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obligó á unos y la conveniencia á otros á celebrar el pacto de entrega bajo las bases y condiciones siguientes: Que las puertas de la ciudad, el alcázar, los puentes, y la huerta llamada del Rey, serian entregadas á Alfonso; que el rey musulman podria ir libre á Valencia; que los árabes quedarian én llbertad de acompañar á su rey, llevando consigo sus haciendas y menage; que el rey don Alfonso le ayudaria á cobrar la ciudad y reino de Valencia; que á los que permaneciesen en la ciudad les serian respetadas sus propiedades; que la mezquita mayor quedaria en su poder para seguir teniendo en ella su culto; que no se les impondrian mas tributos que los que antes pagaban á sus reyes; y que se les conservarian sus jueces propios ó cadíes para que les administrasen justicia conforme à las leyes de su nacion. Prestáronse por una y otra parte los juramentos de cumplir este tratado, de que se hicieron cuatro ejemplares en árabe y en latin, y que firmaron ambos reyes con los principales funcionarios eclesiásticos, militares y civiles de uno y otro.

En su virtud entró Alfonso triunfante en la ciudad de Toledo el dia 5 de mayo de 1085, dia de San Urbano; y el rey Yahia Al Kadir con sus principales oficiales salió para Valencia llevando consigo sus mas preciosos tesoros. Asi volvió la gran ciudad de Toledo á poder de los reyes cristianos despues de trescientos setenta y cuatro años cumplidos que estaba bajo el dominio sarraceno, desde que se apoderó de ella el berberisco Tarik ben Zeyad hasta su reconquista por Alfonso VI. El rey cristiano fijó por algun tiempo sus reales fuera de la poblacion, hasta que bien seguro del favor popular y de que no tenia nada que temer de la poblacion musulmana, que era mucha ocupó el alcázar con toda su córte y desde entonces volvió á ser Toledo la capital del imperio cristiano como en tiempo de los godos (1).

Ayudaron al rey de Castilla en ésta gloriosa conquista tropas auxiliares de Aragon, y hasta aventureros y caballeros principales de Francia, que espontáneamente acudieron á tomar parte en una empresa cuya fama se extendia por toda la cristiandad, y veremos mas adelante cómo algunos de ellos fueron señaladamente protegidos en España y se enlazaron con las princesas reales de Castilla, y fueron después troncos de dos familias de reyes. Hallábanse con Alfonso y entraron con él en Toledo la reina doña Constanza, sus hermanas doña Urraca y doña Elvira, los mas distinguidos condes y caballeros de la nobleza castellana y leonesa, entre ellos el ilustre Rodrigo Diaz, el strenuus miles de las antiguas crónicas, que al decir de algunos his

(1) Rod. Tolet. lib. IV.-Conde, cap. 8. -Luc. Tnd. p. 100.-Chron. Lusit. p. 405.➡

Tumbo negro de Santiago.-Becerro de Sabagun, fol. 59.

