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¿qué fruto se podrá esperar? sin embargo de que hay cosas que solo los padres las podrán enseñar con acierto. Initium sapientia timor Domini. No habrá padre ni madre que no entienda esta divina máxima, reducida al vulgar el temor de Dios es el principio de toda sabiduría: al temor de Dios se reduce el Catecismo y su práctica, las buenas costumbres, y la veneracion á los padres y madres y mayores es observacion que los mozuelos rústicos de Asturias y Galicia que vienen á Madrid, saben mejor su Catecismo, que muchos pelucones y mantos; y es, que ademas de lo que les dicen los Curas, sus mismos padres los inculcan á los niños con freqüencia en la doctrina christiana. Es casi indeleble lo que los niños aprenden de su padre, y pura hojarasca que oyen á ayos y pedagogos.

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Hace mas de mil y quinientos años que Aulo Gelio dexó escrito en su libro 12. en el capitulo 1.° la declamacion de Favirino contra las mugeres, que por sí mismas no dan la leche á sus hijos. Merece leerse ese capítulo, y reflexionar en que Gelio llama media madre á la que pare el hijo, y despues busca aya ó nutriz para que le dé la leche, quod est contra naturam: bien creeré que haya ocasiones que sea preciso entregar los niños á amas de leche, pero ab initio non fuit. El luxo y luxuria de las sengras ricas introduxo esta costumbre de abando nar las madres sus hijos á amas de leche el hecho es, que aún hoy las madres pobres no dan la leche á sus hijos.

Esta mala costumbre de amas de leche se debe comparar con la multitud de ayos y maestros para la educacion de la juventud: los inconvenientes que se siguen de mudar amas de leche, los mismos á proporcion se siguen de mudar ayos. La Poligamia de los Mahometanos y de otros Orientales ha impedido que en estos Y 2

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países se haya introducido la moda de amas de leche. Estoy en que en esos pueblos poligamos, luego que una muger está en cinta, no vuelve á cohabitar con ella hasta que pára, y de leche al hijo y le destete, y mientras cohabita con otras. Las madres aldeanas y pobres, que han dado el pecho á sus hijos, les tienen un cariño muy superior y material, y el amor de los hijos para con sus madres es muy correspondiente: no así quando median amas de leche, pues éstas cargan con el amor de los niños, y éstos apenas conocen á sus madres. No hallaré dificultad en creer que la diversidad de los genios que se notan en los hombres, viene en parte de la diversidad de las amas que les han dado leche, y acaso algunas enfermedades crónicas.

Sobran exemplares de hombres, cuyo genio se debe atribuir á la leche que han mamado, ó de una muger, ó una hembra bruta: no es creíble que Dios haya de positado con abundancia en los pechos de una recien parida la leche; sino con el fin de que alimente con ella su criatura fuera del cuerpo, como poco antes le alimentaba el feto con su sangre en el cuerpo ó vientre. Esta es regla general y constante en todas las hembras de los animales viviparos, y no se ha visto exemplar que alguna de aquellas hembras haya abandonado su hijo á otra hembra diferente, para que le diera leche: ¿quién pues ha inventado trastornar este curso de la naturaleza, no ocurriendo la urgentísima causa de enfermedad ó

muerte?

Despues que Dios formó á Eva de una costilla de Adán, y que se la presentó á Adan, exclamó éste : Hoc nunc os ex ossibus meis, & caro de carne mea. Cosa semejante podrá decir la madre quando ve á su hijo, á quien ha dado leche: no así la madre, que por moda abandonó á su hijo á una ama de leche desconocida. Incipe

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parve puer risu cognoscere matrém: Quando el infante pues to en brazos y entre los pechos de su legítima madre, la mira con alguna atencion ó instinto, y suelta la primera risa donosa: dice Virgilio, que entonces empieza a conocerla por madre que le parió.

