Fábulas en verso castellano para el uso del Real Seminario Vascongado

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Juan Francisco Piferrer, 1843
 

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Página 51 - Señor, dijo la zorra, en todo eso No se halla mas exceso Que el de vuestra bondad , pues que se digna De teñir en la sangre ruin, indigna De los viles cornudos animales Los sacros dientes, y las uñas reales.
Página 11 - En esta situación tan lisonjera llega la despensera. Oyen el ruido, corren, se agazapan, pierden el tino, mas al fin se escapan atropelladamente por cierto pasadizo abierto a diente. — ¡Esto tenemos!, dijo el campesino, reniego yo del queso, del tocino, y de quien busca gustos entre los sobresaltos y los sustos.
Página 60 - El asno se le aparta como en chanza: El perro sigue al lado del borrico Levantando las manos y el hocico, Como perro de ciego cuando danza. No seas bobo, el asno le decia: Espera á que nuestro amo se despierte, Y será de esa suerte El hambre mas, mejor la compañía.
Página 29 - ¡Qué compasión! Adiós leche, dinero, Huevos, pollos, lechón, vaca y ternero. ¡Oh loca fantasía! ¡Qué palacios fabricas en el viento! Modera tu alegría No sea que saltando de contento, Al contemplar dichosa tu mudanza, Quiebre su cantarillo la esperanza. No seas ambiciosa De mejor o más próspera fortuna, Que vivirás ansiosa Sin que pueda saciarte cosa alguna. No anheles impaciente el bien futuro; Mira que ni el presente está seguro.
Página 17 - Mas libre del apuro a duras penas, dijo con espanto: — Si me veo seguro, pese a mis cuernos, fue por correr tanto. Lleve el diablo lo hermoso de mis cuernos, haga mis feos pies el cielo eternos.
Página 75 - Poco después, cazando, el León tropieza en una red oculta en la maleza: Quiere salir, mas queda prisionero: atronando la selva, ruge fiero. El libre Ratoncillo, que lo siente, corriendo llega: Roe diligente los nudos de la red de tal manera, que, al fin, rompió los grillos de la fiera. Conviene al poderoso para los infelices ser piadoso, tal vez se puede ver necesitado del auxilio de aquel más desdichado.
Página 43 - Y viendo á la real pieza Publica que el monarca es un zoquete. Congrégase la turba, y por juguete Lo desprecian, lo ensucian con el cieno, Y piden otro rey, que aquel no es bueno. El padre de los dioses irritado...
Página 72 - LOS DOS MACHOS Dos Machos caminaban: El primero, cargado de dinero, mostrando su penacho envanecido, iba marchando erguido al son de los redondos cascabeles; el segundo, desnudo de oropeles, con un pobre aparejo solamente, alargando el pescuezo eternamente, seguía de reata su jornada, cargado de costales de cebada.
Página 37 - Los hay el dia de hoy en toda ciencia, Que ocupan igualmente acreditados Cátedras, Academias y Tablados. Prueba de esta verdad será un famoso Doctor en elocuencia ; tan copioso En Charlatanería, Que ofreció enseñaría A hablar discreto con fecundo pico En diez años de término á un Borrico.
Página 77 - El Gallo se quedó lleno de gloria, cantando en esta letra su victoria: Siempre trabaja en su daño el astuto engañador. A un engaño hay otro engaño; a un picaro, otro mayor.

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