tres o cuatro más con retratos de personajes de la Orden, dejándolos en una capilla de la iglesia, cuya llave entregó al P. Guardian» (11). El dia 12 de Febrero de 1836 la Comisión clasificadora de las obras de arte de Valladolid pedia al Comisionado principal de Arbitrios de Amortización <el convento de San Diego, pero con carácter provisional, para almacenar o reunir allí lo que se fuera recogiendo, a lo que se accedió el día 13» (pågina 12), y en ese año se, designaban los individuos que habían de hacer los inventarios de los libros y de las pinturas y esculturas de los conventos, entre los cuales estaban los de San Francisco, Capuchinos y San Diego. En 1837 se estableció el Museo en el edificio del ex-colegio mayor de Santa Cruz, y en Febrero de 1841 se trasladaron a él las sillerías de coro de San Francisco y San Bartolomé que estaban en San Diego; en Septiembre «se trasladaron al naciente Museo los cuadros y retablos de San Diego» (15); en 1845 se llevaron alli estatuas y tablas del retablo de San Diegos, y además «unos lienzos de San Francisco, algunos firmados por Felipe Gil de Mena y Tomás Sierra», procedentes del convento franciscano de Medina de Rioseco (17), y después «otros lienzos de Olmedo (conventos de Jesús y San Francisco)». Asi se fué formando el Museo valisoletano, como se han formado otros innumerables, siendo de lamentar que en tantos cambios y trastornos se hayan deteriorado o perdido para siempre un número incalculable de obras de arte. Por estos detalles que entresacamos de la Nota histórica del Sr. Agapito y Revilla puede colegirse la riqueza de obras franciscanas que contiene el Museo de Valladolid. Queremos recordarlos aqui para satisfacción de nuestros lectores. Para mayor comodidad de nuestros lectores agruparemos metódicamente, por el asunto y por la procedencia, las diversas obras franciscanas de que hace mención el Catálogo. De la Purisima hay seis estatuas, números 3, 297, 298, 457, 495 у 522, casi todas de madera policromada. La última, que actualmente se halla en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, de Valladolid, es una preciosa obra, atribuída por algunos al gran imaginero y artista Gregorio Fernández. El núm. 270 es un relieve de madera policromada, que representa la Purisima Concepción. Del Seráfico Patriarca San Francisco recuerda tres estatuas, también de madera policromada, números 304, 308, 428. La segunda, «cuya procedencia se ignora, es de gran interés y hasta ha sido atribuida por algún critico al maestro Gregorio Fernández, suponiendo fuera la que inspiró la hermosa obra de Pedro Mena en la Catedral de Toledo, creida por tantos años producción de Alonso Cano. Esta de San Francisco de Asis, de Valladolid, la creemos obra más moderna que las de Gregorio Fernández y nunca de su mano» (pág. 74). De ella trae una reproducción la lámina LXXVII. El núm. 491 reza asi: «San Francisco Ferrer. Estatua. ¿Qué Santo es ese? ¿Será San Vicente Ferrer, San Francisco Javier o cuál? San Pedro Regalado, patrón de Valladolid, tiene cinco estatuas, suponemos que todas de madera policromada, al menos lo son los números 302, 303 y 440. Las otras dos, números 472, que se halla en la ermita de San Isidro, de Valladolid, y 493, que está en la parroquia de San Esteban, de dicha ciudad, no dice el Catálogo sino: «Estatua.» De San Antonio de Padua son los números 68 y 449; suponemos que lo son también del Santo franciscano las estatuas 275 y 301. La lámina XXXVI reproduce la señalada con el núm. 68, llamado San Antonio el obscuro, obra del célebre Juan de Juni. De San Diego de Alcalá hay dos, 439 y 443; una de San Bernardino de Sena, 444, y otra de San Benito de Palermo, la 446; todas ellas de madera policromada. Hay, además, seis estatuas de Santos de la Orden franciscana, procedentes de un retablo de San Diego, números 95-100, y otras cuatro, 424427, que el Catálogo no dice de dónde proceden; suponemos que del mismo convento de San Diego. Por razón de su procedencia, son del convento de San Francisco los números 68, de que ya hablamos, un grupo de siete figuras, 61-67, el Entierro de Cristo que pertenecia al retablo de la capilla de D. Fr. Antonio de Guevara, obispo de Mondoñedo. Son obra de Juan de Juni, en madera, y de todas las