Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Con ese carácter concurrió á la incompleta victoria de Chi-capital de la isla Española apoderándose despues de Cartaclana. Luego pasó con el ejército espedicionario de Blake gena de Indias, reunió en la Habana á fines del siguiente al condado de Niebla, y concurrió, á la cabeza de aquel abrii una fuerza de mas de 4,000 hombres armados, commismo batallon, á las operaciones de Estremadura y á la puesta de 300 soldados que le envió el virey de Méjico célebre batalla de la Albuera, donde ganó con su porte é como auxilio provisional, de los 200 que presidiaban å la intrepidez el ascenso á brigadier en 23 de junio de 14844. capital, de 250 paisanos voluntarios que trajo de varios luHallábase de regreso en Cádiz y destinado al sesto ejército, gares de la isla, y de unos 400 de la Habana y de Guanacuando sin solicitud suya y á propuesta del teniente general bacoa, entre ellos muchos de color que se organizaron en don Juan Ruiz de Apodaca, se le destinó en 12 de febrero compañías. Estas fueron las primeras milicias regulares de 1842 para pasar con él á la isla de Cuba como segundo que se conocieron en la isla, comenzando bajo felices ausen el mando militar y teniente rey de la plaza de la Haba-picios su existencia. Aunque envanecido con recientes na, de cuyos cargos no llegó á tomar posesion hasta el 5 triunfos, cuando en la tarde del 29 del siguiente mayo se de febrero de 1813. Con su presencia no habia desapare-presentó Drake con 46 bageles muy cerca de la Habana, el cido de los cjércitos beligerantes de la Península el recuer-aspecto de aquellas fuerzas y las disposiciones que observó do de los servicios que dejó contraidos; y por ellos recibió para la defensa de la capital, le disuadieron de foda idea el ascenso á mariscal de campo eu la promocion general de de hostilizarla. Luego que supo Lujan que Drake habia 1844 al terminarse la guerra de la independencia. Con este regresado á Europa, licenció a los milicianos voluntarios y carácter desempeñó el mando general de la isla desde 46 devolvió á Veracruz la fuerza destacada de aquella plaza en de octubre hasta fin de 1816, por enfermedad del capitan auxilio de la Habana. general Cienfuegos. Concedióle en 1818 este general el La necesidad de preservar á los puertos mas importande la espedicion militar que pasó á posesionarse de las tes de la América Española de los insultos y sorpresas de plazas y puertos de la Florida que, estando en plena paz, los armamentos estrangeros, determinó á Felipe II á hacer nos habian sorprendido las tropas anglo-americanas. El levantar en la Habana los dos castillos del Morro y de la éxito con que supo desempeñar pacificamente tan espinosa Punta, bajo la direccion del maestre de campo Juan de Tecomision, le mereció la gratitud del gobierno y una enco-jeda y el célebre ingeniero Juan B. Antonelli. En 4592, mienda en la órden de Isabel la Católica, en 20 de octubre antes de estar terminada la fabrica de ambas fortalezas, sc de aquel año. Por enfermedad dei capitan general de Cuba, elevó la guarnicion de la Habana á 6 compañías de á 50 Cagigal, sucesor de Cienfuegos, volvió Echevarri á desem-hombres, destinándose 100 á cada uno de los tres castillos peñar el mando superior de la isla desde 22 de julio hasta que figuran en su escudo de armas desde que fué declara26 de octubre de 1820. Del cargo de subinspector segundo da ciudad en 20 de diciembre de aquel año. Aunque el cocabo de Cuba, fué trasladado en abril de 1824 al de capi-mandante ó castellano, como entonces se decia, de cada lan general y gobernador politico de Yucatan, que desem-cual de sus castillos, era el gefe natural de la fuerza que lo peñó con honor entre las azarosas circunstancias que un año despues arrebataron del dominio español á esa provincia y casi todas las demás posesiones del continente americano. Desde 1824 se fijó en Cádiz el general Echevarri, que á causa de sus achaques ni pidió ni volvió á obtener cargo ninguno, y allí murió en el seno de su familia hácia 1827.

