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resplandece en ella, y cuya suerte futura depende de ella tambien.

Entónces mismo, cuandó la guerra de la independencia se hacia allá lejos por el ilustre libertador, este modelo tan nuevo del verdadero heroismo, ufano siempre con el título de ciudadano, demasiado grande para aspirar al de dueño, entonces es cuando se presenta Colombia fortalecida con unas instituciones que no hacen depender la salud del estado de la fortuna de un hombre, feliz en su interior, y anhelando los triunfos de la paz; la instruccion se extiende á todas las clases; las costumbres se purifican; se disipan las preocupaciones; una noble emulacion inspira las virtudes públicas y privadas; y la agricultura, el comercio y la industria, hacen conocer á todos el secreto en que consiste el poder nacional. Es cierto que todo está allí en su principio, y nada pertenece todavia á la historia; pero por todas partes se desarrollan á porfia los gérmenes de una larga prosperidad fecundada con emulacion por los ciudadanos y por el gobierno; y aquellos ricos territorios que poco há eran el suelo de la esclavitud, y hoy son la patria floreciente de un pueblo que sabria defender su libertad como ha sabido conquistarla, no esperan ya de la Europa otro

beneficio que el de sus mayores luces. A este modo Roma llamó las artes de la Grecia cuando ya no tuvo enemigos que vencer (1).

(1) Varias ocurrencias habian retardado la públicacion de este libro, que estaba ya impreso en diciembre de 1825. Entonces los diarios hicieron recelar algunas mudanzas próximas en el sistema político de la América del sur, y se aguardó algun tiempo con el fin de hacer excusable la temeridad de una historia contemporanea, en cambio del mérito de su oportunidad. Pero no se ha verificado nada notable, y el congreso de Panamá, que anunciaba grandes páginas para la historia, parece que se ha diferido para otro tiempo indefinidamente y las lentitudes y dificultades de su reunion no son todavia dignas sino de pequeños folletos.

El periodo que hemos descrito está completo, y se presenta con la claridad que le conviene.

Pero al determinarnos á publicar esta historia de Colombia, no debemos omitir la especie de insurreccion que acaba de manifestarse en Venezuela contra la ley fundamental del pais. El ilustre general Paez, como si estuviese cansado de llevar sobre sí una gloria sin tacha, se presenta hoy como un instrumento docil de una faccion de federalistas. Colombia padece tambien los errores del patriotismo. Este movimiento sostenido por pequeñas ambiciones, y envenenado por los zelos y resentimientos personales, no proviene sino de dos causas fáciles de destruir la primera es la estraña indiferencia del libertaque hace tres años tiene abandonadas las altas funciones de que la patria le ha revestido por estarse egerciendo una dictadura estrangera; la segunda es el descuido que ha tenido en dar cumplimiento al decreto de 1819, que ordenaba construir una ciudad capital en el límite medio de las dos grandes porciones que componen la república; de modo que Bogotá habiendo quedado como el asiento del gobierno, parece que

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se ha vuelto á apoderar de sus antiguas prerogativas, al paso que Caracas, cuna de la revolucion, se cree desheredada de los beneficios de ella.

El interes nacional no permitirá que se desenvuelva el germen de disolucion que amenaza al edificio comun. Vuelva Bolivar, mostrándose mas colombiano que ciudadano del mundo, á dar firmeza á lo que él ha fundado, ó si haciendo el papel de héroe aventurero despues de haber sido un hombre grande, adopta otros imperios, póngase la přesidencia del estado en manos mas aplicadas á la causa pública; y el respeto a la ley rada hará caer las armas dĺ manos de los disidentes. Estos recordaran que la rebelion de los distritos, la guerra civil y los triunfos del despotismo nacieron de la division federal que se adoptó en los primeros dias de la independencia. Iluminados con estos dolorosos recuerdos, y juntándose en breve con toda solemnidad en la ciudad que debe hacer pasar á los siglos futuros la gloria del libertador, no dudarán los Colombianos de proclamar con nuevos juramentos , y juramentos unánimes, aquella constitucion que tiene por base la unidad que ha votado, digámoslo así, la experiencia como el principio mas favorable al pais, y del que les ha venido tanta fuerza y tanta gloria. (Julio de 1826.)

ACTA DE INDEPENDENCIA

DE VENEZUELA.

