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6 Bástale al que es tal, esta reprehen- tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazon. sion hecha por muchos :

7 Y al contrario debeis ahora usar con él de indulgencia, y consolarle; porque no acontezca, que el tal sea consumido de demasiada tristeza.

8 Por lo cual os ruego, que le deis pruebas seguras de caridad.

9 Y por esto tambien os escribí, para ver por esta prueba, si sois obedientes en todas las cosas.

10 Y al que perdonasteis en algo, tambien yo pues yo tambien, si algo he condonado, lo he condonado por vosotros en persona de Cristo,

11 Para que no seamos sorprendidos de Satanás: porque no ignoramos sus maquinaciones.

12 Mas cuando pasé à Troas por el evangelio de Cristo, y me fué abierta puerta en el Señor.

13 No tuve reposo en mi espíritu, porque no hallé á mi hermano Tito: así despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.

14 Mas gracias a Dios, que nos hace siempre triunfar en Jesu-Cristo, y manifiesta por nosotros el olor del conocimiento de sí mismo en todo lugar:

15 Porque somos para Dios buen olor de Cristo, en los que se salvan, y en los que perecen:

4 Y tenemos tal confianza en Dios por Cristo:

5 No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo, como de nosotros: mas nuestra suficiencia viene de Dios:

6 El que tambien nos ha hecho ministros idóneos del nuevo testamento: no por la letra, mas por el espíritu porque la letra mata, y el espíritu vivifica.

7 Y si el ministerio de muerte grabado con letras sobre piedras, fué en gloria, de manera que los hijos de Israél no podian mirar á la cara de Moisés por la gloria de su semblante, la que habia de perecer :

8¿ Cómo no será mucho mas en gloria el ministerio del Espíritu?

9 Porque si el ministerio de condenacion fué gloria: mucho mas abunda en gloria el ministerio de la justicia.

10 Porque lo que resplandeció en esta parte, no fué glorioso á vista de la sublime gloria.

11 Porque si lo que perece, es por gloria: mucho mas es en gloria, lo que permanece.

12 Así pues teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza.

13 Y no como Moisés, que ponia un 16 A los unos en verdad olor de muer-velo sobre su rostro, para que los Israete para muerte y á los otros olor de litas no fijasen la vista en su cara, cuya vida para vida. Y para estas cosas gloria habia de perecer, ¿quién es tan idóneo ?

17 Porque no somos falsificadores de Ia palabra de Dios, como muchos; mas hablamos en Cristo con sinceridad, como de parte de Dios, delante de Dios.

CAPITULO III.

14 Por lo cual los sentidos de ellos quedaron embotados: Pues hasta el dia de hoy permanece en la leccion del antiguo testamento el mismo velo sin alse quita sino por zarse, (porque no Cristo);

15 Y aun hasta el dia de hoy, cuando leen á Moises, el velo está puesto sobre el corazon de ellos.

16 Mas cuando se convirtiere al Se

Dice el Apóstol, que su recomendacion es el
fruto de su predicacion: y que es mas exce-ñor, será quitado el velo.
lente la gloria del evangelio, que la de la ley:

17 Porque el Señor es Espíritu : Y
y que las Judios, cuando leen las escrituras, en donde está el Espíritu del Señor, allí
tienen un velo sobre su corazon, que no se•
quita sino con la fé en Jesu-Cristo.

ay libertad.

18 Así todos nosotros registrando á OMENZAMOS de nuevo á alabar-cara descubierta la gloria del Señor,

¿COMENZAMOS nuevo tene-somos transformados de claridad en

nos

mos necesidad, como algunos, de car-claridad en la misma imágen, como por tas de recomendacion para vosotros, ó el Espíritu del Señor.

de vosotros?

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2 Nuestra carta sois vosotros, escri-
corazones, que
ta en
reconocida y leida de todos los hom-
bres.

3 Siendo manifiesto, que vosotros
sois carta de Cristo, hecha por nues-
tro ministerio, y escrita no con tinta,
sino con Espíritu de Dios vivo: no en

CAPITULO IV.

Conducta de san Pablo llena de sinceridad.
El evangelio es luz para unos, y tinieblas
Tesoro en vasijas de barro.
para otros.
Los apóstoles acabados de trabajos, pero lle-
nos de esperanza. Los males de esta vida
son momentáneos, los bienes de la otra
eternos.