guarnecia, habia un sargento mayor que corria con la parte administrativa é inspectora de las 6 compañías, con el mando de los piquetes que hacian servicio fuera de las fortificaciones, y con muchas de las obligaciones que actualmente corresponden á los tenientes coroneles de infantería y á los sargentos mayores de las plazas de armas. Hasta unos veinte años despues de esa organizacion militar decretada para la Habana en 1589, fueron comandantes del castiEjército y fuerza armada. En Cuba como en las llo de la Punta los capitanes mas antiguos de la guarnicion, demás provincias hispano-americanas, durante la mitad del y los segundos en antigüedad desempeñaron aquel cargo dé siglo que siguió á la ocupacion y conquista, los primeros sargentos mayores juntamente con el mando de sus respeccolonos unieron al de labradores el carácter de soldados. tivas compañías. Cada una de éstas tenia su capitan y su alLos conquistadores del imperio colonial de España, no fi-férez, porque aun no se habian determinado ni el empleo guraron en nóminas ni presupuestos del Estado. Cada cual ni las atribuciones de teniente. segun la clase y puesto que su aptitud ó su valor le seña- En 1607, al crearse el gobierno de Santiago de Cuba laba, sacaba de la comun presa su recompensa, su estipen- con jurisdiccion política separada del de la Habana, aundio. La primera fuerza militar asalariada por el Erario, la que dependiente de la autoridad del capitan general que conoció la isla en 7 de abril de 1556 cuando llegó á la Ha-residia en esta última ciudad, se dotó á aquella de una bana á hacerse cargo de su gobierno el capitan y conquistador de Chiapa, Diego de Mazariegos. Con el llegaron de Veracruz un piquete de 20 arcabuceros mejicanos y 6 cañones de bronce. Durante el gobierno de su sucesor, García Ossorio, se aumentó hasta 60 hombres esa corta fuerza con algunos cansados y aun desertores de la jornada del adelantado Pedro Menendez de Avilés á la Florida. Luego que la conquistó ese caudillo valeroso y se estendió su juris- Tanto aquella guarnicion como la de la Habana, cuyo diccion hasta la isla, hizo ampliar en la Habana las obras número se aumentó provisionalmente con socorros de Vedel castillo de la Fuerza y la dotó de una guarnicion de racruz y Cartagena en varias épocas, siempre que hubo re400 infantes con picas, arcabuces y mosquetes y algunos celos de invasion de armamentos enemigos, se reclutaban bombarderos. El capitan y navegante Fraucisco de Carre- de la manera mas defectuosa y rara vez con peninsulares. ño, uno de sus inmediatos sucesores en el mando de la Cuando no llegaban reclutas de los llamados guachinangos isla, consiguió del rey que se aumentara la guarnicion con de Veracruz y Campeche, ó canarios de Santa Cruz de Teuna compañía mas de enganchados en Veracruz é Islas Ca-nerife, se recurria al arbitrio de enganchar mozos y aun narias; y cuando la marina inglesa empezó á tomar en casados del país, que sin salir de sus domicilios, y aun sin América preponderancia con las atrevidas empresas del cé-abandonar sus oficios ú ocupaciones, tomaban plazas de lebre Francisco Drake, el sucesor de Carreño, Gabriel de soldados de la guarnicion sin que en realidad las sirvieran Lujan, consiguió aumentar la guarnicion veterana con otros durante muchas épocas. Naturalmente el servicio militar 50 hombres de distintas procedencias. A pesar de los apu-de las dos únicas poblaciones guarnecidas en la isla, tenia ros de su época, no se limitó á ese aumento de la fuerza que resentirse de lan defectuoso y desordenado sistema de estipendiada. Al saber Lujan que aquel caudillo con un im- reclutamiento. Algunos gobernadores como don Juan Biponente armamento habia asaltado en enero de 1586 á la trian de Viamonte, don Francisco Orejon Gaston, don José

guarnicion que empezó por el insignificante número de 20 hombres y fue creciendo gradualmente hasta 200. Fijóse en 1622 en 450 el número de plazas de tropa para toda la isla. Despues que en 1655 los ingleses se apoderaron de Jamaica, la guarnicion de Santiago se aumentó hasta 300, divididos en compañías tan cortas como las destinadas á la Habana en 4589.

