. Comienza por exponer á grandes rasgos la substancia de las doctrinas de Hegel, é insiste muy principalmente sobre las diferencias que le sepa· ran de éste en metodología, en el concepto de la filosofía de la historia, en el de la historia de la filosofía, en la ética, en la filosofía de la religión y en la estética. Hartman presenta en este trabajo, con mayor claridad aún que en otros anteriores, una excesiva tendencia á la originalidad. Ya anteriormente, en la propia Revista, había publicado otro trabajo, procurando hacer resaltar la diferencia existente entre sus doctrinas y las de Schopenahuer.

Los pueblos fabulosos de la antigüedad y de la Edad Media.

Tabler publica, en la Zeitschrift für Volkerpsychologie und Sprachwissenschaft, un estudio breve pero muy interesante acerca de los pueblos mitológicos. Menciona en él á los Cíclopes, Lestrigones, Arimaspos, Pigmeos, Amazonas, Etíopes é Hiperboreos y otros muchos de naturaleza fabulosa ó mal definida. Después de esto analiza también cuantas noticias ha podido reunir relativamente á Hunnos, Venetos, etc., y en general á cuantos pueblos han pasado por la Historia dejando en pos de sí sólo vestigios inciertos.

Entre los trabajos dignos de atención que hallo en las Revistas en lengua inglesa, citaré únicamente el titulado The Annexation of Mexico, por M. Romero, y publicado en The North American Review. El tema es de tal transcendencia para la raza española, que ni un momento debe perderse de vista. La mitad de Méjico ha sido ya absorbida por los Estados Unidos; ¿lo será también la otra mitad? Si así fuera, el equilibrio entre la raza sajona y la ibera quedaría roto para siempre. G. REPARAZ.

EL ATENEO-TOMO III

26

SECCION DE CIENCIAS MORALES Y POLITICAS

ATENEO

VELADA EN HONOR DE JOHN BRIGHT

DISCURSO DEL Sr. D. Laureano Figuerola

SEÑORAS Y SEÑORES: Mis primeras palabras deben ser de gratitud á la ilustre Junta del Ateneo, por que ha tenido la bondad de conceder á algunos ateneistas, que profesan determinadas opiniones económicas, espacio y lugar para consagrar un homenage de respeto á un ilustre extranjero, JOHN BRIGHT, por motivos que la concurrencia apreciará indudablemente como justificados. No por el Ateneo, sino en el Ateneo, se verifica esta reunión, porque este Ateneo científico y literario es palenque abierto á todas las ideas, y se oyen aquí, si no con entusiasmo, siempre con cortesía y con respeto, las ideas más encontradas.

És un hecho de todas las edades, el que, en los diversos aspectos de la vida, se conmemoren los nombres de los hombres que han hecho algún bien á la humanidad; la Iglesia levanta altares á sus mártires y confesores de la fe; grandes monumentos se elevan para los capitanes que con el triste procedimiento de la guerra han introducido cultura, civilización y progreso en sus naciones; Homero, Dante, Virgilio, Calderón, Cervantes, Sakhspeare, Goethe, Schiller, en la república de las letras, no tienen patria determinada; para ellos no hay fronteras, no hay nacionalidades, pertenecen á la humanidad; Rafael Sancio de Urbino, Murillo, Velázquez, son maestros en la pintura para todos los pueblos, y en todos los pueblos son ensalzados y venerados sus nombres y su memoria. En esfera más modesta y en

(1) En el próximo número esperamos completar, mediante la bondad del Sr. Moret, las notas referentes á tan brillante velada.

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