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pables de la muerte de los gobernadores Herrera y Salcedo y demás oficiales que fueron asesinados en Béjar,quedando tambien excluidcs de esta gracia los extranjeros, que desagradecidos á la consideracion que se les habia tenido por el gobierno, admitiéndolos como vecinos, habian abrazado el partido de la revolucion. En el mismo bando se declaró, que no solo todo ciudadano podia quitar la vida libremente á los proscritos, sino que seria premiado el que lo hiciese, y en cuanto á Gutierrez de Lara y Toledo, se ofreció un premio á quien los entregase vivos ó muertos, y si fuese extranjero además de la remuneracion pecuniaria, se le prometió un terreno en propiedad como pudiera poseerlo un español. Sin embargo, Toledo se puso en salvo, permaneció en los Estados Unidos siguiendo con los insurgentes las relaciones que en su lugar verémos y más tarde por influjo de una señora viuda de alto rango, con quien despucs casó en Madrid, volvió á España, obtuvo una pension sobre la imprenta real, y fué embajador de Fernando VII en la Corte de Nápoles, en cuyo reino la señora su esposa tenia títulos y grandes posesiones.

Concluida la persecucion de los fugitivos, estaba Elizondo en su campamento del Ojo de Agua de los Brazos, cuando á mediados de Setiembre, una mañana, Don Miguel Serrano (e), teniente de la compañía presidial de Laredo, que habia comenzado á perder el juicio con la manía originada en las muchas ejecuciones que habia presenciado, de que Elizondo trataba de fusilarlo á él tambien, entró con la espada desenvainada en la tienda en que dormia el capi. tan Don Isidro de la Garza, primo y ayudante de Elizondo; lo envasó y se dirigió á Elizondo, que apenas tuvo lugar de levantarse á las voces que le daba Garza en su agonía, y lo envasó tambien infiriéndole otras heridas. Garza murió en el acto, y Elizondo espiró en las orillas del rio de San Marcos, en donde fué sepultado. (67) Serrano fué preso y conducido á Béjar, de donde se le mandó á la casa de locos de San Hipólito de México, en la que murió algunos

(67) Está tomada este relacion del Cuadro hist. de Bustamante, tom. 1°, fol. 349, y todos sus pormenores me han sido confirmados por D. Juan Pablo Caballero, que se hallaba entonces empleado en las oficinas de la comandancia general de Occidente en Chihuahua.

años despues. Tal fué el fin del aprehensor de Hidalgo y sus compañeros, en lo que los insurgentes vieron un castigo patente del cielo, por la perfidia con que con aquellos procedió. (68)

Los movimientos que se temian en las riberas del Bravo y provincia de Nuevo Leon tuvieron efecto, aun ántes de la salida de Arredondo de Laredo, el cual no por esto detuvo su marcha, encargando á Don Felipe de la Garza, ascendido ya á teniente coronel la persecucion de la partida levantada por Herrera, á quien se habian unido los indios de las inmediaciones. (69) Herrera llegó á penetrar en Monterrey, en donde el comandante capitan Don José María Sada, tuvo que atrincherarse en solo la plaza de la ciudad que le ayudaron á defender D. José Félix Trespalacios y D. Juan Pablo Caballero, llegados casualmente de Chihuahua, abandonando el resto de la poblacion de la que se retiró Herrera, con la noticia de la aproximacion de las tropas venidas de Veracruz que mandaba Don Benito Armiñan, coronel del regimiento de Extremadura, el cual fué nombrado interinamente gobernador de Nuevo Santander. Este jefe, Garza, Perea y Don Facundo Melgares con las tropas de la comandancia general de Occidente, derrotaron en diversos puntos al mismo Herrera, á Marcelino García y á otros, que habian puesto en movimiento las villas del Refugio, Revilla Camargo y Reinosa, y sometieron á los indios que siguieron hacien do correrías y depredaciones en los campos, hasta las inmediaciones de Hoyos y San Carlos; Herrera fué cogido algun tiempo despues y fusilado en San Luis. Arredondo hizo perseguir á los indios lipanes en la direccion de Nacodoches por el coronel Quintero, quien los atacó en sus rancherías que tomó con poca resistencia, y habiendo nombrado gobernador de Texas al teniente coronel D. Cristóbal Domingnez, regresó á Monterrey donde estableció su cuartel

(68) Su hermosa viuda casó en segundas nupcias con uno de los insurgen tes aprehendidos en Bajan, llamado Echais.