EJE

de Córdova, don Severino de Manzaneda, en la Habana, aun conservan, los empleos de capitanes y tenientes genedon Pedro Bayona Villanueva y otros, en Santiago, contu- rales, mariscales de campo y brigadieres, amalgamándose vieron aquel desórden con severas medidas represivas; en esta última clase la mitad mas antigua de la de maespero los mas, ya por la irregularidad con que en muchas tres de campo; al empleo de coronel se confirió el mando épocas llegaban los situados de Veracruz para pagar la de cada regimiento; à los empleos de teniente coronel y fuerza armada y para cubrir las otras atenciones públicas, sargento mayor se designaron las atribuciones con que se ya porque el sistema de reclutas necesitase organizarse en han conservado en el resto del siglo XVIII, aunque à meregion mas elevada, tuvieron con frecuencia que pasar por diados del mismo se crease tambien el empleo de comantodo. Por otra parte, eran mezquinos los sueldos de las dante que entró á absorber una parte de ellas, con el manclases militares. El mismo capitan general, aunque condo del batallon en la infantería y del escuadron en la caalgunos emolumentos y derechos de su mando politico por ballería. Sin embargo, en la isla apenas se conocieron esos aquel empleo desde que se creó en 8 de octubre de 4607, progresos, hasta que en 1717 se decretaron para sus corno tenia mas que 2,000 ps. fs. anuales. Cuando en mayo tas guarniciones. A principios de 1748, siendo capitan gede 1629 se aumentó la guarnicion de la Habana hasta 450 neral el brigadier don Gregorio Guazo, se reorganizó la plazas, al sargento mayor se le señalaron 60 ducados men- guarnicion de la Habana en 7 compañías veteranas de á snales de á 44 rs. de plata, 50 al castellano del Morro, 400 hombres de un solo batallon, unidad táctica antigua 400 al año al alcaide de la Punta y 60 mensuales al co-ya en Europa, pero estrenada entonces en aquella plaza. mandante de la Fuerza. El capitan encargado de toda la ar- El servicio de artillería, confusa é imperfectamente desemtillería de la plaza tenia 40 escudos mensuales de á 2 ps. fs., peñado antes por una corta seccion de las antiguas compay era el mejor librado en su clase, porque los demás capi-ñías, se encomendó á una de á 400 hombres dividida en fanes, reducidos al mero mando de sus compañías y con el 4 escuadras de obreros, bomberos, minadores y artillenombre de entretenidos, no tenian mas que la mitad, ni ros. Para el servicio de caballería, desempeñado hasta allí los alféreces mas que 32 ps. fs. mensuales. Los soldados por milicianos montados y voluntarios, se creó en aquel solo tenian 6 ps. fs., y 2 mas de gratificacion los destina- mismo año una fuerza de 30 ginetes, mandada por un cados al servicio de las piezas, que empezaban á llamarse ya pitan y un alférez, que por su escaso número no mereció el artilleros. Los sargentos y los cabos durante casi todo el nombre que recibió entonces de compañía de caballos lisiglo XVII, no tuvieron arriba de 44 ps. fs. los primeros, geros. Sus ginetes recibieron espadas largas y lanzas, y al y 44 los segundos, con sus raciones de galleta y tocino que mismo tiempo botas y sombreros que no eran nada procomo á los demás individuos de tropa se les daban de plus pios para el clima y que por esta causa desaparecieron lueen largas épocas de alarma y de fatiga. Con iguales habe-go. Empezóse entonces á determinar un presupuesto milires y suministros se asistió en esos mismos casos á los mi- tar para la isla en el vireinato de Méjico, que era el centro cuya organi- administrativo encargado de cubrir los gastos públicos de licianos cuando se ponian sobre las armas, zacion anduvo desatendida y demorada desde que por pri-Cuba. Aquel presupuesto, que durante mas de treinta años mera vez se formaron compañías en 4586, cuando el amago y con leves alteraciones continuó rigiendo, fué el que sigue: ya indicado de la invasion de Drake.

yor.

En 4633 el gobernador don Juan Bitrian, en ocasion de Estado mayor de la plaza de la Habana y sus castillos. hallarse la Habana amenazada por armamentos holandeses, organizó por primera vez en 6 compañias de á 100 hom-Batallon de infantería y su plana mabres á todos los de la Habana y Guanabacoa que se encontraron con aptitud y edad para empuñar las armas; y nom- Artilleros. bró capitanes y alféreces á los sugetos de mas viso y posi-Compañía de caballeria. cion y mas capaces de desempeñar esas funciones. Este Dispersos, atrasos y otras atenciones. mismo ejemplo se repitió años despues en Santiago, Ba-Inválidos, oficiales pardos y morenos. yamo y los demás lugares, en cada uno de los cuales se Obras de fortificacion.. creó la fuerza miliciana proporcional al número y recursos del vecindario, con lauzas, picas y ballestas, cuando no habia arcabuzes con que armarla.

[ocr errors]

28,662 ps. 4 t. 6 g.

[ocr errors]
[merged small][merged small][merged small][ocr errors][merged small]

6 >>

[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[merged small][ocr errors][merged small]

8,844

[ocr errors][ocr errors]

56,478

6

[ocr errors]

4,059

2,904

[ocr errors]

Estado mayor de la plaza de Cuba .
Cinco compañias de la antigua dola-

cion...

Artilleros.
laválidos.

368,672 7

[ocr errors][merged small][ocr errors][ocr errors][merged small]

El fusil con piedra de chispa reemplazó con gran venlaja á esas armas en los dominies españoles algunos años despues de desaparecer en España y en Europa; y la bayoneta vino luego en ambos continentes á completar el uso del fusil para la infanteria. La caballería sola, de muy atrás desembarazada de la engorrosa rodela, siguió usando las espadas largas y las lanzas. La infanteria conservó tambien Con aquella corta fuerza se atendió durante muchos sus espadas cortas, aunque con el uso de la bayoneta ya no fuesen absolutamente necesarias. Con grandes defectos to- años á cubrir todo el servicio de una capital amurallada y davia en el vestuario, y sobre todo en la hechura y pesadez de sus dos fuertes esteriores, el de la guarnicion de Santia del nuevo armamento, la reforma general de las prendas go y el de algunos destacamentos en casos necesarios y de ambas clases demostró grandes ventajas inmediatas eventuales. Solo en tiempo de paz, y no llenándose el obsobre las antiguas, así para los movimientos tácticos como jeto completamente en ningun punto, podia comprenderse para las fatigas militares. Pocos años despues fué acompa-ese servicio. Pero tuvo el gobierno en 1725 fundados receñada de otras mejoras que introdujo en los ejércitos de los de un rompimiento con Inglaterra, que ya habia orgaEspaña su reorganizacion bajo el pié y forma en que desde nizado su poder naval en grande escala, y desde luego remediados del siglo XVII habian empezado á ponerse los conoció cuan desproporcionadas eran las guarniciones de franceses. Con la denominacion de tercios desapareció en Cuba á su importaucia militar, por lo cual envió de Cádiz las tropas españolas en 4706, no solo la forma esencial é á la Habana una espedicion de mas de 2,000 hombres, cuyo irregular de esos antiguos cuerpos, sino la de sus planas mando, por muerte del citado Guazo, recayó en el brigamayores. Aquellos se refundieron en unidades tácticas dier marqués de Villahermosa, con absoluta independencia menos numerosas, mas fáciles de mover y administrar, del de la misma clase don Dionisio Martinez de la Vega, llamadas regimientos; y variaron el carácter y la nomen-capitan general de la isla entonces. Estas fuerzas auxiliaclatura de los empleos y grados superiores, aumentándose res regresaron á la Península ó se distribuyeron en varias los inferiores con el de teniente. Creáronse entonces por guarniciones de la América Central, cuando cesaron en primera vez en España y con las mismas atribuciones que 4728 los temores de hostilidades de la marina inglesa que 32

