La Araucana su autor don Alonso de Ercilla y Zúñiga, Volúmenes3-4Libreria de Ramos, 1821 |
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La Araucana: poema de Alonso de Ercilla y Zúñiga, Volumen2 Alonso de Ercilla y Zúñiga Vista completa - 1911 |
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 92 - Hecha la confesión como lo he escrito Con mas rigor y priesa que advertencia Luego á empalar y asaetearle vivo Fue condenado en pública sentencia : No la muerte y el término excesivo Causó en su gran semblante diferencia, Que nunca por mudanzas vez alguna Pudo mudarle el rostro la fortuna. Pero mudóle Dios en un momento Obrando en él su poderosa mano, Pues con lumbre de fe y conocimiento Se quiso bautizar y ser cristiano...
Página 93 - Luego llegó el verdugo diligente, que era un negro gelofo, mal vestido, el cual viéndole el bárbaro presente para darle la muerte prevenido, bien que con rostro y ánimo paciente las afrentas demás había sufrido, sufrir no pudo aquella aunque postrera, diciendo en alta voz de esta manera: "¿Cómo?
Página 94 - Que aunque ensaye su fuerza en mí de tan[tas maneras la fortuna en este día acabar no podrá que bruta mano toque al gran general Caupolicano.
Página 95 - No el aguzado palo penetrante, Por más que las entrañas le rompiese, Barrenándole el cuerpo, fue bastante A que al dolor intenso se rindiese: Que con sereno término y semblante, Sin que labio ni ceja retorciese, Sosegado quedó de la manera Que si sentado en tálamo estuviera.
Página 38 - Según el mar las olas tiende y crece, Así crece la fiera gente armada; Tiembla en torno la tierra y se estremece De tantos pies batida y golpeada; Lleno el aire de estruendo se escurece Con la gran polvoreda levantada, Que en ancho remolino al cielo sube Cual ciega niebla espesa o parda nube.
Página 157 - Y yo que tan sin rienda al mundo he dado el tiempo de mi vida más florido, y siempre por camino despeñado mis vanas esperanzas he seguido visto ya el poco fruto que he sacado y lo mucho que a Dios tengo ofendido, conociendo mi error, de aquí adelante será razón que llore y que no cante.
Página 156 - ... y al cabo de tan larga y gran jornada hallo que mi cansado barco arriba de la fortuna adversa contrastado lejos del fin y puerto deseado.
Página 126 - Pero luego nosotros, destruyendo todo lo que tocamos de pasada, con la usada insolencia el paso abriendo' les dimos lugar ancho y ancha entrada; y la antigua costumbre corrompiendo, de los nuevos insultos estragada, plantó aquí la cudicia su estandarte con más seguridad que en otra parte.
Página 122 - Quien muchas tierras ve, ve muchas cosas que las juzga por fábula la gente y tanto cuanto son maravillosas el que menos las cuenta es más prudente: y aunque es bien que se callen las dudosas y no ponerme en riesgo así evidente, digo que la verdad hallé en el suelo, por más que afirmen que es subida al cielo.
Página 154 - Y un campo abierto , fértil y espacioso : Que la ocasión dichosa y suerte buena Vale mas que el trabajo infructuoso , Trabajo infructuoso como el mió, Que siempre ha dado en seco Y en vacio.