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superflua hecha, sin ser cozida, ni digerida la comida del medio dia. Y assi se á de entender el Refran, de mas mato la cena, que sano Auicena.

Por mucha cena

nunca noche buena

REFRAN. XII.

EL Comico dixo ninguna cosa sea mucha: y la fuente de Medicina Hypocrates, todo lo mucho es enemigo de nuestra naturaleza. Y entre Medicos es doctrina llana y sin controuersia que qualquier remedio, y comida, no pueden ser buenos si son de cantidad desproporcionada, y sin medida, que corresponda con la necessidad que lo pide. Y esto aunque las cosas que se comen sean de buena qualidad, y bien aderecezadas, y se coman á buen tiempo, porque el yerro que se comete en la cantidad, es peor que el que se haze en la calidad : de suerte, que si vno auiendo de cenar polla, cenase algun pescado, o otra cosa que no fuesse de tan buena calidad como la polla, digo que no haria tan gran yerro para su salud, si comiesse en moderada cantidad, como haria el que cenase polla en mas cantidad de la que puede lleuar el estomago, porque la cantidad superflua como ya esta dicho en otra parte, no puede ser cozida del calor iratural, y no se coziendo bien, an de resultar crudezas, ventosidades, inquietud, mal humor, peligro de perlesia, apoplexia, hinchazon de vientre, y dormir sin sosiego. Y assi por mucha cena, nunca noche buena. Pero si la cena se celebra en justa cantidad, y sin yerro alguno, auiendo comido á medio dia poco, esta tal cena conseruara el humido radical, perficionara la salud, y alargara el curso de la vida.

CON

No le quiere mal

quien hurta al viejo

lo que a de cenar.

REFRAN. XIII.

razones, y avtoridades suficientes, se prouo en el comentario de la sentencia sexta, que la principal comida

del dia solia ser la cena, y que quien quisiere conseruar la salud, deue en este tiempo vsarlo assi, y entender que la mas conueniente comida á de ser la de la tarde pues como la cena sea la comida de mas importancia, esta sentencia, quiere que entendamos por la cena, la comida de todo el dia, y assi dize, que no dessea que se muera el viejo, ni le quiere mal quien le cercena, y quita parte de lo que solia comer en tiempo de la juuentud; dando á entender que conuiene que el viejo, coma poco para gozar de salud.

La razón deste aphorismo Castellano que vamos declarando, se funda en otro de Hypocrates, que nos enseña, que los viejos con gran facilidad sufren la hambre, y ayuno, al contrario de los niños, que con dificultad pueden.

Galeno, y los demas expositores de Hypocrates dizen, que los viejos an de comer poco, porque su calor es flaco, y debil, y assi se resuelue poco la sustancia en los viejos, y à poca resolucion, couuiene poca comida. Tienen tambien el sentido de la boca del estomago, adonde se haze la hambre muy obscuro, y boto, por lo qual no la sienten, y assi no se les siguiran los inconuenientes que de la hambre se suelen causar. Demas destas razones se da otra, que es que á los viejos, aunque sufran hambre no se les inflama la sangre, como á los mozos, porque su calor, como esta dicho es debil, y la resistencia en los viejos (que es la frialdad) fuerte. De lo qual entenderemos, que no le quiere mal, quien le hurta al viejo, parte de la comida, que solia comer en tiempo de juuentud, que quitandosela, viuira mas tiempo, y con mas salud.

Esto proprio nos enseña Hypocrates, en el aphorismo decimoquarto del primero libro, adonde amenaza a los viejos, que no comieren poco, diziendo, que con mucha comida su flaco calor se ahoga, y oprime, de adonde sera forzoso seguirse muchas enfermedades.

