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estar muy cargados de tributos los reinos procuren aliviar al pueblo de estas cargas, lo cual no habia podido él hacer por las guerras y necesidades de su tiempo (1). Hé aqui un buen sistema de gobierno: conocer los abusos, no corregirlos, y encargar á otro que lo haga; ensalzar mas y mas el poder eclesiástico, que ya era tan preponderante, y no hablar palabra de la representacion nacional. No obstante, tuvo este monarca su panegirista, que encareció mucho su piedad religiosa y sus altos dones de gobierno, á pesar de que en el mismo panegírico apunta los alborotos de Madrid y otros puntos del reino: verdaderos síntomas del descontento general y del desacierto de dos gobernantes (2).

En Carlos II acabó la antigua monarquia es

pañola que tanto habian engrandecido los reyes católicos. Dos grandes sucesos la ocuparon, debilitaron sus fuerzas y consumieron sus recursos durante los siglos XVI y XVII. Fue el primero la reforma religiosa, el acontecimiento de mayor in

(1) Testamento del señor rey don Carlos II, hecho en 2 de octubre de 1700, impreso en Paris el año de 1700 en castellano y frances.

(2) Oraison funebre de Charles II, prononcée le 18 de janvier 1701, par le R. P. Claude François de Lancier. Se imprimió en Bruselas año de 1701, y está dedicada á Felipe V.

flujo en la civilizacion de la Europa moderna, y cuyo primer objeto era, como ya indiqué en otra parte, la libertad del pensamiento. Carlos V y Felipe II lucharon contra ella con grandes medios, con toda la energía de su dominante condicion, y con la sagacidad é inteligencia que distinguieron á uno y otro monarca. Pero la fuerza moral de la libertad religiosa, y la material de los diferentes pueblos que se unieron para defenderla, inutilizó los esfuerzos de la casa de Austria y del pontífice, por mas que el concilio de Trento aseguró la antigua potestad de este, destruyendo las impresiones que habian dejado aun entre los católicos los de Constanza y Basilea.

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El otro suceso, enlazado con el anterior, era la preponderancia de la casa de Austria, sostenida tenaz y desgraciadamente por la España; y en especial desde que la Francia, unida con los protestantes de Alemania bajo el ministerio de Richelieu, adquirió el ascendiente que no habia podido lograr en los reinados de Carlos V y Felipe II. Los sucesores de estos eran demasiado débiles, apocados y miserables para habérselas con unas potencias cuya energía se habia desarrollado poderosamente en las contiendas religiosas, y cuya civilizacion iba progresando rápidamente, al par que la de España, oprimida por la inquisicion, apenas daba ya en el reinado de Carlos II un pálido y

escaso resplandor, como la luz moribunda del sepulcro.

Las antiguas instituciones españolas hubieran podido salvar á la nacion de su inminente ruina; pero Carlos V y Felipe II habian trabajado con tanto fruto para acabar con la libertad religiosa y civil en la Península, que sus débiles sucesores sin el talento ni el poder de aquellos mandaron con absoluta autoridad, hollando las leyes y las antiguas libertades patrias, sin que se alzase contra tan ignominiosa servidumbre mas voz que la de Cataluña; y aún esta fue ahogada por los castellanos descendientes de los antiguos comuneros.

CAPÍTULO XI.

Progresos industriales de los españoles en el siglo XVI; sucesiva decadencia de la îndustria; grandes adelantamientos en las bellas artes.

La espulsion de los judios, y la emigracion de

tantos moros andaluces, á consecuencia de la conquista de Granada y de la intolerancia religiosa que siguió al establecimiento de la inquisicion, fueron acontecimientos fatales para la industria y el comercio de España. No obstante siguieron floreciendo, porque aun era grande la poblacion, muchas las subsistencias que proporcionaba la adelantada agricultura, y numerosas las fábricas y toda clase de artefactos en que trabajaban á competencia vencedores y vencidos.

Tengo á la vista la Recopilacion de las Ordenanzas que para la ciudad de Sevilla mandaron hacer los reyes católicos (1); y por ella se ve el gran número de artes mecánicas que habia en aquella ciudad, y el próspero estado en que se hallaban. Ademas de las obras comunes de carpinteria, albañileria, calzado de diversas especies, sastreria &c., se curtian pieles, se tejian terciopelos y otras muchas telas de seda, se hilaba esta al torno y se torcia, se tejian lienzos, se labraba hilo de oro, se hacian paños, cintas, gorras ó bonetes y sombreros, obras de plateria, sillas de montar, odres para vino y aceite, y otros artefactos. La proligidad con que se detiene el legislador en cada uno de ellos, dando reglas é instrucciones para que se hagan y vendan con legalidad, prueba el grande interes con que se miraban todos los ramos de industria, si bien la minuciosidad con que esta se reglamentaba es uno de los grandes errores que solian entonces cometerse por falta de conocimien tos económico-políticos. No florecian menos en Barcelona por aquellos tiempos las artes mecánicas, segun puede verse en las Memorias históricas de don Antonio de Capmany (2).

(1) Es un tomo en folio menor, muy bien impreso en letra de Tortis, por Juan Varela, en Sevilla año de 1527. (2) Tomo I, parte 3.a, página 12 y siguientes.

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