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Layerbabuena, llamada menta, de los Latinos, es yerba muy conocida : por sus virtudes que tiene, como medicamento; pero no dá sustento alguno al cuerpo. Es aguda al gusto, y caliente en el grado tercero; y en el segundo seca. Possee cierto amargor, con el qual mata las lombrizes del vientre. Es la yerba buena muy amiga al higado, y estomago, y prouoca mucho a luxuria. Mueue Aristoteles vna question problematica: Por que razon, no se deue comer la yerba buena en la guerra a la qual responde: Porque consumiendo el esperma resfria, y afemina, juntamente, el cuerpo, y animo. Por donde podremos dezir, que la yerba buena naturalmente es caliente; pero que accidentalmente resfria, dissipando los espiritus, y humores que conseruan el calor natural. Son tantos los efectos buenos, que Dioscorides, y todos los que escriuen de yerbas, atribuyen a la yerba buena, que con razon se á venido a alzar con el nombre de buena. Y assi por excelencia, en oyendo dezir yerba buena, entendemos della, y no de otras. Pero entre los dones de que naturaleza la dotò, el mayor, y de mas estima, es el que tiene de confortar el estomago debil, assi siendo aplicada por de fuera, como comida en los guisados. De adonde se vino a fabricar aquel antiguo Refran, Castellano, que dize.

Iurado tiene la menta,

Que al estomago nunca mienta.

La oruga es ingrata al gusto, y muy calida, suelese mezclar con otras yerbas en la ensalada. Hazese de su simiente con miel vna salsa muy acomodada, para comer pezes, calienta y humedece en segundo orden : aumenta el sperma, y dispierta la genital virtud. De adonde tomó ocasion Marcial a dezir.

Et venerem reuocans eruca morantem.

Y Columela.

Et quæ frugifero seretur vicina Priapo,
Excitet vt veneri turdos eruca maritos.

Hazese de la mostaza salsa muy agradable al gusto, para comer con la carne de vaca, y con la de carnero. El ordinario vso de la mostaza, abrassa los humores, causa empeynes, y haze que se caygan los cabellos.

El cardo que ordinariamente se come por tiempo de imbierno, es calido; pero por la frialdad del tiempo, contiene fria, y aquosa sustancia, con la qual enfria tripas, y estomago, mueue la orina, y venas.

Son los esparragos, cozidos con sal, azeyte, y vinagre

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comidos, muy gratos al gusto, mas dan poco, y mal sustento. Dispiertan el apetito, tienen virtud de calentar, de barrer, y limpiar los riñones, y de mouer la orina, sufren muy breue cocimiento: por lo qual Druso siempre que queria significar auerse de hazer alguna cosa en breuissimo tiempo, dezia: Haráse mas presto que se cuezan los esparragos: de adonde vino a quedar con autoridad de adagio.

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El rabano es vna de las yerbas, que siruen al hombre con hojas, y raiz. Lo vno, y otro tiene virtud de mouer, y calentar y comidos con vinagre, dessarraygan las arenas de los riñones. Pero la rayz calienta mas, adelgaza la flema, y ayuda el cococimiento del estomago. En tiempo de Galeno, se comia la rayz al principio, para alargar el vientre, mas ya estâ aueriguado por muchas razones, que se puede comer al principio, y fin, y con los demas manjares, como salsa.

Los nabos si se cuezen bien en el estomago sustentan poco, pero no es muy gruesso el alimento que dán: y si por ser el estomago flaco, o por su mala preparacion se cuezen mal en el estomago, en tal caso, crian gruessa y mala sangre, y ventosidades.

Principio muy conocido de cena es la zanahoria, para todos aquellos que an frequentado la insigne Vniuersidad de Salamanca porque con pocos dineros, satisfazen el estomago quatro de niesa, mezclandoles algun azeyte, vinagre, y sal. Estas, segun muestra Galeno, y la expiriencia, dan poca fuerza, pero son calidas, y no pegajosas: mueuen la orina, son vtiles al estomago, y dispiertan el apetito de comer por su aromaticidad: y traen a la memoria a madona Venus.

