>>en mucha paz y concordia y justicia, é ellos fueron los »>más altos y poderosos que nunca en ella fueron Reyes. »¿Quién podrá contar la grandeza é el concierto de su >> Corte, los Prelados, los Letrados, el altísimo Consejo, »que siempre la acompañaron, los Predicadores, los Can»tores, las músicas acordadas de la honra del culto Divi»>no, la solemnidad de las Misas y horas que continua»>mente en su palacio se cantaban, la caballería de los no>>bles de toda España, Duques, Maestres, Marqueses, >>Condes é ricos honbres; los Galanes, las Damas, has jus»tas, los torneos, la multitud de poetas é trobadores é »músicos, de todas artes, la gente de armas y guerra >>contra las moros que nunca cesaban, las artillerías é in»genios de infinitas maneras? Ansí como Roma en su Im>>perio floreció en tiempo del Emperador Octaviano Augus»to, que fué en tiempo del Nacimiento de Nro. Redentor »que poco menos fué Señor de todo el mundo, é fueron »memoradas é obedientes á su imperio, en aquel tiempo, noventa mil y trescientas y ochenta ciudades; dejando los >>otros lugares, é lo tuvo todo en paz y obediencia de Ro»ma é suya el tiempo que vivió. É Roma fué estonces más >>triunfante que antes ni despues. Ansi España fué en tiem»po de estos bienaventurados Reyes D. Fernando é Doña »Isabel, durante el tiempo de su matrimonio, más triunfan>>te é más sublimada, poderosa, temida y honrada que nun»ca fué. Ansi de esta muy noble y bienaventurada Reyna »vivirá su fama por siempre en España: quia omnis laus »in fine canitur; dicit enim Sermo divinus ne laudaceris »homines in vita sua; magnifica et lauda ergo post consuma»cionem et periculum. Deo gratias.» FIN DEL TOMO TERCERO 76 84 CAP. III.-Llegada del Obispo D. Juan de Frías y de Pedro Cabrón . DESDE LA CONQUISTA HASTA EL DESTRONAMIENTO DE Isabel II. -Posesiones de Africa.-Santa Cruz de Mar Pequeña. 388 391 410 462 524 586 596 |