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trechamente, sin municiones ni víveres, pareque no disputaban ya la victoria, sino el precio de su sacrificio, cuando en 25 de julio capituló el dictador; este se obligó à bolver á poner en mano de los españoles todas las plazas, y por su parte Monteverde prometió que la constitucion de las Cortes seria la que rigiese en Venezuela; que serian respetadas las propiedades, que á nadie se inquietaria,por su conducta ó por sus opiniones, y por último que cada cual quedaria libre de emigrar y conservaria sus bienes.

Este tratado excitó vehementes censuras entre los republicanos. Preguntaban si po dia confiarse de este modo la suerte de todo un pais á un general que venia para castigar rebeldes? Un gefe militar, decian, puede aban-. donar el territorio cuya defensa sea imposible, mas no puede entregar á discrecion los hombres. Porque sí despues el pueblo es reducido por la fuerza, á lo menos no hai consentimiento suyo. Cuando el congreso autorizó de antemano todas las medidas de salud pública, no habia podido comprender la facultad de mudar la forma de gobierno en virtud de la cual él existia, y que era la única de quien recibia el mandato para delegar un tan gran poder. Si el desacuerdo y el aban

dono del pueblo hubiesen podido parecerse á una voluntad general, entónces el dictador y los ministros con quienes se asoció para la capitulacion, se hubieran encontrado sin títulos para contratar. Así era la opinion comun que Miranda habia excedido sus poderes queriendo interpretar el voto general. Es posible que él mereciese esta reprobacion; pero se fué mas lejos de esto.

Es doloroso añadir que los mismos Colombianos son los que lo entregaron al enemigo. Fuesen estos patriotas que se exasperaron por la capitulacion, ó fuesen almas bajas que solicitaban así su perdon de Monteverde, importa poco el decidir aqui si tal accion fué una deslealtad ó una infamia. Ello es que Miranda, víctima primera de la buena fé española, fué inmediatamente llevado de prision en prision hasta Cadiz donde murio en 1816. Los republicanos habian tenido presente la opinion aristocrática que habia emitido durante la discusion de la acta constituciónal, y les pareció que su falta como dictador era una consecuencia de los mismos principios. Sin embargo no puede acusársele sino de debilidad en el juicio que formó. Su amor intrépido por el pais, la pureza de su zelo, y ultimamente sus primeros servicios cuando sus conciudadanos

no miraban sino con espanto la separacion de la metrópoli, le conservan un puesto distinguido entre los primeros fundadores de la libertad Colombiana..

Monteverde, mas fiel á las intenciones de su gobierno que al texto de un tratado consentido como medio de guerra, ocupó todo Venezuela como pais conquistado; y antes de acabar el año 1812 ya la violencia y la sangre habian restablecido allí la antigua autoridad de la metrópoli. La delacion le presentó gran número de víctimas: es una enfermedad, por decirlo así, comun á todos los pueblos el descender cuando cae su fortuna, hasta el último grado de abyeccion.

Quedó no obstante un hombre que no habia desesperado de la república. Precisado Bolivar á abandonar la defensa de Puerto-Cabello se habia retirado à La Guaira con algunos oficiales dignos de él. Obtuvieron de Monteverde pasaportes para pais estrangero; favor que no debe atribuirse sino á la poca importancia política que tenian entonces Bolivar y sus compañeros. Fuéronse à Curaçao que estaba ocupada por los Ingleses, y de allí á Cartagena, libre á la sazon del yugo español, como la mayor parte de las ciudades de la Nueva Granada.

Aqui empieza la gloria de Simon Bolivar. Nacido en Caracas en 1785 de familia noble habia sido enviado á Madrid para hacer sus primeros estudios; pero fue en Francia donde adquirió el amor y los conocimientos de la filosofia. En la edad de la frivolidad, y en el centro de una capital brillante, se entregaba á las meditaciones que producen los legisladores, á las ciencias que forman los guerreros; y no buscaba amistades sino entre los hombres que ya se distinguian por su celebridad. Humbolt y Bonpland le acompañaron en muchos viages, y la Italia, la Alemania y la Inglaterra recibieron al joven estrangero.

El espectáculo del mundo que desarrollaba ante sus ojos las miserias del despotismo y los brillos de la libertad, dabá á su espíritu la instruccion de las virtudes republicanas. De mucho tiempo antes era deseada en ambos emisférios la emancipacion de las colonias; los gabinetes diplomáticos y las tertulias particulares, aunque movidos por diferentes afecciones, trataban de ella; especialmente en Francia, donde la presencia de todo viagero americano recuerda siempre la memoria de Franklin y de los primeros insurgentes. Varias tentativas entónces recientes parecia anunciar tambien á Bolivar que sus compatrio

tas no esperában sino un libertador. De este modo se presentaba á su adolescencia continuamente una grande idea; mientras la naturaleza y el estudio desplegaban en él las calidades del héroe.

Bolivar está dotado de mucha actividad y fuerza de alma; sus facciones son regulares y nobles; tiene en su mirar un fuego extraordinario; benevolencia sin debilidad; el saber, el lenguage y las virtudes que encantan á los hombres; y esta influencia se halla en él fortificada con aquellas facultades que mandan à la fortuna, á saber, prontitud y ojo certero en su espíritu, elevacion de pensamientos, la perseverancia que fecunda los grandes designios, el valor que los lleva á colmo, y aquella especie de inquietud que pide al tiempo futuro la seguridad de lo presente.

Bolivarno habia vuelto á Carácas sino en 1810 en los primeros dias de la revolución (1). Le hemos visto ya cumpliendo á espenazas suyas una comision en Inglaterra, manifestando á su vuelta el disgusto que le causaba la adopcion del sistema federativo, negándose á admitir

.marques

(1) Acababa de casarse en Madrid con una hija del n de Ustariz la cual murio poco despues en Caracas. Bolivar no ha vuelto á casarse.

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