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bierno misino buscaba la moneda en especie para pagar al ejército, los empleados y la casa real, y los capitalistas lo regateaban ponderando los riesgos de los vales. Los mismos tenedores del papel andaban en busca del oro y la plata para hacer sus pagos en cantidades menores de los trescientos pesos, y aun ofre cian ya premio por el cambio. De esta manera, de depreciacion en depreciacion llegó á perder el papel mas de un veinte y dos por ciento, y hasta se formaban pleitos para no admitir pagos en vales, á pesar de la ley, ó para que se abonase el premio del cambio corriente. En tal situacion ocurrió al ministro de Estado la idea de la formacion de un banco, al modo de los que ya existian en Inglaterra y Holanda, que facilitá ra las operaciones mercantiles y evitára ó contuviera la ruina de nuestro crédito. Habló al efecto con el

francés don Francisco Cabarrús, activo y hábil negociante, hombre de muy claro ingenio, que ya le había sido recomendado por don Miguel de Muzquiz para tratar de la creacion de los primeros vales. Este fué el que estendió la esposicion y proyecto del Banco, que examinado en junta de ministros y de otras personas escogidas que se reunieron en casa del gobernador del Consejo don Manuel Ventura Figueroa, y que se amplió despues con el concurso de individuos de la nobleza, diputados del reino, de los Cinco Gremios mayores, de los Consejos, del ayuntamiento, y del comercio de Madrid y Cádiz, y aprobado el plan

con algunas modificaciones, dió por resultado la real cédula de 2 de junio de 1782, por la cual se erigió el Banco nacional de San Carlos (1).

Trescientos millones de reales constituian su fondo en ciento cincuenta mil acciones. Espresábanse en la real cédula los objetos de su instituto, que eran, formar una caja general de pagos y reducciones para satisfacer, anticipar y reducir á dinero efectivo todas las letras de cambio, vales de tesorería, y pagarés que voluntariamente se llevasen á él; administrar ó tomar á su cargo los asientos del ejército y marina dentro y fuera del reino, y pagar todas las obligaciones del giro en los paises estrangeros con la comision de uno por ciento (2). Adversarios é impugnadores tuvo el Banco desde su principio, así en el estrangero como en España. Combatiéronle los extractores de moneda, los cambistas usureros, y todos aquellos que resultaban perjudicados en sus intereses, para lo cual hacian valer los crecientes apuros de la guerra y las circunstancias nada propicias para poderse desenvolver y atender á todo un establecimiento nuevo. Dañábale tambien el nombre de Cabarrús, ya por emulacion de unos

(1) Floridablanca en su Memoria se lamenta mucho de que no hubiera sido atendida su proposicion sobre la caja de descuentos, y del desórden y confusion que produjo la emision de tanto papel moneda sin aquel establecimiento ú otro semejante.

(2) Puede verse en dicha real

cédula todo lo relativo á la organizacion y direccion del Banco. Siguieron á su instalacion algunas aclaraciones, y ciertas providencias sobre el modo de hacerse las operaciones.-Pragmática de 2 de junio de 1782.-Reales cédulas de 20 de junio y 27 de agosto de idem,

á su talento, ya por envidia de otros á su posicion, ya porque se observára que no se descuidaba en hacer su propio negocio (1).

Quien trabajó principalmente por desacreditar el Banco de España, la creacion de vales y la compañía de Filipinas, fué el francés Mirabeau, que tanta celebridad adquirió después en la revolucion francesa. De propósito escribió una obra contra el establecimiento y contra su promovedor Cabarrús (2), obra cuya introduccion se creyó oportuno prohibir bajo las penas mas rigurosas (3). Acerca de ella decia el conde de Floridablanca al de Aranda: «En lo respectivo á Banco, nos ha hecho un buen servicio el estravagante, ridículo, falsario y venal Mirabeau, porque desacreditando las acciones de este ventajoso establecimiento, pone á los franceses, que las han negociado caras, en la necesidad de venderlas baratas, con lo que podrán comprarlas mejor nuestros nacionales. Sin embargo, como los pueblos, comunidades, mayorazgos y obras pias del reino tienen tomadas ciento y un mil y aun

(1) No debia ser infundado este último cargo, cuando el mismo Floridablanca, que se valió de él, decia en su Memoria: «Ha sufrido Cabarrús una emulacion sín límites, y un partido contrario y formidable que trabaja por destruirle y destruir todos sus proyectos. No niego que este hombre ha hecho su negocio con ventajas y grandes utilidades propias, y que la osadía de su elocuencia y su imaginacion ardiente en los papeles que ha publicado y en todo lo que ha emprendido,

ha chocado á muchas personas, y aumentado el número de sus contrarios. Pero tampoco puedo dejar de hacer la justicia de que le somos deudores de haber salido de gran parte de nuestros ahogos, y de muchos pensamientos útiles al Banco y á la nacion entera..

(2) De la Banque d' Espagne, dite de St. Charles, par le comte de Mirabeau.

(3). Provision de 9 de julio de 1785.

mas acciones, que no pueden pasar al estrangero, y de las restantes hasta ciento cincuenta mil se han negociado veinte y cinco mil á precios crecidos á su creacion entre nacionales, que no pueden venderlas por igual precio, puede V. E. colegir cuán poco debemos cuidarnos de lo que escribe, habla y ejecuta la ligereza galicana. En efecto, á no ser porque no corriesen im punemente las falsedades y equivocaciones del libro de Mirabeau, lo hubiésemos dejado correr: pero por decoro, y porque no se cause perjuicio á algunas casas acreditadas de Francia que empezaron á dar ejemplo, tomando acciones para que otros las buscasen, ha parecido prohibir la tal obra, y practicar otros medios prudentes que atajen aquel daño de tercero: bien que dentro de poco tiempo se tocarán los sofismas de esos economastros franceses, y que el Banco es otra cosa que el sistema de Law. Por esto no queremos que se escriba ni responda á tales folletos (1). »

Sin que nosotros neguemos que la organizacion del Banco fuera defectuosa que la dependencia del gobierno le fuera perjudicial, que sus directores ni fueran todo lo prudentes que debieran en las operaciones que emprendieron, ni correspondieran perfectamente á las esperanzas que del establecimiento se hicieron concebir, no puede á pesar de todo desconocerse que con la reduccion de los vales á dinero y el

(1) Carta de Floridablanca á Aranda, 18 de julio de 1758.

descuento de letras, se aquietaron los tenedores, recobró su crédito el papel hasta el punto de ganar ya un premio, y la corona y la nacion entera se libertaron de una quiebra vergonzosa. Y si bien escritores estrangeros posteriores á Mirabeau suponen que un gobierno tan honrado como el de Cárlos III. habria hallado dinero fácilmente sin los riesgos del Banco, convienen en que sirvió poderosamente á la causa del comercio, y afirman que Cabarrús hizo un gran bien, despertando á los españoles y fijando su atencion en las teorías del crédito y en las ciencias económicas (1).

(1) William Coxe, España bajo los Borbones, Parte adicional, capítulo 7.0-Sin embargo, es menéster que se sepa que Cabarrus no fué el verdadero creador del Banco, sino el ejecutor del pensamiento de otros. En carta confidencial

de Floridablanca á Aranda fecha 3 de setiembre de 1785, se lee lo siguiente: «La han tomado con Cabarrús, que no ha sido mas que un instrumento activo de lo que pensamos otros, y trazamos en testa de fierro.»

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