175

POR

OR lo cual teniendo nosotros esta 17 Porque lo que aquí es para nosoadministracion, segun la miseri- tros de una tribulacion momentánea y cordia que hemos alcanzado, no des- ligera, engendra en nosotros de un modo muy maravilloso un peso eterno de gloria,

mayamos:

2 Antes desechamos los disimulos vergonzosos, no andando en astucia, ni adulterando la palabra de Dios, mas recomendándonos á nosotros mismos á toda conciencia de hombres delante de Dios en la manifestacion de la verdad.

3 Y si nuestro evangelio aun está encubierto; en aquellos que se pierden, está encubierto;

4 En los cuales el Dios de este siglo cegó los entendimientos de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz

del evangelio de la gloria de Cristo, el

cual es la imágen de Dios.

5 Porque no nos predicamos á nosotros mismos, sino á Jesu-Cristo Señor nuestro; y que nosotros somos vuestros siervos por Jesus:

6 Porque Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciese la luz, él mismo resplandeció en nuestros corazones, para iluminacion del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de JesuCristo.

7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro; para que la alteza sea de la virtud de Dios, y no de nosotros.

8 En todo padecemos tribulacion, mas no nos acongojamos: estamos en apuros, mas no quedamos sin recurso:

9 Padecemos persecucion, mas no somos desamparados: somos abatidos,

mas no perecemos:

10 Trayendo siempre la mortificacion de Jesus en nuestro cuerpo, para que la vida de Jesus se manifieste tambien en nuestros cuerpos.

11 Porque nosotros, que vivimos, somos á cada paso entregados á muerte por Jesus; para que la vida de Jesus se manifieste tambien en nuestra carne mortal.

12 De manera que la muerte obra en nosotros, mas la vida en vosotros.

13 Pero teniendo el mismo espíritu de la fé, conforme está escrito: Creí, por lo cual hablé; nosotros tambien creemos, y por eso hablamos:

14 Estando ciertos, que el que resucitó á Jesus, nos resucitará tambien á nosotros con Jesus, y nos colocará con

vosotros.

18 No atendiendo nosotros á las cosas que se ven, sino á las que no se ven. Porque las cosas que se ven, son temporales; mas las que no se ven, son

eternas.

CAPITULO V.

Desea el Apóstol verse libre del destierro de esta vida, y agradar á Jesu-Cristo, juez de todos. Nos vino por él la reconciliacion con Dios. Y los apóstoles son sus embajadores.

PORQUE sabemos, que si nuestra casa terrestre de esta morada fuere desecha, tenemos de Dios un edificio, casa no hecha de mano, que durará siempre en los cielos.

2 Y por esto tambien gemimos, deseando ser revestidos de nuestra habitacion, que es del cielo :

3 Si es que fuéremos hallados vestidos, y no desnudos.

4 Porque tambien los que estamos en este tabernáculo, gemimos agovidos: porque no queremos ser despojados, sino revestidos; para que lo que es mortal, se lo sorba la vida.

5 Mas el que nos hizo para esto mismo, es Dios, que nos ha dado la prenda del espíritu.

6 Por esto vivimos siempre confiados, sabiendo, que mientras estamos en el cuerpo, vivimos ausentes del Señor :

7 (Porque andamos por fé, y no por vision.)

8 Mas tenemos confianza, y queremos mas ausentarnos del cuerpo, y estar presentes al Señor.

9 Y por esto procuramos con teson, ahora estemos ausentes, ahora presentes, serle agradables.

10 Porque es necesario, que todos nosotros seamos manifestados ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba, segun lo que ha hecho, ó bueno, ó malo, estando en el propio cuerpo.

11 Ciertos pues del temor que se debe al Señor, persuadimos á los hombres: mas Dios estamos descubiertos : y espero que tambien estamos descubiertos en vuestras conciencias.

12 No nos alabamos de nuevo á vo15 Pues todo es por vosotros para sotros, mas solamente os damos ocasion que la gracia, que abunda por el haci- de gloriaros por nosotros; para que miento de gracias de muchos, redunde tengais que decir, á los que se glorían en gloria de Dios. en la apariencia, y no en el corazon.

16 Por tanto no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre, que está fuera, se debilite; pero el que está dentro, se renueva de dia en dia.

