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disposicion que tiene por objeto evitar las pér- determina un primer juego de émbolo, que ardidas de fuerza que resultan de la mayor su- rastra inmediatamente consigo el movimiento mersion de las paletas, cuando los barcos es- de todas las demas piezas: otra llave le permi tán cargados, ininersion que, como hemos vis-te moderar á discrecion el desprendimiento to, debe de ser de diez centímetros (unas cua- del vapor segun el grado de potencia que quietro pulgadas) Este perfeccionamiento de Mon-ra obtener. sieur Aubert, de un sistema de enlace de H. Arbol de la escéntrica adaptado sobre aquellas con la rueda, hace posible desmontar el eje de las ruedas, por cuyo medio las vál con rapidez la parte inferior de la paleta (que se vulas de distribucion del vapor en el cilindro, compone de tres piezas) para armarla ó remon-reciben un movimiento regular y en armonia tarla sobre la parte superior cuando el calado con la marcha del mecanismo. del buque aumenta, y al contrario cuando disminuye..

K. Basamento de fundicion para soportar y mantener las piezas del aparato.

M. Pañol para depósito del carbon.

Se nota algunas veces en los barcos que L. Lugar en que se colocan los fogoneros, navegan en los rios otra disposicion que con- al cual descienden por una escotilla enrejada siste en cierta oblicuidad de las paletas res-que deja llegar el aire necesario para el hogar. pecto al eje de las ruedas. Esta disposicion es ventajosa, teniendo, sobre todo, por objeto separar del casco ó carena el agua que aquellas rechazan ó espelen; pero no puede llenar bien este fin sino en las aguas tranquilas de los rios, siendo inútil para la mar, y por esta razon no se usa en los buques que á ella se destinan.

Las figs. 1. y 2.a (lám. IV de Navegacion) presentan la elevacion de una rueda vertical en toda la longitud de un barco de vapor del porte de 100 toneladas. La fig, 3. es el plan del ́mismo y un corte horizontal practicado cerca y debajo de la cubierta.

AA. Calderas prismáticas de baja presion. B. Tubo de chimenea construido con plancha de hierro para dar salida al humo del fogon.

Este tubo, que es doble en su parte infe rior, se reune formando uno solo sobre dos codillos de visagra que permiten bajarlo á voluntad en los pasos de las cubiertas, ó cuando convenga para cualquier otro uso del servicio.

C.

Conducto del vapor.

La representacion que aqui ofrecemos, es la de un barco destinado al trasporte de correpondencia y pasageros haciendo el servicio de correo: he aqui las disposiciones interiores de este buque.

0. Salon de sociedad á popa.

P. Cámara primera decorada, iluminada con ventanas laterales y un cubichete de cristales, en forma angular para dar caída á las aguas. R. Cocina.

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Entre las varias modificaciones y mejoras que la fuerza motriz del vapor ha sufrido en su aplicacion à la navegacion, se distingue por lo simple é ingenioso de su mecanismo, el aparato llamado hélice ó rosca de Arquimedes. La supresion de las ruedas esteriores de Sale en dos brazos desde la parte superior paletas, la constituye por sí sola una preciode la caldera, reuniéndose en uno solo por me- sa innovacion, sobre todo, para los buques de dio de un codillo en ángulo recto; despues se guerra, siendo de creer que este nuevo sistesepara de nuevo á derecha é izquierda en dos ma, cuya adopcion se va haciendo general en tubos que respectivamente comunican á las todas las armadas, ha de influir poderosamendos cajas de vapor I, I, por encima y por de-te en las ulteriores operaciones de la guerra bajo de los émbolos que trabajan en los cilin-maritima y en los movimientos de las grandes dros D, D. Las barras ó hastas de los émbolos, escuadras, modificando los principios y las revan á ligarse por la parte superior á una tra- glas de la táctica naval, y, por tanto, las condiviesa de hierro, uniéndose por cada estremo á ciones de superioridad respectiva hasta aqui dos brazos verticales que descienden esterior reconocidas. Vamos, pues, á dar á conocer esy perpendicularmente á lo largo de los costa-te invento, siguiendo igualmente al autor frandos. Estas dos bielas van tambien à unirse à uno de los dos estremos del gran balancin F, que se mueve sobre su centro y de abajo arriba. El otro estremo de este balancin se adapta á otros dos arbolillos que van a unirse á los cigüeñales GG del eje de las ruedas de paletas NN, tomando su punto de apoyo en el liquido fuera de la embarcacion. Estando ligadas entre si todas las piezas de la máquina, el menor movimiento que se imprima á una de ellas arrastra á todas las demas. Asi cuando se quiera dar arranque al mecanismo, el maquinista por medio de la llave de introduccion ó de vapor,

