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1. RELACION DE GIL GONZALEZ DÁVILA, CONTADOR DEL REY, DE LA DESPOBLACION DE LA ISLA ESPAÑOLA, DE DONDE ES VECINO, PROPONIENDO LAS CAUSAS QUE HUBO PARA ELLA. 2.° OTRA DEL MISMO EN LA QUE PROPONE LOS MEDIOS DE POBLARLA.

3. OTRA ID, SOBRE LAS COSAS DE AQUELLA ISLA. (1);

Muy poderoso Señor:-Porque al presente me parece que vuestra Alteza quiere mandar proveer en el remedio de las Indias, y porque es cosa cierta que sabidas las cabsas de la enfermedad se conosce mejor el remedio della, como testigo de vista de la isla Española, donde yo soy vecino, diré á vuestra Magestad algunas cabsas principales por donde aquella isla ha venido en alguna diminucion, ansí de vecinos como de indios, para que con sus contrarios se pueda curar.

Cuatro cosas principales han sido causa de la diminucion que digo en aquella isla: la primera la mudanza de los gobernadores, que como naturalmente en los hombres more pasion é invidias, siempre á los unos desplace lo que los otros favorescen, y á esta causa se han ido de aquella isla hartos vecinos.

La segunda causa ha sido el mudar de los indios de unos vecinos en otros, y para creer esto hay muchas ra

(1) Archivo de Indias. Patronato. Est. 1.o Caj. 1.o Leg. 18.

zones, pero hay dos muy claras y ciertas: la primera es que con mudallos como digo de necesidad, los indios mudan sus asientos y su vivienda, y como ellos sean gente delicada, pequeña mudanza hace mucha impresion en ellos; y la otra muy principal, que con la incertividad que los vecinos han tenido siempre de sus indios, viendo esto, no les han fecho el tratamiento que les hicieran si desto estovieran seguros.

La tercera razon es, que ha ayudado á esta otra en los pleitos de entre los vecinos, que por venir á entender los vecinos á los pueblos en sus pleitos, hánse descuidado del buen tratamiento de sus indios y hacienda, y como estas dos cosas sea la cosa del mundo que más há menester la presencia de su dueño, cesando esta por esta causa y por otras que, venidos á los pueblos, se ofrecian, venia daño á sus indios y hacienda.

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La cuarta razon é mas principal, ha sido que se ha traido siempre fin á que de aquella isla venga siempre el más oro que se pueda, y no se ha tenido fin á gastar ninguna cosa en la conservacion, ni acrecentamiento della, ni al descanso de los indios.

Ansí que pues estas cosas son las más principales del daño, á mi ver, proveyendo las cosas contrarias, repararse há el daño pasado y podria ser que convaleciese.

Y cuanto al daño de los nuevos gobernadores, que estos se escusen en cuanto fuere posible.

Cuanto al mudar de los indios de unos vecinos en otros, que ansí mismo no se muden antes; estando los indios encomendados á buenas personas, me paresce que se deben encomendar por el más tiempo que se pueda, porque desta incertidumbre nasce el bueno ó mal tratamiento de los indios y ha nascido el no perpetuarse los ve

cinos allá, que es lo de más sustancia de todo para conser vacion de aquellas partes.

Cuanto al daño que los pleitos han fecho, otros sabrán mejor el remedio desto, por parecerme á mí que pues los letrados son los que los sostienen, que quitados de allá estos, poco á poco, los pleitos se acabarian; y aun para esto aprovecharia entresacar algunas otras personas que los levantan, ó amonestallos.

Cuanto á la quinta razon de haber traido sin que venga (1) de aquella isla oro lo más que se pueda, el remedio es que vuestra Alteza por tres ó cuatro años se contente con que venga tanto, y que todo esto se emplee en menos trabajo de los indios, y que vuestra Alteza empreste á la isla con que sostenga un armada por otros tres 6 cuatro años; y para que en este tiempo se traigan á aquella isla todos los esclavos caribes que ser pueda de las partes questán dados por esclavos, porque ansí como hasta aquí han diminuido los indios della, de aquí adelante vayan seyendo más: y la manera de los dineros prestados ha de ser que vuestra Alteza mande se den los esclavos á los vecinos á precio que vuestra Alteza no gane ni pierda en el cobrar sus dineros, y cobrarse han estos dineros en las fundiciones muy sin trabajo ni riesgo, y el tiempo adelante se pagaria con el cuatro, tanto el orò que agora viene, como el que luego nos viniese con la venida de los esclavos.