18 Porque si extáticos nos enagenamos, es para Dios: y si somos sóbrios, es para vosotros.

14 Porque el amor de Cristo nos

estrecha: considerando esto, que si 9 Como muriendo, y he aquí que uno murió por todos, por consiguiente vivimos: como castigados, mas no todos son muertos : amortiguados:

15 Y Cristo murió por todos: para que los que viven, no vivan ya para sí, sino para aquel, que murió por ellos, y resucitó.

16 Y así nosotros desde hoy mas no conocemos á ninguno segun la carne. Y si conocimos á Cristo segun la carne; mas ahora ya no le conocemos.

17 Pues si alguna criatura es hecha nueva en Cristo, las cosas viejas ya pasáron: he aquí todas son hechas

nuevas.

18 Y todos son de Dios, que nos reconcilió á sí por Cristo; y nos dió el ministerio de la reconciliacion.

10 Como tristes, mas siempre ale gres: como pobres, mas enriqueciendo á muchos como que no tenemos nada, mas poseyéndolo todo.

11 Nuestra boca abierta está para vosotros, ó Coríntios: nuestro corazon se ha dilatado.

12 No estais estrechos en nosotros : mas estais estrechos en vuestras entrañas:

13 Y correspondiendo igualmente, os hablo como á hijos: ensanchaos tambien vosotros.

14 No traigais yugo con los infieles. Porque ¿qué comunicacion tiene la 19 Porque ciertamente Dios estaba justicia con la injusticia? ¿O qué comen Cristo reconciliando el mundo con-pañía la luz con las tinieblas ?

sigo, no imputándoles sus pecados, y 15 0 qué concordia Cristo con puso en nosotros la palabra de la recon- Belial? ¿O qué parte tiene el fiel con el ciliacion. infiel? 20 Nosotros pues somos embajadores 160 qué concierto el templo de en nombre de Cristo, como que Dios os Dios con los ídolos? Porque vosotros amonesta por nosotros. Os rogamos sois el templo del Dios vivo, como dice por Cristo, que os reconcilieis con Dios. Dios: Que yo moraré en ellos, y andaré 21 A aquel, que no habia conocido entre ellos, y seré el Dios de ellos, y pecado, le hizo pecado por nosotros, ellos serán mi pueblo. para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

CAPITULO VI.

Los exorta á que procuren conservar con el mayor esmero la gracia recibida, y les pone delante las virtudes y persecuciones de los ministros del evangelio. Les avisa que se aparten del trato y comercio de los infieles.

Y

ASI nosotros como coadjutores, os exortamos á que no recibais la gracia de Dios en vano.

2 Porque él dice: Te oí en tiempo agradable, y te ayudé en dia de salud. He aquí ahora el tiempo favorable, he aquí ahora el dia de la salud.

3 No demos á nadie ocasion de escándalo, porque no sea vituperado nuestro ministerio :

4 Antes en todas cosas nos mostremos como ministros de Dios en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias,

5 Én azotes, en cárceles, en sediciones, en trabajos, en vigilias, en ayunos, 6 En pureza, en ciencia, en longanimidad, en mansedumbre, en Espíritu Santo, en caridad no fingida,

7 Én palabra de verdad, en virtud de Dios, por armas de justicia á diestro y á siniestro :

17 Por tanto salid de medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toqueis lo que es inmundo:

18 Y yo os recibiré ; y os seré Padre, y vosotros me sereis en lugar de hijos y hijas, dice el Señor todo poderoso.

CAPITULO VII.

La santificacion del alma y del cuerpo consiste en el temor de Dios. Afliccion y consuelo del santo apóstol. La tristeza segun Dios conduce á la verdadera penitencia. La tristeza del mundo dá la muerte.

TEN

ENIENDO pues nosotros estas promesas muy amados mios, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando nuestra santificacion en temor de Dios.

2 Dadnos lugar. A nadie hemos hecho injuria, á nadie hemos pervertido, á nadie hemos engañado.

3 No lo digo para condenaros. Porque ya os dije antes de ahora, que estais en nuestros corazones, para morir, ó para vivir juntamente.

4 Tengo grande confianza de vosotros y mucho motivo de gloriarme por vosotros, lleno estoy de consolacion, abundo sobre manera de gozo en toda nuestra tribulacion.

5 Porque aun cuando pasamos á 8 Por honra y por deshonra: por Macedonia, ningun reposo tuvo nuestra infamia y por buena fama: como seduc-carne: antes sufrimos toda tribulacion: tores, aunqne verdaderos como des- combates de fuera, temores de dentro. conocidos, aunque conocidos : 6 Mas Dios, que consuela á los 177

69

M

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humildes, nos consoló con la venida de Tito.

