Don Santiago Ramón y Cajal Acaba de ser jubilado el maestro de maestros; S. M. D. Alfonso, los hombres de ciencia, el pueblo español en masa, tributan al sabio insigne, que ha sabido ensalzar el nombre de su Patria, homenaje de admiración, sin alharacas, sin ruido, con toda la seriedad que el científico saber y entender del Maestro necesitaba. REVISTA DE ODONTOLOGÍA no podía permanecer impasible a tal acontecimiento y deseando mostrarse parte en el homenaje, acude presurosa, pero se encuentra con falta de autoridad para juzgar la obra inmensa del sabio y va en pos de sus maestros, para que ellos hablen de él, del sabio que es orgullo de España, de Navarra que le vió nacer y de Aragón que lo educó y que bajo su cielo se comenzó a vislumbrar al hombre que más días de gloria ha dado a España. España, Navarra y Aragón, se sienten orgullosas de ser su madre El debido homenaje La apoteosis de Santiago Ramón y Cajal en su día jubilar, que es el de su jubilación y el de su jubileo, viene a ser la dignificación del trabajo, el ensalzamiento de la laboriosidad, la glorificación de la perseverancia. Porque eso ha sido Cajal: hombre perseverante tanto como hombre de genio, laborioso tanto como capaz, trabajador infatigable. tanto como talentoso indiscutible. Dibujante en su niñez, barbero en su adolescencia, zapatero en la pubertad, militar en la juventud, profesor en la edad adulta, sabio consagrado en la vejez y siempre artista y en toda época investigador y constantemente maestro, el trabajo se ha mostrado con él generoso, porque le ha dado la vida, la salud y la celebridad. La fotografía y la gramofonía le deben positivos adelantos, y la luz y el ritmo, los colores y los sonidos, la pintura y la música, se rindieron a su genio, que es, en efecto, todo ritmo y todo luz. Por eso es un verdadero mago del microscopio, donde la medición de la distancia, que es ritmo, y el girar del espejo, que es luz, constituyen los fundamentos de su técnica; y dentro de la inmensa ciencia del microscopio, el estudio de las estructuras hísticas fué su devoción, y el de las correspondientes al sistema nervioso ha sido su gloria. Investigar las oficinas del alma en este bajo mundo, descubrir los mecanismos de su actuación, interpretar su funcionamiento:. este es el campo virgen e inexplorable donde Cajal ha puesto los hitos de sus deslindes, los mojones de sus parcelamientos y los primeros surcos de su roturación en centenares de descubrimientos originales bien patentados, en las 250 publicaciones que constituyen su bagaje científico, traducidos a todos los idiomas, festejados por todos los sabios y consagrados por todas las sociedades cminentes del orbe desde que, en el año 1886 el Profesor W. Krause, de Cotinga, lo introdujo en el mundo sabio por el «International Monatschurft für Anatomie und Phsyologie» con su «Contribution a l'etude des cellules anastomosees des epiteliums pavimenteux» hasta sus últimos flamantes estudios acerca de la «Estructura del ganglio cerebral de la abeja», en que tan rudo golpe se asesta a la doctrina evolucionista. Esta es la miniatura del boceto de la insigne personalidad de Santiago Ramón. Decíamos al principio que su homenaje y glorificación es la glo |