Obras completas del excmo, Volumen19M. Rivadeneyra, 1867 - 588 páginas |
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... fueron : Responde ; tu igual soy . ENRIQUE . Tu fin entonces , Sin ser por el combate menos cierto , Mas bello y mas espléndido seria . Tú has entrado en mi alcázar encubierto Y á fuer de un miserable disfrazado ; Yo no conozco así los ...
... fueron : Responde ; tu igual soy . ENRIQUE . Tu fin entonces , Sin ser por el combate menos cierto , Mas bello y mas espléndido seria . Tú has entrado en mi alcázar encubierto Y á fuer de un miserable disfrazado ; Yo no conozco así los ...
Página 87
... fueron sus primeros maestros , mas no cabe duda que tomó en su juventud lecciones del profesor Juan Lopez de Hoyos , que ense- ñaba á la sazon con mucho crédito las humanidades en Madrid . El mismo Hoyos le llama << su muy caro y amado ...
... fueron sus primeros maestros , mas no cabe duda que tomó en su juventud lecciones del profesor Juan Lopez de Hoyos , que ense- ñaba á la sazon con mucho crédito las humanidades en Madrid . El mismo Hoyos le llama << su muy caro y amado ...
Página 97
... fueron pocos y tibios en favorecerle . Ignórase que recibiese nada del personaje á quien de- dicó la Galatea . El duque de Béjar , cuya proteccion buscó para la primera parte del Quijote , después de ad- mitir dificultosamente este ...
... fueron pocos y tibios en favorecerle . Ignórase que recibiese nada del personaje á quien de- dicó la Galatea . El duque de Béjar , cuya proteccion buscó para la primera parte del Quijote , después de ad- mitir dificultosamente este ...
Página 100
... fueron os- curos y pobres , como lo habia sido su vida . Mandóse enterrar en la iglesia de las monjas trinitarias , y hoy dia , confundida su tumba con las otras , no puede dis- tinguirse el sitio donde se debiera escribir : AQUÍ YACE ...
... fueron os- curos y pobres , como lo habia sido su vida . Mandóse enterrar en la iglesia de las monjas trinitarias , y hoy dia , confundida su tumba con las otras , no puede dis- tinguirse el sitio donde se debiera escribir : AQUÍ YACE ...
Página 109
... fueron don Juan Antonio Melendez , natural de la villa de Salvaleon , y doña María de los Angeles Diaz Cacho , natural de Mérida ; personas virtuosas las dos , y pertenecientes á familias nobles y bien acomo- dadas del país . Las ...
... fueron don Juan Antonio Melendez , natural de la villa de Salvaleon , y doña María de los Angeles Diaz Cacho , natural de Mérida ; personas virtuosas las dos , y pertenecientes á familias nobles y bien acomo- dadas del país . Las ...
Términos y frases comunes
Adelantado Almagro Almirante Alonso Alvaro Alvaro de Luna amigo amor ánimo armas Atahualpa ATAIDE autoridad Balboa buen caballeros caballos Calabria capitan castellanos Castilla Cervantes cielo cion conde conde de Haro Condestable corte Cuzco daba dado Darien debia decia dejó dijo dió ejército empezó enemigos Enrique entonces envió eran escritor España españoles esperanzas estaba Fernando fortuna franceses Francisco Pizarro fueron fuerza fuese gente gloria Gobernador Gonzalo guerra gusto habia hallaba hermano Hernando de Soto Hernando Pizarro hicieron hijo hizo HORMESINDA hubiera Inca indios Infante instante llegó llevaba mandó mano mente miserable modo monarca muerte mundo MUNUZA Nápoles navío noble obispo padre parecia pecho PELAYO podia poesía poeta presente primero principal Príncipe pudo pueblo puso queria quiso recibió reino respeto rey de Aragon rey de Navarra Roger Roger de Lauria salió Sicilia soldados talento tambien tenia tierra trato tuvo venia venir versos vino volvió
Pasajes populares
Página 38 - Jano el templo abrimos, ya la trompa de Marte aliento dimos; tres veces ¡ay! los dioses tutelares su escudo nos negaron, y nos vimos rotos en tierra y rotos en los mares. ¿Qué en tanto tiempo viste por tus inmensos términos, oh Iberia?
Página 102 - ... ni que parió la dama esta jornada, y en otra tiene el niño ya sus barbas, y es valiente y feroz, y mata y hiende, y venga de sus padres cierta injuria; y al fin viene a ser rey de un cierto reino, que no hay cosmografía que le muestre.
Página 33 - Sin tí se devoraban Los siglos á los siglos, y á la tumba De un olvido eternal yertos bajaban. Tú fuiste: el pensamiento Miró ensanchar la limitada esfera Que en su infancia fatal le
Página 36 - Quién sois ? iba a decir, cuando a otra parte alzarse vi una sombra, cuyo aspecto de odio a un tiempo y horror me estremecía. El insaciable y velador cuidado, la sospecha alevosa, el negro encono, de aquella frente pálida y odiosa hicieron siempre abominable trono. La aleve hipocresía, en sed de sangre y de dominio ardiendo, en sus ojos de víbora lucía; el rostro enjuto y míseras facciones de su carácter vil eran señales, y blanca y pobre barba las cubría cual yerba ponzoñosa entre arenales.
Página 38 - Así, rota la vela, abierto el lado, pobre bajel a naufragar camina, de tormenta en tormenta despeñado, por los yermos del mar: ya ni en su popa las guirnaldas se ven que antes le ornaban, ni en señal de esperanza y de contento la flámula riendo al aire ondea. Cesó en su dulce canto el pasajero...
Página 140 - La dulce boca que a gustar convida un humor entre perlas destilado, ya no invidiar aquel licor sagrado que a Júpiter ministra el garzón de Ida, amantes, no toquéis, si queréis vida, porque entre un labio y otro colorado Amor está, de su veneno armado, cual entre flor y flor sierpe escondida.
Página 39 - ¡Salud, oh padres de la patria mía, yo les diré, salud! La heroica España de entre el estrago universal y horrores levanta la cabeza ensangrentada, y vencedora de su mal destino, vuelve a dar a la tierra amedrentada su cetro de oro y su blasón divino.
Página 152 - Iriarte cuenta bien, pero Samaniego pinta: el uno es ingenioso y discreto, el otro gracioso y natural. Las sales y los idiotismos que uno y otro esparcen en su obra son igualmente oportunos y castizos : pero el uno los busca, el otro los encuentra sin buscarlos, y parece que los produce por sí mismo...
Página 20 - ... te miro. Inquieto centellea en tu cristal el sol, que al occidente, de majestad vestido, huye y se esconde.
Página 39 - En torvo ceño y desdeñosa pena ved cómo cruzan por los aires vanos; y el valor exhalando que se encierra dentro del hueco de sus tumbas frías, en fiera y ronca voz pronuncian: "¡Guerra!