Para que Enrique, dellos informado , Que la ocasion dichosa y sucrte buena Y de todas las dudas satisfecho, Vale mas que el trabajo infrutuoso : A las cortes que ya se habian juntado Trabajo infrutuoso como el mio, Informase tambien de su derecho; Que siempre ha dado en seco y en vacío. Y al pueblo contumaz y apasionado, Puesto delante el general provecho, ¡Cuántas tierras corrí, cuántas naciones Hácia el helado norte atravesando, Fueros y libertades prometiesen Y en las bajas antárticas regiones El antípoda ignoto conquistando ! Golfos iunavegables navegando, Hasta casi la austral frigida zona. ¿ Qué jornadas tambien por mar y tierra A fin que aquellos súbditos y estados Habeis hecho que deje de seguiros ? Fuesen con mas ventaja aprovechados. A Italia, Angusta, á Flandes, á Inglaterra Cuando el reino por rey vino á pediros : Pues como hubiese el tardo rey dudoso De allí el furioso estruendo de la guerra El término y respuesta diferido, Al Perú me llevó por mas serviros, Llegó aquel de la muerte presuroso, Do con suelto furor tantas espadas Estaban contra vos desen vainadas. Y el rebelde indiano castigado, Y el reino á la obediencia reducido, Pasé al remoto Arauco, que alterado Habia del cuello el yugo sacudido ; Habiendo antes con todos procurado Y con prolija guerra sojuzgado, Muchos medios de paz por él moyidos, Y al odioso dominio sometido, Provocando al temoso y porfiado Seguí luego adelante las conquistas De las últimas tierras nunca vislas. Dejo, por no cansaros y ser mios, Los inmensos trabajos padecidos, Al derecho y razon cerró la puerta. La sed , hambre, calores y los frios, La falta irremediable de vestidos, i Quién pudiera deciros tantas cosas Los montes que pasé, los grandes rios , Como aquí se me van representando, Los yermos despoblados no rompidos, Tanto rumor de trompas sonorosas, Riesgos , peligros, trances y fortunas, Tanto estandarte al viento tremolando, Que aun son para contadas importunas. Las prevenidas armas sanguinosas Del portugués y castellano bando, Ni digo como al fin por acidente El aparato y máquinas de guerra, Del mozo capitan acelerado Las balallas de mar y las de tierra ! Fuí sacado á la plaza injustamente A ser públicamente degollado : Veránse entre las armas y fiereza Ni la larga prision impertinente Materias de derecho y de justicia , Do estuve tan sin culpa molestado, Ejemplos de clemencia y de grandeza , Ni mil otras miserias de otra suerte, Proterva y contumaz enemicicia, y De comportar mas graves que la muerte. Liberal y magnánima largueza Que los sacos hinchó de la codicia, Y aunque la voluntad , nunca cansada , Y otros matices vivos y colores Está para serviros hoy mas viva, Que felices harán los escritores. Desmaya la esperanza quebrantada Viéndome prohejar siempre agua arriba: Canten de hoy mas los que tuvieren vena, al cabo de tan larga y gran jornada Y enriquezcan su verso numeroso, Hallo que mi cansado barco arriba Pues Felipe les da materia llena De la adversa fortuna contrastado Y un campo abierto, fértil y espacioso; Lejos del fin y puerto deseado. Mas ya que de mi estrella la porfia Y pues del fin y término postrero El mas sabio piloto no le sabe : Considerando el corto plazo, quiero Que aunque esto haya tardado de mi parte, Y yo que tan sin rienda al mundo he dado FIN. PARTE PRIMERA. PRÓLOGO DEL AUTOR..... Pág. DECLARACION DE ALGUNAS COSAS DE ESTA OBRA........ - CANTO PRIMERO.-El cual declara el asiento .... ... ..... ....... - ... 1 ........ 2 ... CANTO IV.-Vienen catorce españoles por talla que entre los españoles y los arau- 31 - 35 3 9 16 1 CANTO VII. Llegan los españoles á la CANTO IX. Llegan los araucanos à tres . Pág. 50 59 ..... CANTO XI. Acábanse las fiestas y dife- - ..... PARTE SEGUNDA. CANTO XVI. -En este canto se acaba la : CANTO XVII. - Hace Millalauco su emba- 63 70 78 94 |