TOMO II.

ya por entonces era superior á la española en el mar de las Antillas.

niente con 60, un alférez con 45, un sargento con 32, 3 cabos con 24, un tambor con 24, y 60 soldados con 22. El Diez años despues, por no desistir los ingleses de sus personal total del arma se compuso de 272 ginetes, contanperpétuas pretensiones de comercio y de sus contínuos con-do los oficiales, con un presupuesto anual de 79,224 ps. fs. trabandos con nuestras provincias de ultramar, no solo incluyendo en esta cantidad una gratificacion de mando se reprodujeron los mismos temores, sino que estalló una de 30 mensuales que se abonaban al capitan mas antiguo formal y larga guerra con la Gran Bretaña. Cuba tuvo por que era entonces el comandante nato de las cuatro. consiguiente que recibir auxilios de fuerza veterana, aun- No terminaremos estas referencias á aquel reglamento que reducidos á piquetes de 200 y 300 hombres que que se mantuvo en vigor hasta despues de la restauracion nuestras escuadras traian de Veracruz ó Cartagena, y vol- de la plaza de la Habana en 1763, sin mencionar la singuvian á llevarse cuando suponian apartado un peligro delar economía que presidió á la organizacion del regimiento invasion. A pesar de esos refuerzos pasageros, cuando el de la Habana. El coronel, además de serlo del regimiento, almirante Vernon en julio de 1742 invadió á la isla por la era capitan privativo de una de las compañías del primer bahia de Guantánamo con mas de 5,000 hombres de des- batallon, reuniendo por los dos cargos 205 ps. fs. mensuaembarco, el gobernador de Santiago no pudo oponerle enles. Igualmente el teniente coronel y los 4 comandantes los primeros instantes mas que 350 veteranos; y todo el peso eran capitanes de las otras 5 compañias del primer batade esta invasion tuvieron que soportarlo las milicias y el llon, aquel con 435 ps. fs. por los dos cargos, y estos con patriotismo de los pocos habitantes de aquel territorio.125 por el mismo motivo. En las compañías de granaderos Púsose en aquella breve campaña en evidencia la prevision el capitan tenia 75 ps. fs. mensuales, el teniente 46, el con que el capitan general Güemes, para suplir desde el subteniente 36, y el alférez 32. Habia 2 sargentos con 48, principio de la guerra á la escasez de la tropa veterana, 4 cabos y un tambor con 13, y 43 soldados con 42. Las habia organizado en todos los pueblos y sus demarcaciones compañías de fusileros se componian todas de un capitan mucho mayor número de compañías de milicianos que el con 70 ps. fs., un teniente con 44, un subteniente con 34, que habia encontrado al tomar el mando en 4734. un alférez con 30, 2 sargentos con 47, 7 cabos con 42, 2 tambores con 13 y 83 soldados cou 44. El presupuesto de todo el regimiento ascendia á 344,400 ps. fs. annales; y el militar de toda la isla con algunas economías luego se redujo sucesivamente en los dos años de 1755 y 56 segun la siguiente distribucion respectiva.

que

de-
ese

Estado mayor de la plaza de la
Habana y sus castillos.
Cuatro batallones de infantería.
Artilleros...
Caballería dragona.
Aumento...

1755

1756

29,570 242,502

32.250 »>»>

250,090 4 »

34,293 32,844 »>»>

70.288

69,996 5 9

20,328

6,204 »

[ocr errors]

7,784

23,283 2 »

45,000

45,000 » »

[blocks in formation]

