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ban la desdichada situacion de aquel anciano enfermo y prisionero. Llevado á Nápoles y puesto en la casa del capitan de albaneses Socallo, que fué su aprensor y obtuvo en premio un castillo en tierra de Otranto, acudió muy pronto á verle, aunque andaba muy valetudinario, el señor Hernando de Alarcon, su antiguo compañero. Encontróle postrado en una cama, y tan mal parado que segun Jovio cuarenta dias le dijo que hacia estaba con calentura; y sin embargo no quiso Navarro aceptar el hospedaje que Alarcon con tanta humanidad y amor le ofrecia en su casa, y prefirió quedar en la de su aprensor (1); mas nos consta por testimonios de la mayor fé y de persona que presenciaba de cerca los sucesos, que aunque Navarro con el buen trato que tuvo en la posada del marqués Alarcon tuvo alguna mejoría, estaban así él como todos los demás prisioneros franceses tan desesperados con lo que les habia sucedido, que se recelaba que muriesen de rabia y congoja: que se temia mucho algunos dias despues por su vida; y que aunque á peticion suya se le habia trasladado á Castel-novo, de cuyo castillo, como ya referimos, habia salido dos años antes, le pesó cuando vió que le llevaban, por estar persuadido de que iba á acabar allí sus dias (2).

Era á la sazon castellano de Castel-novo aquel D. Luis de Icart que tan denodadamente habia resistido los asaltos de Navarro en Brescia. Como todos los hombres de

munitioneque memorabilis, et prorsus sicuti vidimus stupenda, sic ut plærique Cæsarianorum Ducum nusquam peritius et accuratius à quoquam hac ætate castrametatum fuisse faterentur et magnam partem ejus disciplinæ à Navarri ingenio profectam dicerent. (1) Jovio y Baeza, ibi, cap. 36.

(2) V. Documento núm. 41.

grande ánimo era generoso con los vencidos, y debia naturalmente respetar una desgracia á que se encontraba muy expuesto en su azarosa carrera. En lugar de insultar á Navarro, como los soldados españoles dice Jovio que lo hacian, dándole en cara con que dos veces habia sido traidor pasándose á los franceses, y dos veces preso entre ellos, le acogió benignamente usando de la mayor urbanidad y cortesía con él. Acomodóle desde luego un buen alojamiento, y atendiendo con generosa prevision á que el invierno se acercaba le mandó preparar una chimenea á la que pudiera calentarse. No hubo miramiento que no tuviera con aquel infeliz anciano y enfermo, llevando su compasion hasta el extremo de que habiendo llegado á Nápoles la órden de Cárlos V para premiar á los que le habian servido bien en aquella guerra y cortar la cabeza á los del bando anjoino ó francés que le hubieren deservido; como la misma pena se hubiese de aplicar á Navarro por haber sido dos veces rebelde y dos veces cogido: Icart ó porque no muriera á manos del verdugo en aquel castillo, quien con tanta gloria le habia en otro tiempo ganado, ó por respeto á sus famosas hazañas en Africa, se cuenta que haciendo detener al verdugo algun tanto y que la ejecucion se dilatase, dió con eso lugar á que Navarro que ya estaba muriéndose de enfermedad, muriese naturalmente de alli á poco y de sus resultas (1).

No faltaron sin embargo algunos que, segun el mismo Jovio que asi siente de la muerte de Navarro, creyeran que Icart, al ver que por viejo y enfermo no podia vivir, toleró para evitarle la mengua de ser ajusticiado, que le sofocasen oprimiéndole á fuerza de mantas y co

(1) Jovio en el elogio de Navarro en el lib. 6 de los Elogios.

bertores o bien entre los colchones de su cama (1). Aun esto lo atribuyó Brantome á órden del Emperador, apoyándose en el dicho de algunos veteranos españoles que alcanzaron á Navarro, y le mostraban, cuando estando en Nápoles fué á ver el Castel-nuovo, el lugar de su prision de su muerte (2), Otros dijeron que en aquella y de órden del mismo Cárlos V se le habia dado garrote (3): otros que al mismo tiempo que de resultas del sitio de Nápoles fué la órden del Emperador nombrando al señor Alarcon capitan general y lugar-teniente de la provincia de Tripoli en Berbería, fué tambien lo de quitar la vida à Navarro en aquel castillo (4); otros que habia aparecido muerto en su cama sin que se supiera como (5): otros que se le habia hallado muerto en el castillo de Aversa (6): otros que cansado de vivir se creia que se hubie se suicidado (7); admitiendo por nuestra parte como mas racional y veridico el testimonio de Paulo Jovio, amigo de Navarro y en realidad testigo, mayormente cuando se