Y porque en la guerra de los caribes lo que más daño hace y más miedo pone á la gente, tanto que se halla poca para esta guerra, es la yerba con que los caribes

(1) Frase ininteligible como otras muchas de que están llenas las copias que se nos remiten del Archivo de Indias.

pelean, yo digo que haré hacer armas con que la gente esté segura de las flechas, y que no cuesten mucho; y desta manera aquella se reformará y convalecerá, la cual vuestra Alteza debe tener en mucho, porque es la más noble de todas las descubiertas, y de la que más provecho ha venido á estos sus reinos.

Así mismo me parece que ayudará á la reformacion y poblacion de aquella isla que los vecinos puedan traer. de las islas inútiles los indios que pudieren, con que se mire más en la manera del traellos que hasta aquí.

Ansí que con esto y con que de Castilla vayan ó dejen llevar negros á los vecinos, se reformará la isla para que antes crezca de lo que agora está, que no disminuya.Gil Gonzalez Dávila.-Entre dos rúbricas.

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Ilustres y muy maníficos Señores:-Gil Gonzalez Dávila, contador de su Alteza en la isla Española, dice que vino de allá por avisar al Rey Católico, que haya gloria, de algunas cosas complideras al servicio de vuestra Alteza y provecho de su hacienda, y para esto trujo una carta de creencia de los jueces y oficiales que en aquella isla residen; y despues que hubo hablado á su Alteza, con su larga enfermedad no hubo lugar de proveer cosa ninguna dellas, y porque á él le pareció, muerto su Alteza, que si no hacia relacion al Rey nuestro Señor de todo á lo que vino, quél no haria lo que debia, y á esta causa él ha esperado hasta agora para le avisar; y por quél ha mucho que está acá, suplica á vuestra Alteza mande leer la carta de creencia que trujo, y sobrella en lo demás le mande oir y despachar brevemente, por quél se pueda ir á residir en su oficio.

A

Las cosas que su Alteza debe mandar proveer, que convienen á su servicio en la isla Española al tiempo que yo me partí, son las siguientes.

Su Alteza tiene en aquella isla mil indios que en este repartimiento postrero se le señalaron, y es bien que parte dellos entiendan en algunas grangerías que son de menos trabajo que sacar oro, y más provechosas para la poblacion y perpetuidad de la isla, y la primera es esta.

La cosa que más destruye los navíos y que más costosa y peligrosa hace la navegacion de aquellas partes, es la bruma, porque come la tablazon de los navíos, y para contra esta yo he inquerido y pesquisado qué remedio se podria haber, y hay una pez que los indios hacen que llaman copey, que se hace de cierta fruta de árboles, de la cual se tiene esperiencia que breando las tablas con ella, no les entra la bruma; seria bien que algunos indios destos con un pano hiciesen cantidad desta pez, para que muy de verdad se hiciese la esperiencia, porque si aciertan en ello, seria una muy rica y provechosa cosa para los navíos que en aquellas partes navegan, especialmente para los que fueren á descubrir, que muchas veces se vuelven por causa de la bruma.

Convernia que con otra parte de indios su Alteza hiciera uno ú dos ingenios de azúcar, y con algunos esclavos negros, especialmente en una villa que se llama Clara, que tiene puerto de mar y la tierra della es muy apropiada para ello, y otro en la Cabana.

Ahí ansí mismo hay aparejo que su Alteza haga una sierra de agua en la ribera de un rio que se llama Nianitzo, y hay disposicion para traer la madera por la mar á Santo Domingo á poca costa, y será más provecho á su Alteza que las minas, y muy útiles á la poblacion y á los

TOмO X.

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