Imágenes de páginas
PDF
EPUB

9 Y donde segaren, síguelas. Por-1 Y añadió: Pariente nuestro es el homque he dado órden á mis criados, que bre. nadie te inquiete: y aun quando tuvieres sed, vete al hato, y bebe del agua, que beben tambien mis criados.

10 Ella entónces inclinando su rostro hasta la tierra, le hizo una profunda reverencia, y dixo: ¿De dónde á mí esta dicha de haber hallado gracia en tus ojos, y que te dignes de saber quién soy, siendo una muger extrangera?

dó, que tanto tiempo me incorporase 21 Y dixo Ruth: Tambien me mancon sus segadores, hasta que se acabara toda la siega.

Mas vale, hija mia, que vayas á espigar 22 A la qual respondió la suegra : entre sus criadas, porque alguno no te moleste en el campo de otro.

23 Juntóse pues con las criadas de po, hasta que las cebadas y el trigo se Booz y espigó entre ellas tanto tiemguardáron en las troxes.

CAPITULO III.

11 A la qual él respondió: Me han contado todas las cosas, que hiciste con tu suegra despues de la muerte de tu marido y que has dexado á tus pa-Ruth por consejo de Noemi se pone á los rientes, y la tierra en que naciste, y te has venido al pueblo, que antes no conocias.

12 El Señor te galardone conforme á tus obras, y recibas un cumplido galardon del Señor Dios de Israel, a quien has venido, y debaxo de cuyas alas te has acogido.

13 Ella dixo: He hallado gracia en tus ojos, señor mio, que me has consolado, y has hablado al corazon de tu esclava, que no puedo compararme con una de tus criadas.

pies de Booz mientras este dormia, y le pide con la mayor modestia, que la tome por esposa. Booz la da una respuesta favorable.

Y DESPUES que volvió á su suete buscaré reposo, y procuraré que esgra, oyó de esta: Hija mia, yo tés bien.

incorporada en el campo, es nuestro pa2 Este Booz, con cuyas criadas estás riente, y esta noche avienta la cebada en su era.

14 Y díxola Booz: Quando fuere ho- mejores vestidos y ve a la era. 3 Lávate pues, y úngete, y ponte tus ra de comer, vente aquí, y come del pan, vea ese hombre, hasta que haya acabaNo te y moja tu bocado en el vinagre. Sen-do de comer y de beber. tóse pues al lado de los segadores, y cogió porcion de la polenta para sí, y comió y se sació, y alzó las sobras. 15 Y levantóse de allí, para recoger las espigas como solia. órden á sus criados, diciendo: Aunque Y Booz dió ella quiera segar con vosotros, no se lo estorbeis:

16 Y de vuestras gavillas echad de propósito algunas espigas, y dexad que queden allí, para que las coja sin rubor, y ninguno la reprehenda quando las recoja.

bien el lugar donde duerme: é írás y
4 Y quando se fuere á dormir, nota
parte de los pies, y te echarás y tende
alzarás la capa, con que se cubre por la
rás allí: y él te dirá lo que debes hacer.

dares, haré.
5 Ella respondió: Quanto me man-

la suegra le habia mandado.
6 Y fuése á la era, é hizo todo lo que

bebido, y puestose mas alegre, é ido á
7 Y luego que Booz hubo comido, y
dormir junto à un monton de gavillas,
llegó Ruth calladamente y alzándole la

17 Estuvo pues espigando en el cam-capa por los pies, echose allí. po hasta la tarde y sacudiendo y dando con una vara á lo que habia recogido, halló como la medida de un ephí de cebada, esto es, tres modios.

18 Y cargándolos volvióse á la cindad, y los mostró á su suegra: y además sacó, y la dió las sobras de la comida, de que ella se habia saciado.

19 Y díxola su suegra: ¿Dónde has espigado hoy, y dónde has trabajado? bendito sea él que tuvo misericordia de tí. Y la declaró con quien habia trabajado y la dixo el nombre del varon, que se llamaba Booz.

20 A la qual respondió Noemi: Bendito sea él del Señor: pues la misma caridad que tuvo con los vivos, la ha conservado tambien con los muertos.

despertó el hombre despavorido, y 8 Y he aquí que á la media noche turbado: y vió una muger echada á sus pies,

respondió: Yo soy Ruth tu esclava :
9 Y díxola: ¿Quién eres? Y ella
extiende tu capa sobre tu sierva, por-
que eres mi pariente.

Señor, que has excedido tu primera
10 Y él dixo: Hija, bendita seas del
bondad con
no has buscado jóvenes pobres ó ri-
esta de ahora: porque
cos.

tigo todo lo que me dixeres.
11 No temas pues, que yo haré con-
todo el pueblo, que habita dentro de
las puertas de mi ciudad, sabe que tú
Porque
eres muger de virtud.