cés de quien hemos tomado las anteriores noticias y descripciones.

«La aplicacion del vapor á la navegacion, dice Mr. Charles Renier, ha dado lugar á la invencion de gran número de propulsores submarinos. Despues de haber discurrido el hacer mover una especie de remos análogos á los usados comunmente para la navegacion maritima, se ensayaron tambien unas como piernas articuladas, que apoyándose en el fondo, servian para la navegacion fluvial. Las invenciones del marqués de Jouffroy son aplicaciones de estas ideas, admisibles solo, por des

mentado, porque se ha creido con razon que el choque producido en cada esplosion no seria de grande efecto, á causa de la inercia del buque y del liquido que le rodea, y porque esperiencias recientes han demostrado que la in

algo considerable, en cuyo caso se halla precisamente el sistema de Mr. Selligue, el cual, para obtener una resistencia suficiente del agua, se ve obligado á destapar los tubos de esplosion lo mas bajo posible de la linea de flotacion.

gracia, en teoría, por exigir una muy grande complicacion de piezas, puesto que en la práctica, solo las máquinas mas simples producen suceso y buen resultado. Estos aparatos tenian, por otra parte, un movimiento de va y viene, que utilizaba mal la fuerza motriz; asi hu-fluencia del gas no se verifica bajo una presion bo de renunciarse á ellos y recurrir á las ruedas de paletas, cuyo movimiento continuo ó subsistente utiliza mejor la potencia, y es al mismo tiempo mas durable. Sin embargo, estas ruedas tienen tambien sus inconvenientes; sus paletas, entrando en el agua, producen, como hemos visto, choques ó resistencias que llevan consigo una pérdida de fuerza correspondiente, ademas de la que causan, cuando entran en el agua y salen, oprimiéndola en un sentido distinto del que tiene el buque en su movimiento: y, por último, las ruedas ofrecen demasiado objeto á las balas en los buques de guerra, por la mucha superficie que pre-de modo que haciéndole girar, se abre un casentan los tambores que las cubren; y en la mayor parte de los casos forman un obstáculo para poder servirse al mismo tiempo de las velas y del vapor, porque es indispensable que las embarcaciones que lo usan, se conserven en la vertical, cosa imposible haciendo uso de las velas, esceptuando cuando se navega viento en popa. Estos diversos inconvenientes han dado lugar á la invencion de propulsores submarinos.

Hablaremos desde luego del sistema Pelletan, en el cual se repele mecánicamente por medio de bombas colocadas en la popa, el agua que entra por la proa en un tubo que atraviesa el buque. Las esperiencias han condenado este sistema de una sencillez aparente, en el - cual las causas de pérdida de trabajo y de resistencias perjudiciales, son numerosas. La idea primera es debida á Daniel Bernouilly, que habia pensado que elevando masas de agua sobre el barco, para dejarla salir por la popa, podria hacerle avanzar por efecto de la reaccion. «El otro sistema (de que ya se ha hecho indicacion), consiste en colocar en la bodega del barco dos ruedas de paletas horizontales, situadas mitad dentro y mitad fuera, operando como las ruedas verticales. Este sistema, sobre el cual no se han hecho esperimentos en grande, no ha tenido mas suceso que el anterior.

