mmmmmmmmm...... EL EDITOR. Rome, qui sans soldats, porte en tout lieu la guerre Aux mains des espagnols a remis son tonnerre. Asi se espresaba un célebre poeta filósofo del siglo último, censurando la funesta intervencion que, en el XVI, ejerció Felipe II en las contiendas religiosas que ensangrentaron la Francia, antes del advenimiento de Henrique IV; pero ¿como pudo prever Voltaire, que los ilustrados franceses del siglo siguiente al suyo habian de ser en la Península hispánica los fautores de los intereses apostólicos de Roma? y que á la sombra de las bayonetas, que espulsaron del Vaticano á Pio VI, se habia de restablecer y arraigar en España la intolerancia y obscurantismo sacerdotal, de ma nera que podamos decir de ellas, con igual esactitud y ménos escusa, lo que aquel dijo de las huestes españolas en su Henriade : guerre, Rome, qui sans soldats, porte en tout lieu la Vint en foule inonder nos campagnes desertes. Para demostrar las consecuencias inmensas de este acontecimiento singular de nuestra historia moderna, se formó esta sucinta memoria histórico-dogmática, la que fué ensanchandóse insensiblemente, al deslizarse la diestra pluma del autor por el vasto campo que la materia ofrece, á pesar de los riesgos y dificultades con que tenia que luchar al dedicarse á esta taréa, desde el año de 1824 al de 1832, bajo el poder teocrático que fundó en España el ejército del duque de Angulema (*) guiado por la suave política de M. de Martignac, que dió apoyo En pago S. S. regaló una espada bendita al ilustre caudillo del ejército francés, que repuso en España las autoridades apostólicas; pero este acero perdió su temple en julio. á la feróz y estúpida policía galo-apostólica de Calomarde, el Polignac de España aunque ménos caballero; la que dominó allí á todo su sabor, hasta que el mismo rey don Fernando de Borbon desde su lecho de agonía en S. Ildefonso, la sorprendió infraganti, en su última obra de iniquidad, aprovechando su decadencia mental para atentar á sus Reales derechos, usurpando los de su succesion directa, y disponiendo á su arbitrio con la audacia á que estaba acostumbrada, hasta de la corona Real, creyéndola desprendida de sus augustas sienes. S. M. mismo restablecido nos lo anunció oficialmente, en su comunicacion autógrafa de 31 de diciembre imediato. Los benéficos decretos de la reina Cristina, abriendo las puertas del saber, cicatrizando las llagas del dolor, y restituyendo á la patria sus hijos espulsos, me permitieron volver á mi suelo natal despues de nueve años de amarga deportacion: allí logré la oportunidad de ha cerme con esta memoria, algo incoheren-te por efecto de los diversos periódos y crecidos compromisos, en que fué escrita, y que sufrió su infatigable y benemérito autor. Esta segunda edicion ha sido enriquecida con preciosos documentos, que confirman evidentemente la narracion y doctrina, reducida á persuadir que la influencia de los ministros de la religion, en los negocios civiles, y sobre la autoridad Real, es igualmente funesta y peligrosa á los príncipes y á los pueblos por desgracia ella, mas ó ménos ostensiblemente, ejerce todavía en todos los Estados de Europa. se En Rusia está identificada con el soberano, domina en Alemania, esclaviza á Italia, despuebla la Irlanda, agita la Inglaterra (*), arrastra la España, aniquila el Portugal, y acecha á la misma Francía para aprovechar la ocasion (*) La aristocracía inglesa se debate por so tener las rentas y los fueros de la iglesia, suponiendo que tocarles seria violar los juramentos hechos por el rey, al paso que la nacion, en la Cámara baja, sienta el principio, que las rentas de la Iglesia son bienes del Estado. |