12 Ni niego que yo soy tu pariente, | el segundo. Y él respondió: Yo compero hay otro que lo es mas cercano praré el campo.

que yo.

13 Reposa esta noche: y luego que se haga de dia, si quisiere quedarse contigo por derecho de proximidad, sea en hora buena: mas si él no quisiere, yo sin duda alguna te recibiré, vive el Señor. Duerme hasta la mañana.

14 Ella pues durmió á sus pies hasta que pasó la noche. Y levantóse antes que los hombres pudieran conocerse unos á otros, y díxola Booz: Mira que ninguno entienda que has venido acá.

5 Y Booz le dixo: Luego que compres el campo de Noemi, es necesario que te cases tambien con Ruth Moabita, que fué muger del difunto, para que levantes el nombre de tu pariente en su herencia.

6 El respondió: Renuncio al derecho de parentesco: porque no debo yo extinguir la posteridad de mi familia. Usa tú del derecho mio, del que protesto carecer gustosamente.

7 Habia una costumbre antigua en Is15 Y añadió diciendo: Extiende el rael entre los parientes, que quando el manto, con que te cubres, y tenle bien uno cedia su derecho al otro, para que asido con entrambas manos. Ella ex-la cesion fuese válida, se quitaba aquel tendiéndole y teniéndole, midió seis mo- su zapato, y se le daba á su pariente. dios de cebada, y se los puso encima. Este era el testimonio de cesion en IsLa qual cargada con ellos, entró en la ciudad,

16 Y volvió á su suegra. La qual le preguntó: ¿Qué es lo que has hecho, hija? Y contóla todo lo que el hombre habia hecho con ella.

17 Y dixo: He aquí seis modios de cebada que me ha dado, y ha dicho: No quiero que vuelvas á tu suegra con las manos vacías.

18 Y Noemi la dixo: Espera, hija, hasta que veamos el fin que tiene este negocio. Porque es hombre que no pa rará hasta que haya cumplido lo que ha dicho.

CAPITULO IV.

Booz cita ante los Jueces al otro pariente mas cercano, y renunciando este el derecho de parentesco, entra aquel en la herencia del difunto Elimelech. Se casa con Ruth, y tiene de ella á Obéd padre de Isai, y abuelo de

David.

SUBIO

UBIO pues Booz á la puerta, y sentose allí. Y viendo pasar a aquel pariente, de quien antes hemos hablado, llamándole por su nombre, díxole: Llégate acá por un poco, y siéntate. Llegóse él, y se sentó.

2 Y tomando Booz diez hombres de los ancianos de la ciudad, les dixo: Sentaos aquí.

3 Y luego que se sentáron, dixo á su pariente: Noemi, que ha vuelto de la region de Moab, está para vender una parte del campo de nuestro hermano Elimelech :

4 Lo qual he querido que tú oygas, y decirtelo delante de todos los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si quieres poseerlo por derecho de parentesco: cómpralo, y quédate con él. Y si no te contenta, declárame esto mismo, para que sepa lo que debe hacer. Porque no hay otro pariente, sino tú, que eres el primero: y yo, que soy

raél.

8 Dixo pues Booz á su pariente : Quitate el zapato. Y él al punto le quitó de su pie.

9 Y Booz dixo á los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois hoy testigos de que entro á poseer todo lo que poseia Elimelech, y Chelión y Mahalón, entregándomelo Noemi :

10 Y que tomo por muger á Ruth Moabita, muger que fué de Mahalón, para levantar el nombre del difunto en su heredad, para que no quede extinguido su nombre de su familia, y hermanos, y pueblo. Vosotros, repito, sois testigos de esta cosa.

11 Respondió todo el pueblo, que estaba en la puerta, y los ancianos: Nosotros somos testigos: el Señor haga con esta muger, que entra en tu casa, como con Rachél y Lía, las quales edificáron la casa de Israél: para que sea un dechado de virtud en Ephrata, y tenga un nombre célebre en Bethlehem:

12 Y sea tu casa, como la casa de Pharés, que Thamár parió para Judá, por la posteridad que te diere el Señor de esta moza.

13 Tomó pues Booz á Ruth, y casóse con ella, y cohabitó con ella, y le concedió el Señor que concibiera, y pariera un hijo.

14 Y decian las mugeres á Noemi : Bendito sea el Señor, que no ha permitido que faltase sucesor á tu familia, para que su nombre se conservase Israél.

en

15 Y que tengas quien consuele tu alma, y sustente tu vejez. Porque ha nacido de tu nuera, que te ama: y es para tí mucho mejor, que si tuvieras siete hijos.

