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5. Tipo y leyenda del núm. 3.

Rev. Como el del citado núm. 3. Malla de vellon; pesa

46 centigramos..

(Ayamans, Palma: Campaner, Barcelona.) Lám. 103.

5.bis SACIVS: DEI:GRA:. Anverso ordinario.

Rev.

REX: MAIORICAR. Reverso comun, pero rosas en vez de las estrellas que tienen los bustos de los números anteriores. Malla de vellon.

(Historia de la casa real de Mallorca, por Bover, pág. 47.)

L'esetas.

50

El núm. 1 es un real de oro igual al de Don Jaime II, dibujado en la lámina, con sola una pequeña diferencia en el adorno de la orla del reverso. No hemos visto mas que dos ejemplares.

El núm. 2 es un doble real de plata sumamente raro, pues no conocemos mas que ese ejemplar, siendo digno de notarse que en los hallazgos de reales de aquella época, hechos en Mallorca, se han encontrado varios de otros paises y de diversos monarcas, pero no se ha visto ninguno con el nombre de Don Sancho.

Presume D. Joaquin María Bover en su obra ya citada (1), que las estrellas que se ven en las monedas de Don Sancho, en los lugares de las áreas donde las de Don Jaime II llevan rosas, son blasones de la familia de Fuster.

Ya se ha dicho que establecido por Don Jaime II el tipo respectivo de la moneda de oro y plata, se observó rigurosamente su disposicion en tiempos. posteriores, hasta la época de Don Fernando el Católico, quien reformó uno y otro por su real cédula de 30 de marzo de 1508. Por este motivo, y á fin de no repetir tantas veces una descripcion igual en sus detalles principales, procuraremos abreviarlas lo posible, no deteniéndonos sino en las circunstancias de dibujo ó de leyenda que caractericen las variantes de las piezas descritas. Otro tanto nos cumple advertir con respecto al vellon y al cobre, cuyos tipos todavía duraron mas que los de los metales preciosos, pues continuaron grabándose hasta el reinado de Don Felipe II (I de Mallorca).

Antes de concluir estas observaciones debemos llamar la atencion del lector sobre las variantes de los núms. 3bis y 3quatuer por nuestra parte creemos que aquellas rosas y puntos en que difieren unas de otras, son señas convencionales, tal vez de los empleados de la ceca, para distinguir los diversos troqueles ó matrices. Solo se han puesto las que hemos hallado, ó de cuya existencia estamos ciertos.

(1) Bover, pág. 45, nota 1.

TOMO II

&

28

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Sucedió á Don Sancho en la corona mallorquina, su sobrino Don Jaime, hijo del caballeresco Don Fernando, hermano de aquel. Encargóse de la tutela del jóven rey su tio Don Felipe (1) canónigo de Elna. En octubre de 1327 pasaron tutor y pupilo á Barcelona á reconocer el feudo como lo habian hecho su tio y su abuelo, homenage que repitió Don Jaime III á la muerte del rey de Aragon Don Jaime II (25 octubre de 1328.) Castigó denodadamente las incursiones y rapiñas de genoveses y berberiscos. Por no haber prestado au n á Don Pedro IV de Aragon el feudo de honor de costumbre, mostróse el Aragonés muy enojado y le exijió se presentára en Barcelona, como lo verificó en julio de 1339. Vióse aislado y sin ayuda alguna en la cuestion promovida por el rey de Francia, á causa de no haber querido Don Jaime III reconocer el feudo de Montpeller, y como estuviera séria-mente ocupado en la defensa de sus dominios invadidos por los franceses, no pudo concurrir á las Córtes, para las que se le habia convocado por el astuto Pedro IV, sirviendo esta ausencia de pretesto al monarca aragonés para hacer declarar á Don Jaime contumaz y rebelde, acusándole al propio tiempo de varios delitos, entre ellos, de falsificar é introducir moneda ilegal en los estados de Rosellon y Cerdaña. En vista de la intencion aleve del Ceremonioso determinó Don Jaime III concluir sus diferencias con la Francia: prestó el reconocimiento exigido y se le devolvieron los paises reclamados. Por la activa intercesion del nuncio de Clemente III empezáronse gestiones para dirimir las contiendas entre ambos príncipes, pero no obtuvieron resultado alguno, pues sobrevino un incidente (2) probablemente suscitado por don Pedro IV para justificar de algun modo su proce

(1) Don Felipe de Mallorca

siástico

« fué hijo de Don Jaime II y de Doña Esclaramunda de Foix: abrazó el estado ecle

y en 1508 era arcediano de Conflent, posteriormente canónigo de Elna y por último abad y tesorero de la catedral de Tours. (Bover; Casa real, pág. 58, nota 1.)

