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Sacc. VI. praestitit Thalelaeus Justiniano itidem coavus; quin et aliae versiones Stephani, Cyrilli, et Dorothei laudantur; nec desunt, qui asserant codicem vel ab ipso Thalelaeo, vel ab aliis grece versum extitisse. His addendus auctor incertus brachylogi seu corporis legum, qui paulo post Justinianum vixit ac elegantem totius juris Justinianei epitomen confecit.

XX.

Si ex oriente in occidentem revertamur, difficile est de juris justinianei usu et auctoritate veram historiam conficere, ex quo enim occidentale imperium propter barbarorum incursiones in varia regna fuit dissectum, àdmodum anceps fuit juris justinianei auctoritas non solùm in diversis regnis, sed etiam in uno eodemque regno diversis temporibus. SicItalia, quo tempore institutiones, codex pandectae prodierunt, ostrogothorum, de quibus jam dicimus (1), ditioni subjecta legibus justinianeis introducendis parère non potuit: horum verò regi

(1) In juris hispani, prop. IV..

mismo hizo con las pandectas Ta- Siglo VI. leleo, tambien coetáneo á Justiniano. Son dignos de aprecio los escritos de Esteban, Cirilo y Doroteo; y no faltan quienes afirmen haber sido traducido tambien el código en griego por el mismo Taleleo, ó por otro: entre dichas obras merece un lugar preeminente el brachilogo, ó cuerpo de leyes hecho por autor incierto, pero que floreció poco despues de Justiniano, y formó un escelente epitome griego de todo el derecho justiniáneo.

XX

Si pasamos del oriente al occidente, hallaremos que es difícil formar una historia perfecta del uso y autoridad que tuvo en el occidente el derecho justiniáno; porque desde que el imperio occidental se dividió en varios reinos por la irrupcion de los bárbaros, hasta que quedó estinguido en Augústulo el año 476, fue muy dudosa la autoridad del derecho justiniáneo no solamente en diversos reinos, sino tambien en un mismo reino en diversos tiempos. Asi vemos que en Italia no tuvieron autoridad las instituciones, el código ni las pan lectas cuando se promulgaron, por no estar á la sazon sujeta á la dominacion de los ostrogodos, de quie

Saec. VI. bus Theodato et Vigite à Belisario victis, Ildibalto et Erarico populari factione interemptis, justinianeo per Italiam imperio restituta fuit veneratio. Et hoc quidem temporis intervallo institutiones pandectas, et codicem edicto, uti in pragmaticasanctione innuit, per Italiam promulgasse videtur Justinianus: sed mox feliciora, sub Totila fortissimo ostrogothorum rege tempora, quibus romanos et provinciis occupatis ipse iterum expulit, non passa sunt ut radices agerent Italia Justiniani leges. Tandem verò etiam Totila et Teia ultimis ostrogothorum regibus Narsetis virtute plane extinctis Justinianus hanc, de qua supra, pragmatica-santionem (1) anno DLIV edidit, qua totum juris à se collecti corpus in Italia promulgavit, atque ita plenum in Italia vigorem justinianae leges obtinuerunt. Neque etiam post longobardorum invasionem circa annum DLXVIII ibi per omnia defecit; nam, licet hi ex peculiaribus suis ritibus et moribus novas leges con

in

(1) Extat haec pragmàtica in juris corpore post Justiniani novellas.

nes hablaremos (1): pero habien- Siglo VI. do sido vencidos por Belisario los reyes Tedato y Vigite, y muertos en una conmocion popular Ildebaldo y Erárico, empezó á tener autoridad en Italia el derecho de Justiniano por ser entonces cuando pudo este emperador promulgar alli por medio de un edicto, segun insinua en su pragmáticasancion, las instituciones, las pandectas y el código; sin embargo, habiendo sido echados segunda vez los imperiales por el valeroso Totila, rey de los ostrogodos, volvió á quedar suspensa en Italia la autoridad de las leyes de Justiniano, hasta que este, logrado que hubo medio de su general Narses vencer á Totila y Teya, últimos reyes de los ostrogodos, volvió á autorizar para Italia en una pragmática-sancion (2), que publicó en el año 554 todas sus compilaciones. Y no decayó enteramente su autoridad ni aun despues de la invasion de los longobardos, ocurrida hacia el año 568, porque aunque estos quisieron mas bien formar una recopilacion de sus usos y costumbres que acomodarse á las leyes romanas, permitieron no obstante á los italianos vivir segun el dere

por

(1) En la proposicion IV del derecho español.

(2) Hállase esta pragmática en el cuerpo del derecho civil despues de las novelas de Justiniano.