16 Y tomando Noemi al niño, le puso en su regazo, y hacia con él oficio

de nodriza y de criada que lo llevaba. 17 Y las mugeres sus vecinas congratulándose con ella, la decian: Ha nacido un hijo á Noemi: y llamáronle Obéd: este es padre de Isaí, que fué padre de David.

18 Estas son las generaciones de Pharés: Pharés engendró á Esrón,

19 Esrón engendró á Arám, Arám engendró á Aminadáb,

20 Aminadab engendró á Nahasón, Nahasón engendró á Salmón, 21 Salmón engendró á Booz, Booz engendró á Obéd, 22 Obéd engendró á Isaí, dró á David.

Isaí engen

LIBRO PRIMERO DE LOS REYES.

CAPITULO I.

A los fervorosos ruegos de Ana, que era estéril y muger de Elcana, concede el Señor un hijo á quien llama Samuel. Despues de haberle destetado, le dedica al Señor por medio del

Sacerdote Heli.

HUBO

TUBO un hombre Ephrathéo de Ramathaim-Sophím, del monte de Ephraim, cuyo nombre era Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Thohu, hijo de Suph:

2 Y tuvo dos mugeres; el nombre de la una era Ana, y el de la segunda Phenena. Y Phenena tenia hijos: mas Ana no los tenia.

3 Y subia este hombre de su ciudad en los dias establecidos, á adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los exércitos en Silo. Y habia allí dos hijos de Helí, Ophni y Phinees, sacerdotes del Señor.

silla delante de las puertas del templo del Señor,

10 Ana con un corazon lleno de amargura, oró al Señor, derramando copiosas lágrimas,

11 E hizo un voto, diciendo: Señor de los exércitos, si volviendo los ojos mirares la afliccion de tu esclava, y te acordares de mí, y no olvidares á tu criada, y dieres a tu sierva un hijo varon: le consagraré al Señor por todos los dias de su vida, y no subirá navaja sobre su cabeza.

12 Y acaeció, que repitiendo ella muchas veces sus ruegos delante del Señor, Helí estaba observando la boca de ella.

13 Pero Ana hablaba en su corazon, y solamente se movian los labios de ella, y la voz absolutamente no se oia. Y así Helí la tuvo por embriagada.

4 Llegó pues el dia, y Elcana ofreció 14 Y la dixo: ¿Hasta quándo estasu sacrificio, y dió sus porciones á Phe-rás embriagada? digiere un poco el vino, nena su muger, y á todos sus hijos, é de que estás llena. hijas: 15 Ana le respondió diciendo: No 5 Mas á Ana dió una sola porcion, es así, señor mio: porque soy una mutriste, porque amaba á Ana. Y el Se-ger muy infeliz, y no he bebido vino ni ñor habia cerrado la matriz de ella. cosa que pueda embriagar, sino que 6 Y su competidora la inquietaba derramado mi alma en la presencia del tambien y angustiaba en gran manera, Señor. en tanto grado, que la echaba en rostro que el Señor habia cerrado la matriz de ella:

7 Y lo mismo hacia cada año, quando llegando el tiempo subian al templo del Señor y de este modo la zaheria. Mas Ana se ponia a llorar, y no tomaba ali

mento.

8 Elcana pues su marido la dixo: Ana, ¿por qué lloras? ¿y por qué no comes? ¿y por qué causa está afligido tu corazon? ¿Por ventura no soy yo meહૈં jor para tí, que diez hijos?

9 Y levantóse Ana despues de haber comido y bebido en Silo. Y como el sacerdote Helí estuviese sentado en su

he

16 No tengas á tu sierva como á una de las hijas de Beliál: pues por la muchedumbre de mi dolor, y de mi tristeza he hablado hasta ahora.

17 Helí entonces la dixo: Vete en paz: y el Dios de Israel te conceda la peticion, que le has hecho.

18 Yella respondió: Oxalá tu sierva halle gracia en tus ojos. Y la muger se fué su camino, y comió, y su rostro no se demudó mas en adelante.

19 Y se levantáron de mañana, y adoráron delante del Señor: y se volviéron, y viniéron á su casa en Ramatha. Y Elcana conoció á Ana su muger: y el Señor se acordó de ella.

1

20 Yacaeció que pasado el círculo de dias, concibió Ana, y parió un hijo, y llamóle Samuel: porque le habia pedido al Señor.

