Elementos de gramática quichua ó idioma de los Yncas

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En el Departmentósito del auior [!], 1872 - 441 páginas

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Página 350 - Un Soneto me manda hacer Violante, Que en mi vida me he visto en tal aprieto ; Catorce versos dicen que es Soneto : Burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante, Y estoy á la mitad de otro cuarteto ; Mas si me veo en el primer terceto,
Página 270 - para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo, que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes rios, en magnífica abundancia, sabrosas y
Página 342 - Por nuestro Señor que es mina La taberna de Alcocer : Grande consuelo es tener La taberna por vecina. Si es ó no invención moderna, Vive Dios que no lo sé ; Pero delicada fue La invención de la taberna. Porque allí llego sediento, Pido vino
Página 269 - venerable de un viejo, cargaba con los despojos de las edades ; ceñudo, inclinado, calvo, rizada la tez, una hoz en la mano .... "Yo soy el padre de los siglos ; soy el arcano de la fama y del secreto ; mi madre fue la eternidad ; los limites de mi imperio los señala el infinito ; no hay sepulcro para mí,
Página 342 - su remo. Haz pues, Inés, lo que sueles, Daca de la bota llena Seis tragos : hecha es la cena, Levántense los manteles. Ya, Inés, que habernos cenado Tan bien, y con tanto gusto, Parece que será justo Volver al cuento pasado. Pues sabrás, Inés hermana,
Página 349 - Me tuvieron encerrado : Dichoso el humilde estado Del sabio que se retira De aqueste mundo malvado ; Y con pobre mesa y casa En el campo deleitoso Con solo DIOS se compasa ; Y á solas
Página 350 - reverencia, Gima á los pies del vencedor injusto ( Esto decia yo, cuando riendo Celestial ninfa apareció y me dijo : Ciego, ¡ Es la tierra el centro de las almas ? Vemos que vibran victoriosas palmas Manos inicuas, la virtud gimiendo Del triunfo en el injusto regocijo.
Página 269 - el cielo te ha revelado ; di la verdad á los hombres ..... La fantasma desapareció." Absorto, yerto, por decirlo así, quedé exánime largo tiempo, tendido sobre aquel inmenso diamante que me servia de lecho. En fin, la tremenda voz de Colombia me grita ; resucito, me incorporo, abro con mis propias manos los pesados párpados ; vuelvo á ser hombre, y escribo mi delirio.
Página 342 - Pero son preguntas viles, Ya sé lo que puede ser : Con ese negro beber Se acrecientan los candiles. Probemos lo del pichel, Alto licor celestial : No es el aloquillo tal, Ni tiene que ver con él. ¡ Que suavidad ! ; que
Página 359 - Grand Dieu, tes jugemens sont remplis d'équité ; Toujours tu prends plaisir à nous être propice ; Mais j'ai tant fait de mal, que jamais ta bonté Ne me pardonnera sans choquer ta

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