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cio del Príncipe y del bien público. Pero ya ha crecido tanto la vanidad de los gastos, que no es menester valerse de ellas; porque los mas poderosos viven mas trabajados con deudas y necesidades, sin que haya substancia para executar pensamientos altivos y atreverse á novedades. En queriendo los hombres ser con la magnificencia mas de lo que pueden, vienen á ser menos de lo que son, y á extinguirse las familias nobles (1). Fuera de que, si bien las muchas riquezas son peligrosas, tambien lo es la extrema necesidad, porque obliga á novedades (2).

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(1) Dites olim familiae nobilium, aut claritudine insigues, studio magnificentiae prolabebantur. Tac. lib. 3. Ann.

(2) Sed cum ex primariis aliqui bona dissiparunt, hi res novas moliuntur. Arist. Pol. lib. 6. c. 12.

EMPRESA XVIII
ADEO

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muchos dió la virtud el Imperio, á pocos la malicia: en estos fué el cetro usurpacion violenta y peligrosa: en aquellos título justo y posesion durable. Por secreta fuerza de su hermosura obliga la virtud á que la veneren. Los elementos se rinden al gobierno del cielo por su perfeccion y nobleza, y los pueblos buscáron al mas justo y al mas cabal para entregarle la suprema potestad. Por esto á Cyro no le parecia merecedor del Imperio el que no era mejor que todos.

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dos (1). Los vasallos reverencian mas al Príncipe en quien se aventajan las partes y calidades del ánimo. Quanto fueren éstas mayores, mayor será el respeto y estimacion, juzgando que Dios le es propicio y que con particular cuidado le asiste y dispone su gobierno. Esto hizo glorioso por todo el mundo el nombre de Josue (2). Recibe el pueblo con aplauso las acciones y resoluciones de un Príncipe virtuoso, y con piadosa fe espera de ellas buenos sucesos; y si salen adversos, se persuade á que así convienen para mayores fines impenetrables. Por esto en algunas naciones eran los Reyes Sumos Sacerdotes (3): de los quales recibiendo el pueblo la ceremonia y el culto, respetase en ellos una como superior naturaleza, mas vecina y mas familiar á Dios de la

(1) Non censebat convenire cuiquam Imperium, qui non melior esset iis, quibus imperaret. Xenoph. lib, 8. Pedag.

(2) Fuit ergo Dominus cun Josue, & nomen ejus vulgatum est in omni terra. Jos. 6. 27.

(3) Rex enim dux erat in bello, & Judex, & in iis, quae ad cultum Deorum pertinerent, summam potestatem habebat. Arist. lib. 3. Pol. c. II.

la qual se valiese para medianera en sus ruegos y contra quien no se atreviese á maquinar (1). La corona de Aaron sobre la mitra se llevaba los ojos y los deseos de todos (2). Jacob adoró el cetro de Joseph, que se remataba en una cigueña, símbolo de la piedad y religion (3).

No pierde tiempo el gobierno con el exercicio de la virtud, antes dispone Dios entretanto los sucesos. Estaba Fernan Antolinez devoto oyendo Misa mientras á las riberas del Duero el Conde Garci Fernandez daba la batalla á los Moros, y revestido de su forma peleaba por él un Angel; con que le libró Dios de la infamia, atribuyéndose á él la gloria de la victoria, Igual suceso en la ordenanza de su exército se refiere en otra ocasion de aquel gran varon el Conde de Tilly, Josue Christiano no menos san

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(1) Minusque insidiantur eis, qui Deos auxiliares habent. Arist. Pol.

(2) Corona aurea super mitram ejus, expressa signo sanctitatis, & gloria honoris: opus virtutis, & desideria oculorum ornata. Eccl. 45. 14.

(3) Et adoravit fastigium virgae ejus. Paul. epist. ad Hebr. II. 21.

to que valeroso, mientras se hallaba al mismo sacrificio. Asistiendo en la tribuna á los divinos oficios el Emperador Don Fernando Segundo, le ofreciéron á sus pies mas estandartes y trofeos que ganó el valor de muchos predecesores suyos (1). Mano sobre mano estaba el pueblo de Israël, y obraba Dios maravillas en su favor (2). Eternamente lucirá la corona que estuviere ilustrada, como la de Ariadne, con las estrellas resplandecientes de las virtudes (3). El Emperador Septimio dixo á sus hijos quando se moria: Que les dejaba el Imperio firme, si fuesen buenos y poco durable, si malos (4). El Rey Don Fernando, llamado el Grande por sus grandes virtudes, aumentó con ellas su Reyno y lo estableció á sus sucesores. Era tanta su piedad, que en la traslacion del cuerpo

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(1) Nolite timere: state & videte magnalia Domini quae facturus est hodie. Exod. c. 14. 13.

(2) Dominus enim Deus Israël pugnâvit pro eo. Josue 10. 42

(3) Marian. hist. Hisp.

(4) Neque declinet in partem dexteram vel sinistram, ut longo tempore regnet ipse, & filii ejus. Deut. 17. 20.

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