21 Y Elcana su marido subió con toda su familia, para sacrificar al Señor una hostia solemne, y (cumplir) su voto,

22 Mas Ana no subió: porque dixo á su marido: No iré, hasta que el niño esté destetado, y que yo le lleve para presentarle al Señor, y que se quede allí para siempre.

23 Y díxola Elcana su marido: Haz lo que bien te parezca, y quédate hasta que le destetes: y ruego al Señor que nos cumpla su palabra. Quedóse pues Ana, y dió de mamar á su hijo, hasta que le apartó de la leche.

24 Y llevóle consigo, despues de haberle destetado, con tres becerros, y tres modios de harina, y un cántaro de vino, y tráxole á la casa del Señor en Silo. Y el niño era aun pequeñito :

25 Y sacrificáron un becerro, y presentáron el niño á Heli.

26 Y dixo Ana: Ruégote señor mio, vive tu ánima señor: yo soy aquella muger, que estuve aquí orando al Señor delante de ú.

27 Por este niño oré, y el Señor me concedió la peticion, que le pedí.

28 Por tanto yo le entrego tambien al Señor por todos los dias, que el Señor le diere. Y adoráron allí al Señor. Y oró Ana, y dixo:

CAPITULO II. Cántico de Ana madre de Samuel. Heli es reprehendido por la demasiada condescendencia con sus hijos. Se le vaticina la ruina de su casa y familia.

ALTO de gozo mi corazon en el Se

mi Dios: se ha ensanchado mi boca sobre mis enemigos: por quanto me alegré en tu salud.

2 No hay santo, como es el Señor: porque no hay otro fuera de tí, y no hay fuerte como el Dios nuestro.

3 No multipliqueis hablando grandezas, vanagloriándoos: apártense de vuestra boca cosas viejas: porque el Señor es el Dios de las ciencias, y á él estan patentes los pensamientos.

4 El arco de los fuertes fué quebrado, y los flacos han sido armados de fuerza. 5 Los que antes estaban hartos, se alquilaron por pan: y los hambrientos se hartáron, hasta que la estéril parió á muchísimos: y la que tenia muchos hijos se debilitó.

6 El Señor es el que quita y da la vida, el que lleva á los infiernos y el

que saca.

7 El Señor empobrece y enriquece, abate y ensalza.

8 Del polvo levanta al mendigo, y del estiércol ensalza al pobre : para que se siente con los príncipes, y ocupe un trono de gloria. Porque del Señor son los polos de la tierra, y sobre ellos asentó el mundo.

9 Guardará los pies de sus santos, mas los impíos quedarán mudos en tinieblas: porque no será fuerte el hombre por su propia fuerza.

10 Al Señor temerán sus adversarios: y sobre ellos tronará en los cielos: el Señor juzgará los términos de la tierra, y dará el imperio á su Rey, y ensalzará el poder de su Cristo.

11 Y volvióse Elcana á Ramatha, á su casa: y el niño exercia su ministerio delante del Señor á la vista del sacerdote Helí.

12 Mas los hijos de Helí, hijos de Belial, que no conocian al Señor,

13 Ni la obligacion de sacerdotes respecto del pueblo: sino que quando qualquiera habia inmolado la víctima, venia el criado del sacerdote, mientras se cocian las carnes, y tenia en su mano un tenedor de tres dientes,

14 Y le metia en el perol, ó en el caldero, ó en la olla, ó en la marmita: y todo lo que sacaba el tenedor, tomábalo el sacerdote para sí. Esto hacian con todos los de Israél que venian á Silo.

15 Y asimismo ántes que quemaran el sebo, venia el criado del sacerdote, y decia al que sacrificaba: Dame carne, que cueza para el sacerdote: pues no tomaré de tí carne cocida, sino cruda.

16 Y el que sacrificaba le respondia : Quémese primero hoy el sebo segun cos

sieres. Mas él respondia diciéndole : No, que ahora me la has de dar, y si no la tomaré por fuerza.

17 Era pues muy grande el pecado de estos jóvenes delante del Señor: porque retraian á la gente de sacrificar al Señor.

18 Y el jóven Samuél exercia su ministerio delante del Señor, vestido de un ephód de lino.

19 Y hacíale su madre una túnica pequeña, que le llevaba en ciertos dias, quando subia con su marido, á ofrecer el sacrificio solemne.

20 Y bendixo Helí á Elcana y á su muger, y díxole: El Señor te dé sucesion de esta muger, en pago de la prenda que has depositado en manos del Señor. Y volviéronse á su casa.

21 El Señor pues visitó á Ana, y concibió, y parió tres hijos, y dos hijas:

y el joven Samuel fué engrandecido de-ha de acaecer á tus dos hijos, Ophni lante del Señor. y Phinees: En un dia morirán entrambos.