7 Y no solo con su venida, mas tambien con la consolacion, que él tuvo en vosotros, contándonos vuestro deseo, vuestro llanto, y vuestro zelo por mí; de manera que yo recibí mas gozo.

8 Por cuanto aunque os contristé con aquella carta, no me arrepiento: y si me arrepintiera, viendo que aquella carta os contristó, aunque por poco tiempo:

9 Ahora me gozo: no porque os contristasteis, sino porque os contristateis para penitencia. Porque os contristasteis segun Dios, de manera que ninguna pérdida habeis padecido por

nosotros.

10 Porque la tristeza que es segun Dios, engendra penitencia estable para salud; mas la tristeza del siglo engendra

muerte.

11 Y ved aquí, este mismo contristaros segun Dios, cuánta solicitud engendra en vosotros: mas aun defensa, mas indignacion, mas temor, mas deseo, mas zelo, mas venganza. En todo os habeis mostrado puros en este negocio.

12 Y así, aunque os escribí, no lo hice por causa de aquel que hizo la injuria, ni por el que la padeció: sino por manifestar nuestra solicitud, que tenemos por vosotros

13 Delante de Dios: y por esto nos hemos consolado. Mas en nuestra consolacion aun mas nos hemos gozado por el gozo de Tito, por cuanto su espíritu fué recreado de todos vosotros.

14 Y si en alguna cosa yo me he gloriado con él de vosotros, no me avergüenzo de ello; antes bien como todo To que habiamos dicho de vosotros fué en verdad, así tambien el habernos gloriado con Tito, se ha hallado ser verdad,

15 Y sus entrañas están muy aficionadas á vosotros, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de como le recibisteis con temor y con reverencia.

16 Me gozo de que tengo confianza de vosotros en todo.

CAPITULO VIII.

2 Como en grande prueba de tribulacion tuviéron ellos abundancia de gozo: y su profunda pobreza abundó en riquezas de su benignidad:

3 Porque yo les doy testimonio, que segun sus fuerzas, y aun sobre sus fuerzas han sido voluntarios,

4 Rogándonos con mucha instancia, que comunicásemos la gracia y servicio, que se hace para los santos.

5 Y no como lo esperábamos; mas aun se diéron á sí mismos, primero al Señor, y despues á nosotros por voluntad de Dios,

6 De manera que rogamos á Tito, que así como comenzó, así tambien acabe en vosotros esta gracia.

7 Para que como en todo abundais en fé, y en palabra, y en ciencia, y en toda diligencia, y además en el afecto que nos teneis, así tambien abundeis en esta gracia.

8 No lo digo como quien manda : mas por la solicitud acerca de los otros, y tambien para experimentar la buena indole de vuestra caridad.

9 Porque sabeis la gracia de nuestro Señor Jesu-Cristo, que siendo rico, se hizo pobre por amor vuestro, á fin de que vosotros fueseis ricos por su pobreza.

10 Y os doy consejo en esto: porque esto es lo que os cumple; puesto que no solo lo comenzasteis á hacér, mas ya tuvisteis el designio desde el año pasado:

11 Pues ahora cumplidlo de hecho : para que así como la voluntad está pronta para quererlo, así tambien lo esté para cumplirlo de aquello que teneis.

12 Porque si la voluntad está pronta, segun aquello que tiene es acepta, no segun aquello que no tiene.

13 No que los otros hayan de tener alivio, y vosotros quedeis en estrechez, sino que haya igualdad.

14 Al presente vuestra abundancia supla la indigencia de aquellos: para que la abundancia de aquellos sea tambien suplemento á vuestra indigencia, de manera que haya igualdad, como está escrito :

15 Al que mucho, no le sobró: y al

Exorlu á los Corintios, à que imitando á los que poco, no le faltó.
Macedonios, socorran con sus limosnas á los

16 Y gracias a Dios, que puso en el de Jerusalém en cuanto les sea posible. El corazon de Tito el mismo cuidado por fapóstol quiere un testimonio de su fidelidad vosotros, en dispensar las limosnas de las Iglesias.