«El sistema que ha sufrido mas ensayos y obtenido mayor suceso, puesto que puede rivalizar con mas ventaja, en ciertas circunstancias, con la rueda de paletas, es, sin contradiccion, la hélice ó rosca de Arquimedes. Este aparato se compone de filos ó listones espirales fijados sobre un eje paralelo á la quilla,

mino en el agua como las roscas ó tornillos ordinarios en la madera, é impele de este modo la embarcacion à que está unido.

«La primera idea de la aplicacion de la hélice como propulsor no es nueva, aunque no se haya efectuado en grande hasta en los últimos años; pues se halla muy claramente indicada en una obra publicada en Paris en 1768 por Paucton sobre la teoría de la rosca de Arquímedes, en la cual el autor propone reemplazar los remos, cuyo movimiento alternati vo le parecia desventajoso, por medio de una hélice animada por un movimiento circular uniforme y continuo. En 1802 fué ensayada por un individuo llamado Jhon Shorter sobre un buque de la marina real inglesa, y dió bastantes buenos resultados, aunque solo fuese movida por brazos de hombres. En fin, Mr. Marestier, en una obra publicada en 1824 (1) por orden del gobierno francés, habiendo visitado la América, para evacuar un informe sobre el estado de la navegacion por medio del vapor en aquella region, describe diversos mecanismos de propulsion sobre el sistema de la rosca que habian sido propuestos antes de esta época. Sin embargo, como hasta entonces se creia generalmente, que la aplicacion de la rosca de Arquímedes era bastante menos ventajosa que la de las ruedas, se atribuye con razon la primera aplicacion de este » Tambien mencioneremos el sistema nueva- invento al capitan de ingenieros Delisle, (comente propuesto por Mr. Selligue, aunque toda-nocido tambien por una ingeniosa invencion vía no se haya sometido à la prueba. Este inventor ha propuesto hacer mover una embarcacion por la esplosion de una cierta cantidad de gas hidrógeno y de aire, mezclados y contenidos en un tubo colocado en la popa del barco y sumergiendo su estremidad en el agua. Para producir el gas que habia de emplearse al efecto, se usaria de aparatos muy sencillos imaginados por el inventor, y por medio de la descomposicion del agua por el carbon, obraria directamente sobre la del mar sin ningun mecanismo. Este sistema no ha sido esperi-merie Royale, 1824,

relativa á los puentes levadizos, quien propuso en 1823 al ministro de Marina, armar nuestros buques de vapor con hélices, cuyo plano acompañó, proposicion que no fué admitida. Sin embargo, en 1827, el ingeniero inglés Tredgold, en la segunda edicion de su Tratado de máquinas de vapor, recomendaba el uso de la rosca. Hácia la misma época, otro de nues

(1) Memoire sur les bateaux à vapeur de Etatsmachines relatives à la marine, etc., Paris, ImpriUnis de l'Amerique, avec un appendice sur diverses

La fig. 1. demuestra, en A', B', la hélice del sistema Sauvage ó Smith, tal como ha sido dispuesto en el Arquimedes. Este sistema se compone de segmentos helizoidales que reposan sobre el eje mismo, formando un ángulo medio de cerca de 45". La misma figura da una idea general del mecanismo tal como se

tros compatriotas, Mr. Sauvage, se dedicaba nas ó de puntos: ABCDEF es un corte trasá perfeccionar la invencion de Delisle, y pro-versal practicado próximamente por la parte ponia una nueva forma; pero á pesar de gran- de proa de la rosca, y A'B'C' D'E' F' es otro des esfuerzos, nunca consiguió hacer ensayos corte igualmente próximo á la rosca por la paren suficiente escala para probar la escelencia te de popa. del sistema que los ingleses debian, como acontece con casi todas nuestras invenciones (1), poner en ejecucion. En efecto, de 1836 á 1838 aparecieron en Inglaterra el sistema Ericson, idénticamente semejante al de Delisle, que fué sucesivamente aplicado à dos embarcaciones, y el sistema Smith, el mismo inventado por Mr. Sauvage, que despues de afortunados en-ha establecido en el Arquimedes y tal como sayos, se estableció sobre la llamada el Arquimedes, con la cual se ejecutaron las esperiencias que proporcionaron la comparacion de las ventajas de las ruedas y de la hélice.

