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Diego Lopez de Arenas publicó en Sevilla el año de 1632 un compendio del arte de carpinteria, en que daba reglas y medidas para ejecutarlos, refiriendo los que habia trabajado de esta clase, y que todavia subsisten en aquella ciudad.

Los cruzados de la Tierra Santa trajeron de la Palestina y de la Siria un nuevo género de arquitectura conocido con varios nombres, como el de gótico, sin embargo de no haberla conocido los godos, el de tudesco, por haberle ejercitado los alemanes al mismo tiempo que otras naciones septentrionales de Europa: tambien se solia llamar obra de mazoneria, porque la construian los albañiles; obra de cresteria, por la alusion de los ornatos á las crestas y penachos de las aves; y fin, obra nueva, porque lo era entonces con respecto á la antigua greco-romana. La forma de cruz que dieron á la planta de nuestros templos católicos probará siempre cuáles fueron sus sentimientos religiosos, y cuáles sus conocimientos artísticos, disponiendo aquellos de manera que desde cualquier punto pudiesen verse los divinos oficios que se celebraban en la cabeza de la cruz.

en

A esta arquitectura gótico-germánica sucedió la llamada plateresca, que era la greco-romana, engalanada y desfigurada con pedestales pequeños, columnas abalaustradas, ridículos capiteles, frisos muy recargados, medallas, candelabros y otros

adornos mezquinos; y por haberla usado los plateros en las custodias y otras ricas alhajas del culto, se le dió aquel nombre. Pero cuando la arquitectura greco-romana llegó á su estado de pureza y perfeccion fue por los años de 1563, en que Juan Bautista de Toledo trazó el suntuoso monasterio del Escorial, que luego aumentó y concluyó su discípulo Juan de Herrera. Entonces la arquitectura española subió al mas alto grado de esplendor, á impulso de la orden que espidió Felipe II mandando que no se construyese ningun edificio público en el reino, sin que antes Herrera examinase y aprobase los planos á su real presencia, en una junta ó despacho que el mismo Herrera tenia con aquel monarca dos veces en la semana sobre edificios públicos (1).

Acerca de la decadencia de este arte en el siglo XVII, véase cómo se esplica el ilustrado autor del discurso preliminar á la citada obra del señor Llaguno (2): «Llegó á ser tal su deformidad, que no se distinguia lo que eran pedestales, co

(1) He tomado los datos relativos á la arquitectura, de la apreciable obra intitulada: Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su restauracion, por el Excmo. Sr. don Eugenio Llaguno, ilustradas y aumentadas con notas, por el señor Cean.

(2) Página 37, nona época.

lumnas, capiteles, cornisamentos y demas partes principales del arte.... Por desgracia existen todavia en Madrid y en otros pueblos las obras del chafallon Rivera, del heresiarca Churriguera y de sus hijos, de Tomé de Barbás y de otros ignorantes, sin que se haya pensado aun en derribar tales monstruos que deshonran la arquitectura española, y los sitios en que se conservan.

ZC

CAPÍTULO XII.

Progresos intelectuales de los españoles en el siglo XVI.

Fueron tantos y tan variados los frutos litera

rios del ingenio español en el siglo XVI, que no es posible hacer reseña de todos ellos en un breve resumen: y como el plan de esta obra no me permite mayores ensanches, solo me ocuparé en el examen de aquellas tareas que más contribuyeron á promover los adelantamientos sociales, principal designio de mis investigaciones.

Al frente de la civilizacion española de aquel siglo se presenta el inmortal Vives, de quien hice ligera mencion en el tomo anterior con ánimo de esplayar mis ideas en el presente. No fue Vives un florido ingenio, un mero restaurador del buen gusto en la literatura, sino un profundo filósofo,

un talento de primera gerarquia, que penetrando los arcanos de las ciencias, conoció lo que faltaba para la enseñanza y los progresos de ellas, mas de un siglo antes que el célebre Bacon. Hé aqui una de las glorias sólidas, verdaderas, que no podrán negar á la España sus detractores. Vives, dotado de un ingenio perspicaz, de grandes conocimientos filosóficos, y de la firmeza necesaria para combatir el error, atacó vigorosamente el escolasticismo, descubrió las causas del atraso de las ciencias y del miserable estado en que se hallaban, hizo ver que solo se podia adelantar en ellas por medio del examen y de la observacion; en suma, sentó las bases de la filosofía positiva.

Todos los hombres ilustrados de Europa vieron con admiracion en aquel tiempo la obra clásica de Vives de causis corruptarum artium, de tradendis disciplinis, y de artibus, en que abrazando los diferentes ramos del humano saber desde la literatura hasta el derecho civil, y desde las matemáticas á la medicina, como observa un juicioso crítico (1), abrió un nuevo campo á la in

(1) El señor don Ricardo Gonzalez Muzquiz, autor de la Vindicacion del ilustre filósofo español Juan Luis Vives, publicada en 1835. Es obra muy apreciable asi por la selecta doctrina que contiene, como por las oportunas observaciones y atinado criterio con que el autor da á co

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