17 Porque en verdad recibió la exortacion: mas estando él muy solícito,

ASIMISMO, hermanos, mios, os de su voluntad se partió para vosotros hacemos saber la gracia de Dios, 18 Enviamos tambien con él al herque ha sido dada en las iglesias de la mano, cuya alabanza es en el evangelio Macedonia por todas las iglesias :

19 Y no tan solamente esto, sino que 8 Y poderoso es Dios para hacer las iglesias nos le diéron por compa- abundar en vosotros toda gracia: para ñero de nuestra peregrinacion para esta que estando siempre abastecidos en togracia, de que nos encargamos para do, abundeis para toda obra buena, gloria del Señor, y para mostrar nuestra pronta voluntad:

20 Evitando que nadie nos pueda censurar en esta abundancia, de que somos los administradores.

9 Así como está escrito: Derramo, dió á los pobres: su justicia permanece en el siglo del siglo.

3D

10 Y el que suministra simiente al sembrador, dará tambien pan para co21 Porque procuramos lo honesto, mer, y multiplicará vuestra simiente, y no solamente de Dios, sino tambien de- aumentará los acrecentamientos de los lante de los hombres. frutos de vuestra justicia:

22 Enviamos asimismo con ellos á 11 Para que enriquecidos en todas nuestro hermano, al cual muchas veces cosas, abundeis en toda sinceridad, la hemos experimentado diligente; mas cual hace que por nosotros sean dadas ahora lo será mucho mas por la grande gracias a Dios. confianza que tenemos en vosotros,

23 Ya sea por Tito, que es mi compañero y coadjutor para con vosotros, ya sean nuestros hermanos, que son legados de las iglesias, gloria de Cristo.

24 Pues manifestad para con ellos ante la faz de las iglesias la muestra de vuestro amor, y de que sois nuestra gloria.

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PORQUE de la administracion que

se hace para los santos, por demas me es escribiros.

12 Porque la administracion de esta ofrenda no solamente suple lo que á los santos falta, sino que abunda tambien en muchas acciones de gracias al Señor,

* *

13 Por la experiencia de este servicio, dando gloria á Dios por la sumision que mostrais al evangelio de Cristo, y por la sinceridad de vuestra comunicacion con ellos y con todos,

14 Y en la oracion que hacen por vosotros, los cuales os aman de corazon á causa de la eminente gracia de Dios que hay en vosotros.

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15 Gracias sean á Dios por su don inefable."

CAPITULO X.

Comienza a explicar cuál es su potestad, y las fatigas y trabajos que ha tolerado por reprimir el orgullo de los falsos apóstoles, los cuales calumniandole impedian el fruto de su predicacion.

MAS

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2 Porque conozco la prontitud de vuestro corazon; de la cual me glorio yo delante de los Macedonios: Porque Acaya está pronta desde el año pasado, y vuestro zelo ha alentado á mu- AS yo mismo Pablo os ruego por chísimos. la mansedumbre y modestia de 3 Y he enviado á los hermanos; para Cristo, yo, que cuando estoy entre vo, que lo que nos gloriamos acerca de vo-sotros me muestro humilde, mas ausente sotros, no deje de tener efecto en esta soy osado con vosotros. L parte, para que esteis prevenidos, como lo he dicho:

4 No sea que cuando vinieren los de Macedonia conmigo, y os hallen desprevenidos, tengamos que avergonzarnos nosotros, por no decir vosotros, por esta causa.

5 Por tanto, he creido que era necesario rogar á los hermanos, que vayan ántes à vosotros, y apronten la bendicion ya prometida, así como bendicion, y no como avaricia.

2 Os ruego pues, que cuando estuviere presente, no me vea obligado á usar con libertad de la osadía, que se me atribuye contra algunos, que nos juzgan como si anduviésemos segun la carne.

3 Porque aunque andamos en carne, no militamos segun la carne.

4 Porque las armas de nuestra milicia no son carnales; sino poderosísi mas en Dios para destruir fortalezas, derribando consejos,

6 Y digo esto: Que quien escasa- 5 Y toda altura que se levanta contra mente siembra, tambien segará escasa-la ciencia de Dios; y reduciendo á caumente; y el que siembra en bendicio tiverio todo entendimiento para que nes, de bendiciones tambien segará. obedezca á Cristo,

7 Cada uno, como propuso en su 6. Y teniendo á la mano el poder para corazon, no con tristeza, ni como por castigar toda desobediencia, cuando fue, fuerza; porque Dios ama al que ale-re cumplida vuestra obediencia. gremente dá. 7 Mirad las cosas, que son segun la

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