ESTUDIOS HISTÓRICOS, CLIMATOLÓGICOS Y PATOLÓGICOS

DE LAS

ISLAS CANARIAS.

HISTORIA.

HISTÓRICOS, CLIMATOLÓGICOS Y PATOLÓGICOS

DE LAS

ISLAS CANARIAS.

POR

D. GREGORIO CHIL Y NARANJO,

Doctor en Medicina y Cirujía de la facultad de Paris y Licenciado de la de Cádiz:
Individuo de la Sociedad Económica de Amigos del País de la Ciudad de Las Palmas de Grun Canaria;

de la Protectora de los Animales y Plantas de Cádiz:

de la Comision de Geografia comercial,
de las Sociedades de Aclimatacion, de la Geográfica, de la Meteorológica,
de la Americana, de la Higiénica y de la Antropológica de Paris; Correspondiente de la Sociedad
Etnográfica de la misma Ciudad, de la Academia de Estanislao de Nancy

y de la Sociedad Normanda de Geografia de Ruan;
Individuo del Congreso del Adelantamiento de las Ciencias, de Francia; del Americano,
del Orientalista y del Antropológico de Europa; Vice-Presidente del Congreso Universal,
de Ciencias Antropológicas, que se celebró en Paris en 1878 y Presidente honorario
de la Seccion del mismo en el del Adelantamiento de las Ciencias
celebrado en aquella Capital, oficial condecorado

de la Academia de Francia, etc. etc

Autores antiguos y modernos me han
enseñado lo que escribo; pero algunos con
diferentes opiniones, y de ellas he toma-

Y
do lo que más cierto me ha parecido.

JUAN NUÑEZ DE LA PEÑA.

PRIMERA PARTE.

HISTORIA.

TOMO TERCERO.

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.
Imp. LA ATLÁNTIDA, á cargo de Manuel Rodriguez y Vallejo.

PREÁMBULO.

Nuevo aspecto presenta la historia de las islas Canarias; pero a pesar de los muchísimos escollos en que he venido

á tropezando, no variaré la línea de conducta que me he propuesto con la publicación de estos Estudios, deseando sólo que mi salud no siga quebrantándose, ni la muerte venga á sorprenderme á la mitad del camino.

Ese mismo quebrantamiento de mi salud, aparte de otros motivos bastante poderosos, han sido causa de la tardanza en mi publicación, en la cual he consumido mi tiempo, he gastado mi dinero, he abusado hasta la saciedad de mis buenos amigos; y casi, casi, me hallaba decidido á desistir de mi empeño, en vista de tantas contrariedades, si los razonamientos de los señores Licenciado Don Amaranto Martínez de Escobar y Doctor Don Juan Padilla, que tanto cariño me dispensan, no me hubiesen materialmente empujado, con fuerza irresistible, á continuar adelante, bajo promesa sagrada de cooperar con sus ilustradas luces hasta dar cima á mi empeño. Á ellos dos les dedico mi tiempo y mi afecto; porque sólo

y ellos han podido, con la leal amistad que me profesan, sa. carme de mi retraimiento; pues la verdad es que si el inmortal