(2) «Oigamos como refiere este importante suceso la ilustrada pluma de un malogrado escritor contemporáneo.« Cuenta (dice) el mismo Ceremonioso en su crónica, sin ninguna duda ni escrúpulo, que no le trajo á Don Jaime el deseo de la paz, sino el de poner por obra una traicion, imperdonable á ser cierta. Debíanse fingir enfermos Don Jaime y su esposa Doña Constanza; y cuando acudiera el rey con los infantes, el ugier, que guardaba la puerta de la cámara de la reina, diria que á la salud de su señora importaba que entrasen solos. Dentro de la cámara habian de echárseles encima doce hombres armados con órden de matarles si gritaran ó se resistieran, y sino, de conducirlos por el pasadizo á las galeras; hallábase Don Jaime con su familia alojado en Barcelona en el convento de Menores, el cual podia comunicarse con las naves ancladas en el puerto, y hacer vela á Mallorca á encerrarlos en el castillo de Alaró hasta que á Dou Jaime se le eximiese del feudo y se le aumentasen sus estados por la parte de Cataluña. La pluma se niega á reproducir esa conjuracion, que la mala fé del aragonés ya induce á creer es falsa y que ni en el proceso mismo se vé probada. ¿Cómo creer que hubiese concebido Don Jaime semejante proyecto cuando no podia esperar ningun auxilio de la Francia', ya concertada en daño suyo con el de Aragon, y cuando las gestiones de la Santa Sede eran lo único que impedia su ruina y le alentaba?.... La ejecucion debia ser en Barcelona, ciudad enemiga suya entonces y alborotada con solo su venida, en un puerto de los mas concurridos, á la vista de cuatro galeras mandadas por el famoso corsario valenciano mosen Mateo Ferrer que incesantemente y por encargo de Don Pedro celaba á las cuatro del mallorquin; y para ello venia este acompañado de su esposa, hermana de Don Pedro, en quien siempre habia de obrar el cariño de la sangre..... Pues si atendemos al modo cómo refiere que ello vino á su noticia, sube de punto la duda y á par de ella el escándalo. Esparcida la voz de la enfermedad de Doña Constanza presentóse al rey un fraile de Santo Domingo, y le participó que uno de los conjurados en confesion le habia encargado advirtiese al monarca que por ningun término visitase á su

der ambicioso y se rompieron las negociaciones. Declaráronse la guerra los dos reyes, y se vejaron mútuamente del modo mas encarnizado. Don Pedro por su parte invadió el Rosellon y la Cerdaña, dispuso una armada para pasar á Mallorca y activó el procedimiento contra Don Jaime III hasta proferir sentencia condenatoria en 21 de enero de 1313. En 10 de mayo del mismo año zarpó de las costas del continente la escuadra que pasaba á la conquista de Mallorca. Desembarcado el ejército en Paguera, fué la hueste mallorquina derrotada en el primer encuentro y obligado el mismo Don Jaime á ausentarse de la isla, entregándose la capital en los últimos dias del mes ya citado. Sometidas todas las islas y vuelto Don Pedro á Barcelona, hízose solemne acta de union del reino de Mallorca y los condados de Rosellon, Cerdaña, Conflent, Vallespir y Colibre á la monarquía aragonesa, jurando Don Pedro que jamás serian restituidos al rey de Mallorca (29 de marzo de 1344.) Este intentó despues de varios modos su justificacion y reintegro en la posesion de sus dominios, pero nada pudieron las súplicas ni las humillaciones en el ánimo de su implacable adversario. Empezó Don Jaime nuevamente las hostilidades: vendió el señorío de Montpeller, (único estado que le quedaba) al rey de Francia; levantó con su importe un ejército de tres mil infantes y cuatrocientos caballos, é hízose á la vela en una escuadra considerable, arribando á las costas mallorquinas en 12 de octubre de 1349. Despues de varios combates con las tropas y vecindades de la isla, vino á encon trarse el ejército invasor con el aragonés en las playas de Lluchmayor, (25 de octubre donde se dió la batalla en que fué muerto Don Jaime III y con él la parte mas escogida de su jente, pronunciándose en derrota el grueso de la misma. A Don Jaime III deben las Baleares el establecimiento definitivo de sus pesos y medidas peculiares, todavía en vigor cuando escribimos estas líneas.

