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PARTE PRIMERA

DE LA MEDICINA ESPAÑOLA.

CONTIENE

LA EXPLICACION DE LOS PROUERUIOS QUE CONUIENEN

A LA CONSERUACION DE LA SALUD.

Si quieres viuir sano,
hazte viejo temprano.

REFRAN. I.

ni

A joya mas preciosa que en este mundo el hombre puede posseer, es la salud: y assi tuuieron por conclusion llana los masdelos sabios antiguos, que ni el rico, ni el fuerte, el docto, ni el bien afortunado, ni el que esta en la cumbre de la honra, ni el que tiene fieles amigos, ni aun el que tiene hijos, y muger a gusto, se puede llamar dichoso, ó felize, sino goza de la dulzura de la salud. Thales milesio vno de los siete sabios, que celebro la Grecia, siendo preguntado, qual hombre enesta vida se podia llamar dichoso, respondio que el que gozaua de salud corporal. Posidonio Amapeo solia dezir, que el mayor bien que posseen los hombres, es el de la salud, y riquezas. Entre los Pithagoricos, era costumbre muy vsada, quando en las cartas que se escriuian tratauan alguna cosa graue, no vsar otro genero de buena crianza mas que el dessear salud, como oy tambien se vsa entre los prudentes Castellanos, cuyas costumbres no son de menos autoridad, lo quales traen ordinariamente traen en la pluma, y boca, el desseo de la salud de los

que aman. El doctissimo Hipocrates, y Galeno nos enseñar, que todo el deleyte en las cosas humanas, es de ningun momento ni gusto, si falta el bien de la salud. Y assi Orpheo en vna oracion que hizo en alabanza del mismo Hipocrates, dize, que ni la dulce armonia de la musica, ni la felicidad de las riquezas, ni él contentamiento de los deleytes, ni los prosperos sucessos de fortuna suben tanto la balanza de la gloria humana, quanto la abaxa vn solo dia de enfermedad. Y el Ecclesiastico hablando a este proposito dizė, mejor suerte es la del pobre que tiene salud, que no la del rico que esta falto della. Y vn poco mas abaxo dize, no ay patrimonio, ni censo, que se pueda comparar con la salud del cuerpo. Plutarcho en el libro de la conseruacion de la salud, afirma que tener salud es vn potaje suauissimo, y vna salsa del cielo. Y Marcial nos dize que vna de las cosas que hazen la vida dichosa, es el cuerpo sano. Y Iuuenal, que no auiamos de pedir á Dios, ni rogar otra cosa mas que tener el alma saña, en cuerpo sano, A esta sentencia de tan ilustres varones corresponde, la costumbre que tenia el belicoso rey Pirro entre los Epirotas el qual yendo a hazer sacrificio al templo nunca demandaua a los Dioses possession de mayor Reyno, ni vitorias de sus enemigos, ni mas honra, ni riquezas, ni otras cosas semejantes aestas, por las quales los hombres siempre andan atormentados: sino tan solamente que los Dioses le diessen salud, teniendo este discreto Rey entendido, que si esta no le faltaua que todas las demas cosas le sucederian prosperamente, porque aunque a vanderas desplegadas la fortuna fauorezca al hombre, y aunque en la bonanza de las cosas desta vida lleue siempre el viento en popa, si le falta la salud, todo lo demas es de ningun momento. Por lo qual el diuino Platon, escriue, que en los combites antiguos era el mas solemne, y celebrado cantar, que la mejor cosa de las cosas humanas, era tener salud. Otros Philosophos vuo muy celebrados de Ciceron (como fueron Panecio, y Posodonio) los quales dixeron que no era suficiente la virtud para passar la vida dichosamente, sino se gozaua de perfeta salud. Y Crantorsolense afirmaua, que la principal parte de la vida humana se auia de dar a la virtud, y la segunda a la salud. Y no es de admirar, que todos estos famosos varones ayan encarecido tanto el dulce bien de la salud, pues el glorioso S. Agustin, como refiere en el decreto Canonico, dize, que el que pagare las dezimas, no solo le dara Dios abundancia de los frutos de la tierra, mas tambien salud para el cuerpo, y para el alma. Pero para que me canso exaltando con autoridades humanas, y diuiñas, lo que de suyo es tan conocido bien,

