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rusalém, subirán de año en año á adorar al rey, que es el Señor de los ejércitos, y á celebrar la fiesta de los tabernáculos.

17 Y acaecerá: que aquel que sea de las familias de la tierra, y no fuere á Jerusalém á adorar al rey, que es el Señor de los ejércitos, no vendrá lluvia sobre ellos :

18 Y si alguna familia de Egipto no subiere, ni viniere; tampoco lloverá sobre ellos, y les vendrá la ruina, con la qual herirá el Señor á todas las gentes que no subieren á celebrar la fiesta de los tabernáculos.

19 Este será el pecado de Egipto, y este el pecado de todas las gentes que no subieren á celebrar la fiesta de los tabernáculos.

20 En aquel dia lo que está sobre el freno del caballo será consagrado al Señor: y las calderas en la casa del Señor serán como las copas delante del altar.

21 Y toda caldera en Jerusalém y en Judá será santificada al Señor de los ejércitos: y vendrán todos los sacrificadores, y tomarán de ellas, y cocerán en ellas: y no habrá mas mercader en la casa del Señor de los ejércitos en aquel dia.

LA PROFECIA DE MALACHIAS.

CAPITULO 1.

El Profeta reprende á los hijos de Israel por su ingratitud al Señor. Los Sacerdotes no le dan el cullo que le deben. Se le ofrecerá en todo lugar una oblacion pura; y será venerado su

nombre.

do? En eso que decis: La mesa del Señor está en desprecio.

8 Si ofreciereis una res ciega para ser inmolada, ¿no será esto malo? y si ofreciereis una coja y enferma, ¿no es malo? preséntala á tu Caudillo, para

CARGA de la palabra del Señor á ver si será de su agrado, ó si recibirá tu faz, dice el Señor de los ejércitos. Israél por mano de Malachias.

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2 Os amé, dice el Señor, y dijisteis: ¿En qué nos amaste? Pues qué no era Esaú hermano de Jacob, dice el Señor, y amé á Jacob,

3 Y aborrecí á Esaú? y abandoné á una soledad sus montañas, y su herencia á los dragones del desierto.

9 Pues ahora rogad ante el acatamiento de Dios para que se apiade de vosotros, porque por vuestra mano ha sido esto, por si de algun modo recibe vuestras faces, dice el Señor de los ejércitos.

10 ¿Quién hay entre vosotros, que 4 Y si dijere la Iduméa: Destruidos cierre las puertas, y encienda mi altar hemos sido, mas tornarémos á restable- de valde? no está mì voluntad en vosocer nuestras ruinas: Esto dice el Se-tros, dice el Señor de los ejércitos; ni ñor de los ejércitos: Estos edificarán, recibiré ofrenda alguna de vuestra y yo derrocaré: y serán llamadas las mano. regiones de la impiedad, y el pueblo contra quien el Señor esta indignado para siempre.

11 Porque desde donde nace el sol hasta donde se pone, grande es mi nombre entre las gentes, y en todo lugar se 5 Y vuestros ojos lo verán; y voso-sacrifica y ofrece á mi nombre ofrenda tros direis: Engrandecido sea el Señor pura: porque grande es mi nombre entre las gentes, dice el Señor de los sobre la tierra de Israél. ejércitos.

12 Y vosotros lo habeis profanado en eso que decis: La mesa del Señor está contaminada: es cosa vil lo que se pone sobre ella, con el fuego que lo

6 El hijo honra su padre, y el siervo á su señor: pues si yo soy Padre, dónde está el honor, que se me debe ? ¿y si yo soy el Señor, dónde está el temor, que se me debe? dice el Señor de los ejércitos: á vosotros, ó Sacer-devora. 18 Y dijisteis: He aquí el fruto de dotes, que despreciais mi nombre, y dijisteis¿En qué despreciamos tu nuestro trabajo, y lo envilecisteis, dice el Señor de los ejércitos, y de lo robanombre? 7 Ofreceis sobre mi altar pan. impu- do ofrecisteis la res coja y enferma, y 873 ro, y decis: ¿En qué te hemos profana-presentasteis la ofrenda: ¿pues qué la

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recibiré de vuestra mano, dice el Señor?

14 Maldito el doloso, que tiene en su rebaño un macho sano, y haciendo un voto inmola al Señor uno defectuoso porque rey grande soy yo, dice el Señor de los ejércitos, y mi nombre tremendo entre las gentes.

CAPITULO II.