(69) Véanse para todos estos sucesos los partes de Garza en Vallecillo de 7 de Agosto, inserto en la gaceta de 14 de Setiembre, núm. 454, fol. 954: de Armiñan de 27 de Agosto, gaceta núm. 457, fʊl. 980, y de 30 del mismo, gaceta núm. 459, de 23 de Setiembre, fol. 991, y los de Perea y Mlegares, en las gacetas de fin de aquel año y de Enero del siguiente.

general, quedando la revolucion terminada en las provincias de su mando, sin que volviese á haber otras inquietudes, hasta que nuevas y más poderosas causas vinieron á producirlas algunos años despues.

CAPITULO VII.

Distribucion de las comandancias militares del gobierno.-Sucesos militares en la Nueva Galicia y en la provincia de Zacatecas en el año de 1813.-Rivalidades entre Calleja y Cruz, y resultados permanentes que produjeron.-Conclusion de los sucesos militares en las provincias del Norte y . Oriente en el mismo año.-Negociaciones diplomáticas de Rayon.-Varias providencias del virrey -Sucesos militares de Morelos y de las tropas que de èl dependian.-Sitio y rendicion de Acapulco. Reaccion realista en la Costa Chica.-Entran los realistas en Acatlan.-Acsion de Piaxtla.-Posiciones ocupadas por las tropas de Morelos en el Sur.-Disposiciones relativas de las tropas reales. -Ataca Bravo á Alvarado y es rechazado.-Retirase á Coscomatepec.-Scstiene el sitio de este punto, Su salida.—Marcha Matamoros al auxilio de Bravo.-Encuentrase con el convoy de tabacos de Orizava.-Accion del Palmar ó de la Agua de Quechula.-Toma Matamoros el convoy y hace prisionero al batallon de Asturias.—Manda fusilar al comandante Cándano y á otro oficial.—Mes didas tomadas por el virrey para reparar esta pérdida y asegurar la provincia de Puebla.—Estado de la revolucion en este período.

Para la formacion de la nueva comandancia general de las provincias internas de Oriente, se segregaron del virreinato las de Nue. vo Leon y Nuevo Santander, que con Texas y Coahuila, compusieron la demarcacion de aquella: quedando la de Occidente con las de Durango 6 Nueva Vizcoya, de que hacia entonces parte Chihuahua, Nuevo México, y en la costa del Pacífico y del Golfo de Californias la de Sonora, en la que se incluia Sinaloa. (1) Todo este vasto territorio que comprende la parte más extensa en latitud de la Nueva España de uno á otro mar, se hallaba bajo el mando de los respectivos comandantes generales, y en todo él se habia restablecido la tranquilidad y asegurado el dominio español, termina dos los acontecimientos que hemos referido en el capítulo anterior. La comandancia general de la Nueva Galicia habia quedado reducida á las intendencias de Guadalajara y Zacatecas, desde que como hemos dicho, Calleja separó de ella las de Guanajuato y Michoacan, que Venegas habia puesto bajo el mando de Cruz. Aunque este general habia conseguido reprimir la revolucion en las dos provincias que estaban bajo su autoridad, habian quedado algunas partidas en la frontera de Sinaloa y en el distrito de Colotlan, intermedio entre ambas y en mayor número y de más consideracion

(1) Véase la carta al fin de este tomo, y su explicacion en la de las estampas, despues del apéndice.

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