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conducian á la alta magistratura. Por lo mismo que los cargos eran honoríficos, solo los ricos podian aspirar á ellos. La aristocracia que dominó en el senado hasta las guerras púnicas no era tampoco una aristocracia de nobles, sino de optimates ó ricos. A veces una sola familia poderosa monopolizaba en sí las primeras magistraturas del Estado y dominaba en todas las votaciones. Esto sucedió primero con la familia de los Magones, despues con la de los Barcas ó Barcinos. Durante las guerras púnicas adquirió gran preponderancia el poder popular. Habia un tribunal de ciento, que juzgaba á los suffetos, á los generales y á todos les magistrados. Este tribunal salvó á la república de toda tentativa de trastorno (1).

Cartago, guerrera y couquistadora, tenia todas sus colonias sujetas á la metrópoli, que era su cabeza y su corazon, y el centro de su vitalidad, donde confluian las riquezas de todas; consistian estos principalmente en la agricultura y el comercio, en los productos de las minas y en los derechos de aduanas. Sus impuestos eran crecidos, y los exigian con inexorable rigor. Hasta las guerras y las conquistas era un objeto mercantil para aquellos especuladores. Los soldados eran pocos; servíanse de mercenarios reclutados en todas las naciones, y sabiendo lo que costaba cada soldado griego ó campanio, galo ó español, cal

(1) Aristot. Política.

culaban el fruto de una conquista por el coste de la campaña. Así no es estraño encontrarlos codiciosos, avaros y egoistas, sin generosidad, sin compasion y sin fé; que se cuidaran poco de la santidad de los juramentos y del fiel cumplimiento de los tratados, y que la fé púnica adquiriera aquella celebridad que se hizo proverbial (1). Cuando hicieron la paz con Roma despues de la derrota de Zama, sufrieron con resignacion las condiciones más humillantes; mas vencido el primer plazo del tributo, los senadores lloraban al entregar su dinero, y Anibal se echó á reir demostrando cuán despreciable era para él aquel senado de mercaderes.

Dedicada Cartago exclusivamente al comercio y á la guerra, no eran las letras las que prosperaban allí. Aunque se encuentra citada en los autores antiguos alguna otra obra púnica, puede decirse que la única que se ha conservado es el Periplo de Hannon, ó sea la relacion de la expedicion marítima que de órden del senado hizo este marino desde España por la costa occidental de Africa como unos 500 años antes de J. C. en la primera estancia de los cartagineses en la Bética, cuyo libro se colgó en el templo de Saturno de Cartago (2).

(1) Heeren, sobre el comercio y la política de los cartagineses. (2) El sábio español conde de Campomanes, habiendo proyectado escribir la historia de la marina española, compuso, como para que

le sirviese de introduccion, una obra titulada: Antigüedad maritima de la república de Cartago, con el Periplo de su general Hannon Iraducido del griego. Precédela un Prólogo y Discurso literario sobre

Adoraban los cartagineses, además de los dioses fenicios y libios, algunas divinidades griegas ó helénicas, cuyas estátuas colocaron en el templo de Dido ó Elisa, á quien tributaban culto divino. Pero hasta en las ceremonias y solemnidades religiosas predominaba la fria crueldad de aquel pueblo. Ofrecian á Moloch ó Saturno sacrificios humanos en épocas fijas; á veces eran víctimas ilustres é inocentes: en una ocasion viendo al enemigo cerca de sus muros, sacrificaron, para aplacar la cólera de los dioses, cien jóvenes escogidos entre las familias más distinguidas: y hallándose Anibal en Italia, recibió la noticia de haber sido señalado su hijo para el sacrificio anual.

Por fortuna este pueblo desapareció sin dejar rastros de su existencia. En España no dejó ni una institucion ni un monumento artístico: pasó su dominacion como un pálido meteoro. Solo edificaron castillos y plazas fuertes, y los españoles aprendieron de los cartagineses á guerrear con más arte.

Los fenicios y los griegos fueron los que ejercieron más influencia intelectual y moral en las costas meridional y oriental de la Península en que se asentaron, y cuyos moradores eran ya por la benignidad misma del clima menos fieros que los del resto de España, y recibian con menos esquivez las ideas y principios

dicho Periplo. A esta obra debió el ilustre Campomanes el honor de ser admitido académico en la

clase de estrangeros en la eal Academia de Inscripciones y Buenas letras de París.

civilizadores de sus huéspedes. Pero no olvidemos que estas comarcas no constituian la España entera, y que aun conquistados estos paises por las armas romanas, toda la parte occidental y septentrional de la Península se mantenia independiente y libre, y sus habitantes conservaban toda la fiereza primitiva, todas las costumbres rústicas y groseras que hemos descrito en el capítulo primero de este libro.

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Cambio de conducta de los romanos para con los españoles.-Levántanse de nuevo Indibil y Mandonio.-Su muerte.-Guerra nacional.—Caton el Censor en España.-Su crueldad en la guerra.-Destruye cuatrocientos pueblos.-Division de la España en Citerior y Ulterior.-Reprodúcense las insurrecciones.-Idea que se tenia en Roma de España. -Sórdida avaricia de los pretores.-Sus violencias y exacciones.Sempronio Graco.-Su probidad y desinterés.-Estafas de Furio Philon. Es aeusado al senado por sus latrocinios.-Partido español que se forma en el senado.-Primeras concesiones políticas que obtienen los españoles.-Colonias romanas en España.-Carteya.—Córdoba.— Causas de la prolongacion de la guerra.-Apuros del pretor Fulvio. -El cónsul Marcelo.-Escipion Emiliano.-Crueldades y alevosías de Lúculo y Galba.-Matanzas horribles.-Indignacion de los españoles.

Lanzados de España los cartagineses y campando ya solas y sin rivales las águilas romanas, parecia que los españoles tenian derecho á esperar de los que se

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