Terminada á fines de 1747 con escelentes resultados para Cuba aquella guerra, las fuerzas veteranas del país se conservaron aun durante algunos años bajo la escasa planta de 1748. No era posible que subsistieran bajo un pié tan mezquino, cuando ya por aquel tiempo se habian aumentado las atenciones del servicio con indispensables destacamentos á los fuertes de Matanzas, Jagua y Baracoa, levantados durante aquella guerra por disposiciones del mismo Güemes. Tiempo despues de haber sido promovido esc general al vireinato de Nueva España, con autorizacion del gobierno supremo, decretó á principios de 4753 un reglamento para la guarnicion de la Habana, Santiago de Cuba, los destacamentos de la Isla y los de las Floridas pendian de la capitanía general de Cuba. En virtud de reglamento se creó en lugar del antiguo batallon del mis-Reformados é inválidos, sargenmo nombre, un regimiento fijo llamado de la Habana, con tos de milicias y mudas. 4 batallones de á 6 compañias cada uno. De estas compaObras de fortificacion y ponton. ñías habia una de granaderos de á solo 50 hombres, inclu-Para la plaza de Cuba. yendo en este número 2 sargentos y un tambor; y las demas eran de fusileros con 90 hombres, 2 sargentos y 2 tambores cada una. Con aquel solo cuerpo de infantería tan estrañamente organizado, resultó para el servicio una El completo de la fuerza organizada en conformidad fuerza efectiva de 2,080 hombres de tropa, mas que dobie con aquel reglamento, presentaba un total de 2,533 homque la del reglamento anterior. Aumentáronse tambien bres para las tres armas, cuya mayor parte se reclutaban considerablemente las dotaciones de artillería y caballeria. en Canarias. Pero tanto por lo defectuoso del sistema de La antigua compañía de artilleria se reorganizo con un ca- reclutamientos vigente en ese tiempo y muchos años despitan con 75 ps. fs. mensuales, 2 tenientes con 44, 3 sub-pues, como por la tranquilidad que inspiraba á los ánimos tenientes con 34, 3 alféreces con 30, 5 sargentos con 18, una larga paz, no llegó á verse cubierto hasta principios 2 cabos de bombarderos con 46, 7 bombarderos con de 4764, en que el gobierno español tenia ya por seguro 14, 3 minadores con 44, 4 armeros con 20, 4 herre-un nuevo rompimiento con Inglaterra que estalló á prinros con 16, 3 carpinteros con 46, 6 cabos de artilleros concipios del siguiente año.

396,753 436,479 3 9

llegaron un batallón del regimiento infanteria de España, otro del de Aragon, una nueva compañia de artilleria, y meses despues, 2 escuadrones desmontados del regimiento de dragones de Edimburgo. Sin esos refuerzos, la defensa que opuso la plaza de la Habana que carecia entonces de sus fortificaciones mas esenciales, en lugar de durar mas de dos meses, se hubiera reducido à algunos dias contra un armamento inglés de mar y tierra tan considerable como el que la embistió en 6 de junio de 1762. En ese tiempo, menos de 3,000 veteranos, desde la desventajosa posicion del recinto de la plaza, tuvieron que luchar contra un ejército de mas de 46,000 establecidos en posiciones dominantes y artilladas.

16, 2 tambores con 13 y 436 artilleros con 44. Esta sola En el referido de 1764, para completar y aumentar las compañia casi triple que la antigua, presentaba un perso-fuerzas fijas disminuidas entonces por considerables bajas, nal de 484 individuos incluyendo á sus 9 oficiales, y absorbia ella sola 34,020 ps. fs. al año. Su organización basta para esplicarnos cuan confusamente se comprendian cuando se creó, los diferentes servicios del personal y material de artillería é ingenieros, tan exactamente deslindados en el nuestro. No sabemos como hubiera podido determinar el autor de aquel reglamento la diferencia de atribuciones entre dos clases tan semejantes por su representacion y por sus atribuciones como la de subtenientes y alfereces en esta compañía y en el citado regimiento Fijo de la Habana. El arma de caballería, aunque continuando siempre con una fuerza muy desproporcionada à la de infantería, en un clima y un suelo que la llamaban á ser la preferida, recibió en el mismo año un aumento aun mas considerable que la artillería. Se organizaron 4 compañías compuestas cada una de un capitan con 90 ps. fs. al mes, un te

Al recobrarla España á mediados del año siguiente, sus principales precauciones para preservarla de una nueva catástrofe, se fijaron en coronar con soberbias fortalezas

llamado de dragones de Matanzas, y compuesto de un escuadron montado de caballería con 150 plazas, y otro que hubiera mas bien debido llamarse batallon con 450 milicianos fusileros. Ese regimiento conservó esa planta irregular y heterogénea hasta que siendo en 1846 su coronel el autor de este artículo, la varió radicalmente, reorganizándole en los cuatro escuadrones ligeros de que aun sigue componiéndose.