se establece por lo comun. En ella se advierte que las máquinas se situan, no al través del buque, sino en el sentido de su longitud. Su eje tiene un gran endentado que hace girar Son ya bastante numerosos los proyectos una rueda pequeña que lleva el de la hélice y formas de helice presentados hasta el dia. prolongado: esta combinacion es necesaria por Aqui solo describiremos los que han ofrecido la gran velocidad que hay que comunicar á la mejores resultados y son los que representan rosca. Las dos ruedas dentadas, dispuestas á la lam. XII y XIII del Atlas, correspondien-los dos lados de la que engarganta con el eje tes á Navegacion.

y los dos de piñones suplementarios, son piczas de respeto que sirven para hacer variar la velocidad de la rosca segun la marcha ó sali|da que quiera imprimirse al buque.

que el de rosca Sauvage, lo que proviene del vaciado de la primera hacia el eje; porque la superficie de los segmentos helizoidales es igual con corta diferencia para ambos: esta superficie está, con la seccion sumergida de

cuaderna maestra, en la razon de 14,45. M, N, indica la posicion que deberia ocupar la hélice Sauvage en la fig. 7., si en ella se sustituyese á la de Delisle. Las letras M"N", MN indican los que las dos hélices ocuparian si estuviesen izadas en el buque.

Las figs. 1. y 2. (lám. XIII) representan el sistema Delisle y Ericson: sobre un eje que penetra en el buque, están fijados en ángalos iguales tres brazos F, F, F, de plancha En la misma figura se ve en A B una rosca de hierro muy gruesa, como lo seria esta par- del sistema Delisle que permite comparar ente de la rosca si fuese.completa ó continúa en tre sí ambos sistemas, cuyas disposiciones inlugar de estar cortada. Un circulo AB CD, ein- teriores son en lo demas exactamente iguales. pernado sobre estos brazos, recibe seis seg-Sc advertirá que para el mismo buque el diámentos helizoidales E, E... que forman reuni-metro de la rosca Delisle es mas considerable dos casi una vuelta entera de la rosca. El ángulo medio es de 45o. Se llama ángulo medio el comprendido entre el eje geométrico de la hélice y la linea dirigida por uno de los puntos de la circunferencia media de los segmentos helizoidales E, E...) Delisle proponia adop-la tar, ya dos roscas, que se colocarian bajo la popa, ȧ babor y estribor, ó ya cuatro para los navios, de las cuales dos estarian á popa y dos á proa. Ericson emplea dos roscas situadas å los dos lados del codaste. Las figs. 2.a y 3.a (lám. XII) son cortes trasversales y longitu- La fig. 3.a lám. XIII) representa en plano dinales de la popa de un navío de setenta y y elevacion el sistema de David Napier. Comcuatro cañones, provisto del sistema Delisle. pónese de dos ruedas de igual diámetro coloM'N' es el propulsor; Vk, fig. 2.a un cerco cadas á popa en un espacio à cuya parte esexagonal que permite hacerlo à discrecion de-trema se halla colocado el timon. Este sistema, pendiente ó independiente del motor; AB, AB que ha dado buenos resultados, se distingue fig. 3. sirve para izar la rosca sobre la cu- de los precedentes en que las planchas ó lábierta con el fin de hacer en ella las repara-minas helizoidales de las ruedas, se sumergen ciones que necesite y tambien en el caso en solo en parte, lo que tiene esencialmente por que solo se quiera hacer uso de las velas; C, C, objeto evitar la resistencia producida por las son piñones que engranan y laborean sobre partes del medio, resistencia que siempre es los endentados; D, D ruedas dentadas; E, F, considerable en los aparatos enteramente aneroscas sin fin de pasos encontrados, que ac-gados. tuan sobre las ruedas dentadas. Debiendo te- La fig. 4. represèata el sistema Hunt, ner mas delgados las formas de la popa de los formado de cuatro paletas fijadas en la cabenavios de hélice, que las de las embarcacio-za del eje y torcidas de manera que forman nes provistas de ruedas de paletas, se indican en la fig. 2.a por medio de lineas curvas le