Manjar de rusticos son las cebollas, las quales dan sustento pessimo al cuerpo, poco, y flematico; pero adelgazan con cierta agudeza, que posseen los humores gruessos del pulmon, y pecho. Enmiendase su malicia, si se comen cozidas, o assadas; con la qual preparacion ablandan el vientre, y passan del con facilidad.

El ajo, a quien Galeno llama triaca de rusticos, aunque es verdad, que como alimento es de poca importancia; empero como condimento es de mucha, y como medicamento de tanta, que ninguna otra planta se le puede ygualar cuyas virtudes son inumerables, de las quales, si se vuiera de tratar muy por extenso, se pudiera hazer vn largo codice, y tuuiera mas que hazer en buscar estilo, y modo, que en hallar materia, y copia, para fabricar mi oracion. Pues segun Dioscorides, expele ventosidades, perturba el vientre, enjuga el estomago, y es vtil á las mor

deduras de las biuoras, y de qualquiera serpiente; veuiendose vino tras del, ó dandose deshecho en vino. Aplicase contra los mesmos daños: y puesto en forma de emplastro, socorre a los mordidos de perros rabiosos, a los quales comido es vtil, haze, que las mudanzas de las aguas, no ofendan, y clarifica la voz de los musicos. Este es de quien dezia vn labrador maduro en cierta aldea, que es el mejor elemento de quantos Dios á criado; y dando la razon, dezia: Porque es caliente de Imbierno, y fresco en el Estio, y haze expeler las ventosidades, y mitiga la sed (y esto que dezia el labrador, es doctrina de Galeno muy assentada: la qual le auia enseñado la esperiencia). Dixo mas aquel labrador, que el ajo es la comida mas natural, y conueniente a los hombres de todas las que, naturaleza crio: porque despues que los niños nacen, lo primero que su lengua, y voz sabe pronunciar, es: Ajo, ajo. Demas de lo dicho, es la pimienta, que produze nuestra madre España, como se manifiesta, por lo que se respondio en vn capitulo de Cortes (antiguamente) tratando de que entrasse especieria de fuera del Reyno en el nuestro; y fue la respuesta; Que buenas especias producia España, pues era abundante de ajos. Possee esta planta admirable virtud contra peste, y assi ai personas que en epidemias pestilenciales, le vsan con mas fee, que la propia triaca de Andromaco. Otras mil virtudes, se pudieran dezir del ajo, que callo, por no parecer su apassionado, quien quisiere las podra ver, en Dioscorides, Galeno, y otros.

Las turmas de tierra, son insipidas, y de naturaleza fria, y aquosa. Galeno en el libro de alimentos boni, & mali succi, dixo, que no dan mal alimento. Pero Auicena afirmó que no ai manjar mas melancolico.

De los hongos, aquellos que son algo negros, y nacen en lugares hediondos, y donde ay estiercol. Estos tales suelen causar perlesia, apoplexia, y dificultad de respirar. Y en resolucion son de casta de veneno. Mas los que son muy blancos, y nacen en lugares limpios, se pueden comer alguna vez bien guisados: pero no se frequenten, porque aumentan la flema, con la intensa frialdad, y humedad de que consta. Ase de beuer despues de auer comido los hongos, vn trago de vino añejo, para corregir su frialdad.

De las qualidades, y virtudes de las yerbas hablando vniuersalmente, y en particular de cada vna, se ha bien entendido ser cierto lo que al principio deste comentario, dixe, que es auerse de entender en ironico sentido, y no en otro, pues todas ellas son de poco, y mal sustento, para el hombre.