esas mismas posiciones que habian dado la victoria al enemigo. Esa era á la verdad la mejor garantia para otra ulterior defensa. Pero con las fortificaciones parecia tambien natural que se aumentase la guarnicion veterana con proporcion al aumento de servicio que exigian los nuevos puestos. Sin embargo, el conde de Ricla que fue el general que recibió la plaza de los ingleses el 6 de julio, trajo poco mas de 2,000 hombres, la mayor parte del regimiento de Córdoba. Con esa fuerza se reorganizó el Fijo de la Aunque tomase el número primero en su uniforme, al Habana, y pudo completarse luego el regimiento de Lis- de Matanzas que tomó despues el de segundo, siguió en boa que vino tres años despues flaco de fuerza á guarne-antigüedad el regimiento de Voluntarios blancos de cabacer á la isla. lieria de la Habana, que desde su creacion se organizó con Tampoco crecieron entonces como era de esperarse las 650 ginetes, repartidos en tres escuadrones. Desde luego dotaciones militares de Santiago de Cuba, Matanzas, Ja- se nutrió con contingentes de los antiguos partidos y puegua, Batabanó y de los castillejos de Cojimar, la Chorrera blos de Quemados, Guatao, Guajay, San Miguel, Guanay Bacuranao, que habian servido de algo para detener los bacoa, Luyanó, Santiago, Guasabacoa, Prensa de! Usillo, primeros pasos de la anterior invasion inglesa. La guarni-Santa Maria del Rosario, Rio Hondo y Jesus del Monte. cion de Santiago, no pasó de 4 compañías con un corto pi- Las antiguas compañías de color aumentadas desde quete de artillería y otro de ginetes; fuerza insuficiente 4738 por el capitan general Güemes Horcasitas, y que ya para cubrir el servicio en tiempo de guerra, y reprimir el habian prestado escelentes servicios, no solo dentro del contrabando en tiempo de paz. Una compañía fué destina-pais, sino en operaciones esteriores, fueron reorganizadas da al castillo de San Severino de Matanzas, mandado re- en un batallon de 800 hombres que se llamó de Pardos liconstruir en 4764 porque su comandante habia tenido que bres de la Habana. Su cuadro veterano se compuso desde volarlo al evacuarle en agosto de 1762. Un corto piquete luego de un comandante de ejército que con el titulo de se destinó á guarnecer el castillo de Jagua, única defensa subinspector entró á mandarlo, un ayudante mayor y cuatro de un gran puerto ann solitario entonces. Otro menor fué ayudantes veteranos. Creáronse tambien entonces, cada destinado al reducto de la playa de Balabanó, cuya impor- cual bajo la misma planta y fuerza que los del regimientancia se habia reconocido durante la guerra anterior. to de milicias blancas de la Habana, otros tres batallones sueltos; el de Santiago de Cuba y Bayamo con contingentes de ambos territorios, y el de Cuatro Villas nutrido por los de Trinidad, Villa-Clara, Sancti-Spiritus y San Juan de los Remedios. Todos esos cuerpos presentaron durante muchos años completa la fuerza designada por el reglamento que ascendía á 812 ginetes y 5,300 infantes; cuya utilidad se reconoció en todas las frecuentes ocasiones de alarma que ocurrieron en el resto de aquel siglo, y las primeras décadas del actual. Solo con el poderoso auxilio de esas milicias se comprende que en la Habana se pudiese organizar en pocos dias, en julio de 1769, la espedicion que á las órdenes del citado O'Reilly pasó entonces á tomar posesion de la provincia de la Luisiana, seis años antes cedida por la Francia á España. A los 2,056 hombres de tropa de que se compuso contribuyeron las milicias de la capital con cerca de 300; y los demás no hubieran podido estraerse de las cortas guarniciones veteranas de la isla, sin que los cuerpos milicianos cubriesen su hueco en el servicio, como lo cubrieron en aquella y otras muchas ocasiones posteriores.

La fuerza veterana efectiva de las tres armas designada á la isla despues que se recobró su capital, aunque la de infantería se compusiera nominalmente de 2 regimientos en lugar de uno, apenas fue mayor que la del reglamento de 1753. El número de batallones continuó siendo el mismo que anteriormente; porque los cuatro del antiguo Fijo de la Habana, fueron reorganizados en dos en 1764 por el general inspector don Alejandro O' Reilly; y se dispuso desde entonces que viniese de la Península de cinco en cinco años á cubrir las guarniciones de la isla otro regimiento de infantería tambien de á 2 batallones, al paso que se reorganizó la artilleria en 2 compañías, y la caballería en un regimiento llamado de dragones de América, de 2 escuadrones con su coronel, su teniente coronel, 2 comandantes, 4 capitanes, 4 tenientes. 4 alféreces, 2 ayudantes y 2 porta-estandartes.

Pero en realidad, si no se aumentó la fuerza militar entonces, recibió un verdadero refuerzo con la supresion de las guarniciones de Florida, que las tropas de la dotacion de la isla habian tenido que cubrir durante mas de medio siglo. Aquella provincia dependiente de la capitanía general de Cuba, habia tenido que ser cedida por España á la Inglaterra en la paz de 1763 en rescate de la plaza de la Habana; y ya no fué desde aquel año necesario sostener alli, como antes, mas de 700 hombres que absorbia el servicio de sus diferentes fueries y poblaciones,

La adquisicion de aquella provincia, incorporada desde luego à la jurisdicción militar de Cuba, exigió que las tropas de la isla destacasen para guarnecerla casi tanla fuerza como la que años atrás se necesitó para guarnecer á la Florida.

Sin embargo, aquella fuerza veterana despues de la incorporacion de la Luisiana, no pasaba en toda la isla de 3,000 infantes y 300 ginetes.