(1) Historiarum lib. 26.... exanimatus in culcitra repertus est. Nec defuere qui crederent eum super in jectæ multiplicis stragulæ vestis pondera pressum ultro neccatum fuisse, quod Hicardius existimatione fortissimi ducis permotus, eum qui illam eamdem arcem aliquando cepisset, revocata rerum fortiter gestarum memoria, extra Cæsaris invidiam carnificibus manibus, subtrahere voluit.

(2) Brantome, Vies des Hommes illustres etc.... entre deux coitres de lit.... d'autres disent qu'il fut etranglé de corde par la main de bourreau mais pourtant en cachette.

(3) La Carolea, parte 1:

(4) Comentarios del señor Alarcon, lib. 13, pág. 381.

(5) Miñana, Continuacion de la Historia de España, lib. 2,

cap. 10.

(6) Parrino, Teatro de Viceré de Napoli, tomo 1, pág. 126. (7) Alv. Gomezius. De rebus, Fran. Ximenii, lib. 4, fol. 124. tadio vitæ mortem sibi conscivisse creditum est.

le ve autorizado con el del contemporáneo Juan Ginés de Sepúlveda, colegial tal vez entonces en Bolonia, que tanto el marqués de Saluzes como Pedro Navarro, despues de entregado aquel y preso este, acabaran los dos á,un tiempo de enfermedad y de abatimiento de ánimo, el Marques libre y Navarro en la cárcel; con lo cual coincide tambien un critico extranjero y moderno opinando por"que el odio de Cárlos V á un tránsfuga tan importante » para la Francia fué lo que pudo dar crédito á todos esos » rumores, siendo al parecer la enfermedad de que Pe» dro Navarro estaba acometido y sus grandes penas y >> tristeza las que pusieron fin á sus dias (1).

(1) Juan Ginés de Sepúlveda, lib. 8, pág. 279. Salustiarum vero Marchio et Petrus Navarrus.... capti, et Neapolim ut ibi in carcerem custodirentur missi. Sed hi omnes paulo post morbo implicati, naturæ concesserunt.-Biographie universelle ancienne et moderne chez Michaud, vol. 30. Navarre (Pierre).-Jovius, De vita Pompei Columna, pág. 172...... bello finem imposuere capto Petro Navarro et Michaele Salasso in deditionem accepto, qui paucos post dies eodem morbo simul et dolore animi hic in libertate ille in carcere pe

rierunt.

CONCLUSION Y REFLEXIONES.

No sabrémos fijar el tiempo en que dejó de existir aquel hombre extraordinario, sino que probablemente sucedió en los últimos meses del año de 1528, y á los sesenta y ocho de su edad, si como al principio supusimos nació en 1460. Mas ya fuera natural ó adrede aqueIla muerte sin honra ¿qué español propenso à la gloria de su patria no se afligirá de que tan tristemente acabase. el valeroso compatriota que por lo multiplicado y vario de sus empresas, fué tal vez el guerrero mas admirado que la Europa contó en su tiempo? No le faltó mas que pelear en el aire para decirse que combatió en los cuatro elementos, como entonces se le denominaba, lo mismo que á la tierra, el agua y el fuego. En Africa y Europa, en la mar y la tierra, encima y debajo de esta, ora con las minas y cañones, ora con las galeras y escuadrones, ya general y conde, ya corsario y pirata, hoy leal y mañana infiel, no se alcanza en esta época de espiritus apocados como un solo hombre pudo tener ánimo para tanto. Maestro insigne en el arte de la guerra especialmente en lo tocante á rendir plazas, fortificarlas y campar: valeroso al frente de la infanteria cuya importancia y verdadera fuerza en las batallas conoció, aun despues de introducida la artilleria, mucho mejor sin duda que los

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