El Profeta intima á los sacerdotes la maldicion del Señor, si no se arrepienten de sus malas costumbres, que les hacian degenerar de la piedad de sus mayores. Reprende la profanidad é infidelidad del pueblo en los matrimonios, en sus malignos pensamientos contra la providencia de Dios.

Y

Señor amada por él; y se casó con una hija de un dios extraño.

12 Exterminará el Señor de las tiendas de Jacob al hombre, que esta hiciere, al maestro y al discípulo, y al que ofrece don al Señor de los ejércitos.

13 Y aun esto habeis hecho, cubriais de lágrimas el altar del Señor, de lloro y de gemido, por manera que no miraré mas al sacrificio, ni recibiré de vuestra mano cosa que pueda aplacarme.

14 Y dijisteis: ¿Por qué motivo? porque el Señor dió testimonio entre tí, y la muger de tu primera edad, que tú desdeñaste: siendo esta tu compaAHORA á vosotros este manda-ñera, y la muger con quien te despomiento, ó Sacerdotes.

saste.

2 Si no lo quisiereis oir, ni lo quisie15 ¿ Pues qué, no la hizo el que es reis poner sobre el corazon, para dar uno, y no es ella una partícula de su gloria á mi nombre, dice el Señor de espíritu? ¿Y qué busca aquel uno, sino los ejércitos: enviaré pobreza entre vo- un linage de Dios? Guardad pues vuessotros, y maldeciré vuestras bendicio-tro espiritu, y no desdeñes á la muger nes, y las maldeciré; porque no pusis-de tu juventud. teis esto sobre el corazon.

16 Cuando la aborrecieres, déjala, 3 Mirad, que yo os echaré el brazue- dice el Señor Dios de Israél: mas el lo de la víctima, y esparciré sobre vues- agravio cubrirá el vestido de aquel, ditra cara el estiércol de vuestras fiestas, ce el Señor de los ejércitos: guardad y os arrastrará consigo. vuestro espíritu, y no la querais despreciar.

4 Y sabreis, que yo os he enviado á vosotros este mandato, para que se perpetuase mi alianza con Leví, dice el Señor de los ejércitos.

5 Mi alianza con él fué de vida y de paz y le di temor, y me temió, y ante la faz de mi nombre temblaba.

6 Ley de verdad hubo en su boca, y no fué hallada maldad en sus labios: en paz y en justicia anduvo conmigo, y á muchos apartó de la maldad.

7 Porque los labios del Sacerdote guardarán la sabiduría, y la ley buscarán de su boca; porque él es Angel del Señor de los ejércitos.

8 Mas vosotros os habeis apartado del camino, y habeis escandalizado á muchos para violar la ley: habeis anu

lado la alianza de Leví, dice el Señor

de los ejércitos.

17 Molestos habeis sido al Señor con vuestros discursos, y dijisteis? ¿En qué le hemos causado molestia ?`En eso que decís: Todo el que hace mal, bueno es delante del Señor, y de tales se paga: ó si no es así, ¿en dónde está el Dios de justicia?

CAPITULO III.

El Profeta anuncia la venida del Precursor de
Jesu-Cristo, y la del mismo Señor, para jui-
cio y destruccion de los impios, y para purifi-
cacion de los fieles. Hace presente al pueblo
la larga paciencia de Dios, y le exorta á con-
vertirse de sus pecados, y particularmente de
sus sacrilegas blasfemias contra su divina pro-
videncia.

Hparará el camino ante mi faz. Y
E aquí yo envio mi ángel, y pre-

9 Por lo qual os he hecho yo tambien luego vendrá á su templo el Dominadespreciables y viles á todos los pue-dor á quien vosotros buscais, y el ánblos, porque no guardasteis mis cami- gel del testamento que vosotros deseais. nos, y tratasteis la ley con acepcion de He aquí viene, dice el Señor de los ejércitos:

personas.

10 ¿ Pues qué no es uno mismo el Padre de todos nosotros? ¿qué, no nos ha criado un mismo Dios? ¿pues por qué desdeña cada uno de nosotros a su hermano, quebrantando la alianza de nuestros padres ?

2 ¿Y quién podrá pensar en el dia de su venida, y quién se parará para mirarlo? Porque él será como fuego derretidor, y como yerba de bataneros: 3 Y se sentará para derretir, y para limpiar la plata, y purificará á los hijos. 11 Prevaricó Judá, y abominacion de Leví, y los afinará como oro, y como fué hecha en Israél, y en Jerusalém: plata, y ofrecerán al Señor sacrificios porque Júdas profanó la santidad del con justicia.

