Disertaciones y juicios literarios, Volumen2

Portada
Francisco Alvares y Ca, Editores, 1882 - 690 páginas
Firma de Obdulio P.

Dentro del libro

Páginas seleccionadas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 184 - ... el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor; muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver tu cuerpo tan herido; muévenme tus afrentas y tu muerte.
Página 131 - ¡Salga del pecho, requemando el labio, el caro nombre, de mi orgullo agravio, de mi dolor sustento! .. ¿Escrito no le ves en las estrellas y en la luna apacible, que con ellas alumbra el firmamento? ¿No le oyes, de las auras al murmullo? ¿No le pronuncia en, gemidor arrullo, La tórtola amorosa? ¿No resuena en los árboles, que el viento halaga con pausado movimiento en esa selva hojosa?
Página 128 - ¡Poder que me arrastras! ¿Serás tú mi llama? ¿Serás mi océano?, ¿mi sierpe serás?... ¿Qué importa? Mi pecho te acepta y te ama, ya vida, ya muerte le aguarde detrás.
Página 131 - ... Nombre que un alma lleva por despojo; nombre que excita con placer enojo, y con ira ternura; nombre más dulce que el primer cariño de joven madre al inocente niño, copia de su hermosura: Y más amargo que el adiós postrero que al suelo damos, donde el sol primero alumbró nuestra vida. Nombre que halaga y halagando mata; nombre que hiere, como sierpe ingrata, al pecho que le anida... ;No, no lo envíes, corazón, al labio!... ¡Guarda tu mengua con silencio sabio! ¡Guarda, guarda tu mengua!...
Página 18 - Del mayor infanzón de aquella pura República de grandes hombres, era una vaca sustento y armadura. No había venido al gusto lisonjera la pimienta arrugada, ni del clavo la adulación fragante forastera. Carnero y vaca fue principio y cabo, y con rojos pimientos y ajos duros tan bien como el señor comió el esclavo.
Página 125 - ... mis amores!... |Y tú, sin nombre en la terrestre vida, bien ideal, objeto de mis votos, que prometes al alma enardecida goces divinos, para el mundo ignotos! ¿Me escuchas? ¿Dónde estás? ¿Por qué no puedo —libre de la materia que me oprime— a ti llegar, y aletargada quedo, y opresa el alma en sus cadenas gime?
Página 141 - Llegó mi grito al cielo, Aunque de alzarse á tal altura indigno... Llegó mi grito al Dios de mi consuelo, Que lo escuchó benigno. Lo escuchó; vió mi afrenta Desde la majestad de su almo trono, Y de prolijos males le di cuenta, Gimiendo en mi abandono.
Página 130 - ¿Con qué velo tu amor cubrió mis ojos, que por flores tomé duros abrojos y por oro la arcilla?... ¡Del torpe engaño mis rivales ríen, y mis amantes ¡ay! tal vez se engríen Del yugo que me humilla!
Página 299 - Os dous Sonetos que vão as fol. 24 fez meu pay na linguagem que se costumava neste Reyno em tempo del Rey D. Dinis, que he a mesma em que foi composta a historia de Amadis de Gaula por Vasco de Lobeira natural da cidade do Porto, cujo original anda na casa de Aveiro.
Página 141 - Salmos, y acierta á pintar, como nadie pintó nunca en nuestra hermosa y robusta lengua castellana, la terrible majestad y la fortaleza omnipotente del Dios de los ejércitos, defensor y vengador de sus amigos: Llegó mi grito al cielo, Aunque de alzarse á tal altura indigno....

Información bibliográfica