hermana, porque de lo contrario seria muerto. Era el fraile muy familiar suyo; y sin embargo dice el rey cronista que no se le acuerda el nombre: raro olvido en monarca tan diligente y suspicaz en un hecho de tanta monta y con quien venia á salvarle. Turbóse Don Pedro, y prometió que aquella noche no iria á ver á su hermana; pero añadió que si el fraile no alcanzaba de su penitente entera revelacion del plan, en otra lo efectuaria. Los infantes su tio Don Pedro y su hermano Don Jaime, como ignoraban el riesgo, con grande instancia le indujeron á resolver que pasaria á San Francisco la mañana siguiente, no empero sin tomar algunas precauciones. Proveyó que entrado en la cámara de Doña Constanza, cierto número de servidores suyos se quedaria á la puerta, la cual no permitirian se cerrase, y que las cuatro galeras de Mateo Ferrer se acercarian á las mallorquinas lo mas que pudiesen; mas una indisposicion suya estorbó esta visita y le forzó á recogerse por algunos dias. En esto volvió el fraile y por su consejo mandó el rey al infante Don Jaime que fuese á San Francisco y de grado ó por fuerza le tragesen á su hermana Doña Costanza, lo cual hizo el infante con grande oposicion y pesar del de Mallorca y con quebrantamiento del salvo conducto concedido por el rey. Puesta Doña Constanza en los aposentos bajos de palacio, dice Don Pedro que le reveló á él y al infante toda la traicion proyectada; y como á poco viniese el tio del monarca á reprenderle aquella temeraria accion, el Ceremonioso volvió á bajar con él al cuarto de su hermana, que de nuevo lo refirió todo con no poca sorpresa y espanto del tio. Fué caso el mas escandaloso romper la palabra empeñada, separar dos consortes sin ningun derecho ni informacion y solo á la fuerza, como si quisiera apartar del mallorquin cuanto pudiera retraerle de realizar sus planes; y avergüenza mas y mas la relacion del rey á quien considere que no se probó despues tal declaracion de Doña Constanza, y cuán repugnante verosolimitud envuelve poner en boca de la hermana la acusacion del esposo. Si ella prefirió servir al primero á defender al segundo ¿por qué este incesantemente la reclamó y puso su demanda á los piés del Sumo Pontilice? ¿por qué Don Pedro la tuvo tan recogida? ¿por qué ella misma importunó á su cruel hermano para que la dejase reunirse con su esposo?... ni siquiera prendió á Don Jáime, que otro dia, mientras él estaba á la mesa, sin ningun temor se le presentó y le dijo: Señor, yo vine aquí en fé de vuestro salvo-conducto; y sin embargo, se me ha hecho violencia mandando vos se me quitase á la fuerza mi mujer, y sé que nada bueno se me prepara. Por esto vengo ahora á despedirme de vos y pues que tan mal cumplis vuestra palabra, parto y os niego los feudos que por vos tenia. Salió de palacio el mallorquin entre los murmullos de los circunstantes, que extrañaban no castigara el rey con la prision tanta arrogancia: metióse en sus galeras y mandó que le siguiesen todas las damas y doncellas que habian venido acompañando á Doña Constanza. Una sola se negó á obedecerle; y el Ceremonioso, que no retuvo el interesante nombre del fraile que le salvó

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titu

Estuvo casado Don Jaime III con Doña Constanza de Aragon, de quien tuvo á Jaime,
lado infante de Clarencia y tambien por algunos, Jaime IV de Mallorca (1) y á Isabel,
marquesa de Monferrato.

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1. REX: MAIORICARVM. Busto coronado de 'frente den-
tro de orla y círculo.

Rev.

IACOBVS:: DEI GRA: Cruz larga; orla y círculo; el pié de la cruz divide la leyenda por entre los cuatro circulillos indicados. Cuarto de real doble ú óbolo; pesa 0,97 centigramos.

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(A. H., Ayamans, Palma: Vidal, Campaner, Barcelona.) Lám. 103.
2. REX MAIORICARVM. Cabeza coronada, de frente; es-
tilo algo tosco, letra degenerada.