Mas porque la verdad resplandezca con mas luz, y porque los señores viejos no yerren en su regimiento, se aduierta que la vejez tiene dos partes, primera, y segunda, la primera es desde cinquenta años hasta sesenta poco mas, ó menos, de la qual edad dizen los Astrologos, que es señor Iupiter Planeta calido, y humido, y que con su calor, y humedad tiempla la frialdad, y sequedad, desta parte primera de la vejez, y assi lo passan bien los que corren de cinquenta á sesenta años. Destos viejos dize йypocrates, que padecen pocas enfermedades, y essas pequeñas. Y destos auemos de entender el aphorismo de Hypocrates, que arriba dixe, que trata de que los viejos sufren con facilidad el ayuno. Y por esta razon la santa madre Iglesia les obliga al ayuno, hasta los sessenta años,

que es esta primera parte de la vejez y destos viejos es tambien, de quien dize el Refran, no le quiere mal.

La segunda parte de la vejez se cuenta desde los sessenta años, poco mas, ò poco menos por todo el tiempo restante de la vida, aunque dure muchos años. Llamase decrepita esta vltima edad, en la qual an de tener muy diferente modo de comer, (los viejos que quisieren viuir) desde que tuuieron los sessenta años, porque no pueden sufrir el ayuno, antes como niños tienen necessidad de comer muchas vezes, y cada vez poco. La razon desto es, porque su fuerza, y calor natural, es tan debil, y esta tan en lo vltimo, que con muy poca falta, y yerro que se haga se acabara de apagar. Galeno en el libro quinto de la conseruacion de la salud dixo, que los viejos desta edad se an de regir, como conualecientes, que salen de algun graue mal, comiendo poco, y à menudo, como hazia Antiocho Medico, de quien trata en el libro citado. Considerando pues nuestra madre la santa Yglesia esta razon, releuó del ayuno à los que passan ya de los sessenta, que son los decrepitos, de los quales se puede entender tambien el Refran presente en quanto á la cantidad, que se les á de dar de vna vez á comer, porque à de ser pequeña. Y assi diremos, que la verdad desta sentencia comprehende la vna, y la otra parte de la vejez.

De las carnes el Carnero,
de los pescados el Mero.

REFRAN XIIII.

EL Philosopho en el libro primero de historia animalium,

pone artificiosamente todas las diferencias de animales, que Dios con su omnipotencia crio, las quales reduzidas à breue suma, dize, que son dos: la vna diferencia es de aquellos animales, que viuen en el agua, como todo genero de peces, y la otra de aquellos que passan su vida en la tierra, como el cauallo, buey, y otros muchos, adon le tambien comprehendio las aues. Haze despues destos dos miembros, otras subdiuissiones, que podra ver el curioso en el lugar citado, el qual dize que ay animales. cuya vida, goza de la tierra, y agua, que son el cocodrilo, rana,

galapago, y otros desta casta. Mas la curiosidad humana el dia de oy, en breue compendio, acomodando todos los animales del vniuerso à su sustento, haze tambien dos diferencias dellos, llamando carne á los que, viuen en la tierra, y ayre, y pescado á los que viuen en el agua. Ninguna destas diferencias comian los hombres antes del diluuio vniuersal; pero despues dio licencia Dios à Noe, y á sus descendientes, para que los pudiessen comer: desde este tiempo pues comen los hombres carne, y pescado y desscossos de gozar vida larga, y de la dulce salud, lo qual se adquiere con buenos alimentos an venido a sacar en limpio, que de las carnes el carnero, de los pescados el mero, es el mas salutifero, y sabroso mantenimiento, y assi el Castellano formo el Refran, y sentencia que vamos declarando, que traydo siempre en la memoria importara mas que el vso de algunos medicamentos muy celebrados.

