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otras muchas enfermedades de frio, ó calor, pues en tal caso el alegria llama fuera la causa de la enfermedad, como lo hazen los demas remedios, de que vsan los Medicos.

El Doctor Mercado en el capitulo de melancolia es de parecer, que haze mucho la imaginacion para euadirse los hombres de las enfermedades, porque como ella en muchas ocasiones, haga el caso dentro del proprio sujeto que imagina, como nos enseña Vega, y otros muchos, lo qual se experimenta en la gallina, que si alguna vez vence al gallo, le nace cresta y espolones, porque se imagina gallo. Y se experimenta tambien en los que ven orinar, ò boce-jar a otros, que luego les da gana de orinar, y bocejar. Digo pues que como la imaginacion tenga tanta fuerza, los que se suspenden con dulces canciones, oluidandose de sus enfermedades, se imaginan sanos, y assi sanan dellasmuchas vezes, por medio de la musica, con la qual espantan sus males.

Rodigino en el libro nono de sus lecciones antiguas, dize, que la musica sana enfermedades, porque el espiritu, que es de naturaleza de ayre, y vapor de la sangre, y como vna liga, y ñudo que junta el cuerpo con el alma. Este espiritu se templa, y refocila, y sustenta con cosas. que son de naturaleza de ayre, quales son los suaues, y gratos olores, y los concertados cantos.

Y aunque las razones dichas parecen verdaderas, se puede juntar con ellas otra, la qual, es, que la musica tiene simpatia con las facultades que rigen, y gouiernan al hombre, las quales, ó mediante el espiritu, como dixo Rodigino, o por otra razon que no se alcanza, se corroboran con la suauidad del canto, de manera que lanza de si,. por la fortaleza adquirida, el enemigo que las oprime, y ofende. Y assi templandosse, y reduziendosse el hombre, a vna mediocridad, entre las quatro calidades, se calienta lo frio, y enfria lo caliente. Y assi tambien por esta naturaleza oculta, y simpatia de la musica con el hombre, podemos dezir, que tiene fuerza contra los venenos que le ofenden, y que aprouecha contra peste, contra la mordedura de la biuora, del alacran, y tarantola como arriba diximos, qual suele hazerlo la triaca de Andromaco, y otros alexipharmacos. Y assi se a de entender que quien canta sus males espanta.

FIN DE LA PRIMERA PARTE.

PARTE SEGVNDA

DE LA

MEDICINA ESPAÑOLA,

COMPUESTA

POR EL DOCTOR IVAN SORAPAN DE RIEROS,

MEDICO Y FAMILIAR DE EL SANCTO OFICIO

DE LA INQUISICION DE LLERENA, Y DE GRANADA,
Y DE SU REAL CHANCILLERIA.

CONTIENE LA ESPLICACION

DE OTROS PROUERUIOS MUY PROUECHOSOS PARA TODO GENERO DE ESTADOS, PARA THEOLOGOS, IURISTAS, MEDICOS, Y PHILOSOPHOS.

EN GRANADA.

Impresso con licencia, y Priuilegio de su Magestad, Por Iuan Muñoz Impressor de libros, junto del Algiue de Rodrigo del campo, año de 1615.

Bien cuenta la Madre,
Mejor cuenta el Infante.

REFRAN. I.