Por otra parte la defensa militar de la isla ganó mucho durante los años de 1763, 64 y 65, con las disposiciones que adoptaron en esa época el citado conde de Ricla, y el Los sucesos de la nueva guerra que estalló en 4779 con inspector O'Reilly, para la reorganizacion de las milicias la Gran Bretaña, la feliz iniciativa con que la inauguró en bajo una planta, sino perfecta, bastante buena para haber-América don Bernardo Galvez, gobernador de Nueva-Orse conservado intacta hasta hace pocos años. Despues de escribir un reglamento especial para ellas O'Reilly, las organizó en los siete cuerpos que pasamos á esplicar.

El primero con dos batallones de á 800 plazas se llamó regimiento de Voluntarios blancos de infantería de la Habana. Se nutrió con contingentes de la ciudad capital, y de los pueblos y partidos de Guanabacoa, Santa Maria del Rosario, Cojimar, Bacuranao, Corral Nuevo, Rio Piedra, Jiaraco, San Gerónimo y territorio limitrofe. A la de ese regimiento de milicias presidió la formacion de un corto cuadro veterano con que se le dotó, no solo para facilitar esa organizacion primitiva, sino para atender á la instruccion constante de los voluntarios.

Para Matanzas y su territorio se creó un cuerpo misto

leans, apoderándose de porcion de puestos ingleses de Florida, y la necesidad de sostenerle en sus empresas, determinaron en el siguiente año la venida de una numerosa espedicion de tropas de Cádiz á la Habana.

Aunque muy disminuida primero por el escorbuto en una larga navegacion, y despues por el vómito que desplegó todo su furor en aquel año, se componia de 9,000 hombres, de los regimientos peninsulares de infantería de Navarra, Soria, Aragon, Flandes, Hibernia, Guadalajara y Cataluña. Como no es el objeto de este artículo referir las operaciones de estas tropas que en separado libro detallamos, nos limitaremos a decir que con ellas consumó el intrépido Galvez la conquista de las dos Floridas; con ellas se apoderó despues don Juan Manuel de Cagigal de

:

y de ese nombre. No llegaba ni á 500 hombres, aunque el completo de sus nueve compañías debiese constar de 900; y poco mas o menos los dos regimientos fijos con la misma escasez se presentaban en ese tiempo en que dominaba los mares la marina inglesa, y oponía al reemplazo y reclutamiento de las tropas obstáculos constantes. Estando repar

las islas inglesas de Bahama, y con ellas hubiera tambien aquel general recobrado á Jamaica, si la paz de 4783 no hubiese interrumpido sus victorias. Todas aquellas tropas se repartieron en diversas guarniciones ó se licenciaron. Ann cuando no era ya solo á la Luisiana sino á las recien recobradas Floridas á donde habia que atender con las fuerzas veteranas de la isla, no era su aumento de un bata-tida además la poca fuerza veterana en la capital, en SanHon el que correspondia ya al de sus atenciones.

tiago y en dos ó tres cortos destacamentos, los milicianos y la gente armada de los grupos maritimos de poblacion fueron los que con su valor y buen espiritu los defendieron con frecuencia de insultos enemigos en toda aquella época de alarma.