imágenes trae el catálogo la reproducción en seis láminas, XXX-XXXV. Proceden asimismo del convento de San Francisco una Sagrada Familia, relieve en nogal blanco, núm. 237, y los otros siete números siguientes, 238-44, que pertenecieron a un retablo, Visita de la Virgen a Santa Isabel, Anunciación, Adoración de los Reyes, Circuncisión, Crucifixión, Descendimiento de la Cruz y Entierro de Cristo. Otro relieve de madera policromada, núm. 250, «San Cosme y San Damián, sustituyendo una pierna de un enfermo por otra sana de un negro», procede de la capilla de San Juan del citado convento. Un crucifijo de marfil, núm. 277, era del convento, y un Retablo gótico flamenco, núm. 531, en nogal blanco, «buena obra del llamado gótico decadente, compuesta de seis asuntos, en figuras redondas y de gran relieve, de la vida de Jesús. Procede de la capilla del Santo Cristo del convento de San Francisco, de Valladolid» (pågina 98) y del conjunto y de algunos detalles son las láminas LXXVIIILXXX. Del convento de San Diego, además de las que ya hemos notado, son dos preciosas estatuas de madera policromada: La Virgen Maria y San Juan, números 101 y 102, láminas XLVII y XLVIII. «Suponemos que estas ocho estatuas (95 a 102, que eran del retablo mayor de San Diego) fueron labradas por Millán Vimecardo, con modelos o dibujos de Pompeyo Leonis (pág. 49), y además un crucifijo, 484, «escultura de Pompeyo Leoni, procedente del remate del retablo mayor del convento de San Diego, pågina 93, que hoy se venera en la iglesia parroquial de Villacarralón (Valladolid). Pertenecian asimismo a dicho convento dos ángeles vestidos de frailes, núms. 411 y 412, de madera policromada, y dos crucifijos de marfil, núms. 280-281. Al convento de los PP. Capuchinos pertenecian las estatuas de la Purisima y de San Miguel, núms. 298 y 300, de madera policromada. «La silleria del convento de San Francisco de Valladolid se estrenó el 4 de Octubre de 1735 y se concluyó el 7 de Diciembre del mismo año. Fué costeada y mandada ejecutar por el Rmo. P. Fr. Juan de Soto, general de la Orden, natural de Valladolid, y ejecutada por Fr. Jacinto Sierra, sacerdote recoleto de la Orden franciscana, hijo del convento del Abrojo› (pág. 63). Se conservan dos grupos de seis sillas de coro cada uno, números 154 y 155; cuarenta y nueve respaldos de sillas de coro, 156-204; veintidós relieves, en forma circular y ovalada, con Santos y Virtudes, 205-226, y ocho estatuitas de Santos, 227-234, todo labrado en nogal blanco. En la iglesia de San Benito el Real de Valladolid hay además otras seis sillas del mismo coro, núm. 521, y en la del Carmen delcalzo (Cementerio), están otras veintitrés sillas corales, diez y seis con copete, procedentes del dicho coro de San Francisco. - P. LUCIO M.a NÚÑEZ. CRÓNICA FRANCISCANA Fragmentos históricos. - Con el titulo Extremeños olvidados. Fray Andrés de Carvajal, arzobispo de Santo Domingo, publicó D. Antonio del Solar en el Noticiero Extremeño 31 Julio 1916, este suelto: «Este ilustre principe de la Iglesia, con sus virtudes y con su talento, supo dar gloria personal al noble apellido que heredó de sus mayores. Nació en Alcalá. Estudió en Alcalá de Henares, en el Colegio de San Pedro y San Pablo, y según dice un antiguo documento 'fue de los primeros que lo llenaron de honra. >> En 1530 profesó en el convento de Francisciscanos de Santa Maria de Jesús, de Alcalá, y su vida en el claustro fué irreprochable; podía ofrecerse de modelo al más austero y ejemplar religioso. Su clarisima inteligencia, avalorada por el estudio perseverante, le convirtieron bien pronto en un hombre de muchas letras», y a esto, unido su fama de santo, justa, mente extendida, obedeció que fuera sorprendido con el alto honor de que lo eligiera por confesor D." Isabel de la Paz, tercera esposa de Felipe II. >> Por influencia de aquella Soberana fué promovido y se vió obligado a aceptar, el obispado de Puerto Rico, cuyas bulas se le expidieron el 2 de Junio de 1567. Al pasar al mundo de la eternidad D." Isabel de Valois, se depositó su cadáver en las Descalzas Reales, y ante él celebró de pontifical Fr. Andrés. Un mes después del fallecimiento de la Reina, el 4 d Noviembre de 1568, se le nombró arzobispo de Santo Domingo. Murió el 7 de Abril de 1579.