EN

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sentido methaphorico, se dize este Refran, de aquellos que siendo de mala qualidad, y condicion se conforman, y juntan en amistad, para qualquier cosa, que quieran intentar. Pero considerando el sentido literal, que es el que importa, para nuestro intento, digo: Que las coles, y nabos conuienen en algunas condiciones, y qualidades, que es lo que dize el proberuio. Son para en vna porque el vno, y otro, dan al cuerpo mal alimento, como ya se dixo arriba. Los nabos, dize Galeno, que sustentan el cuerpo, en extremo poco: lo qual conuiene tambien a las coles. Son para en vna, y tienen estrecha amistad: porque la col si no se cueze con mucho tocino, o carne gruessa, es muy dessabrida al gusto: la qual condicion conuiene tambien a los nabos; y assi el vno, y el otro pierden mucha de su malicia (como enseña Vega) si se cuezen con tocino. Hazen siendo cozidos juntos en vna propia olla con carné, agradable mezcla, y dan suaue gusto al caldo, y carne. Adquieren sazon en vn propio tiempo, que es el Aduiento. Siendo pues tanta verdad, que conuienen, y se conforman en todas las condiciones dichas, dando poco sustento, y malo al cuerpo, y que entrambos, ni son judayzantes, ni mahometanos, pues aman el tocino, y juntos dan gracioso punto a la olla, y tienen sazon perfecta en vn tiempo, bien se verifica: Que coles, y nabos, para en vna son entrambos.

El quesso es sano,
que dá el auaro.

REFRAN. XXIX.

Es el auaricia vn vicio, que no ai philosopho peripatetico, ni estoyco, que no le aborrezca, y vitupere con palabras ferberosas. Ciceron dixo del que ningun mal ai mas torpe.

Y en otra parte, que cosa ay tan fea como el auaricia. Y en el 2. ad hærenium, que cosa ai que fuerze el hombre a maleficio? El auaricia. Y en la oracion pro Quintilio: No ai oficio tan santo ni solene, á que no destruya con sobornos el auaricia. Y en el quarto de las Tusculanas dize: Aquella enfermedad, que tiene assiento en las venas, y profundas rayzes en las entrañas, y el que es muy antiguo, y la auaricia son incurables. El philosopho en vn libro pequeño que escriuio, de virtutibus, es el auaricia (dize) `vn tener, y estimar en mucho el dinero. Desta auaricia pone tres diferencias. La primera, es ganancia torpe, y fea, por qualquier medio, anteponiendo la ganancía a la verguenza. Desta especie de auaricia, fue aquella que se conocio en Vespasiano, el qual vendia su orina, y la de todos los suyos, constreñidos a orinar, en vna comun cisterna. Sobre lo qual, como fuesse acerbamente reprehendido de su hijo Tito, a causa de tan vil, e hedionda ganancia, sacó vn puño de dineros, que acabauan de traerle del tinte, y dandoselos a oler, le dixo: Bueno es el olor del dinero aunque salga de qualquiera cosa. La segunda especie, dize Aristoteles, est tenacitas, por la qual dexan los hombres auaros de gastar lo que es necessario en su casa honestamente. La tercera que llama liberalitas, es aquella que haze, que quando gastan, sea con gran miseria, poco a poco, y sin sazon; como dize aquella sentencia.

Dineros de auaro,

Dos vezes van al mercado.

A escurecido el resplandor de muchos Principes, este infame vicio. Leese de Marco Crasso, a quien los partos dieron la pena, que su demasiada codicia merescia, que fue adornado de muchas virtudes; y que con sola la niebla de la torpe auaricia, las escurecio todas. Mitridates Rey de Ponto (dizen) notó al Capitan Aquilio, de auaro, quando teniendole presso le hizo echar oro derritido por la boca. Notables, y diuersos exemplos, se podrian traer, para prueua desta verdad, de que estan llenos los libros, en los quales se verà lo que el philosopho dize, en el lugar citado, que el auaro, viue de vida sujeta, seruil, mercenaria, llena de suciedad, y agena de la virtud de la liberalidad. Siguense a la auaricia (dize Aristoteles) andar el hombre roto, lleno de remiendos, y suzio, comer poco, y malo, ser de bajo, y humilde animo, inmodesto, abatido, menospreciado, y aborrescido de todos. Pero aunque causa el auaricia tan inumerables, y feos inconuenientes, Dios que es todo poderoso, y quien puede sacar bien de lo que de suyo es malo; como enseña el Angelico Doctor sancto Thomas, de doctrina de san Augustin en el enchiridion, capi

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