(1) Tambien los españoles pueden producir que jas muy fundadas en este sentido.

secciones de hélice. Esta hélice ha sido aplicada en Inglaterra en un buque en que se haHlaba dispuesta para poder servir de timon; y para este efecto estaba colocada de mo lo que podia darse á su eje una direccion oblicua à

la derecha ó á la izquierda, (movimiento que se operaba de un modo análogo al que se emplea para las alas de los molinos de viento), sin ejercer influencia sobre el movimiento de las ruedas que le trasmitian la accion de la máquina.

traves del agua. Esto obliga á no salir de una inclinacion media para el paso de la rosca (la de 45o) ó segun la teoria, la razon de la potencia al efecto útil se espresa por los números 71,900: 41,820; mientras que el relativo á las ruedas de paletas no es mas que de 13,900: 10,820.

El sistema de la fig. 5.", que es conocida bajo el nombre de sistema Blaxland, se «Los propulsores de hélice tienen tambien compone de láminas ó planchas d, e, f,... fija- el inconveniente de exigir una gran complicadas sobre los brazos cc... y dispuestas de mo-cion de mecanismo. Asi, à causa de la gran do que forman ángulos que cruzan desde la circunferencia interior á la esterior de las dos superficies helizoidales que ellas componen. Este sistema es uno de los menos ventajosos á causa de la resistencia que los brazos oponen al agua.

una

velocidad de rotacion de que deben estar animados, que debe ser tal que su velocidad de penetracion en el agua sea mayor que aquella con que debe marchar el buque, hay precision de emplear engargantes, que producen un ruido muy desagradable y tambien necesidad de reemplazar con bastante frecuencia á causa del rápido desgaste de los dientes, lo cual es una consecuencia de la instabilidad de sus puntos de apoyo. Se ha propuesto reemplazarlos por medio de poleas abrazadas y movidas por medio de correas; pero estas últimas tienen el inconveniente de alargarse con el uso; y ¿cómo ha de poderse trasmitir una fuerza de doscientos caballos, de cuatrocientos y algunas veces mas? La necesidad de sacar de su sitio la rosca para izarla sobre la cubierta presenta tambien sus dificultades, porque si es fácil desarmar, no lo es siempre volver á colocar

Las figs. 5. y 6.a demuestran de perfil y de frente dos formas de propulsores propuestas por Mr. Rennie, à quien se debe el haber comprendido el primero las ventajas de los propulsores de hélice, atreviéndose à emprender la construccion del Arquimedes para aplicarle el sistema de Mr. Smith, que este inventor no habia esperimentado todavía, sino en un pequeño modelo. El carácter esencial del propulsor Rennie es el presentar la forma de rosca espiral formada por el enrollamiento de un plano inclinado alrededor de un cono, de manera, que el ángulo de inclinacion de los dos pasos de rosca, aumenta gradual-con la misma exactitud, y situar el propulsor, mente de la parte interior à la posterior de ella. El objeto de esta disposicion es que el agua, cuando ha adquirido toda la velocidad que la parte anterior haya podido comunicarle, pueda | recibir ademas un nuevo impulso de las partes que se presentan en seguida, las cuales producen de este modo casi tanto efecto como las primeras. Esta idea es debida á la observacion que ha hecho el inventor de las formas de la cola de los pescados que nadan con mas velocidad, aunque ellos no se sirven sino de aquella parte de su cuerpo à la cual imprimen un movimiento de rotacion.