como la salud, sin la qual, ni el animoso soldado podria combatir ni el labrador cultiuar el campo, ni oyr las causas el juez, ni defenderlas el abogado, ni el theologo (finalmente) escudriñar las cosas diuinas. Muchos valerosos, y esforzados Capitanes tienen renombre, y gloria, por sus señaladas hazañas, los mas de los quales deuen su fortaleza, y vigor a la Medicina, que les dio salud para alcanzarlas. Y assi se tiene por cierto, que Philipo Medico de Alexandro, no menos vencio á Dario en la lid, que el proprio Alexandro, al qual poco antes de la vitoria le auia restituydo la salud, y las fuerzas perdidas de vna muy graue enfermedad, sin la qual salud no venciera el Magno Alexandro. Demas de lo ya dicho, si el dolor (segun Aristipo afirma:) es el mayor de todos los males, aquello, sin duda deue ser tenido, por sumo bien, entre los bienes naturales, que es contrario a vn tan gran tirano. Pues esta es la salud, luego euidentissimamente la salud sera el mayor bien de los bienes, cuya excelencia, y ventaja, sobre los demas bienes no se puede encarecer con palabras. Y assi el que vuiere de tratar de ella, tendra mucho mas que hazer, en buscar estilo, y modo, que en hallar la materia, ò copia, para fabricar su oracion. Esta pues es de la que trata el presente Refran, el qual para adquirir este bien, que tantos Philosophos dixeron ser el mayor, y mas excelente que el hombre puede posseer en este mundo, nos da vn antidoto, vn socorro, y remedio el mas facil, y cierto, que hasta oy la inuencion humana á hallado, diziendo: si quieres tener el sumo bien de la salud, que haze los hombres bienauenturados, y dichosos, contentos, graciosos, y bien afortunados, en conclusion.

Si quieres viuir sano,

hazte viejo temprano.

En esta vltima parte del Refran, que dize, Hazte viejo temprano, esta disfrazada la quarta especie de methaphora, que se dize analogia, que es cuando passa el vocablo á significar otra cosa, como quando dezimos à la Poesia, Pintura, y Pintura a la Poesia: assi pues auemos de entender, que viejo en esta sentencia significa lo proprio que prudente, y que lo proprio es dezir hazte viejo temprano, que hazte prudente temprano: mas como los Refranes, y sentencias tanto sean mas de estima, quanto mas significan, y comprehenden en breues palabras, por esta razon nuestro Refran, dize viejo, y no prudente, vsando (como esta dicho) de analogismo.

Podria algun estudioso de la Medicina acordarse contra esta declaracion, de aquel Aphorismo de Hypocrates, que se lee en el segundo libro; el qual clarissimamente, dize,

que los viejos padezen menos enfermedades que los mozos. Yassi que nuestro Refran no se a de entender methaphoricamente, sino literalmente de la verdadera vejez, en la qual (segun este graue Autor) asaltan menos enfermedades al cuerpo humano. Este argumento aprieta bien: pero oyendo la respuesta que da el doctissimo Valles, quedarà el entendimiento quieto. El qual dize, que se à de entender el Aphorismo de Hypocrates de enfermedades agudas, que se causan de colera, y sangre, porque las largas enfadossas, y prolixas, estas verdaderamente acompañan casi siempre la vejez, y assi auemos de entender, que la edad de los viejos es mas enferma que la alegre juuentud, por lo qual dixo el gran Hypocrates en otro lugar, es muy enfermo, quien es muy viejo. Y pues la experiencia lo enseña, no nos cansemos trayendo autoridades para nuestra defensa, que el vulgo suele (y con verdad) dēzir, la propria vejez es enfermedad. Conociendo esto Galeno, en el Comentario del Aphorismo alegado defiende a su maestro Hypocrates, afirmando que los viejos son mas enfermos que los mozos, pero que por su prudencia, y experiencia, y por saber huyr de los inconuenientes, passan la vida mas seguros de adonde se colije bien claro dezir Galeno lo proprio que yo afirmo, en la expossicion de la segunda parte del Refran, que es, hazte viejo temprano, auerse de entender, hazte prudente temprano, pues dize que aunque la naturaleza de los viejos es mas enferma, que la de de los mozos por su prudencia, (que es natural a la vejez) passan la vida mas sanos.