La verdad, y razon por que la carne del carnero sea mejor para el hombre, que la de todos los demas animales se conoce de su calidad, modo de sustancia, y efectos. De su calidad porque el temperamento del carnero es mas semejante al del hombre que otro alguno, como euidentemente se ve, en que se conuicrte con mas facilidad en substancia, que la carne de los demas animales, y es cierto que entonces se haze mas facilmente la trasmutacion, quando ay mas semejanza, en lo que á de comutar, y en lo que se á de comutar. Tambien se conoce esto, en que sustenta la carne del carnero copiosamente, y haze muy pequeña cantidad de excrementos, y no sustentara tanto, si no tuuiera gran semejanza con la carne humana. Demas de lo dicho se aclarara esta verdad, con la bondad de sangre, que la carne del carnero cria en el hombre, y con la facilidad, que se cueze en el estomago, y assi vemos que jamas ninguno se quexo desta carne, comida en moderada cantidad. Y si alguno dixere que la carne del puerco es mas semejante a la del hombre que la del carnero, y lo prouare con la autoridad de Galeno en los libros de alimentis. Responderase á esto, que Galeno, no conocio los carneros de España, que si los conociera, no fuera de la opinion que fue, y esto se ve muy claro, porque hablando de las cabras, y cabrones en el lib. 3. cap. 2. de facultad de alimentos, dixo que el carnero sigue là carne de los cabrones en su malicia. Lo qual es muy diferente en nuestra España, adonde se á de anteponer la carne del carnero, à todas las demas de animales de quatro pies, como dize la sentencia presente, aunque se quente entre ellas la carne del puerco tan encarecida de Galeno.

Aqui se aduierta, que el carnero, ó es capado ó entero,

si es capado en qualquier tiempo del año tiene sazon, si no es capado, ò se mezcla con las quejas para la generacion, ó no. Si se mezcla con las ouejas es de mal alimento su carne, y guele a carne de cabron, como dize Vega lib. 2. de arte medendi: pero si no se junta con las ouejas da à nuestro cuerpo mejor sustancia aunque no tal como la da el capado. Aquesto entendido se entiende con gran facilidad la sentencia, la qual supone que el carnero à de ser capado, ó ya que no sea capado á de ser de aquellos que no son padres, ni se comunican con las ouejas, quales son los que comen en toda España, desde Pascua Florida hasta san luan: de suerte, que quando dixeremos de las carnes el carnero, no auemos de entender de los carneros, que son padres, que en algunas partes llaman moruecos, sino de aquellos que son capados, y merinos, los quales tienen carne muy templada entre calor, y frialdad, y algo humeda como afirma Platina.

Tambien se aduierta, que esta sentencia Castellana, sera verdadera en nuestra España, y en Francia, y en algunas partes de Italia porque en las demas regiones, no es tal la carne del carnero. Esto se colije bien de lo que dixo Galeno de los carneros de Grecia, cuya carne puso entre la de los cabrones, y toros, y se colije tambien de la carne de los carneros del Piru, y de todas las Indias, que es durissima, tanto que casi no se vsa della para comida. De suerte que los carneros Españoles capados, son de los que habla la sentencia, y si fueren merinos, seran de mejor carne los bastos, ó burdos.

Con lo dicho queda la primera parte desta sentencia, que habla de la carne del carnero bien distinta, y clara. Pero porque el estudioso halle sin cansarse juntas las propriedades deste tau insigne animal, sin reboluer machina de libros, pondre algunas dellas, que quererlas todas copilar seria proceder tan profunda, y largamente quanto son sus excelências profundas, è inumerables.

Es pues el carnero animal tan conocido por su prestancia, en todas las partes, que contiene el vniuerso; que se tendria por superfluo escriuir su figura, y traer su difinicion. El nombre que en Latin tiene, muestra bien su excelencia, y sublimidad, pues segun Ambrosio Calepino se dize Aries, porque antiguamente, era el animal que mas frequentemente en sacrificios, y holocaustos andaua por los altares, que son aras de adonde se le pego el nombre de Aries. Coligese esta denominacion bien de Virgilio en la tercera egloga, y de muchos lugares en las sagradas letras Pero no me desagrada lo que Bercorio graue autor dize en su dicionario, adonde afirma ser tantas las virtu

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