«En el caso normal la comparacion del efecto útil de los propulsores de hélice y el de las ruedas de paletas da la ventaja á estas últimas, aunque se haya dicho precedentemente que las paletas consumen en pura pérdida cierta cantidad de fuerza á su entrada en el agua y á su salida; pero la pérdida causada por el modo de obrar de la hélice, es mas considerable. En efecto, ejerciendo su accion sobre el agua eu una direccion perpendicular á su superficie, y distinta del sentido del movimiento del buque, soló hay una parte de la reaccion del liquido que sirve á hacerlo avanzar. Cierto es que la parte efectiva es proporcional al ángulo que los pasos de la hélice forman con el eje, de modo que el paso de la rosca puede aumentarse o disminuirse, bastando darle mas velocidad. Mas por desgracia para este aumento de velocidad se esperimenta otro género de pérdida debida al muy considerable rozamiento que sufren las superficies en su trayecto al

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una vez levantado, precisamente en el eje del. árbol que le trasmite el movimiento de la máquina, lo cual es de condicion rigorosa para evitar graves averias. Se ha visto sobre la figura 3.a (lám. XIII) el mecanismo que por lo comun se emplea para estraerlo del agua y volverlo, á calar. La fig. 1.a (lám. XIII) demuestra el método empleado para esta faena á bordo del Arquímedes.

«AA es una vista de frente de la rosca, en la posicion en que fundi ona. Inmediatamente sobre la rosca hay una caja rectangular que llega hasta la cubierta, y de suficiente capacidad para que un hombre pueda llegar libremente hasta la misma rosca. Para suspenderla es necesario pasar por esta abertura una cuerda delgada á cuyo estremo se ha unido ó pende una pequeña boya. Cuando esta ha pasado los bordes inferiores de la abertura y sobrenada en el agua llevando consigo la sondaleza, se coge esta y se la ayusta ó amarra á otro cabo mas fuerte. En seguida se iza la sondaleza por la abertura c, cobrando al mismo tiempo la cuerda hasta que el chicote ó estremo se presenta á la abertura superior y entonces se le echa mano. En seguida se engancha en un agujero practicado para este fin en la rosca. Dos cuerdas semejantes, amarradas de antemano sobre la cubierta, se amarran tambien al eje de la rosca, á popa y á proa del propulsor. Se suspenden los sombreros de las mesetas de apoyo por medio de largas varas que van á ellos desde la cubierta y quedan descubiertas. Tirando entonces de las cuerdas que están amarradas

al eje de la rosca, esta se desprende de sus pi-1 trece y media con el auxilio de las velas. Eslares de apoyo y queda suspendida de manera, te buque se distingue de los otros del mismo que cobrando por las cuerdas b se la hace sa- sistema, en que su máquina no tiene engarlir de la posicion vertical; se contínua tiran- gantes ni correas, operando las bielas direcdo de las cuerdas b y largando ó amoyando de tamente sobre el eje prolongado de la rosca, las otras, y la rosca llega hasta el arbotante e que hace codillo para este efecto: esta dispode donde se trasporta fácilmente á bordo. Es-sicion exige que los cilindros de vapor esten ta maniobra es mucho mas larga y difícil que trastornados ó en sentido inverso para obrar la que espresa la fig. 3.a, cuya disposicion | de alto abajo, y que sean muy cortos para que presentaria grandes ventajas sin los trastor- la velocidad del émbolo no sea escesiva. Sin nos á que su mecanismo está sujeto, los cuales embargo, la segunda condicion da lugar ú ocapueden algunas veces impedir su juego. La siona una gran pérdida de vapor, á causa del que es necesario practicar para volver la ros- vacio inútil que se halla en cada una de las ca á su sitio es todavia mas dificil. Bastará estremidades de los cilindros, vacío por donsolo que digamos que la cuerda b se fila ó ar- de se escapa un volúmen de vapor, tanto mas ría á una distancia conocida y fijada á este considerable, cuanto que el número de los punto de manera, que tirando igualmente de golpes de émbolo es mayor en un tiempo dalas cuerdas dd se lleva el eje á su natural po- do; y por tanto, á esta pérdida de vapor corsicion. Solo resta colocar los sombreros de los responde necesariamente un aumento de gaspilares por medio de pernos largos para suje- to en combustible. tarlos como estaban en sus cojinetes.

