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gobernó el reino, creció en extensión y riquezas; y los valisoletanos deben pronunciar su nombre con el mismo respeto que el de D. Pedro Ansúrez. Después del concilio de 1322 y del capítulo general de la orden de Calatrava, en las cortes de Valladolid de 1325, Alfonso XI tomó en su mano las riendas del gobierno, premió los servicios de la villa con diferentes mercedes, puso término à las discordias provocadas por sus deudos D. Juan Manuel y D. Juan el Tuerto, y sin embargo de la oposición de los valisoletanos à D. Álvaro Núñez Osorio, favorito del rey, Alfonso XI hubo al fin de reconocer más tarde la hidalguía y caballerosidad de la villa, dando "por buenos é leales vasallos al concejo de Valladolid é à todos sus vecinos é moradores,, à quienes prometió "facer siempre bien é mucha merced,. Sangrienta lucha hubo entre las casas de Tovar y Reoyo con motivo de las elecciones de oficio de justicia en 1332, y fué célebre y famosa la disputa que el converso Alfonso de Valladolid tuvo con los doctos rabinos de la aljama valisoletana en 1336. "Pocos monarcas, escribe el Sr. Cuadrado, dotaron à la coronada villa de tantos y tan insignes privilegios: durante su reinado y mediante su protección se erigió en Universidad pontificia el estudio general; adquirió belleza y desahogo el templo de la Antigua, elevándose sobre las naves laterales y cubriéndose de esbelta bóveda la principal; y dióse principio al suntuoso claustro de Santa Maria la Mayor y á sus vastas capillas, à cuya fábrica contribuyeron con fuertes sumas el canciller D. Nuño Pérez y el abad de la colegiata D.Juan Fernández de Limia, imponiendo éste al cabildo la obligación de conservar el claustro primitivo,, 2. Dicho canciller fundó también un hospital

1 Tejada, Colección de cánones y de todos los concilios de la Iglesia española, t. III, pág. 477.

2 Recuerdos y bellezas de España, pág. 49.

en el extinguido convento de los Templarios, donde fué sepultado en 1326, y destruído por un incendio aquel edificio, se trasladó el sepulcro al monasterio de las Huelgas.

Desde el gobierno de D. Pedro Ansúrez, Valladolid ha adquirido cada vez mayor importancia y cultura. La celebración de tantas cortes y concilios aumentaron el movimiento y vida de la villa; los frailes de San Francisco y de Santo Domingo, los rabinos y los judíos conversos dieron esplendor à Valladolid, como también todos aquellos hombres ilustres que seguían à la corte. Del mismo modo, progresaron las artes; y la industria, merced à la protección de los reyes, adelantó considerablemente.

Aquel estudio que fundó D. Pedro Ansúrez para instrucción de los clérigos en el Latín y Sagrada Biblia, bajo el protectorado del abad de Santa María la Mayor, mereció señalada protección de Alfonso VIII y Fernando III, Alfonso X estableció cátedras de Hebreo. Griego y Matemáticas, Sancho IV dispuso que los maestros y escolares de Alcalá tuviesen las mismas franquezas que los del Estudio general de Valladolid, y Fernando IV aumentó los privilegios del mencionado Estudio. Alfonso XI solicitó del papa Clemente VI que el Estudio general se convirtiese en Universidad Real y Pontificia, accediendo á ello su Santidad, mediante una Bula expedida en Avignón á 30 de Julio de 1346. Desde esta época, la fama y gloria de la Universidad valisoletana no ha sido menor que las de las renombradas escuelas de Salamanca y Alcalá de Henares.

Pedro I convocó cortes en Valladolid el segundo año de su reinado (1351), y en ellas se formó el famoso Becerro ó Libro de las Behetrías, y se confirmó el Ordenamiento de Alcalá. Vino á Valladolid D.a Blanca, hija del duque de Borbón, y sobrina del rey de Francia, aposentándose en el Palacio Real, que à la sazón estaba en las casas del abad de Santander, inmediato al monasterio de las Huelgas. Después de otros hechos, y no olvidando que ya D. Pedro estaba enamorado de doña María de Padilla, se celebraron suntuosamente sus bodas con D. Blanca el 3 de Junio de 1353, en Santa María la Mayor. Desoyendo los consejos de su madre y de su tía D." Leonor, abandonó á los tres días à su mujer; y sordo á los ruegos de los prelados reunidos en Valladolid, se entregó á sus devaneos y locuras.