toriadores, fué el primero que con su pendon entró en la ciudad, y á quien el rey dió, aunque poco tiempo, su gobierno (1). Aseguró con esto don Alfonso todo lo que hay desde Atienza y Medinaceli hasta Toledo, y desde esta ciudad hasta Plasencia, Coria y Ciudad Rodrigo, cuyas principales poblaciones hasta veinte y seis enumera con sus nombres el arzobispo cronista (2). Recobrada Toledo al cristianismo, y deseando Alfonso volverle su antigua grandeza religiosa, congregó en concilio los obispos y próceres del reino, en el cual se restauró la antigua silla metropolitana y se eligió para ella al abad de Sahagun Bernardo, de nacion francés, monje de Cluni que habia sido en su patria, y protegido por la reina Constanza, francesa tambien (1086); varon de buen ingenio y que gozaba de aventajada reputacion por su doctrina y sus costumbres, pero mas celoso por la religion que discreto y prudente á lo que se vió luego. El rey dotada la iglesia con gran número de villas y aldeas, de huertas, molinos y campos para la sustentacion de su culto y de sus ministros, habíase partido para Leon, donde le llamaban atenciones urgentes. Entretanto el nuevo arzobispo, ó por hacer mérito de su cclo, ó porque en realidad considerase afrentoso para los cristianos el que los infieles siguieran poseyendo el mejor tem; lo de la recien conquistada ciudad, una noche de acuerdo con la reina Constanza y acompañado de operarios y gente armada hizo derribar las puertas, despojar y purgar el templo de todo lo que pertenecia al culto muslimico, poner altares á estilo cristiano, y colocar en la torre una campana que mandó tañer para convocar al pueblo á los oficios divinos. Indignó tanto como era natural á los musulmanes ver tan pronto y de tal manera violada una de las condiciones de la capitulacion, por la cual se habia estipulado dejarles el uso de aquel templo, y como aun constituian la mayoría de la poblacion estuvo á punto de moverse un alboroto que hubiera puesto nuevamente en riesgo la ciudad. Contúvolos por fortuna la esperanza de que el rey anularia lo hecho por el arrebatado arzobispo. Irritó en efecto tanto á Alfonso la noticia de aquella accion, que desde Sahagun, donde se hallaba, partió con la mayor velocidad á Toledo, resuelto á escarmentar al arzobispo y á la reina misma como quebrantadores del solemne pacto celebrado por él con los árabes. Los principales vecinos de Toledo, sabedores del enojo del rey, saliéronle al encuentro en procesion y cubiertos de luto. Los mismos musulmanes, calculando ya mas tranquilos las graves consecuencias que habrian de esperimentar de llevarse adelante cl rigoroso castigo con que el rey amenazaba, salieron tambien á recibirle, y

(4) Sandoval, Cinco Reyes, p. 227 cd. de (2) De Reb, Hisp. lib. VI, c. 23.

1792.

uniendo sus súplicas á las de los cristianos, arrodillados todos intercedieron con lágrimas y razones en favor del arzobispo y de la reina. Costóles trabajo ablandar el ánimo irritado de Alfonso, pero al fin hubo de ceder á tantos ruegos, y otorgado el perdon hizo su entrada en Toledo, donde con tal motivo se trocó en dia de regocijo y gozo el que se temia que fuese de luto y llanto. Desde entonces la que habia sido por largos siglos mezquita de mahometanos quedó de nuevo convertida en basílica cristiana para no dejar de serlo jamás, y se ordenó que en memoria de tan señalado beneficio se celebrára cada año el 24 de enero solemne festividad religiosa en nomb e de Nuestra Señora de la Paz.

Con la conquista de Toledo variará sensiblemente la posicion de los dos pueblos beligerantes. Privado de aquel fuerte apoyo el uno, contando el otro con un nuevo y avanzado baluarte, el puebo musulman irá ya en declinacion, el pueblo cristiano tomará una actitud imponente y vigorosa. La España cristiana sufrirá tambien desde esta época modificaciones esenciales, no solo en lo material, sino tambien en lo moral, en lo religioso y en lo político. Desde la conquista de Toledo comenzará una nueva era para la monarquía castellana: por eso la consideramos como una de las líneas que marcan los límites del primer período de los tres en que hemos dividido la historia de la edad media de España. Antes, sin embargo, de bosquejar el cuadro que presentaba el estado social de la Península en el siglo que comprende la narracion de los sucesos que llevamos referidos en este volúmen, veamos lo que hasta esta fecha habia acontecido en los demás reinos crist anos,

CAPITULO XXIV

ARAGON.---NAVARRA.-CATALUÑA.

RAMIRO.—LOS SANCHOS.-RAMON DERENGUER.

De 1035 á 1095.

Ramiro I. de Aragon.-Estrechos límites de su reino.-Frustrada tentativa contra su hermano García de Navarra.-Hereda lo de Sobrarbe y Ribagorza por muerte de su hermano Gonzalo.-Toma algunas plazas á los sarracenos.-Concilio de San Juan de la Peña.-Idem de Jaca.-Testamento de Ramiro 1.-Errores en que nuestros bistoriadores ban incurrido acerca de su muerte, y cuéntase como fué ésta.-Sancho Ramirez.Conquista á Barbastro-Relaciones entre los tres Sanchos, de Aragon, Navarra y Castilla.-El cardenal legado del papa, Hugo Cándido.-Cuando se abolió en Aragon el rito gótico y se introdujo el romano.-Negociaciones con Roma.-Muere asesinado Sancho Garcés de Navarra, y se unen Navarra y Aragon en Sancho Ramirez.-Campañas de Sancho Ramirez con los árabes.-Condado de Barcelona.-Ramon Berenguer I. el Viejo. Resultados de su prudente y sábio gobierno.-Ensancha los límites de su estado.-Reforma eclesiástica: concilio de Gerona.-Córtes de Barcelona: famosas leyes llamadas Usages.—Auxilia al rey musulman de Sevilla.-Estension que en su tiempo adquiere el condado de uno y otro lado del Pirineo.-Muere asesinada su esposa la condesa Almodis.-Afliccion del conde y su muerte.-Heredan el condado pro indiviso sus hijos.-Hace asesinar Berenguer á su hermano Ramon, llamado Cabe a de Estopa. -Queda con la tutela de su sobrino y con el gobierno del Estado.-Causas por qué se suspende esta narracion.