Cierto fué que para cada uno de aquellos dos distritos ultramarinos de la capitanía general de Cuba, se habia creado un regimiento fijo con el nombre de su respectivo territorio. Pero no le fué menos, que habia casi continuamente que acudir desde la Habana á las urgencias de los En 1808 se terminó una infeliz y pesada guerra con los puestos militares de aquellas dos provincias, siempre mas ingleses para emprenderse otra inmediatamente con la ómenos hostilizados por la ambicion de los anglo-ameri-Francia. Si en Europa tuvo España á costa de heróicos sacanos; porque el primer uso que hicieron de su indepen-crificios para asegurar su independencia que enseñar á las dencia fué intentar la absorcion de aquellos dominios à la demás naciones el modo de destruir el colosal poder de potencia, que mas les habia ayudado á conseguirla. Bonaparte, su grande Antilla á mas de 4,300 legnas de la Aquella reunion de fuerzas en la Habana no habia sido escena donde luchaban dos grandes naciones, ayudó á las mas que una disposicion tan transitoria como los sucesos necesidades de su metrópoli durante los seis años de aquede todas las guerras. Solo permaneció en Cuba el regimien-lla inmortal guerra con sus sacrificios pecuniarios, y no to de España sin reemplazar sus muchas bajas, distribu-distrajo ningunas fuerzas de la defensa del suelo nacional, yéndose en diferentes destinos todos aquellos cuerpos des-porque fué la única provincia americana que teniéndolas pues de la paz de 4783. Lejos de aumentarse las fuerzas muy cortas, resplandeció por su fidelidad, cuando la quefijas del pais, el gobierno resolvió suprimir los costosos re-brantaban las demás posesiones de ultramar. levos del regimiento peninsular que con el Fijo de la Haba- Durante aquel período de prueba no recibió refuerzo na componia su dotacion de infanteria, y ordenó al capitan alguno. No llegó con tal carácter en diciembre de 4844, general don José Ezpeleta en 4788 que crease otro cuerpo sido para reemplazar á los cumplidos, un batallon llamado fijo para la isla. Le organizó en efecto bajo sus auspicios segundo de americanos, enviado de Cádiz y que no llega en el mismo año de 4788 y en el de 89, el subinspector donba á 800 plazas efectivas que se distribuyeron inmediataDomingo Cabello con el nombre de regimiento de Cuba, y mente en los demás cuerpos para completarlas. De la Pecon tres batallones de á 800 hombres reclutados en su ma- ninsula, invadida entonces por los ejércitos franceses, no yor parte por gente de Canarias. habia que esperar refuerzo de gente en aquel tiempo, y soA la de aquellos dos regimientos de la Habana y Cuba lo se recibieron de tarde en tarde reclutas de Canarias, merse reducia la fuerza veterana de infantería de la isla, cuan-ced á la proteccion de la marina inglesa. do estalló en 4793 un rompimiento con la República fran- Pero en esa época, además de conservarse las milicias cesa, seguido de una guerra no solo sangrienta por el cho-bajo la planta formada medio siglo antes por O'Reilly, is que de las armas, sino mucho mas peligrosa que todas las fuerza armada popular tomó todo el crecimiento que perprecedentes por el de las opuestas teorías y principios de mitia la poblacion. Desde que supo en 4808 el capitan gelas dos potencias beligerantes. Dos batallones de los regi-neral marqués de Someruelos la cautividad de la familia mientos de Mejico y de Puebla pertenecientes al vireinato real de España y su invasion por Bonaparte, armó á toda de Nueva-España, tuvieron que auxiliar en 1794 á las Anti- la población masculina de la isla. En 4764 O'Reilly habia llas españolas, y llenar en Cuba los huecos que habian de- discurrido y reservado para casos de conflicto estraordinajado en su servicio militar la espedicion de don Gabriel rio, la planta de unas compañías llamadas urbanas en vade Aristizabal contra la parte francesa de Santo Domingo, rios pueblos y territorios, cuya situacion no se adaptaba á y la dificil campaña que bubo de sostener en aquella isla. que contribuyesen con sus contingentes para los regimienHecha la paz con Francia en 4795, Cuba volvió á que-tos y batallones sueltos de milicias que organizó entonces; darse con sus dos regimientos fijos y las tres compañias y solo en raros casos habia podido prestar algun servicio de infantería ligera, destinadas al servicio de destacamen-aquella fuerza casi imaginaria. No solo las puso Someruetos. No creció tampoco su dotacion veterana durante otra les sobre las armas y completas, sino que las reforzó con veguerra con la Gran Bretaña que empezó á fines de 4796, y cinos pardos y morenos uniformados en todos los puntos. fue mas larga y desgraciada que todas las anteriores. Sin Con el titulo de compañías urbanas de Fernando VII creó sufrir Cuba en ella ninguna invasion séria, pero temiéndo-además en la Habana otras de naturales de cada provincia sela siempre y sirviendo de escena á multitud de hostilida- de la Península: medida que hubiera ocasionado en Cuba des de suceso vário muchos puntos de sus costas, no bastó que estuvieran sobre las armas todas sus milicias durante largas épocas para suplir á la escasez de fuerza veterana. En la Habana, en Santiago, en Trinidad y en otros pueblos hubo que armar tambien compañías de vecinos voluntarios que hicieron el servicio militar en varias ocasiones, desde que en 4797 permitió su creacion el capitan general conde de Santa Clara. Hallábanse enteramente terminadas las principales fortificaciones de la capital y nada habia que temer para la Habana, flanqueada por soberbias fortalezas y guarnecida por algunos batallones y por una poblacion mascu- divisiones. La primera compuesta de 6 se nutrió en los lina tan numerosa como resuelta á la defensa de su pabe- partidos de Guanabo, Jaruco, Rio Blanco, Casiguas, y Tallon y sus hogares. Pero hubo siempre que temer en todos paste. La segunda de 3 en los de San José de las Lajas, los pueblos maritimos de la isla que carecian de fortifica-Guines y Babajagua; la tercera de 5, en los de Quivican, ciones que los protegiesen.

En 1802, despues de cedida á Francia la Luisiana, y de vendida esta provincia por aquella nacion á los EstadosUnidos, vino á reforzar á las tropas de Cuba uno solo de los tres batallones del regimiento fijo de aquel territorio

tan malas consecuencias como en otras posesiones, sino hubieran sido entonces unos mismos el espíritu y los fines de todos sus habitantes. Esta fuerza popular, apenas fué mas duradera que las circunstancias que aconsejaron su creacion.

Pero en los partidos rurales se creó luego en 1812 otra mayor y mejor concebida, que sirvió de aumento á las milicias fijas del Reglamento de 4764. Compúsose de unas compañias llamadas rurales de Fernando VII que fueron primero 17 y luego 49, todas de á caballo y divididas en

Bejucal, Balabanó, Managua y San Antonio de las Vegas: y la cuarta de otras 5, en los pueblos y partidos de San Antonio Abad, Santiago, Guanajay, Pinar del Rio y Consolacion del Sur. Aquel aumento esclusivo para las milicias de caballería, era una prueba de la necesidad de dárselo á

« AnteriorContinuar »