Si cinquenta ovejas recien paridas tieneh cinquenta corderillos, se observa, que ningun corderito irá á ma mar de madre desconocida, sino de la propia oveja que le parió; de esto debo inferir, que en la hipotesis de que en un monte hubiese treinta mugeres recien paridas, y con treinta niños, ningun niño irá á mamar sino de su legítima madre. Omito referir los muchos inconvenientes que resultan de tolerar tantas amas de leche: el primero es, que muchas mozuelas, por poder lograr este útil empleo, abandonan su cuerpo hasta parir, y como ya están viciadas, se debe remer se repita la misma co media, en notable daño de la vida del niño al qual dan leche: si la ama es enfermiza, ó está enferma, es preciso que la leche enferme tambien, y no sé como aguantan los linajudos que den leche á sus hijos unas amas de baxísima extraccion por lo comun, y tal vez de sangre infecta en lo fisico, y acaso en lo moral: no debo desamparar la comparacion de la primera crianza de los niños en lo físico, con su primera crianza en lo cientifico y moral: supongo que los interesados, en que se les ponga una ama de leche, sin los inconvenientes dichos, harán exactas averiguaciones para el acierto; y tambien supongo que se piensa poco en hacer exâctas averiguaciones para el acierto en la eleccion de un buen ayo, pedagogo y maestro para la educacion del mismo niño en todo genero de literatura. Pide la natural equidad, que como la madre es la mas propia para dar leche al hijo, deba darle el padre la enseñanza; esto, segun está el mundo, ya no podrá ser en quanto á lo fisico;

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pero podrán ser maestros en quanto á lo móral y buenas costumbres con solo su exemplo, y podrán hacer mas -que todos los maestros ethicos juntos.

Familias hay, cuyos descendientes, aunque no han sido santos, han sido doctos y eruditos, como los Es.caligeros, Estefanos, Bustorfios, Manutios, Vosios &c. Y esto procedió de que los padres los sirvieron de maestros ó de ayos; lo mismo digo de algunos Eclesiásticos muy doctos, ya seculares, ya regulares: los Eclesiásticos no tienen hijos, pero tienen sobrinos, y es experiencia que los tios hacen mas por sus sobrinos que sus mismos padres; y es cierto que muchos Eclesiásticos seculares cohabitan en casa de sus hermanos, y si estos no son doctos, y lo son los Eclesiásticos, ¿qué mejores maestros para los sobrinos? Aún hay otra conveniencia: si los padres son doctos y eruditos, tendrán una buena porcion de libros que sirvan para lo mismo; se debe entender de algunos parientes muy cercanos de la misma familia, que moran en casa, y hacen de eruditos, de manera, que en padres, tios, hermanos, primos y parientes, si son algo literatos, y viven todos debaxo de un techo, venimos á tener número de maestros interesados para la enseñanza y buena educacion de los niños, ó uno, dos ó tres, y sin salir de casa, y con este arbitrio se escusarán muchos obstáculos que retardan la enseñanza fundamental. Primeramente se evita el traer á casa un truchon, idiota y majadero, que á título de ayo y maestro, siendo inepto para ser discipulo, baladronea que sabrá enseñar al niño, y si es extrangero, siempre la enseñanza será pestifera; por título de religion, de moral, de las costumbres y de los vicios evitará que el tal, como pedagogo, lleve al niño á la Escuela, al Colegio, y á la Universidad; si la enseñanza ha de ser sin salir de casa, son (escusados todos

esos

esos paseos ; en la escuela nada se puede adelantar por la multitud de los niños que concurren. Lo mismo digo de das aulas de Gramática, pues suele haber quinientos estudiantes en un lado, y otros tantos en el otro : hablen mos claros, ¿ que podrá enseñar de Gramática el maestro que ha de enseñar de un golpe á quinientos muchachos? He conocido no pocos estudiantes, que han gastado seis, ocho, y aún diez años en estudiar Gramáti ca, y jamás llegaron á saberla: siete años es lo mas florido de la edad juvenil de un estudiante, y siendo ese tiempo bastante para aprender los principales principios de las ciencias, ¿no será fatuidad consumirle solo en no aprender una lengua que pudiera aprender en dos años, si hubiera quienes la supieran enseñar con método. En las Universidades todo se disputa, y nada se enseña, si1 no á dar patadas, y á porfiar, para defender tenazmente el partido que se ha abrazado, aún antes de saber á qué se reducia; por lo mismo no soy de dictamen que los niños pierdan el tiempo en patear y pasear los patios de las Universidades, pues solo son escuela de vicios y ociosidades, y solo sacan en limpio poder decir que están matriculados, y que han barrido los bancos ,y de tal Universidad.

Finalmente, con el propuesto arbitrio de que los niños estudien los primeros rudimentos sin salir de casa, podrá ser que abran los ojos los mentecatos padres, que envian sus hijos fuera de España, creyendo que allí se harán doctos y racionales. Quisiera saber si los infinitos extrangeros que vienen á España, y que al primer folio enseñan la cola de pollino, estudiaron dentro ó fuera de España? Es adagio Castellano: el que lexos vá á ca. sar, ó vá engañado, ó vá á engañar y se podrá trovar en quanto al estudio: el que lexos vá á estudiar &c. Los Españoles que á título de comercio salen de España, y

no

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