Rev. IACOBVS: DEI GRA. Cruz larga; su pié
atraviesa las cuatro rosas de la leyenda. Dobler de
vellon; pesa 155 á 178 centigramos.

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(A. H., Campaner, Barcelona.) Lám. 103.

Peselas.

30

2

la vida, ni el del conjurado que advirtió de su peligro al confesor dá buena prueba de su memoria diciendo que aquella camarera se llamaba Vicenta y era natural de Mallorca. A los cargos anteriores, pues, agregóse el crímen de la traicion supuesta, y de él como del principal pretesto, se motivó la ruina del desgraciado Don Jáime. «Si fué sospecha, dice el gran Zurita, se le dió mas crédito del que debiera para justificar el rey su proceso; y si fué invencion no pudo ser cosa mas infame y deshonesta de nuestra parte.» Hasta aqui el entendido escritor que hemos indicado. (Reyes de Mallorca; por Don Cayetano Socias, pág. 63: alude el autor en este pasage á Don Pablo Piferrer, en sus Recuerdos y Bellezas de España, tomo de Mallorca.--Palma: 1852.)

(1) Don Jaime titulado IV de Mallorca se halló á la edad de trece años en la batalla de Lluchmayor, en que murió su padre y fué él mismo herido y prisionero. Estuvo encerrado largo tiempo en los castilos de Játiva y nuevo de Barcelona de donde se fugó ayudado por el canónigo Jáime de Sanclimente, yendo á aportar á Nápoles. Titulóse desde luego rey de Mallorca y conde de Rosellon y Cerdaña. Casó con la reina viuda de Nápoles, Doña Juana. Acompañó á Don Pedro de Castilla en su empresa contra Don Enrique Trastamára, cayendo mas tarde prisionero de este en Burgos, de donde fué rescatado en sesenta mil doblas por su esposa Doña Juana. Rey ya de Castilla Don Enrique, favoreció las pretensiones de Don Jáime y con la proteccion además del rey de Francia, intentó una desgraciada campaña contra el Rosellon, viéndose obligado á retirarse hacia Cataluña, falleciendo al pasar el valle de Aran y presumiendo algunos que se debió su muerte al veneno que le hizo administrar el Ceremonioso. Muerto sin sucesion recayeron sus derechos en su hermana Doña Isabel, señora de Gascuña, quien falta tambien de descendencia, los transfirió al duque de Anjou. Pero este traspaso no podia efectuarse, pues á tenor de lo preceptuado por Don Jáime I, la rama primogénita de Aragon debia ocupar el trono mallorquin al extinguirse la de que era tronco Don Jaime II.

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Don J. M. Bover lleva además (pág. 59, núms. 3 y 4) las

dos siguientes:

1. La crncecilla de la leyenda entre dos rosas y un

a

punto.

2. La crucecilla precedida de un punto. Doblers;
peso del núm. 2. . .

(Las cinco primeras variantes, Campaner, Barcelona.)

3. KEX MAIORICARVM. Cabeza coronada; de frente; estilo
muy bello, letra gótica pura.

Rev. IACOBVS DEI GRA Cruz larga. Diner de
vellon; pesa 0,85 á 100 centígramos.

2

6

(Ayamans, Palma: Pedrals, Campaner, Barcelona.) Lám. 103.

3bis Variante del núm. 3. IACOBVS DEI GRA. Diner; peso del anterior.

6

(Campaner, Barcelona.)

estilo algo rudo.

4.REX MAIORICARVM. Cabeza como en las anteriores,

Rev. IACOBVS DEI GRA:. Cruz larga. Diner.

(Campaner, Barcelona.) Lám. 103.

4bis Variedades del núm. 4.

1. IACOBVS: DEI GRA:.

4

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5. IACOBVS DEI GRA. Anverso, como la ante

5. REX

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(Las cinco variantes, Campaner, Barcelona.)

MAIORICARVM. Cabeza como las anteceden

tes, letra igual á la de los núms. 2 y 4.

Rev. IACOBVS DEI GRA Cruz larga. Malla de ve-
llon; pesa 0,48 centigramos.

4

2

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(Ayamans, Palma: Vidal, Pedrals, Campaner, Barcelona.) Lám. 103.

5 bis Variantes del núm. 5.

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