Alrededor del mundo, Volumen4

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1901
 

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Pasajes populares

Página 304 - No hiciera más Juan de la Encina; daca los disparates de Juan de la Encina. Habéis de saber que para hacer y decir disparates, todos los hombres sois Juan, de la Encina; y que este apellido de Sncina es muy largo en cuanto a disparates.
Página 416 - Come poco, y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. Sé templado en el beber, considerando que el vino •demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra.
Página 384 - A la puerta del cielo Polonia estaba, y la Virgen María allí pasaba. Diz: — Polonia, ¿qué haces? ¿ Duermes, o velas ? — Señora mía. ni duermo ni velo ; que de un dolor de muelas me estoy muriendo. — Por la estrella de Venus y el sol poniente, por el Santísimo Sacramento, que tuve en mi vientre, que no te duela más ni muela ni diente.
Página 47 - ... aplicándose á los que robasen en cualquier parte del Reino cinco ovejas ó valor de una peseta en Madrid; y en este punto, no sólo estaba la aplicación en las leyes, sino que pocos años ha se ejecutaban éstas con una crueldad draconiana.
Página 131 - ... gramaticismo empírico de dómines y de cazagazapos. Con este estudio renacerá el de las hablas regionales y populares, y se recogerá tanta cosecha lingüística diseminada por nuestros campos. Servirá, a la vez, para quebrantar cierto supersticioso respeto a lo académico y la absurda y destinada creencia de que un vocablo significa lo que el Diccionario de la Academia diga, y que es esta Institución un cuerpo legislativo como si de convención procediese el idioma".
Página 394 - Si vas a los Madriles día del Señor, tráeme de la Tarasca la moda mejor. Y no te embobes, que han de darte en la cara los Mojigones.
Página 156 - En la milicia antigua, soldado de una tropa escogida y muy diestra en la guerra, que se empleaba en hacer entradas y correrías en las tierras de los enemigos.
Página 47 - Todos los absurdos, todas las crueldades que distinguían nuestra legislación criminal de hace seis siglos, todos ellos han llegado, en su completa crudeza, hasta el siglo presente. El tormento sólo se ha abolido por las cortes en 1812 y por el rey Fernando en 1817. La confiscación también se ha abolido únicamente por las mismas. Los azotes, la marca, la mutilación estaban aún vigentes, y todos hemos visto aplicar la primera de estas tres penas...
Página 256 - ... delante ciertos palos, que suplen muy bien por una cornada con el que va descuidado, por la estrechez de las calles, y de ahí viene lo de cornada de borrico.
Página 304 - Gasté yo la vida en pretender con qué vivir, y cuando tuve con qué, no tuve vida que vivir? ¿Creí las sumisiones del que me hubo menester? ¿Caséme por vengarme de mi amiga? ¿Fui yo tan miserable, que gastase un real segoviano en buscar un cuarto incierto?

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