Y porque auemos dicho, que ser prudente es summa importancia, para posseer el excelente bien de la salud, sera razon darlo a entender, prouandolo con razones, y autoridades, y consecutiuamente, que los viejos son prudentes. Digo pues, que nadie aura que no entienda de quanto momento, y pesso sea para la conseruacion de la salud, la virtud de la prudencia, pues anda siempre acompañada del dichoso, y glorioso coro de las demas virtudes, como enseña Ciceron en el quinto de las Tusculanas. Y san Agustin dize, que la prudencia es ciencia de las cosas buenas, y de las malas, y de las neutras. El Philosopho tambien lo enseña, y dize que la prudencia, esta en la parte racional del alma, que se dize estimaua, la qual con sola su fuerza, y virtud, puede aconsejar à si, y a los demas, todos los males, y los bienes, y preuenir en todas ocasiones con altissimo consejo. Marco Tulio en el .3. de la Retorica, nos auisa, que por la prudencia podemos tener eleccion de los bienes, ò de los males. Siendo pues esto assi, no ay duda sino que la prudencia nos podra apartar de mu

chas ocasiones, y peligros de enfermedades, en los quales cada dia vemos que el in prudente necio, como torpe, y falto se dexa caer, de los quales, el prudente, y auisado se podra guardar pues le acompaña siempre la inquisicion dela verdad, la meditacion del animo, la viueza del entendimiento, y la eleccion de lo bueno, con mucho estudio, y ciencia, las quales cosas todas le amonestan, y aconsejan al prudente, que nunca se confie de su parecer, si en el no vienen estos requisitos.

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Y porque entendamos, como esta tan necessaria virtud de la prudencia, anda casi siempre acompañada con los muchos años. Y que dize acutissimamente nuestro Refran quando auisa, que nos hagamos viejos temprano, se a de aduertir, que lo proprio es dezir vejez, que dezir sequedad, porque los viejos son secos, como enseña Galeno en muchos lugares y la experiencia lo muestra: y este proprio autor en el libro que intitulo, Quod animi mores corporis tempraturum sequantur; afirma, que la prudencia procede, y se adquiere de la sequedad, como la demencia, è imprudencia de la humedad, adonde alega aquella celebre sentencia de Heraclito: que los espiritus secos, hazen el anima sapientissima, y prudente. Y aunque es verdad, que la sequedad aprouecha alguna cosa à la prudencia, auemos de entender ser mas cierto, lo que responde Platon en el Phedro quando dize, que haze prudentissimo al hombre la diuina Philosophia, la qual segun Macrobio, haze que menospreciemos el mundo, y todas quantas cosas ay en el dizen tambien que ala prudencia perfecciona el tiempo, y la larga experiencia juntamente con la obseruacion de los humanos acaecimientos, como lo escriue Marsilio Ficino Ciceron enel primero de legibus afirma, que la naturaleza le da cierta fuerza, y virtud. Y el santo Íob en el capitulo duodezimo dize, que en el mucho tiempo esta la prudencia. San Hieronymo escriuiendo á Nepociano, tambien dize. Casi todas las virtudes del cuerpo, se mudan en los viejos, y descreciendo todas las demas, crece sola la sabiduria. Y vn poco mas abaxo añade. La senetud con la edad se haze mas docta, con el vso mas trillada, y con el processo, y discurso del tiempo mas sabia. De Socrates ay vna sentencia referida de Alcibiades en el Simplosio de Platon, que entonces los ojos del entendimiento, comienzan a ver agudamente, quando á los ojos del cuerpo comienza á faltar su virtud. Y en el capitulo quarto de la Sabiduria esta escripto. Las canas de los hombres son prudencia. Y en el Ecclesiastico. Que hermosa es la sabiduria en los ancianos, y quan glorioso es su entendimiento. Y Euripides dize. El viejo cuydadoso, vale mas que muchos

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