COLEGIOS

Una de las mejores escuelas que tuvo el puerto desde 1614 fué la establecida en su local por la Compañía de Jesús.

Esta escuela sostenida con la protección oficial, contaba con rentas propias, y tuvo origen en las valiosas donaciones que recibió con tal objeto, entre las que se encuentra la del Hermano Mxm. García de Jáuregui que en 1613 otorgó una escritura, cediendo todos sus bienes al Colegio Jesuita de San Pablo de Lima, con la obligación de cumplir la donación que hizo en 1608, de la renta de 200 ducados para una obra pia, y de que con el remanente de su fortuna se fundase un Colegio formal en el Presidio del Callao, de cuyos rèditos se darían 300 pesos para misas para las almas del purgatorio y 300 para el Rector de dicho colegio, con la salvedad, de que, en caso grave y de urgente necesidad, se aplicase todò al Colegio.

Don Diego de Avendaño, al dar cuenta, en 1621, del Estado de los Colegios que sostienen los Jesuitas en la Provincia del Perú, dice con respecto á la del Callao.

<La Escuela va muy adelante, á que acuden <poco menos de dos cientos, y los sesenta escriben

<de tan buenas habilidades que por que se logren <me pareció á instancia de los vecinos poner estu<dios de latinidad, que este año se entablaron. Lo <temporal se ha aumentado con algunas casas que <cerca de la nuestra se han edificado, y rentarán <mil pesos, y para nuestra habitación se han hecho <algunas buenas oficinas.

En este Colegio habían entonces cuatro padres y seis coadjutores.

En 1685 escribe el P. Provincial Martin de Jáuregui, sobre el mismo asunto:

«El colegio del Callao cuenta catorce sujetos: <siete sacerdotes y siete coadjutores. Tiene un <maestro de gramática, escuela de niños con ciento «cincuenta, tres congregaciones, escuela de Xpto. «Nuestro Señor; cinco misiones, una al Baratillo <todos los domingos del año, otra á las chácaras ó <heredades cercanas y las restantes á las galeras, <isla y navíos.

El P. Francisco de Larreta dice en 1748.

«Este colegio se extinguió del todo el 28 de <Octubre de 1746 con el temblor y salida que hizo «el mar en aquel puerto, pereciendo tambien los «nueve sujetos con su rector que allí se mantenían. «Lo que ha quedado es la finca que sustentaba el <colegio y es un ingenio de caña dulce donde se «muelen hasta 4,000 botijas de miel cada año y tra<bajan 214 esclavos. Tiene de principal de censos <en contra 15.100 pesos. Tiene de capital de censos <á favor 7273 pesos. Este ingenio y todas sus oficinas y viviendas quedaron en el todo destruidas <con el citado terremoto y así se han consumido en <si reedificación lo que ha fructificado despues de <la ruina y quedan ya para concluirse las principa<les obras.

La finca á que se refiere el P. Larreta era la Hacienda de Bocanegra que pertenecía á los Jesuitas, segun lo hemos indicado en otro lugar y aunque asegura que el Colegio se extinguió del todo esto no es completamente cierto, pues posteriormente volvió á establecerse en Bellavista con las mismas rentas de que disfrutaba.