En nuestro prólogo advertimos ya que en las épocas en que estuvo fraccionada en muchos estados independientes nuestra Peninsula contaríamos separadamente los sucesos peculiares de cada reino ó estado, siempre que las relaciones de unos con otros no estuviesen tan íntimamente enlazadas que hicieran indispensable la simultaneidad de la narracion. Solo asi nos parece que puede darse la claridad posible á la complicadísima historia de nuestro pais, en la cual, mas que en otra alguna que conozcamos, es tan fácil

caer en confusion como dificil guardar la trabazon y unidad necesarias á la historia de un gran pueblo.

Diminuto y reducido era el territorio comprendido en el reino de Aragon, asi llamado del rio de este nombre, que en la parte central de los Pirineos entre los valles del Roncal y de Gistain constituia el estado que en la distribucion de reinos hecha por Sancho el Mayor de Navarra señaló á su hijo primogénito Ramiro. Apenas, segun varios historiadores de aquel reino, abarcaba entonces una comarca como de veinte y cuatro leguas de largo sobre la mitad de ancho poco mas o menos. Nadie podia imaginar en aquella sazon que tan estrecho recinto se habia de convertir andando el tiempo en estado vasto y poderoso, y que habia de ser uno de los reinos mas estensos y respetables no solo de España sino de Europa. Que Ramiro intentó muy desde el principio ensancharle á costa de los estados de su hermano García de Navarra, dijimoslo ya en el capítulo XXII de este libro. Pero sorprendido y vencido en Tafalla, hubo de agradecer el poder regresar fugitivo á guarecerse en las montañas de su estrecho y exiguo estado. Asi permeneció hasta 1038, en que su hermano Gonzalo, señor de Sobrarbe y Ribagorza, fué asesinado á traicion en el puente de Monclús por su vasallo Ramonet de Gascuña, al volver un dia de caza. Entonces los de Sobrarbe y Ribagorza, viéndose sin señor, eligieron por rey á Ramiro, con lo que comenzaron á recibir los primeros ensanches los límites de su reino.

Habia casado Ramiro en 1036 con Gisberga, hija de Bernardo Roger, conde de Bigorra, á la cual mudó el nombre en el de Ermesinda. Tuvo de ella cuatro hijos, á saber, Sancho que le sucedió en el reino; García que fué obispo de Jaca; Teresa y Sancha que ca saron con los condes de Provenza y Tolosa. Ilijo natural de Ramiro fué tambien otro Sancho, á quien dió el señorío de Aybar, Javierre y Latre, con título de conde, y el de Ribagorza. Murió la reina Ermesinda en 1.o de setiembre de 1049, y fué enterrada en el monasterio de San Juan de la Peña.

Nótase gran falta de documentos y noticias respecto á los primeros años del reinado de Ramiro. Los escritores aragoneses suponen haber estendido su dominacion al condado de Pallás, y afirman haber conquistado de los moros á Benabarre, lanzádolos de todos los términos de Ribagorza, y aun hecho tributarios á los emires de Lérida, Zaragoza y Huesca, en lo cual no están de acuerdo las crónicas arábigas. Mas conocidos son sus hechos religiosos. Dos Concilios se celebraron en el reinado de Ramiro I., en San Juan de la Peña el uno, en Jaca el otro. En el primero, que ha llegado mutilado á nosotros, se hizo un cánon notable por lo singular: «Decretamos é instituimos, dijeron los padres, que los obispos de Aragon sean nombrados y elegidos de los

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