«No podemos dar una idea mejor del valor de la hélice que presentando el resultado de las esperiencias practicadas para comparar la velocidad del Arquimedes con la del Widgeon, uno de los mejores barcos de paletas de los ingleses, en la travesia de Douvres à Calais.

Primera esperiencia. «Mar en calma. Brisa ligera de popa. El Widgeon gana seis minutos sobre el Arquimedes.

Segunda esperiencia. «Viento flojo contrario. El Widgeon gana diez minutos sobre el Arquimedes.

Tercera esperiencia. «Calma completa, mar llana como un espejo. El Widgeon gana tres minutos cinco segundos sobre el Arquimedes.

Cuarta esperiencia. «Brisa fresca del Este. Los dos barcos navegan á la vela, llevando el Arquimedes mas aparejo mareado que el Widgeon. El Arquimedes gana nueve minutos sobre el Widgeon.

Quinta esperiencia. «Regreso: viento fresco de travesia. El Arquimedes gana cinco minutos y anda, por término medio, en esta esperiencia, de nueve á nueve y media millas por hora.

«En suma: utilizando menos bien la hélice la potencia del motor que las ruedas en una agua tranquila, no conviene para la navegacion fluvial, en donde, por otra parte, no se encontraria casi nunca el fondo que le es necesario.

«Sus ventajas en la mar son:

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«Estar al abrigo de las balas.

«Permitir el fuego de las baterías en tolongitud del buque.

«La reduccion de la amplitud del buque de la que es necesaria con las ruedas. «No necesitar máquinas tan altas y permitir, por consiguiente bajar, el centro de gravedad.

5. «Producir siempre el mismo efecto, cualesquiera que fueren las variaciones del cargamento y el calado de los buques.

6. «Estar siempre completamente sumergido sean los que fuesen los movimientos de balance y cabezada, y presentar en estas circunstancias una potencia por lo comun superior à la de las ruedas.

"A pesar de todo, y á causa sin duda de la velocidad que ocasiona en circunstancias normales, y de la mayor complicacion que exige en las comunicaciones del movimiento, se cree hoy unánimemente que la hélice solo puede emplearse con ventaja en los navios de guerra de superior porte como auxiliar de las velas.

«Estas esperiencias prueban que los barcos de ruedas dan una velocidad mayor en tiempo de calma que los que se mueven con la hélice (se calcula que la pérdida de estos últimos «Las hélices se construyen siempre de coes de cerca de 0, 12); pero que estos llevan la bre para evitar que sean corroidas por el agua ventaja cuando se navega con viento de tra- del mar. Las dimensiones que deben calcularvés y la mar está agitada, á causa de que la se con mas cuidado, á causa de su mayor imhélice permanece siempre enteramente su-portancia, son el paso y la superficie proyec mergida, mientras que en este caso, como antes dijimos, las ruedas ya se sumergen enteramente de un lado, ya de otro. Debemos, no obstante, observar que el Arquimedes no es el barco de hélice que haya dado mejores resultados; porque el Napoleon, construido por Mr. Normand del Havre, ha recorrido con la máquina sola, diez millas por hora, y hastal

tada sobre un plano perpendicular al eje de los segmentos helozoidales. El paso se obtiene dividiendo el espacio que el buque está destinado á recorrer por segundo, ó su velocidad aumentada por el escape ó escurridura de la rosca en el agua, estimada por lo comun en un quinto del espacio recorrido, por el número de vueltas que la rosca debe hacer en un segun

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