Elementos de gramática castellana: con algunas nociones de retórica, poética y literatura españolaA. Vicente, 1849 - 400 páginas |
Otras ediciones - Ver todas
Términos y frases comunes
Ablativo abrasado ó hubiera accion acento adjetivos adverbios afirma afirmacion alabar amar amor atributo canta castellano Cervantes cion clase clasificacion combinacion comparacion complemento de régimen complemento directo compuestos conjuncion consiste Dativo debe demas denotar designan despues determinativos diccion dice discurso diversas Ejemplo elipsis emplea para indicar época equivale especies Espronceda estilo expresa femenino figuras frase fueran abrasados género Genitivo Gramática guna habia habria hubiera abrasado hubiera de abrasar hubiera sido abrasado hubiere idea Idem idioma castellano iera iera incomplejo interjecciones latin lengua lenguaje letras llama Martinez modificativo modo mundo nombre nominal objeto oratoria palabras pasado continuativo pasado final pensamiento persona pleonasmo Plur plural poesía positivo posterior del pasado pronombres proposicion prosodia relacion Rosa sentido sicion significacion signos siguientes sílabas simple simultáneo futuro simultáneo indeterminado simultáneo pasado simultáneo presente Sing singular sintáxis subordinativo sugeto sujeto supositivo sustantivo tambien temer terminacion términos tivo verbo versos vocales Vocativo voces
Pasajes populares
Página 347 - Un soneto me manda hacer Violante, que en mi vida me he visto en tal aprieto; catorce versos dicen que es soneto, burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante y estoy a la mitad de otro cuarteto, mas si me veo en el primer terceto no hay cosa en los cuartetos que me espante. Por el primer terceto voy entrando, y aun parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando.
Página 354 - ¿Qué se hicieron las damas, sus tocados, sus vestidos, sus olores? ¿Qué se hicieron las llamas de los fuegos encendidos de amadores? ¿Qué se hizo aquel trovar, las músicas acordadas que tañían? ¿Qué se hizo aquel danzar, aquellas ropas chapadas que traían?
Página 355 - ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía, cuando en aqueste valle al fresco viento andábamos cogiendo tiernas flores, que había de ver con largo apartamiento venir el triste y solitario día que diese amargo fin a mis amores?
Página 330 - Fabio, las esperanzas cortesanas prisiones son do el ambicioso muere y donde al más astuto nacen canas. El que no las limare o las rompiere, ni el nombre de varón ha merecido, ni subir al honor que pretendiere.
Página 332 - Pura, encendida rosa, émula de la llama que sale con el día, ¿ cómo naces tan llena de alegría si sabes que' la edad que te da el cielo es apenas un breve y veloz vuelo ? Y no valdrán las puntas de tu rama ni tu púrpura hermosa a detener un punto la ejecución del hado presurosa.
Página 307 - ... hállela encantada y convertida de princesa en labradora, de hermosa en fea, de ángel en diablo, de olorosa en pestífera, de bien hablada en rústica, de reposada en brincadora, de luz en tinieblas, y finalmente de Dulcinea del Toboso en una villana de Sayago.
Página 347 - ... aprieto : catorce versos dicen que es soneto; burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante, y estoy a la mitad de otro cuarteto; mas si me veo en el primer terceto, no hay cosa en los cuartetos que me espante. Por el primer terceto voy entrando, y aun parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando.
Página 364 - Y es este un noble , Arnesto ? ¿ aquí se cifran Los timbres y blasones ? ¿ De qué sirve La clase ilustre , una alta descendencia , Sin la virtud ? Los nombres venerandos De Laras , Tellos , Haros y Girones ¿Qué se hicieron? ¿qué genio ha deslucido La fama de sus triunfos? ¿Son sus nietos A quienes fia su defensa el trono?
Página 44 - Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando...
Página 315 - Toca el rabel -sonoro, Y el inmortal dulzor al alma pasa, Con que envilece el oro, Y ardiendo se traspasa Y lanza en aquel bien libre de tasa. ¡Oh son, oh voz, siquiera Pequeña parte alguna descendiese En mi sentido, y fuera De sí el alma pusiese Y toda en ti, oh amor, la convirtiese! Conocería dónde Sesteas, dulce Esposo, y desatada De esta prisión a donde Padece, a tu manada Junta, no ya andará perdida, errada.