15 DE JULIO 1811.)

EN NOMBRE DE DIOS TODOPODEROSO, Nosotros IOS represemanz de las provincias unidas de Caracas, Cumaná, Varinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trugillo, que forman la confederacion americana de Venezuela en el continente del sur, juntos en congreso;

Considerando la plena y entera posesion de nuestros derechos que hemos recobrado justa y legalmente desde el 19 de agosto de 1810 por consecuencia de los sucesos de Bayona y de la ocupacion por conquista del trono de España, como igualmente por haberse constituido en él una nueva dinastia sin consentimiento nuestro; es nuestra voluntad, antes' de hacer uso de nuestros derechos de que hemos estado privados por fuerza ya hace tres siglos, dar a conocer al mundo los motivos que por un efecto de los mismos sucesos, nos autorizan para hacer de nuestra soberania el libre uso que estamos dispuestos a hacer.

Con todo no queremos comenzar por alegar los derechos inherentes a todo pais conquistado, de recobrar su estado de propiedad y su independencia: damos por olvidada toda la larga serie de desgracias, injurias y privaciones que aquella conquista ha acarreado a todos los descendientes de los que descubrieron, conquistaron, y pusieron por primera vez en cultivo estos territorios, conduciéndolos á una situacion empeorada por la causa misma que hubiera debido favorecerlos. Tendiendo pues un velo sobre los trescientos años de la dominacion española en América, solo queremos hoy presentar algunos hechos auténticos y bien sabidos, que hubieran debido quitar á uno de los dos mundos su derecho sobre el otro por consecuencia del trastorno, desórden y conquista que ha puesto en disolucion la nacion española.

Este desórden ha acrecentado las desgracias de la América, haciendo inutiles su reclamacion y sus representaciones, po

niéndo a los gobernadores españoles en estado de insultar y de oprimir esta parte de la nacion, y dejándola así sin el socorro y la garantia de la ley.

Es una cosa contraria al órden, imposible para el gobierno de España, y fatal para el bienestar de la América, el que la que posee un territorio infinitamente mayor, y una poblacion mas númerosa, dependa y esté sugeta á un rincon peninsular del continente europeo.

Las cesiones y las abdicaciones hechas en Bayona, las revoluciones del Escurial y Aranjuez,. y las órdenes del lugar teniente real, el duque de Berg, enviadas a América, bastan para dar fuerza á los derechos que hasta hoy habian los Americanos sacrificado por no romper la unidad y la integridad españolas.

Venezuela ha sido la primera a reconocer y defender generosamente esta integridad, á no abandonar la causa de sus hermanos mientras ha podido conservar la menor esperanza de salvarse.

La América ha sido llamada á una nueva existencia desde que pudo y debio tomar sobre sí misma el cuidado de su propia suerte y defensa, y la España puede reconocer ó no lbs derechos de un rey que ha preferido su propia existencia á la dignidad de la nacion en que reinaba.

Todos los Borbones (de España), han concurrido a las invalidas estipulaciones de Bayona, y han abandonado la España contra la voluntad del pueblo; han violado, menospreciado y hollado los sagrados deberes que habian contraido para con los Españoles de ambos mundos, cuando estos, á costa de su sangre y sus tesoros, los habian colocado sobre el trono á pesar de la casa de Austria. Una conducta semejante les ha hecho perder sus títulos, haciéndose incapaces de gobernar un pueblo libre que ellos han entregado como si fuera un rebaño de esclavos.

Los gobiernos intrusos que se han alzado con la representacion nacional se han prevalido de las disposiciones que la buena fé, la distancia, la opresion y la ignorancia habian creado en América contra la nueva dinastia que ha entrado por fuerza en España. Contra los propios principios que ellos adoptaban, han mantenido entre nosotros la ilusion en favor de Fernando, sin otro fin que el de devorarnos y oprimirnos impunemente; con discursos pomposos y frases estudiadas nos han ofrecido tambien la libertad, la igualdad y la fraternidad, cubriendo el lazo que nos tendian, ofreciéndonos una representacion ilusoria, ínutil y dependiente de ellos.

Disuelta su junta central, y destruidas entre ellos las varias formas de gobierno de España, y desde que la imperiosa ley de la necesidad dictó a Venezuela la urgencia que tenia de salvarse por si misma, para conservar y mantener el derecho de su rey y tener abierto un asilo para sus hermanos de Europa contra

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