22 Mas Heli era muy viejo, y oyó todas las cosas que hacian sus hijos con todo Israel: y como dormian con las mugeres que venian á velar á la puerta del tabernáculo:

23 Y les dixo: ¿Por qué haceis estas cosas muy malas, que yo oygo de todo el pueblo ?

24 No así, hijos mios: porque no es buena fama, la que yo oygo, que haceis prevaricar al pueblo del Señor.

25 Si pecare un hombre contra otro, puede Dios aplacarse con él: mas si el hombre pecare contra Dios, ¿quién rogará por él? Y no oyéron la voz de su padre: porque queria el Señor matarlos.

26 Mas el jóven Samuel iba adelantando, y creciendo, y era agradable tanto al Señor como á los hombres.

35 Y levantaré para mí un sacerdote fiel, que se portará conforme á mi corazon, y á mi alma y le edificaré una casa fiel, y andará todos los dias delante de mi Cristo.

36 Y acaecerá, que todo aquel que hubiere quedado en tu casa, vendrá para que se ruegue por él, y ofrecerá una moneda de plata, y una torta de pan, y dirá: Ruégote que me admitas á alguna porcion sacerdotal, para que coma un bocado de pan.

CAPITULO III.

Samuel, llamado por el Señor, oye las calam dades, que van à venir sobre la casa de Heli, y conjurado por este, se las descubre sencillamente; y sus profecías le adquieren gran crédito de todo Israel.

EL jóven Samuél ministraba

29 al como á los e Dios à Heli, Y Señor delane de lei, is a bala

y le dixo: Esto dice el Señor: Por ventura no me he manifestado visiblemente á la casa de tu padre, quando estaban en Egipto en la casa de Pharaón?

bra del Señor era preciosa en aquellos dias, no habia vision manifiesta.

2 Acaeció pues en cierto dia, que Helí estaba echado en su sitio, y sus ojos se habian obscurecido, y no podia ver:

28 Y me le escogí entre todas las tribus de Israél por sacerdote, para 3 Antes que la lámpara de Dios que subiera á mi altar, y me quemara fuese apagada, dormia Samuel en el alli incienso, y llevara el ephód delante templo del Señor, donde estaba el arca de mí y di á la casa de tu padre de Dios. porcion de todos los sacrificios de los hijos de Israel.

29 Por qué habeis acoceado mis víctimas, y los presentes que mandé que me fuesen ofrecidos en el templo: y has honrado á tus hijos mas que a mí, comiéndoos las primicias de todos los sacrificios de Israél mi pueblo ?

30 Por tanto dice el Señor Dios de Israel: Hablando hablé, que tu casa, y la casa de tu padre ministraria delante de mí perpetuamente. Pero ahora dice el Señor: Léjos sea esto de mí: sino que á qualquiera que diere gloria á mí, yo se la dare: y los que me desprecian, viles serán.

31 He aquí que llegan los dias, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya viejo en tu casa.

32 Y en medio de todas las prosperidades de Israél, verás á tu émulo en el templo: y no habrá jamas viejo en tu

casa.

4 Y llamó el Señor á Samuél. El qual respondió, y dixo: Aquí estoy.

5 Y fuese corriendo á Helí, y dixole: Aquí estoy: pues me has llamado. ΕΙ le dixo: No te he llamado: vuélvete, y duerme. Y se fué, y durmió.

6 Y volvió el Señor otra vez á llamar á Samuél. Y levantándose Samuél, fuese á Helí, y dixo: Aquí estoy : pues me has llamado. Heli le respondió: No te he llamado, hijo mio: vuélvete y duerme.

7 Mas Samuel aun no conocia al Señor, ni le habia sido revelada palabra del Señor.

8 Y volvió aun el Señor á llamar á Samuél por la tercera vez. El qual levantándose fuese á Helí,

9 Y dixo: Aquí estoy: pues me has llamado. Entonces reconoció Heli, que el Señor llamaba al mozo: y dixo á Samuél: Anda, y duerme: y si despues te llamare, responderás; Habla Señor, que tu siervo oye. Fuese pues Samuel, y echóse á dormir en su quarto.

33 Esto no obstante no quitaré del todo de mi altar varon de tu linage: pero será para que desfallezcan tus 10 Y vino el Señor, y paróse: y ojos, y se repudra tu alma: y una llamó, como habia llamado las otras grande parte de tu casa morirá quando veces, Samuel, Samuél. Y respondió llegare á edad varonil. Samuel: Habla Señor, que tu siervo

34 Y la señal que tendrás, es lo que oye.

« AnteriorContinuar »