Almanaque illustrado de la prensa

Portada
1929
 

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 54 - La mujer hermosa y honrada cuyo marido es pobre merece ser coronada con laureles y palmas de vencimiento y triunfo. La hermosura, por sí sola, atrae las voluntades de cuantos la miran y conocen, y como a señuelo gustoso se le abaten las águilas reales y los pájaros altaneros...
Página 130 - La niebla al extenderse en el vacío Le da al paisaje mustio un tono incierto Y el follaje do huyó la savia ardiente Tiene un adiós para el verano muerto Y un color opaco y triste Como el recuerdo borroso De lo que fué y ya no existe.
Página 41 - Vuesa Merced, señor Cervantes, ponga tasa al beber, no olvidándose de comer, que con esto sanará sin otra medicina alguna. -Eso me han dicho muchos -respondí yo-; pero así puedo dejar de beber a todo mi beneplácito, como si para sólo eso hubiera nacido.
Página 54 - Mira que no hay joya en el mundo que tanto valga como la mujer casta y honrada, y que todo el honor de las mujeres consiste en la opinión buena que dellas se tiene...
Página 130 - Guardan, con un aroma de secreto, Viejas cartas de amor, ya desteñidas, Que obligan a evocar tiempos mejores, Y ramilletes negros y marchitos, Que son como cadáveres de flores Y tienen un olor triste Como el recuerdo borroso De lo que fue y ya no existe.
Página 128 - Tuve otras cosas en que ocuparme; dejé la pluma y las comedias, y entró luego el monstruo de naturaleza, el gran Lope de Vega, y alzóse con la monarquía cómica.
Página 60 - ... último sirviente; reía oportuno, estaba cuidadoso de que se atendiese a todo el mundo, promovía conversaciones joviales, y después de encender, callaba, disfrutando de la conversación de los demás, y siendo el primero en admirar a los otros. Jamás le oí difamar a nadie, y en cuanto a modestia, no he conocido a nadie que le fuera superior.
Página 44 - Ojos cuyo amor anhelo porque alegra cuanto alcanza, ojos color de esperanza con lejanías de cielo. Ojos que al través del velo radian bienaventuranza, mi alma a vosotros se lanza en alas de la embriaguez, miradme una sola vez, 110 ojos color de esperanza. Cese ya vuestro desvío, ojos que me dais congojas, ojos con aspecto de hojas empapadas de rocío.
Página 98 - América, América! ¡Todo por ella; porque todo nos vendrá de ella, desdicha o bien! Somos aún México, Venezuela, Chile, el azteca-español, el quechúa-español, el araucano-español; pero seremos mañana, cuando la desgracia nos haga crujir entre su dura quijada, un solo dolor y no más que un anhelo.
Página 125 - Aunque fueron los días que estuve pocos, con la fuerza que hacían en mi corazón las palabras de Dios, así leídas como oídas, y la buena compañía, vine a ir entendiendo la verdad de cuando niña, de que no era todo nada, y la vanidad del mundo, y cómo acababa en breve, ya temer. si me hubiera muerto, cómo me iba al infierno; y aunque no acababa mi voluntad de inclinarse a ser monja, vi era el mejor y más seguro estado, y así poco a poco me determiné a forzarme para tomarle.

Información bibliográfica