N el capitulo vltimo del libro primero de las partes y causas de los Animales, nos enseña el Philosopho, que la naturaleza es authora y mądre, de todas las cosas deste mundo. Es tan subtil, ingeniosa, prudente, artificiosa, y tan preuista à todos los successos contingentes, esta nuestra madre, que a todos los antiguos, y modernos doctos à causado admiracion : de adonde Galeno inuestigador de los secretos naturales, vino à dezir. La naturaleza es doctissima y sabia, sin arte, y sin Precetor. Y en otra parte como pasmado y eleuado, en la consideracion desta Madre común, affirma, que la Flaqueza de el entendimiento humano no alcanza, ni apea la inefabilidad de sus obras. Esta pues es la que (segun testifica Aristoteles en mill partes nunca haze cosa en vano, la que siempre procura el mas perfecto fin en las cosas, la que dize Galeno, que no esta jamas ociossa, antes siempre con su potencia obrando, y qual suele el prudente padre de familias, assi dispensa y cuyda de todo lo necessario sin perder punto en nada, siendo principio de todos los mouimientos naturales, y hallandose presente a las generaciones y corrupciones de lo contenido en el Orbe. De adonde, admirado, vino à dezir Seneca, que la naturaleza es Dios. Lo proprio sintiò Ouidio en el primero de los Methamorphoseos, y Leuiniolemio siguiendo à San Thọmas afirma, que la Naturaleza, no es otra cosa, que la voluntad, o razon Diuina, causadora de todas las cosas. Esta Naturaleza, pues, que es madre comun, authora, ingeniosa. incomprehensible, prudente, sabia sin Maestro, que nada haze en vano, que nunca esta occiossa, y siempre procura lo mas perfecto, y cuyda de lo necessario, y es principio de los mouimientos: Esta pues, Digo, que como en todo se halla, y procura lo mas perfecto tambien està en el Infante en el vientre de su madre: y esta es la que cuyda y sabe el tiempo apto para la produccion y nascimiento de el hijo, y la que auemos de entender que significa nuestro Refran quando dize, Infante, porque esta

sentencia, como explica el Comendador Griego, se entiende de los dias y meses que la muger esta preñada, la qual no tiene dia cierto de su parto: porque el Infante en quien esta la cuidadosa Naturaleza introduzida, siendo ya maduro y perfecto para ver esta luz, el proprio da auisos de su nascimiento.

Conuiene, pues aduertir primeramente, para la intelligencia deste Refran, que el tiempo que la criatura asiste en el vientre de su madre, se diuide en quatro partes, segun doctrina de Galeno, libro primero de semine capitulo nueue. El primer tiempo es, quando el semen se tiene su propria forma: y entonces entre los Medicos, se dize genitura, que assi la llama Hipocrates en el libro de genitura. El segundo es, quando ya la materia dicha toma cierta forma de sangre, y obscuramente se paresce formado el Higado, Corazon, y Sesos. El tercero tiempo se dize aquel en que ya distinctamente se cognoscen delineadas las partes dichas, y las demas del cuerpo, que son brazos, y piernas, se estan obscuras, y no perfectamente formadas. En este segundo, y tercero tiempo. aun no es animal la criatura porque no se le a introduzido el anima, ni tiene sentido ni mouimiento, solo a viuido hasta alli vida de planta. Assi lo enseña el Philosopho, libro tercero de generacion de los animales capitulo 2. diziendo: viuen los animales, que se crian en gueuos, y en animales a sus principios, vida de plantas. En estos dos tiempos, segundo, y tercero, dize Galeno en el lugar citado, se dize comunmente la criatura fætus. El 4. y vltimo tiempo es, aquel en que ya se cognoscen brazos, y piernas, y las demas partes del cuerpo, perfectamente delineadas, y formadas, y ya se mueue la criatura Ꭹ siente. En este tiempo pues le llama Galeno infante, y este nombre obserua todo el restante tiempo, que esta en el vientre, y despues de nascido, hasta el setimo año de su edad. Dexando pues, nuestro Refran, los nombres de genitura, y fætus, vsa de el que tiene la criatura en el quarto tiempo, que es infante, y animal Racionål, diziendo, bien cuenta la madre, mejor cuenta el infante.

Y porque el curioso no entienda, que estos aphorismos Castellanos que comento no tienen en si tan profundos secretos como los de el vetustisimo Hipocrates, y porque se precie de considerarlos y alegarlos en ocasiones conuenientes, le aduierto, que lea para conoscer la verdad deste, à Plinio en el libro septimo de su natural historia, capitulo 5. adonde muestra, que los animales brutos tienen cierto y determinado tiempo para traer sus hijuelos en el vientre: Sola la muger (dize) no tiene cierto tiempo de

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