Saec. VI. ficere quàm ad romanas sese accommodare maluerint, veniam tamen fecerunt antiquis Italiae incolis, quo vellent, jure vivendi longobardico, aut romano, exepto Ravennae exarchatu, quo longobardorum arma non pertigerant, ibi enim justinianeum tunc jus viguit, nec deinceps umquam in honore esse dessiit (1).

XXI.

Quod de Italia, idem fere de Africa dici potest, haec enim, licet, dum vandalis paruit, theodosianum codicem non omnino neglexerit postea anno DLIV à Justiniano jam imperio recuperata suas leges servavit, donec tandem anno DCXC, quum sarraceni eam occupassent, justinianeas leges penitus ibi abrogarunt.

(1) Paulus diaconus in cap. V, lib. II de gestis longobardor. LL. longob. 129 2: II 56 I; VI 39: Gregorius Mag. epist. 53 alias 54, lib. XI adhibet Nov. CXIII et alibi tum ad codicem, tum ad novellas provocat lib. XII, epist. 53. Exstat apud Muratorium Ant. Ital. tom. III, dissertat. XLIV, fragmentum de anno DCCLII, ubi codex et pandectae memorantur; quam. quam major codicis ac novellarum usus. Hincmarus oper. t. II, pag. 440.

cho que mas les acomodase, ya Sig. VL longobardico, ya romano; mas en el exarcado de Ravena, adonde no penetraron las armas de los longobardos, siguió sin interrupcion teniendo autoridad el derecho de Justiniano (1).

XXI.

Casi lo mismo que de Italia, podemos decir del Africa; la cual, aunque mientras que estuvo sujeta á los vándalos no olvidó del todo el código teodosiano, sin embargo, reconquistada que fue en el año 554 por Belisario, general de Justiniano, observó sus leyes hasta el año 690, en que habiéndola invadido los sarracenos las derogaron enteramente.

(1) Léase á Paulo diácono, capít. V, lib. II de los hechos de los longobardos. L. II, tít, XXIX del cód. de los longobardos. S. Gregorio M. cita en la epíst. 53 6 54 del lib. XI, la Nov. CXIII, y en la 53 del lib. XII recurre ya al código, ya á las novelas. En la disertacion XLIV, t. III, Ant. itálicas de Muratori, se encuentra un fragmento del año 752, en donde se citan el códice y las pandectas, aunque parece haber sido mayor el uso del código y de las novelas que el de las pandectas, segun Hincmaro de Rems, to II página 440.

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Quod ad Hispaniam àttinet, nullatenus dici potest Justiniani leges, vel earum, aliarumque legum romanarum compilationes sub eo confectas bic auctoritatem habuisse, nam, praeterquam quòd omnes, novella CXLII de luxuriantibus contra naturam, CXLVIII de indulgentiis reliquorum, atque edicto de aegyptiis libripendibus exceptis praecesserint anno DLII, quo Athanagildus sumpta tyrannide, ut Agilam regno privaret, militum auxilia à Justiniano poposcit, ab eoque sub Liberio Patricio missis copiis apud Hispalim Agilae exercitum postravit; nullum inde jus in Hispaniam hic imperator acquisivit, quod videntes gothi ac metuentes ne Hispaniam romani milites hac invaderent occasione, Agilam Emeritae interfecerunt, et Athanagildi sese regimini tradiderunt. Igitur, etiamsi Liberius statim post Agilam devictum Justiniani consilia exsequens non paucis civitatibus et portubus ad utriusque maris littora sitis fuerit potitus, nullo jure Justiniani leges auctoritatem in eis habere potuerunt: sed tantùm per vim ab earum inco

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En cuanto á España de ninguna manera se puede sostener que las leyes de Justiniano, ó las colecciones que de aquellas y otras romanas mandó hacer este emperador, hubiesen tenido aqui autoridad alguna, porque ademas de ser todas, escepto la novela CXLII de luxuriantibus contra naturam, la CXLVIII de indulgentiis reliquorum, y el edicto de aegyptiis libripendibus, anteriores al año 552, en que Atanagildo, habiéndose revelado contra Agila para asegurar su tiranía pidió socorro al emperador Justiniano, quien le envió un ejérto al mando de Patricio Liberio, y por cuyo medio logró Atanagildo vencer á Agila en una batalla, que se dió junto á Sevilla, no por eso adquirió Justiniano derecho alguno sobre la España: mas sin embargo, temerosos los godos de que prestase el auxilio para apoderarse de alguna parte del . territorio español, mataron en Mérida á Agila al tercer año de su reinado, y eligieron en su lugar á Atanagildo; el cual viéndose ya sin contradiccion rey de los godos, y advirtiendo la celeridad, con que Liberio segun las instrucciones que le habria dado al efecto el ambicioso Justiniano, se apoderó de muchas ciudades y puertos de las Andalucías y de

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