Se abolió la inquisicion. Se dotó la instruccion pública con los bienes de los conventos suprimidos.

En fin el dia 30 de agosto de 1821, los mandatarios del pueblo proclamaron la constitucion, en la cual á efecto de una inquietud prudente se colocaron algunos reglamentos al lado de los principios (1).

« Colombianos, digeron, vuestros representantes han cumplido la mision que les habeis confiado. Ved aquí el acta que reune diversos pueblos en una sola nacion, bastante rica para ser feliz y bastante poderosa para ser respetada. Vuestro gobierno es popular. Los poderes, perfectamente marcados, estan convinados de modo que todos protejan igualmente la libertad, la propiedad y la igualdad ante la ley.

<< El poder legislativo, dividido en dos cámaras, os hace tener parte en la formacion de las leyes por medio de los delegados que vosotros hayais elegido con toda libertad. Todas las cargas son comunes, y se impondran no ya para satisfacer la avaricia de un individuo particular, sino para atender á las

(1) Vease, al fin del tomo, el texto de esta Constitucion.

necesidades de la república. Ni habrá otras que las que hayan sido propuestas y consentidas por vuestros representantes.

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<< El poder egecutivo, colocado de cuatro en cuatro años en las manos del mas digno, velará por la seguridad interior y exterior de la república. En él se ponen todos los medios para ser util y benéfico, y ninguno para oprimir. La agricultura, el comercio y la industria, la educacion pública, las ciencias y las artes, en fin todos los manantiales de la prosperidad pública serán abundantes bajo una administracion prudente y sabia.

« Ante el poder judicial ni la intriga tendrá fuerza, ni la riqueza valimiento, En él hallará el inocente su salvaguardia, y el culpable su cas tigo. Él hará que todo preste omenage á la ley.

<< El congreso general cree haber fundado la grandeza de la nacion; pero los miembros del gobierno serán elegidos por vosotros. Meditad bien, Colombianos, vuestras elecciones; tomad por bases inmutables del edificio que ha beis levantado, el valor, el saber, y las virtudes.»

El mismo congreso, al llenar el encargo que le hacia la constitucion de elegir los primeros senadores, dió el egemplo de la prudencia en sus elecciones. Todos los elegidos habian merecido la gratitud nacional. Entre ellos se dis

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tinguian Nariño, uno de los veteranos de la independencia y el primer libertador de Cundinamarca, que habia salido de las cárceles. de Cadiz en 1820, y era entónces vicepresidente de la república; Paez, héroe de los tiempos maravillosos; Mariño, general ilustre, y gran ciudadano despues que hubo reconocido la falta en que incurrió por su ambicion; Urdaneta y Sucre, ambos los cuales encontraban la gloria en los consejos y en el campo de batalla; los eclesiásticos Cuervo, Ramon Mendez, Maria Briceño, Manuel Rebollo, que sa' bian unir la religion con la filosofia. Pero faltaban ya dos hombres que hubieran dado honor á este cuerpo: la patria acababa de perder al presidente Rosció y al almirante Brion, aquel célebre por sus virtudes cívicas, y este inmortal por su sacrificio generoso á favor del pais que le habia adoptado.

Bolivar, presidente de la república desde la fundacion de esta, egercia ya con impaciencia una dictadura, que consideraba peligrosa para sus conciudadanos : no porque él se tuviese por bastante debil para oprimirlos en ningun tiempo; sino porque su generosa prevision le hacia temer siempre que habituándose el pueblo á la autoridad de un hombre soló, se descuidase en atender á otros hom

bres no menos dignos de su confianza, y que entónces, en vez de excitár noble emulacion en muchos, promoviese zelos, rivalidades y facciones. Ya habia algunos patriotas suspicaces que acusaban la ambicion del libertador, y estas murmuraciones, aunque de uno á otro solamente, habian llegado á oidos del héroe despedazando su corazon. Por lo mismo, desde la apertura de la sesion, habia dirigido al congreso su dimision de la presidencia de la república; y su conducta, su carácter, su opinion no permitian dudar de la sinceridad de esta resolucion. Procuraba demostrar que habia incompatibilidad entre la primera magistratura y sus funciones militares, y añadia: << Si el soberano congreso persistiese en mantenerme presidente del estado, habria de renunciar yo el amado y glorioso título de ciudadano de Colombia, y abandonaria mi pais para ir á vivir libre en tierra extrangera. » Bolivar recordaba, sin quererlo, un egemplo de la antigüedad que él era bien digno de repetir. Pero el pueblo hubiera visto la libertad en grandes riesgos, y el congreso mismo habria perdido el apoyo de la opinion, si la era constitucional no hubiese comenzado bajo los auspicios del libertador. Su eleccion fue por aclamacion general, voto que

votada

la

daba tanta mayor seguridad, cuanto que ya desde entonces se consideraba que seria todavia reelegido mas adelante, con arreglo al pacto social que no era aplicable á los nombramientos precedentes. Bolivar hizo un nuevo sacrificio aceptando la autoridad suprema, y Santander, que ciertamente merecia muy bien partirla con él, fue proclamado vicepresidente de la república, aunque habia tambien manifestado su desapego al egercicio de las altas funciones civiles. ¡Feliz la nacion, cuyos votos solo imponen obligaciones á la virtud!

La reunion de la Nueva Granada y Venezuela, gloriosamente alcanzada á fuerza de armas y sancionada por la ley fundamental, se consumó por medio de una prudente medida política. La ciudad de Bogotá, tan envanecida con sus prerogativas antiguas, recibió provisionalmente el título de capital de la república; é iba ademas á ser el punto central, por consecuencia de la reunion de las provincias de debajo del ecuador : y se decidió

que allí seria el asiento del congreso hasta que se fundase la ciudad de Bolivar que ya estaba decretada.

En la sesion de 14 de octubre de 1821, en que se cerró el congreso, dió este un grande egemplo de gratitud nacional, decretando ac