4 Y será agradable al Señor el sacri- venturados á los soberbios; pues ellos son establecidos viviendo en impiedad, y tentáron á Dios, y fuéron salvos.

ficio de Judá y de Jerusalém, como los dias del siglo, y como los años antiguos.

5 Y me llegaré á vosotros para hacer juicio, y seré yo al punto testigo contra los hechiceros, y adúlteros, y perjuros, y los que defraudan el salario del jornalero, á las viudas y pupilos, y oprimen al extrangero, y no me temiéron, dice el Señor de los ejércitos.

6 Porque yo soy el Señor, y no me mudo y vosotros, hijos de Jacob, no habeis sido consumidos.

7 Pues desde los dias de vuestros padres os apartasteis de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos á mí, y yo me volveré á vosotros, dice el Señor de los ejércitos. Y dijisteis: ¿Cómo volveremos?

8¿ Clavará un hombre á su Dios, porque vosotros me clavais? Y dijisteis: ¿En qué os clavamos? En los diezmos y primicias.

16 Entonces habláron los que temen á Dios, cada uno á su vecino: Y Dios estuvo atento, y escuchó: y fué ante él escrito un libro de memoria para los que temen al Señor, y piensan en su nombre.

17 Y ellos, dice el Señor de los ejércitos, el dia en que yo he de obrar, serán para mí una porcion mia: y los atenderé, como atiende un hombre á su hijo que le sirve.

18 Y mudaréis de parecer, y vereis la diferencia que hay entre el justo y el injusto: y entre el que sirve a Dios, y el que no le sirve.

CAPITULO IV.

El Profeta anuncia el dia del Señor, que será de venganza con los malos, y de salud para los buenos. l'enida de Elias, y conversion de los Judios.

encendido como horno: y todos

9 Y vosotros tuvisteis la maldicion PORQUE he aquí vendrá un dia de la carestía; y vosotros, toda la na- los soberbios, y todos los que hacen cion, me ultrajais.

10 Traed todos los diezmos al granero, y no falte alimento en mi casa, y despues de esto haced prueba de mí, dice el Señor: si no os abriere las cataratas del cielo, y no os derramáre bendiciones con abundancia,

impiedad serán como estopa: y los abrasará el dia que debe venir, dice el Señor de los ejércitos, sin dejar de ellos ni raiz ni renuevo.

2 Y nacerá para vosotros los que temeis mi nombre el sol de justicia, y la salud bajo sus alas: y saldreis, y saltareis de júbilo como becerros de la

11 E increparé por vosotros al devorador, y no dañará el fruto de vues-manada.

tra tierra: ni será estéril la viña en el 3 Y hollareis á los impíos, hechos ya campo, dice el Señor de los ejércitos.

12 Y todas las gentes os llamarán bienaventurados: porque vosotros sereis una tierra preciosa, dice el Señor de los ejércitos.

ceniza bajo la planta de vuestros pies, el dia que yo obraré, dice el Señor de los ejércitos.

4 Acordaos de la ley de Moysés mi siervo, que le encomendé en Horéb pa13 Tomáron cuerpo vuestras pala-ra todo Israél, que son mis preceptos y bras contra mí, dice el Señor. mandamientos.

14 Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra tí? Dijisteis: Vano es el que á Dios sirve: ¿y qué provecho es para nosotros el haber guardado sus mandamientos, y el haber andado tristes delante del Señor de los ejércitos?

5 He aquí yo os enviaré el profeta Elías, ántes que venga el dia grande y tremendo del Señor.

6 Y convertirá el corazon de los padres á los hijos, y el corazon de los hijos á sus padres: no sea que yo venga, 15 Por eso ahora llamamos biena-y hiera la tierra con anatema.

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FIN DEL ANTIGUO TESTAMENTO.

EL

NUEVO TESTAMENTO,

TRADUCIDO DE LA

VULGATA LATINA

EN ESPAÑOL,

POR EL RMO. P. FELIPE SCIO DE S. MIGUEL,

DE LAS ESCUELAS PIAS, OBISPO ELECTO DE SEGOVIA.

Nueva Edicion,

A COSTA DE LA SOCIEDAD AMERICANA DE LA BIBLIA,

Quien la ha hecho cotejar con la que revista y corregida publicó su traductor

el año de 1797 en Madrid.

NUEVA-YORK:

EDICION ESTEREOTIPICA POR A. CHANDLER.

1826.

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