Enrique II no sólo confirmó los privilegios concedidos a la Universidad por su padre Alfonso XI, sino que expidió una albalá ó carta real, en 19 de Febrero de 1373, insertando otra del 17 de Diciembre de 1367, en la que otorgaba nuevas mercedes. Debe también Valladolid & Enrique II la señalada honra de que en ella se estableciese una Chancillería, la cual ocupó las casas de Fernán Sánchez de Tovar, en la calle de los Moros 1, y si más tarde se trasladó á otras poblaciones, tuvo asiento casi definitivo en nuestra ciudad desde el 1442. Afirman algunos historiadores que son ciertas las relaciones amorosas de Enrique II con D. Leonor Álvarez; pero no es verdad que una hija, fruto de estos amores, llamada también D.a Leonor, fuese arrojada á unos leones; único medio que encontró el rey para convencerse de la honradez ó culpabilidad de la madre. Cuenta la fábula que las fieras no hicieron daño á la niña, que desde entonces se llamó D. Leonor la de los

1 En el sitio que hoy ocupa la casa señalada con el núm. 4.

leones. Enrique II hizo donación á estas señoras de la villa de Dueñas, y tuvieron su enterramiento en el convento de San Francisco de Valladolid.

Vencido en Aljubarrota Juan I, año de 1385, convocó en Diciembre á los procuradores de las cortes, y en nuestra población halló alivio á sus penas el infortunado monarca. Entre sus donaciones, bien merece nombrarse la que hizo á la orden de San Benito de su alcazar de Valladolid.

Residencia esta villa de Enrique III el Doliente en 1391 y 1394, registra en sus anales las muchas víctimas ocasionadas por la peste que se desarrolló en Castilla en los últimos años del siglo XIV, y del mismo modo los grandes perjuicios causados por las crecidas de los ríos Pisuerga y Esgueva en el invierno de 1403. En este mismo año se reunieron los prelados y grandes del reino para acordar lo conveniente ante el cisma de la Iglesia. originado por el antipapa Benito XIII.

En 1405, D. Juan, príncipe de Asturias, fué jurado en las cortes que se celebraron al efecto, y un año después, subió al trono. En las cortes de Valladolid de 1408, se publicaron algunas leyes contra los moros y judíos. Parece ser que el decreto del 25 de Octubre de 1408 prohibiendo a los hebreos el ejercicio de cargos en la Casa Real fué sugerido á D." Catalina, madre del rey, por el converso D. Pablo de Santa María, encargado de la educación del príncipe D. Juan, según se ve por el testamento de Enrique III. Congregada la orden de Alcántara en el año siguiente, recayó el nombramiento de maestre en el niño D. Sancho, hijo de D. Fernando de Antequera, y en el mismo año llegaron dos embajadores de Yussuf, nuevo rey de Granada, solicitando la prorrogación de las treguas por dos años. Perseguidos duramente los judíos, á quienes se les obligó á vivir en barrios separados y encerrados dentro de mura

lla 1 "para consumar la obra de despoblación de las aljamas, sobrevinieron, a fines de aquel mismo año, las predicaciones de San Vicente Ferrer, en gran manera influyentes, así en yermar mezquitas y sinagogas, como en grangear proselitos al Cristianismo, 2. Otros hechos de menos importancia acaecieron en Valladolid durante la menor edad del rey; pero habiendo llegado à la mayor edad en 1419, desde las cortes aquí celebradas de 1420 se encargó de los asuntos políticos D. Álvaro de Luna. Vino la corte à Valladolid en 1424, y en 5 de Enero del siguiente año nació un infante, que después había de ceñir la corona con el nombre de Enrique IV 3. El supuesto ó verdadero bachiller Fernán Gómez de CibdadReal, escribe: "Dios le señala por buen Rey, pues que nació en la víspera de los Reyes; y agüeros trae de que será adivino y saludador, pues nació en viernes, 4; y en la misma epístola, hablando del obispo D. Álvaro de Isorna, añade: "batizólo el obispo de Cuenca, que se tusó la barba, y se vistió de nuevo, que parecía que demandaba la vacanza del obispado de Toledo,,. Llevóse al infante desde las casas de Diego Sánchez, que servían de Palacio, calle de Teresa Gil (convento de Portacoli) al convento de San Pablo, donde recibió las aguas del bautismo. Se repitieron las fiestas, cuando, reunidas las cortes en 1425, fué jurado príncipe de Asturias. Muertes é incendios ocurrieron en el año 1426 entre los antiguos y enemigos bandos de Reoyo y Tovar. Juan II, que se hallaba en Fuentesauco, salió en

1 Estableciéronse en el Barrio Nuevo de la parroquia de San Nicolás.

2 Ordenamiento formado por los procuradores de las aljamas hebreas, traducido, anotado é ilustrado por el Sr. Fernández y González, pág. 4.

3 Colec. de doc. inéd., t. XIII. Cronicón de Valladolid, pág. 16. 4 Centón epistolar, epist. 1.a

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