>> ****En la conclusión del Memorial de Villegas que publica la RHGE. núms. 9 y 10 del año VI, Sept.-Oct. 1917, se hace notar, pág. 433, que <D. Catalina Vello de Acuña fué natural de Madrid, hermana de D. Jo seph Vello de Acuña, Cauallero del Auito de Santiago, que oy posee en aquella Villa y Corte las casas y mayorazgos que fundaron sus abuelos, con capilla propia en el convento de San Francisco». *** En dicho número comienza un luminoso estudio el Marqués de Hermosilla sobre Los grandes linajes españoles, y estudia en primer lugar La Casa de Toledo. Línea de la Casa de Alba, y en él encontramos muchas noticias que interesan a la historia franciscana. «D. Esteban Estebanez, primer alcaide del Alcázar de Sevilla, su primer alcalde mayor y heredero en aquella ciudad, como conquistador; fué padre de D. Rodrigo Esteba nez, alcalde mayor de Sevilla; murió el año 1323. Casó dos veces, y no teniendo hijos de ninguno de los dos matrimonios, dejó sus bienes a Santa Clara de Sevilla» (pag. 445). Tratando en el núm. 11, Nov., de la línea de la Casa de Villafranca, recuerda que D. Maria de Mendoza y Toledo, hija de D. Pedro Alvarez de Toledo y Colonna, V marqués de Villafranca, II duque de Fernandina y principe de Montalbán y de D.a Juana Pignatelli, fué «monja profesa en el convento de La Anunciada, de Franciscanas descalzas, en Villafranca, fundación suya, y en donde murió» (522). En el núm. 12, Dic., pag. 536, hablando de D.a Juana Pérez de Guzmán -el Bueno y Silva, hija del XII duque de Medina-Sidonia, casada con don Fadrique Vicente María José Alvarez de Toledo y Moncada, IX marqués de Villafranca, por cuyo enlace, verificado el 8 de Septiembre de 1720 «entraron más tarde todos los títulos y Estados de la gran Casa de MedinaSidonia en la de Villafranca», dice que falleció el 21 de Noviembre de 1736, habiendo otorgado testamento en Madrid el 9 del mismo mes y año, ante el notario D. Francisco Carrasco, mandando ser enterrada en la iglesia de San Francisco.. *** En el núm. 11 de la citada RHGE, Nov. 1917, comienza Claret un estudio acerca de Los Enríquez, almirantes de Castilla, y recuerda, página 491, que D. Alonso Enriquez, XXV almirante mayor de Castilla y I de los de su linaje, I señor de Medina de Rioseco, Palenzuela, Aguilar de Campos, Villabragima, etc., que nació en 1354 y casó con D.a Juana de Mendoza, llamada en Castilla la Rica hembra, fué sepultado con su mujer «en el monasterio de Santa Clara de Palencia, fundado por ellos. Ella falleció el 24 de Enero de 1431 en Palacios de Meneses; él en el monasterio de Guadalupe en el mismo mes de Enero del año 1429. El primogénito de este matrimonio y sucesor en el almirantazgo fué D. Fadrique Enriquez, que «falleció el 23 de Diciembre de 1473; fué sepultado en Santa Clara de Palencia» (493). Hija de D. Fadrique y de D.a Marina de Ayala Córdoba y Toledo fué D.a Juana Enriquez, reina de Aragón, madre de Fernando el Católico, V de Castilla y II de Aragón; e hijo de D. Fadrique y de su segunda mujer D.a Teresa de Quiñones, fué D. Enrique Enriquez, mayordomo mayor del rey D. Fernando, su sobrino, almirante de Sicilia, etc., que casó con D.a Maria de Luna, hija de D. Pedro, I señor de Fuentidueña. Falleció en Medina del Campo el 17 de Mayo de 1504, y ella en Baza el 5 de Febrero de 1530. «Ambos fundaron en Baza los monasterios de San Jerónimo, para su entierro, San Francisco y Santa Isabel de monjas franciscas, y el hospital de Santiago; en Guadalcanal, el convento de San Francisco; en Villada, el de Santo Domingo; en Veas, el de San Francisco» (494). En el núm. 12, Dic., hablando de D. Alonso Enriquez, II del nombre, III almirante mayor perpetuo de Castilla, dice (pág. 558) «falleció en Valladolid el 19 de Mayo de 1485, sepultado en Santa Clara de Palencia». Hijo de D. Alonso y de su esposa D.a Maria de Velasco, hija de D. Pedro Fernández de Velasco, I conde de Haro, fué D. Fadrique Enriquez. II de nombre, IV almirante mayor de Castilla. «Nació hacia 1457, sucedió a su padre en 1485... falleció el 7 de Enero de 1537, de ochenta años de edad, sin posteridad, sepultado en el monasterio de San Francisco de Medina de Rioseco, fundado por él (559). D. Luis Enriquez de Cabrera, VII almirante mayor de Castilla, III du |