El refranero general español: parte recopilado, y parte compuesto, Volumen7Imprenta de A. Gomez Fuentenebro, 1876 |
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Términos y frases comunes
acabo Academia acepcion ahora alcornoque alma amor andar Asensio áun autor Aventuras de Telémaco boca caballero andante caballo capítulo castellana Cervantes cielo cion Clemencin cueva de Montesinos cuyo dado debe decir despues DIABLO Diccionario dice digo dijo Sancho dió doncella Duelos y quebrantos dueñas Duffield Dulcinea Dulcinea del Toboso entender equivoco escudero españoles estilo expresa frase gato Gobernador gracias hablar halla Hidalgo idioma igual INTRADUCIBILIDAD DEL QUIJOTE José María Asensio JOSÉ MARÍA SBARBI latino lector lengua lenguaje libros de caballerías locucion proverbial magüer Mancha manchego manera mano mente modo mozo mujer mundo nombre obra ocasion ojos ostugo palabras parece paremiología particular pasaje paso poner pregunta pueblo punto quiere Quijote es intraducible razon refran refranes respondió Sancho Rocinante salir Sancho Panza Sbarbi semejante significa significacion siguiente suele tambien ticular Toboso traduccion traducir traductor venir ventura verbo verdad Versos de Urganda vocablo vuesa merced
Pasajes populares
Página 162 - ... y llevadas que le desarmaban eran algunas principales señoras y damas de aquel castillo, les dijo con mucho donaire : Nunca fuera caballero De damas tan bien servido Como fuera don Quijote Cuando de su aldea vino...
Página 315 - Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año), se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda...
Página 316 - ... y de todos ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito : "La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura.
Página 314 - Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años: era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza.
Página 323 - ... así para el aumento de su honra como para el servicio de su república, hacerse caballero andante, y irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras, ya ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros, donde acabándolos, cobrase eterno nombre y fama.
Página 320 - ... y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles...
Página 329 - Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín, y confirmándose a sí mismo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse; porque el caballero andante sin amores era árbol sin hojas y sin fruto, y cuerpo sin alma.
Página 331 - Llamábase Aldonza Lorenzo, ya ésta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla Dulcinea del Toboso, porque era natural del Toboso: nombre, a su parecer, músico y peregrino, y significativo, como todos los demás que a él ya sus cosas había puesto.
Página 295 - Apenas había el rubicundo Apolo tendido por la faz de la ancha y espaciosa tierra las doradas hebras de sus hermosos cabellos...
Página 319 - En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro de manera que vino a perder el juicio.